Cada vez que viene mi sobrino a casa se divierte con mi brasier, esta vez no pudo y fue cuando me lo dijo y terminamos disfrutando de otra manera

Desperté de nuevo y me encontré algo ansiosa. Después de la aventura del día anterior en el camión me encontraba aun excitada.

 

Por la noche, mi esposo me comento que mi sobrino vendría al día siguiente de nuevo pero que al parecer no había terminado el trabajo en equipo así que lo acompañaría un compañero de la escuela para terminar su trabajo.

 

Me agrado el saber que estaría de nuevo mi sobrino en casa, aunque el que viniera acompañado me hacía esperar una tarde sin que pudiese hacer nada.

 

Sin embargo, me prepare poniéndome un vestidito de dos piezas, blusa y falda arriba de las rodillas, de tela fresca y ligera por lo que, mis formas se podían apreciar sin problema. El coordinado de ropa interior color beige acentuado por el bra de media copa me hacía sentir sexy.

 

Por un instante pensé en mi marido, hasta ese momento había sido mi comportamiento normal cuando estábamos los tres, pero no tenía la certeza de si el sospechaba o se imaginaba algo.

 

En algunas ocasiones me había percatado de que disfrutaba cuando otros me veían, lo hacía sentirse orgulloso. Su ego de macho salía a relucir y parecía decirles a los demás “miren lo que traigo”.

 

La hora llego y yo estaba atenta al sonido del cancel de la puerta, que era el aviso de que mi sobrino llegaba. No tardó mucho en abrirse y deje que tocaran la puerta, abrí y mi sobrino me saludo un poco efusivo ya que el beso en la mejilla fue más cercano a los labios, me presento a su compañero, un chico un poco más alto que el, de cabello quebrado y manos fuertes, aunque callado tenía una mirada morbosa, me sentí un poco incomoda.

 

Pasaron y se acomodaron en el sofá de siempre. Fui al patio en realidad solo a distraerme un poco, apenas había salido cuando mi sobrino se acercó “Tía, no he podido hacer mucho con su bra, pero se lo traigo mañana” dijo “Esta bien, y tu amigo?” pregunte, “Entro al baño, falta algo o quiere que vaya a la tienda?” dijo “No, gracias”. Regreso a la sala.

 

No me di cuenta a qué hora llego mi esposo hasta que lo vi en el patio junto mí, me dio un beso abrazándome y sus manos fueron hacia mis nalgas, las agarro con fuerza “Que rico culito tienes bebe” me reí y nos metimos, empecé a servir y al sentarnos a la mesa, mi sobrino muy atento sirvió el agua, entre la trivial platica, mi esposo me veía, disimuladamente mi sobrino también y su amigo de manera más discreta aun, mi esposo estaba sentado a la cabecera de la mesa, a su lado derecho mi sobrino, a su lado el compañero de su escuela. Del lado izquierdo de mi esposo me encontraba yo.

 

Me sentía extraña, excitada, tres miradas me recorrían ocasionalmente, el compañero de mi sobrino observaba en continuos instantes mis senos.

 

Entre lo que supimos del amigo de mi sobrino fue que se llamaba Miguel, sus padrinos vivían a cinco calles de nuestra casa y le ayudaba a su papa en trabajos de carpintería y fontanería, en ocasiones también a impermeabilizar y pintar y que además resulto ser un chico serio y cortes, ya que en ese momento se ofreció para apoyarnos en las reparaciones que la casa necesitara en esas áreas. Mi marido estuvo de acuerdo y le dijo que me dejara los datos.

 

Terminamos de comer y los chicos me ayudaron a llevar la loza a la cocina. “Tía podemos usar la mesa, hay varias cosas que debemos acomodar y cortar” “Claro que si” mi esposo se metió a la habitación y yo fui a la cocina por un trapo para limpiar la mesa y que pudieran trabajar ahí, me acerque y me incline un poco al limpiar, mi blusa cayo dejando ver mis senos apenas cubiertos por mi bra de media copa el cual deja ver la parte superior de mi pezón, me entretuve limpiando, ellos me veían y yo me hacia la desentendida, camine despacio hasta quedar de espaldas a ellos, inclinada aun y con las piernas abiertas de forma tal que mi trasero se levantaba, hice un suave movimiento hacia atrás y adelante, me sentía nerviosa y excitada, no me imaginaba lo que pasaría si mi marido saliera en ese momento de la habitación y me viera ahí, inclinada dejando que me vieran el trasero. Porque de que me lo estaban viendo lo hacían.

 

“Listo, limpiecito” dije y fui a la cocina, apenas escuche un débil “gracias”. No quise voltear ni verlos, después de todo no estaba segura de nada y en cierta forma, me daba algo de miedo.

