Soy una persona a la que le gusta mucho provocar y calentar, esta vez por hacer eso tuve sexo, pero no fue tan consentido en el Sex Shop

Sexo no tan consentido en el Sex Shop

Antes de nada, os debo agradecer a todos aquellos que me han mandado vuestros emails, ya sea para agradecer mis experiencias como conocerme mejor. Os debo de confesar que siempre me he esforzado en mejorar, claro está sexualmente como bien sabéis, no os voy a descubrir mis preferencias a esta altura, pero sí es cierto que no me importa comenzar con uno y finalizar con tres.

Bueno comenzare, vale… Me ocurrió hace unos meses, estaba de rodríguez por finales del mes de agosto. Mes que hizo tanto calor que era difícil dormir por las noches, no importando que estuviera cansado o agotado. Caliente y todo, no había momento en que no se me pasara por la cabeza algún juego, no había idea mala si eso significaba darme placer, aunque hubiera algo de dolor… mmm!!!!!!.

Me pongo como una moto con el hecho de solo recordarla… mmm!!!!!!, pensar en la proeza de alguna de ella… me pone cachondo, recordar como en esas noches de soledad, llegaba a quedarme dormido del trato que le daba no solo a mí cuerpo sino a mi orificio anal… uuummm!!!m!!!!!!, pensar que llegaba hasta a introducirme dos vibradores… ooohhhh!!!, claro está eran de menor diámetro… uuuffff!!!!!!.

Claro está, finalmente me quedaba dormido tras estas sesiones… mmm!!!!!!, pues tras llevarme hasta horas sodomizándome, horas que tuvieron su recompensa al explotar yo entre espasmos de placer… ooohhhh!!!, soltando cantidades de leche que me dejaron perdido… tanto que tuve que quitar las sabanas, leche que recogía con mis dedos… uuummm!!!m!!!!!!, ya sea para llevármelo a la boca y deslizarlo por mis labios… uuuffff!!!!!!… saboreando, como para usarlo de lubricante al untar cualquier de mis vibradores… ooohhhh!!!.

Finalizando con quedarme dormido, plácidamente soñando con alguna de mis aventuras, incluso de aquellas en la cual acabe siendo follado y usado por varios hombres, hombres maduros y rudos… uuummm!!!m!!!!!!. Aunque a veces añore las veces que he sido tomado a la fuerza, no habiendo siempre penetración… mmm!!!, como aquella vez que actué inocentemente, no ocurriéndose peor idea que espiar a dos hombres que se metieron en la maleza. Me deje llevar por la curiosidad, siendo testigo de cómo esos dos hombres se daban placer, no solo mediante besos y caricias, sino por sexo oral, no dejándole llegar a más por mi intromisión, pues torpe de mí llame mi atención al pisar las ramas secas.

No hubo penetración… si esperáis leer, pero sí quisieron vengarse por haber sido espiados, hubo amenazas por su parte… amenazas que ingenuo de mí… creí. Hubo violencia, no siendo estas que bofetadas y acabe por quedarme desnudo ante estos. Hombres que por su edad podrían ser mis abuelos, hombres que se desahogaron conmigo, chupando mi miembro y obligándome a chupar los suyos, penetrándome con sus dedos. Dejándome desnudo desecho, tirado en el frio suelo, dejándome entre amenazas ante la posibilidad de denuncias por mí parte. Pero lógicamente para nada hubo, esa noche me hice hasta ese momento la mejor de las pajas, durmiendo como un bebe… mmm!!!.

Aunque eso sí, puedo decir y confiaros, que pocas han sido las veces a mí pesar que me han sodomizado a la fuerza, pero llegar a pensar aquella vez en que con tan solo veintitrés años. Años que estuve en Madrid al ser invitado a la Muestra de Artes de Arcos, no deseando precisamente ver arte en aquella visita a Madrid. Día que no se me ocurrió mejor idea que tomar el teleférico, no pensaba en buscar nada, menos por esa zona y menos a pleno día, pues había muchas familias con críos. Pero tras observar los movimientos del parking de la propia estación del teleférico, me entro curiosidad, tanta que no se me ocurrió otra cosa que darme un paseo por el pinar que hay en los alrededores.

