Una fiesta que termina de una forma bastante excitante

Después de llevar todo el día de aperitivos, comida, copas, cena y más copas, todos empezamos a perder un poco la vergüenza. Así recuerdo un día, de un par de semanas atrás en el que probé y disfruté del sexo como nunca hubiera imaginado. 

Me reservo algunos detalles para salvaguardar la privacidad de todos cuantos intervinimos en esa bacanal, dela que no me arrpiento absolutamente de nada. Disfruté como un loco/loca y estoy dispuesto a repetir en cuanto se presente la ocasión. 

Alquilamos una casa rural varias parejas, para unos días, en un pueblo, del cual me callo el nombre. un poco alejada del centro aunque cercana a éste. Sin embargo la privacidad de la misma está asegurada, ya que es necesaria una clave de acceso para entrar a ella y está rodeada por un muro de piedra bastante alto para que sea casi inaccesible. 

La cena tuvo lugar enesta casa después de haber estado todo el día por el pueblo. Después tomamos unas copas en el jardín, mientras charlábamos y bailábamos. El ambiente se caldeó después de unas copas y algunos decidimos bañarnos en la piscina de la casa. Unos y otras nos íbamos poniendo cachondos. 

Una de las chicas estaba especialmente cachonda y hacía todo lo posible por estar siempre cerca de mí. Después de un rato su interés por mí era evidente para todos. 

Es muy atractiva y realmente sexy, lo cual me tenía tentado de aprovechar cualquier cosa que pudiera suceder. 

En un determinado momento alguien sotó una enorme carcajada que provocó que todos volviéramos la vista . Era uno de los chicos travestido y con tacones que parecía un pato mareado sobre aqueloos tacones que le dominaban a él y no, al revés. 

La chica que estaba conmigo al ver mi risa por la situación, me dijo que no debía reirme si no era capaz de hacerlo mejor que él, y me retó a caminar con sus tacones. 

No era la primera vez que yo caminaba con tacones, soy fetichista de tacones desde hace unos años y los uso enla intimidad a menudo.

Le pedí que hiciéramos una apuesta al respecto y concluímos que si lo hacía bien podría hacer con ella lo que quisiera y si no, sería ella quien hiciera de mí lo que se le antojase. 

Me excité muchísimo en ese instante, pues la idea de caminar con tacones en público y sin miedo al qué dirán, no iba a desaprovecharla. Con un poco de suerte podría disfrutar de sus tacones lo que durase la fiesta. ¡¡ Y sin miedo alqué dirán !!. ¡¡FANTÁSTICO!!

 Con un gesto me descalcé mis zapatos y ella deslizó sus pies de sus sandalias para que me las calzara. Unas sandalias de tacón alto  y unos ocho centímetros de color azul metálico, destalonadas y sin puntera y sin ningún tipo de atadura. 

Subirme a esos taconazos fue una experiencia sublime.  Me despegué de la barra y caminé hacia la piscina mientras me jaleaban y me vitoreaban chicos y chicas, por igual. Rodeé la piscina y volví a la barra junto a esta chica. Estaba sorprendida y un tanto turbada. Sin embargo me dijo. » Soy tuya» » Hasta que amanezca». ¿ qué qieres que haga para ti?. 

Por el momento que me beses; y que sea un beso con pasión. 

Se puso frente a mí, rodeó mi cuello con sus brazos y me besó de tal modo que aún me excito al escribir este relato recordando ese beso. 

Mi polla estaba por estallar. Con sus sandalias puestas y tras ese beso mi único deseo era ir a una habitación y descargar la calentura que tenía en todo mi cuerpo. 

toamos un par de copas más y noté que su deseo aumentaba a cada minuto. Me miraba y me besaba, acariciaba mi espalda, me abrazaba y colaba sus dedos por la cintura de mi pantalón. 

E n un momento el dije si quería acostarse ya y su respuesta fue: «Sí contigo, si quieres». 

La miré. Nos besamos y tomándola por la cintura nos fuimos a una habitación del piso de arriba. 

Entramos en la habitación que eela había elegido y comenzamos a besarnos con pasión. Sus tetas eran más bien grandes y duras y sus nalgas prietas. jadeamos los dos por la excitación del moemnto y comenzamos a desnudarnos con prisas. 

Cada vez que intentaba alcanzar su sexo se zafaba dándose la vuelta o haciendo algún movimiento extraño que me lo impedía. Sin embargo no dejaba de acariciar y masajear el mío. Esto me puso sobre aviso y entonces la hice tumbarseen la cama boca arriba y tomando sus muñecas con una mano la inmovilicé y le dije al tiempo que le bajaba el tanga ¿ qué tienes aquí?. 

Y salió lo evidente. una polla de veinte centímetros dura y palpitante con líquido preseminal en su glande. 

Forcejeó un poco pero la calmé enseguida diciendole que no iba a desaprovechar la ocasión de probar esa rica polla. 

Una sonrisa enrome se dibujó en su rostro mientras me miraba con lascivia. Abrió sus piernas y las levantó para que yo pudiera ver su ano, depilado y como éste palpitaba al tiempo que su polla.

