Mi esposa Cristina, que bastante rapidita y los chicos de la azotea que no dudan ni un segundo en querer follarsela

Después de los vendedores, las dos veces que se la cojieron los futbolistas y todas sus demás aventuras, cristina ya se había vuelto todo una puta descarada, había comenzado a exhibirse y no desaprovechaba ninguna oportunidad, y la ultima de sus aventuras fue hace no mucho, y fue en la azotea del edificio donde vivimos,

Ese día era un domingo y no teníamos planes para ir a ningún lado, así que yo desde temprano me senté a ver la televisión y cristina se puso a hacer algunas cosas en la casa, ya saben, lavar los platos, escombrar y cosas de esas, y ya como a las doce del dia me dice,

– voy a la azotea a lavar algo de ropa,

Yo sin despegar la mirada del televisor le dije,

– está bien

Cristina tomo el cesto de ropa y subió a la azotea, yo por mi parte solo me levante por una cerveza y volví a sentarme, los minutos pasaban y yo saltaba de un canal a otro, cuando de pronto escuche voces en el pasillo, me asome ligeramente a la ventana y vi que eran dos chicos que Vivian en la azotea, en un cuarto de servicio, llevaban algunas bolsas, supuse que estaban bebiendo, no le tome mayor importancia y volví a mi sillón, pero después de unos minutos reaccione y me acorde que el cuarto de los chicos, no estaba muy alejado de donde lavaba cristina y eso me hizo pensar, que si esos dos chicos le hacían platica, ella era capaz de todo, así que deje que pasaran unos minutos y Salí del departamento y comencé a subir lentamente las escaleras, hasta que llegue a la azotea, atravesé lentamente la puerta metálica y vi que no había nadie en los demás lavaderos, lentamente comencé a caminar hacia donde estaba ella y comencé a escuchar voces, me acerque un poco mas y hay estaba ella, charlando muy animadamente con los dos chicos, claro, era obvio, aquellos dos chicos la vieron sola y le ofrecieron algo de beber y cristina como casi no le gusta la fiesta, acepto y claro, de seguro iba a terminar revolcándose con ellos, así que busque un lugar donde no me vieran y el mejor, era dentro de un cuarto de servicio abandonado, que estaba a un lado mío, así que espere un descuido de ellos y entre a aquel cuarto y entrecerré la puerta, el lugar olía a orines y estaba lleno de latas de cerveza, pero había una silla justo frente a la ventana, así que la limpie un poco y me senté a observar, cristina seguía lavando mientras reía con aquellos dos chicos y a su lado entre el detergente, había un envase de cerveza, de donde ella tomaba de vez en cuando, uno de los chicos estaba detrás de ella recargado en otro lavadero y el otro chico estaba a su lado, los tres charlaban muy animadamente y cristina pareciera que ya los conocía de antes,

– y tu marido cristina…??

– en casa, ya saben, viendo la tele,

– es mejor que este en casa, no cristina,

– claro fede, así no me da tanta lata..jajajaja

Los tres continuaran charlando y bebiendo durante varios minutos mas, hasta que de pronto, el tal fede que estaba detrás de ella, se le acerco y la tomo ligeramente por la cintura, mientras le decía,

– y nos vamos a poder divertir hoy cristina…??

Cristina al sentir las manos de aquel chico en sus caderas, no se inmuto en los más mínimo, al contrario hasta se empino un poco mas mientras le decía,

– aquí fede..cómo crees..!!

– vamos cristina, no te hagas la que no quieres, no sería la primera vez,

Las palabras del tal fede me hicieron pensar muchas cosas, de seguro cristina ya se los había cojido antes, así que continué escuchando,

– vamos cristina, solo será un momento,

Cristina permanecía de espaldas a el mientras que las manos del tal fede comenzaban a subir y a bajar por su caderas, y el otro chico solo observaba mientras le daba lijeros sorbos a su cerveza, no creía que cristina se iba a cojer a los dos chicos hay mismo, pero estaba equivocado, ya que después de unos minutos de estarla acariciando, el fede le dijo a su amigo,

– mira ray, lo que nos vamos a comer..jajajaja

El tal ray le dio un sorbo a su cerveza y le contesto,

– pues de una vez, vaya a subir su esposo o algún vecino metiche y se nos sala…jajajaja