Encontrándome a un señor mayor que tras verme tan inocente, me pidió echar un rato, oferta que acepte una vez me enseño su miembro, no muy grande pero con esos dieciséis centímetros y cuatro de diámetro, me parecieron mas que bastante… mmm!!!. Claro está, no son tontos, deseaba más y aunque me negué, fui cediendo poco a poco, siendo observados por varios hombres, hombres que se acercaron una vez que fueron invitados. Recuerdo bien aquello, recuerdo como se convirtió en algo rápido en orgías, donde mis no… fueron silenciados por pollas, donde fui abusado por hasta tres tíos que me tomaron a su placer. Pero bueno, volveré a la realidad que me despisto… vale, pues continuo…

Bueno por ese mes de agosto, lógicamente apenas hay persona por Sevilla, solo los pocos que tenemos que trabajar. Ese día me vi caminando por las solitarias calles en busca de documentación, documentación que debía de ir a una notaría que hay cerca de la Encarnación (una zona del centro de Sevilla). Ese día por el tremendo sol que hizo, me vi perdido y carajota, pues no me negué en la oficina cuando me mandaron ir.

Miro la hora, cuando caminando por la calle Tetuán en dirección a la Campana, paso por ese pasaje que tantos recuerdos me dan… mmm!!!. Me detengo y dudo, cuando una chica muy mona, acaba acercándose, pienso que es una “guiri” o una que busca dinero fácil, dinero que con gran placer estoy dispuesto a darle… mmm!!!. Pensamientos que se basa por su forma de vestir, pues aquella camiseta de tiranta blanca, cuyos pezones visiblemente duros y aquel pantaloncito tan corto que no ocultan nada… mmm!!!. Pero en cambio, cuando se acerca es precisamente una petición lo que me da, sino la publicidad de un nuevo sex shop en el interior del pasaje.

Cuando esta se da la vuelta y se marcha, fijo mi vista nuevamente en su nalgas, redondas y sabrosas, mientras mi polla encerrada dentro de mi bóxer pide guerra… mmm!!!. No me lo pienso dos veces, cojo y entro en el pasaje hasta acceder al sex shop Picante. Entro y directamente me voy al mostrador, dándole a ese amable caballero diez euros, dinero que me lo da en un vaso pequeño de plástico. Tras coger las monedas, deambulo primero por el local, observando los artículos de sexo, fijándome precisamente en los retardadores y lubricante. Acabando en los vibradores y arneses… mmm!!!.

Hay gente… no os voy a mentir, algunos jóvenes me hacen el gesto de la mamada con su boca, cosa que niego con la cabeza. Acercándose un hombre de aspecto agitanado, hombre que me hace el gesto al llevarse su mano a su miembro, vuelvo a mostrarle mi negativa pero en esta ocasión y más por lo molesto que estoy, no puedo evitar hacerle un feo gesto, noto que se molesta, pero no era mi intención, pues no es por su raza u origen sino por la edad que aparenta. Tampoco lo vi de mí agrado, no por su físico o altura, pues este mediría un metro sesenta y cinco centímetros, gordito… barriga cervecera, casi calvo y con escasos cabellos oscuros, pinta de no cuidarse, pues tenía barba de días, de aspecto vulgar por su forma de vestir.

Bueno, continúo. Entro por el arco del fondo hasta la zona de las cabinas, suelo entrar en el aseo a descargar e incluso a poder limpiarme mejor, también soy de los que me acercó a ver que películas van a proyectar, aunque en verdad es para poder visionar como está el patio… mmm!!!. Dándome la vuelta y caminar a modo de poder elegir en cuál de ellas meterme, eligiendo una de ellas al ver como entra un caballero muy maduro de aspecto extranjero, dando por sentado que debía de ser rumano o por esa parte… mmm!!!.

Entre en mí cabina y cerré la puerta tras de mí con pestillo incluido, dirigiéndome al fondo de la cabina, dándome cuenta que ambas puertecillas estaban abiertas, cosa que las deje así. Mientras soltaba mi maletín en el suelo, saque mi monedero del bolsillo del interior del pantalón, sacando de este hasta seis euros, cargando dos en la maquina al tiempo que me sentaba.