Se puso de a cuatro ofreciendo ese maravilloso culito pero yo le di la vuelta y le dije : » Perdiste la apuesta» » Tú eres mía y harás lo que yo te pida»

Asintió moviendo la cabeza y entonces la hice bajar de la cama y ponerse de rodillas. puse mi polla frente a su cara y empecé a restregarla por ella, rodeando sus labios y haciendo que la besara, la lamiera y la chupara. Y lo hizo muy bien. 

Mientras me la chupaba y se la tragaba hasta los cojones no podía dejar de pensar en su polla y como me gustaría chuparla y sentirla dentro. Y estaba decidido a ello. 

Cuando estaba a punto de correrme empecé a meter y sacar mi polla de su boca llegando hasta el fondo de su garganta y cuando llegó el moemto cumbre se clavé en el fondo de la garaganta hasta que vacié la última gota. 

Ella lamió toda mi polla dejándola totalmente limpia. Me miró y se recostó en la cama. 

Me recosté a su lado y comencé ajugar con su polla la cariciaba suavemente y le pajeaba de a pocos. Se estaba excitando y a su vez pajaeaba la mía. 

Entonces le pedí que se lubricara el culo y me dijo qu etenía aceite en el bolso. » Ve por él entonces», le dije. 

Se levantó y cogió el aceite y cuando lo abrió para ponérselo le dije que lo haría yo. 

La puse a cuatro sobre la cama y comencé a lubricar ese delicioso culito. Enseguida comenzó a gemir ligeramente. y a mover us caderas mientras yo introducía mis dedos en su ano cada vez más adentro. 

Cuando estuvo bien lubricado le pdí que me la chupara de nuevo para lubricar también mi polla y cuando estuvo bien lubricada y bien dura enfilé su culo, 

se la puse en el centro y de un empujón se metí hasta el fondo. Gritó, más por la sorpresa que por el dolor y empezó a gemir como una loca desde el primer minuto. Sus gemidos me excitaban y mi polla se ponía cada vez más dura. Quería darle duro para que sintiera lo que es una buena enculada hecha con ganas. Me vacié del todo y un intenso placer recorría mi cuerpo. Me eché a un lado y me puse boca arriba sobre la cama. Ella se tumbó a mi lado y estaba roja como una amapola. Nos quedamoa así un rato acariciandonos mutuamente. Mi polla estaba un tanto flácida pero la suya estaba dura. 

Entonces le pedí que fuera ella quien me penetrase pero debía lubricar mi culo con su lengua. Me pidió que me pusiera en cuatro. Lo hice y  enseguida noté su lengua lamiendo alrededor de mi ano y dando suaves golpecitos sobre el esfínter para abrirse paso. MMMM…¡¡QUÉ DELICIA!!. 

Le pedí que me penetrara ya  pero me dolía y no quería sentir más que placer, así que me lubricó con aceite y fue introduciendo sus dedos uno a uno hasta que noté que mi culito estaba preaparado para recibir esa bonita polla. 

Entonces le hice ponerse en pie y ponindome de rodillas comencé a chupar su polla. Me gustó. Me veía en el espejo del armario ropero y esa sensación de hacer algo «prohibido» me excitó. Mi polla empezó a ponerse dura otra vez mientras ella gemía y jadeaba. 

Me puse en pie y cogiendo su polla suavemente la acerqué a la cama. Me tumbé en ella boca arriba con mi culo cerca de los pies y levanté mis pies todo lo que pude ofreciendo mi culito bien abierto a su polla que amenazaba con taladrame inmeditamente. 

Se acercó y me la puso sobre el esfínter y empujó suavemente y sin retroceder hasta que entró toda. ¡¡Qué sensación de plenitud!!. Qué delicia!!

Puse mis pies sobre sus hombros para así ver las sandalias que no me  quité en nigún momento y le dije que me  lo hiciera despacio , muy despacio. 

Quería disfrutar de cada segundo de esa maravillosa sensación y quería que fuera lo más larga posible. Fue un rato largo,muy largo, cada vez que estaba a punto de correrse cesaba en sus movimientos y después volvía acomenzar. Mi culo estaba muy dilatado y su polla entraba y salía con mucha facilidad y amí em enloquecía esa sensación. Qué placer tan intenso sentí. Sus piernas empezaban a cansarse y me pidó acabar a lo que accedí gustoso. Después de todo ya tenía ganas de sentir su leche caliente inundand mi excitado culo. 

Empezó a acelerar el ritmo y yo notaba como su polla se endurecía cada vez más, lo cual también me excitaba a mí y mi polla se puso dura, lo que ella notó y comenzó a pajearme mientras no cesaba de embestrime cada vez más rápido y con más fuerza. Yo estaba a punto de correrme y ella jadeaba cada vez más deprisa. De repente empujó con fuerza y la dejó en el fondo de mi culo mientras éste se inundaba de su leche caliente y yo me corría con violencia por la maraviloosa paja que estaba haciendo. Hizo ademán de sacarla pero yo apreté mi culo y le dije que la mantuviera ahí hasta que se saliera sola. Estaba feliz. maravilosamente feliz por esa fantástica enculada. 

En otras circunstancias quizás no me hubiera atrevido a tanto, pero entonces me atreví y estoy feliz de haber experimentado esas sensaciones.