 

Estaba acomodando la loza cuando mi esposo vino a despedirse, me dio un beso y de nuevo me agarro el trasero dándome una suave nalgadita, escuche que se despedía de los chicos y cerraba la puerta.

 

Termine de hacer lo que tenía que hacer y al ir a mi habitación me tope en el comedor con los chicos, tenían prácticamente llena la mesa de láminas, cartulinas y demás cosas, estaban entretenidos intentando colorear los dibujos de las láminas sobre los volcanes y sin saber cómo hacer la maqueta de uno.

 

Recordé mi periodo de estudiante y les dije “Plastilina” Miguel rápido respondió “Es cierto, yo sé dónde hay una papelería aquí cerca” fui de nuevo a la cocina y saque algo de dinero del lugar donde guardaba lo del diario “tomen por si les falta”, Miguel de nuevo dijo “Yo voy, tu sigue pintando eso para terminar pronto” salió y cerró la puerta.

 

“Gracias tía” dijo mi sobrino “De nada” respondí, estábamos solos. “Te gusto lo que viste hace rato?”

,

“si tía, la verdad se me paro” me acerque a él “Me enseñas como se te paro?” asintió con la cabeza dio un paso hacia atrás y se bajó el cierre sacándose el pene, estaba duro, su glande estaba expuesto, acerque mi mano y lo tome envolviéndolo, estaba caliente, duro y una gota de brillo emanaba de su orificio, mira hacia la calle a través de la ventana, me hinque y mis labios aprisionaron su glande, el respiro profundo, lo chupe fuerte mientras mi lengua lo acariciaba.

 

Lo solté y me levante “termina rápido la maqueta” dije y me fui a mi habitación.

 

Miguel llego y salí de mi habitación dirigiéndome al patio. Miguel me alcanzo y me pidió que les ayudara, así que regrese al comedor acompañándole y me senté, tome la plastilina y la empecé a amasar para hacer la figura, note como Miguel veía mis manos, por un momento acaricie suave la masilla, la tome entre mis manos apretándola un poco, dándole forma con los dedos, acariciando la parte del cráter, Miguel miraba y yo lo miraba a él, en un momento nuestras miradas se encontraron y mi sonrisa coqueta hizo que él se ruborizara un poco, seguí en lo que estaba y empecé a darle más forma.

 

Termine lo que hacía y mi sobrino acababa a su vez, Miguel terminaba también su parte. Tomamos todos un poco de agua que había quedado de la comida. Mi sobrino entro al baño y le pedí a Miguel que me acompañara a la cocina para que viera lo de la humedad en la pared, lógico iba yo delante de él, al llegar al lugar me incline un poco dejando mi trasero a su contemplación, algo le comente sobre la pared y él dijo que se necesitarían varias cosas, me incorpore y deje que se acercara al lugar, se hinco y tallo la pared, “Está muy húmeda” dijo el, “Si algo“ respondí “Siempre esta así?” pregunto Miguel “Últimamente si” le respondí se levantó y dijo muy seguro, “Debe tener un filtración de la tubería del lavadero, tendría que revisarle bien” “Bueno le comentó a mi marido y te hablo” “Si claro” mi sobrino llego en ese momento y lo note algo serio, me sonreí para mis adentros y le di las gracias a Miguel.

 

Salió de la cocina y acomodo sus cosas, yo me senté en la sala y encendí el televisor. Miguel se acercó y se despidió, mi sobrino lo acompaño a la puerta y regreso.

 