Mire a mi izquierda… no pudiendo ver inquilino alguno, cosa que me hizo cerrar la puertecilla. Luego gire mi rostro hacia la de mi derecha, observando a este hombre masturbarse… mmm!!!. Dándose cuenta este de mí, girarse hacía el agujero y deslizar dos de sus dedos por el contorno de este, signo de que claro que quiere sexo… mmm!!!. Soltándome…

“Enséñamela, quiero vértela”.
Me levante y comencé a bajarme la cremallera, introduciendo mi mano dentro y sacar mi miembro fuera… mmm!!!. Enseñándosela al tiempo que me la pajeaba… mmm!!!. Volviéndome este a decir…

“Acércala, quiero probarla”.
Me acerque hasta introducir mi miembro por ese agujero circular, sintiendo la fuerte y al mismo tiempo cálida mano, notando la textura rugosa de su piel… mmm!!!. Tras deslizar su mano por mi tronco hasta llegar a mis pantalones, coge y me suelta…

“Bájate los pantalones y calzoncillos, quiero tocarte los genitales… mmm!!!”.
Sin sacar mi miembro aun del agujero, comencé a soltar el cinturón de mi pantalón vaquero, cayendo este a mis pies y minutos después, una vez que saque mi miembro del agujero, me baje los calzoncillos, volviendo a introducir mi miembro por ese agujero. Volviendo a sentir como esa mano me cogía mi tronco… mmm!!!, como deslizaba su mano desde mi glande hasta la base de mi miembro… uuummm!!!m!!!, llegando a coger mis testículos y comenzar a magréamelos… ooohhhh!!!. Introduciendo su mano entre mis muslos hasta mis nalgas, deslizando sus dedos entre mis glúteos… aaahhh, separando mis piernas tanto como el pantalón me lo permitía… uuummm!!!m!!!.

Sintiendo en pocos minutos como algo tibio atrapaba mi tronco… mmm!!!, dándose una atragantada a pesar de no ser tan grande mi miembro… uuuffff!!!. Sentir como una cueva caliente se traga mi polla… ooohhhh!!!, comenzando a mamármela y hacerme dar cuenta como utiliza su lengua… uuummm!!!m!!!. Sacándose mi polla del interior de su boca, sacando su brazo y sin decir nada, comenzar a acariciar tanto mis muslos como mis nalgas, intentando llegar a mí pecho… mmm!!!. Pidiéndome…

“Acércate… quiero acariciar tu cuerpo, deseo tocarlo”.
Acabando por sugerirle yo mismo…

“No sería mejor que entre en tu cabina o tu entras en la mía, me desnudes y puedas hacerme lo que quieras… mmm!!!”.
Tras un breve silencio, me responde…

“Aun no, antes quiero saborearte desde aquí, me mueve el morbo”.
Volviéndome a soltar…

“Desnúdate, quiero saborear tu cuerpo a través del agujero”.
Cosa que hago caso, comienzo a desvestirme ante su atenta mirada, observo su mirada pervertida desde ese agujero, dándome cuenta como humedece su lengua por sus labios… mmm!!!. Deje mi camisa colgada en el colgador, lugar que deje también mis vaqueros, cuyo bolsillo introduje mis calzoncillos, guardando los zapatos bajo el asiento y mostrándome desnudo ante él… mmm!!!. Pidiéndome…

“Acércate… mmm!!!, quiero acariciar tu cuerpo”.
“Deseo chuparlo, besarlo, lamerlo e incluso pellizcártelo… uuummm!!!m!!!”.
Me acerco y me dejo hacer, llegando incluso a arrodillarme a modo de que este, pudiera llegar a hacerme lo que tanto desea… mmm!!!. Mientras me pregunta…

“¿Te gustan las pollas?”.
“¿Te gusta chuparlas?”.
Contestando…

“Si… me gustan, me gusta chuparlas, lamerlas y magrear los testículos, llegando a introducírmelos en la boca… uuummm!!!m!!!”.
Volviéndome a preguntar, mientras no dejaba de acariciarme en esta ocasión el pecho, pellizcándomelo con dureza el pezón… aaahhh. Soltando…