Fede y cristina rieron y segundos después, el fede sujeto la falda de cristina por la parte de abajo y comenzó a subírsela, hasta dejar al descubierto sus nalgas,

– mmhhh…que ricas nalgas tienes cristina, de verdad me pones la verga bien dura,

Cristina al escuchar las palabras de aquel chico, se inclino un poco más sobre el lavadero, mientras le decía,

– en serio., pues demuéstramelo,

Fede rió un poco y desde donde estaba, pude ver como bajo su bragueta, saco su verga y comenzó a restregarla por las nalgas de ella y cristina le respondía moviendo sus nalgas de un lado a otro, la muy puta estaba dispuesta a cojerselo hay mismo, después de unos minutos así, fede se inclino un poco metió su mano entre las piernas de cristina y pude ver como empujaba sus caderas, mientras que ella lanzaba un lijero gemido, el muy cabron ya se la había metido, cristina al sentirse penetrada, solo rio y volteo a ver al tal ray y le dijo,

– parate en la puerta, no vaya a venir mi marido

El otro chico se alejo y cristina se sujeto del lavabo y el fede comenzó a mover sus caderas de atrás hacia adelante, al comienzo lo hizo de una forma lenta, pero cristina comenzó a gemir y supongo eso lo excito mas así que sujeto fuertemente a cristina y comenzó a mover sus caderas cada vez mas y mas rápido inclusive desde donde estaba podía escuchar como su pelvis chocaba contra las nalgas de cristina, que para este momento ya estaba casi empinada sobre el lavabo y el fede no se detenía, sus caderas además de moverse de atrás hacia adelante lo comenzó a hacer de un lado hacia otro, ambos estaban gozando aquella cojida, sus cuerpos se movían al mismo tiempo y cristina intentaba no gritar, pero eran tan fuertes las embestidas del fede, que ella tuvo que taparse la boca, hasta que después de unos minutos, el fede la jalo hacia el y ambos se quedaron quietos unos segundos, el fede había terminado y lo había echo dentro de ella, pasados unos segundos el fede se retiro y le echo un silbido a el tal ray, quien de inmediato apareció por un costado y le dijo,

– órale ray métesela,

cristina ya estaba prácticamente recostada sobre el lavadero, con la falda completamente arremangada en la cintura, el tal ray se paro tras de ella, se bajo la bragueta, tomo su verga y la acomodó justo entre las piernas de cristina y de un solo golpe se la metió por completo, cristina al sentirse penetrada, no pudo evitar lanzar un fuerte gemido, pero ray no se inmutó para nada, al contrario, se sujeto con ambas manos del lavabo y comenzó a cojerla bruscamente, cristina ya no sabia como acomodarse, estaba parada de puntitas y su cuerpo ya estaba sobre el lavadero dejando sus nalgas completamente expuestas, mientras que el tal ray no dejaba de moverse, metía y sacaba su verga de una forma muy brusca, y cristina solo trataba de aguantarse los gemidos, pero le era casi imposible, la pelvis de ray se movía alocadamente de atrás hacia adelante, en verdad le estaban dando una severa cojida y no solo eso, el tal ray se habia soltado del lavabo y comenzó a darle de nalgadas, provocando que cristina gimiera cada vez mas y mas fuerte, inclusive llegue a pensar que algún vecino podría subir, pero afortunadamente después de unos minutos, ray comenzó a gemir, mientras la sujetaba fuertemente de la cadera, al fin habían terminado, el se separo rápidamente y pude ver que las nalgas de cristina estaban completamente rojas y sus piernas le temblaban, como pudo se paro y se metio al cuarto de servicio, mientras que los dos chicos abrían rápidamente la puerta y bajaban de la azotea, momento que yo aproveche para salir de aquel cuarto y salir también de la azotea,

cuando llegue a casa, me calme un poco y tome asiento, y a los pocos minutos llego cristina, se veia aun sudorosa, y le pregunte que si ya habia terminado, ella solo me dijo que si y dejo el cesto en la cocina y se fue a la recamara sin decirme nada, decii que no le iba a preguntar nada, que era mejor esperar a ver que otra aventura tenia planeada con los dos vecinos.

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