Se sentó mirándome “Me gusta eso con su boca” dijo “Ven” respondí, se levantó y camino hacia mi quedando de pie, desabrocho su pantalón y lo bajo junto con sus trusas, “me gusta tu verga” dije “te gusta que te la mame entonces?” pregunte “si” respondió “Entonces pídeme que lo haga” agregue “Tía mámame la verga”, sentí una descarga eléctrica, abrí mi boca y chupe su cabeza que ya estaba dura, abrí mas mi boca dejando que su verga se perdiera en ella hasta desaparecer, la tenía toda adentro y mi lengua le sobaba la parte baja del tronco. El respiraba agitadamente, sabía que quería venirse porque ya lo había dejado en pausa hacia una par de horas, así que acelere el movimiento de mi cabeza entrando y saliendo su verga de mi boca empezó a gemir “ no quiero todavía” dijo suplicante, abrí la boca dejando que su verga quedara fuera y mi mano rápidamente agarro su verga apretando su cabeza, eso hizo que perdiera la erección suavemente, “respira profundo y despacio” dije “eso te ayudara a que dures más en venirte y disfrutes más cuando te la mamen” abrí la boca y mi lengua toco su cabeza por la parte superior misma que ya cubría su prepucio, “solo quiero que me la mame usted” dijo. Le chupe la cabeza y le dije “es mejor que muchas chicas te la chupen” volví a su verga ahora acariciándola con mi lengua por un lado, empezaba de nuevo a ponerse dura, sentí que respiro profundo, mi boca de nuevo se abrió para dejar que se perdiera toda en ella, la chupe fuerte y despacio, sintiendo cada parte de su verga, me gustaba como se veía su cabeza, le fui besando por la parte baja dejando que su verga se posara sobre mi cara llegando hasta la parte superior de mis ojos “usted a mamado muchas?” dijo el no respondí de inmediato ya que mi lengua se entretenía sobando sus huevos, apreté uno de ellos con mis labio y escuche su gemir, “Si” fue mi respuesta, su respiración se agito de nuevo, me reacomode en el sofá y lleve de nuevo su verga a mi boca, mi cabeza subía y bajaba, dando en ocasiones una chupada fuerte en lo que iba saliendo, se tensó un poco “ya” dijo seguido de inmediato por diversos gemidos y mi boca recibió de nuevo su leche, caliente, sentía la fuerza con que eran arrojados ya que mi lengua acariciaba su cabeza mientras mis labios la mantenían dentro de mi boca, se estremeció y sentí como su flacidez llegaba y dejaba de aventar su esencia en mi boca, lo deje salir. Me levante del sofá y fui al baño. Me vi en espejo y abrí la boca, tenía la impresión de que eran más que la vez anterior, los deje salir de mi boca en el lavamanos, note que estaban espesos, el sabor aun lo tenía en la boca, el agua se llevó lo que había arrojado no sin antes enjuagarme la boca. Salí y me senté a su lado, aun tenia los pantalones abajo, su pene flácido permanecía expuesto lógicamente.

 

“Recórtate un poco los vellos, se vería mejor” le dije “si ya lo había pensado” respondió “tía, usted cuantas ha mamado entonces” respire profundo y le dije ”muchas” note que veía mis senos, “te gustan verdad?” pregunte, “si, se ven bonitos” me quite la blusa quedándome solo en el bra, “quítamelo” le dije acerco sus manos a mis pechos, temblaban un poco, yo veía su verga la cual comenzaba a levantarse un poco, sus manos fueron a los tirantes del bra y los bajo, antes de que otra cosa pasara le dije “se abre de aquí por delante, moví la unión de las copas en sentido contrario y un suave click se escuchó, separe ambas dejando mis senos expuestos, su verga se levantaba de nuevo, sus manos fueron a mis senos tocándolos de forma suave, lo cual me agrado, acaricio mis pezones generando una oleada de calor en mí, levante mi cuerpo un poco ofreciéndole mis senos, seguía tocándolos, “chúpalos” le dije se acercó despacio, sentí su caliente respiración y vi que su verga estaba dura de nuevo, sentí sus labios chupar mi pezón izquierdo mientras con su manos sobaba mi seno derecho, mi mano busco su verga aprisionándola, y empecé a subirla y bajarla, suave, “el otro” sus labios me soltaron y fueron hacia mi senos derecho, “así” le dije, se detuvo un instante “están bien bonitos” mi mano seguía sobando su verga a mayor ritmo, sus dos manos tocaban mis senos y su boca iba de uno a otro “muérdelo” dije, mi vagina estaba húmeda “muérdeme el pezón” volví a decir sentí como sus dientes me mordía despacio, sentí otra descarga eléctrica recorriéndome, lo detuve un instante y me coloque recargada sobre el sofá, él se paró frente a mí y se subió en el sofá clavando en el sus rodillas, su verga quedaba sobre mis senos, la coloque entre ellos y empezó a moverse, yo veía como entraba y salía de mis bubis logrando tocar su cabeza con mi lengua, así lo hizo empezando a acelerar su movimiento, yo arrojaba un poco de saliva para facilitar el desplazamiento , de repente empezó a gemir y su leche salió de nuevo, era más espesa, caliente y llego a tocarme parte de la cara, pero en su mayoría quedo regada en mis senos. Termino de expulsar y se sentó a mi lado, yo veía lo pegajoso de su leche en mí, incluso la toque con un dedo y sentí la textura. “voy al baño” menciono levantándose, regreso con los pantalones arriba pero con la verga afuera lo que hizo que me sonriera un poco, él también se sonrió, se sentó a mi lado mirando mis senos.

 

Paso un momento de silencio “debes irte, ya es tarde y además debo bañarme” me miró fijamente “llegara el momento” agregue. Se levantó acomodándose la ropa, guardo sus cosas y tomo la maqueta, se acercó y se despidió dándome un beso en la mejilla como siempre “gracias tía” “gracias a ti” le respondí, cierra bien el cancel dije levantándome del sofá, asegure la puerta y me metí a bañar.