“Te gusta que te follen”.
Volviendo a contestar…

“Si… mmm!!!… ooohhhh!!!”.
“Yo me considero pasivo… mmm!!!”.
Apartando su brazo de mi cuerpo y desapareciendo de ese agujero, sustituyéndolo por un enorme miembro rosado y venoso, limpio y rasurado. Soltándome…

“Hay la tienes… a ver qué sabes hacer”.
Volviendo a asumir ese papel de pasivo me tanto me pone… mmm!!!. Me arrodillo acercando mi rostro a su glande, colocándome de manera que mi boca queda a la altura de su glande… mmm!!!. Saco la lengua y comienzo a lamer su glande, tomándola con mi mano derecha al tiempo que la deslizo por mis labios. Separándolos un poco y presionar su tronco, introduciéndose esta poco a poco dentro de mi boca, deslizándose mis labios por su glande como si se trataran los labios vaginales de un coñito… ooohhhh!!!. Llegando a escuchar proveniente desde el otro lado…

“Ooohhhh!!!… Dios puta, como lo haces… aaahhh”.
Sacándola de mi boca y deslizándola por su tronco hasta sus genitales… uuummm!!!m!!!, lamiendo cada centímetro y deslizando la yema de mi lengua por sus gruesas venas, marcadas por la excitación… mmm!!!. Llegando a soltarme este…

“Para… para puta, no me quiero correr aun… uuuffff!!!”.
“Quiero comerte el culo, venga date la vuelta… mmm!!!”.
Cosa que acepto muy a mi pesar, pues el solo recordar aquella polla me pone muchísimo, pero en mí rol de pasivo que alterno con la de sumiso. Me levanto y me doy la espalda, acercándome hasta sentir como su lengua recorre mis glúteos, sintiendo sus dedos perforar mi orificio anal… aaahhh. Diciéndome…

“Vienes limpia… puta. Vienes preparada para ser follada… eeehhh”.
Callo… no respondiéndole, ya que es de lo más evidente… mmm!!!. Continúa lamiendo y besando mis nalgas, llegando incluso a escupir a mi orificio… mmm!!!. Sintiendo como uno de sus dedos presiona contra mi orificio anal, siendo yo la parte que no se retira y que incluso retrocede… aaahhh, sustituyendo este ese dedo por dos… uuummm!!!m!!!, volviendo a tener la misma respuesta… uuuffff!!!. Y hasta tres son los dedos que me penetran, deseando que sean sustituido por su miembro… uuummm!!!m!!!. Llevado por el morbo y el placer, acaba proponiéndome…

“Ahora sí… déjame entrar en tu cabina”.
“Vamos a pasarlo bien, ve quitando el cerrojo de la puerta”.
Le hago caso, no es para menos, pues solo el pensar que ese pedazo de polla me la va a introducir… uuummm!!!m!!!. Me dirijo a la puerta y con sigilo le quito el pestillo, volviendo hasta el agujero para informar a este que ya está hecho. Pero ver, como este en vez de salir de la cabina, coge y saca su miembro nuevamente por ese agujero. Pidiéndome…

“Chúpamela una vez más por aquí, antes de ir a follarte a tu cabina”.
Cogí y la verdad no lo pensé, menos aún lo imagine. Corderito de mí, me fui a arrodillar pero en vez de eso, me apoye con mi rodilla derecha sobre el asiento. Pues comencé a hacerme un dedo mientras este no me penetraba, pues no deseaba que se me cerrara mi orificio antes de follarme… mmm!!!.

Comencé a comerle la polla, estando tan entusiasmado que no llegue ni a escuchar la puerta abrirse, menos aún el pomo girarse con el ruido que hace, no hasta ser demasiado tarde. No pudiendo evitar como dos desconocidos entraban en mi cabina, inclusos que sí cerraron la puerta con pestillo tras de sí. Y cuando quise reaccionar, me vi siendo sujetador por el cuello y un brazo, me vi con el dolor de un brazo retorcido al tiempo que me soltaba…

“Mira pequeño, esto podemos hacerlo por las buenas o por las malas, tú decides”.
“Por las buenas, sería verte calladito mientras mi amigo y yo disfrutamos, tanto como nuestro amigo de cabina”.
“Podemos hacerlo por las malas, dándote tanto de ostias como veamos nosotros necesarias, dejando la puerta abierta para que otros puedan degustar”.
“Tú decides”.
Recuerdo que giro la cabeza a modo de poderles responder, descubriendo para mi asombro como uno de estos inclusos, era ese hombre de aspecto agitanado al cual hice ese feo gesto. Gesto que así me lo hizo saber…

“Sabes… niño, sino me hubieras tratado con despreció por ese gesto, no hubiera pensado en esto precisamente”.
Intentando explicarle yo, que no era mi intención y que el gesto no era por la raza u origen, sino por la aparente edad que tiene, tratándole de hacerle entender que no me iba de cincuenta años hacia abajo. Soltándome este…

“Pues mira por donde, hoy vas a ser follado por dos que no son de los tuyos… ja ja ja”.
Pensar que esa persona de no más de cuarenta y cinco años, años que más tarde me hizo saber que tenía cuarenta y siete años. Persona que no era por corta altura a pesar de su baja estatura, cerca de metro sesenta y cinco centímetros. Menos aún por su físico, gordito con barriga cervecera, casi calvo y con escasos cabellos oscuros y con barba de días. Me iba a follar… nunca me lo iba a creer, también hay que decir que a la fuerza todo se consigue. Pero cuando se hecho hacia abajo su pantalón y me dejo ver su miembro… mmm!!!, para nada era despreciable, no por la longitud que no tendría más de dieciséis centímetros, sino por el grosor de este, pues tendría de diámetro no más de seis centímetros… uuuffff!!!. Siendo su acompañante quien soltó…

“Fóllatelo ya coño, deja de tanto palique”.
Siendo al final ese cuarentón quien me penetro primero, cuya polla era de dieciocho centímetros y cuatro de diámetro… ooohhhh!!!. No se liaron con remilgos, tras ponerse un preservativo, cosa que al menos me vi aliviado, comenzó a follarme a saco. Doliéndome más, la manera con la cual me tenían sujeto que de la penetración en sí… uuummm!!!.

No estuvo más de veinte minutos, tiempo que dejo al otro el follarme, donde este sí que dolió, no pudiendo evitar soltar gritos de dolor al principio, gritos que me lo hicieron callar primero mediante la fuerza y poco después por introducirme alguna prenda. Tanto empujaba que hasta acabo por romperse el preservativo, soltando…

“Uuuffff!!!!, ahora sí que ha entrado bien, no entiendo que ha pasado”.
Penetrándome con fuerza, sacándola con suavidad para volvérmela a introducir con fuerza, sintiéndome romper por aquel diámetro… ooohhhh!!!. Llegando el cuarentón a abrir la puertecilla de la cabina de la izquierda, para aquellos que quisieran pudieran mirar… aaahhh. Esos inclusos me follaron uno tras otro, mientras el que miraba se dedicaba a sujetarme, obligándome ya sea comerme el pollón del rumano como la suya, no dejándome de tragar carne… mmm!!!. Sintiéndome ensartado por ese monstruo… ooohhhh!!!, como me entraba una vez tras otra… uuummm!!!. Llegando a sentir tanto mareo como calambres en las piernas, mientras las cervicales me estaban matando… mmm!!!.

Acabando el cuarentón primero, no sin antes haberla sacado y descargar sobre mis nalgas y espalda, dejándome perdido completamente entre tanto semen, poco después se corrió el otro… mmm!!!, descargando en mi boca, obligándome a tragar su leche… ooohhhh!!!.

Antes de nada, os dejo de dejar una aclaración, estos no dejaron de alimentar a la máquina, dinero que provenía del inquilino de la cabina contigua, aquel que hizo esto realidad. Pues si hubieran dejado de alimentar a esta, hubiera venido el encargado y nos hubieran echado, cosa que me hubiera gustado… bueno en parte.

Bueno finalizo, tras acabar, me quede en tirado en el suelo descansando, recuperándome de la tremenda follada que me habían dado. Estos se vistieron y antes de marcharse, dejando la puerta abierta e invitando a alguno a entrar, cosa que no me gusta, no estando conforme que me traten como mercancía… sino no estoy conforme… mmm. Bueno os dejo, espero que os haya gustado tanto como a mí, espero vuestros comentarios. Mi email de contacto es, lógicamente va todo junto… Jhosua 1974 @ Gmail . com