Una amiga me hace conocer el sexo lésbico

La verdad no sabía cómo comenzar este relato, pero es que es algo que es digno de contarse, Sarah es mi mejor amiga, es como una hermana y algo más que eso, ella es una mujer espectacular, tiene un cabello negro estupendo aunque siempre anda buscando unos nuevos looks para poder cambiarlo, tiene unos senos perfectos y redondos, con unos pezones rosados, su feminidad de igual manera es rosada y completamente depilada ¿Cómo es que se esto? Bueno pues os contare como fue…

Una mañana Sarah falto al colegio y me preocupe un poco ella siempre ha sido una chica con un temperamento muy fuerte, la verdad es que no se deja caer tan fácilmente por lo mismo no es la chica que se deje caer por un resfrió o una infección, estaba preocupada en el colegio y cuando salí de la escuela, fui directamente a su casa, hemos sido muy buenas amigas desde ya hace muchos años y la conozco bien, cuando llegue a su casa toque la puerta, ella estaba solo con una bata de baño

—¿No has ido a la escuela por tomarte el día?— pregunte con una sonrisa

—Simplemente me he tomado el día estaba aburrida Kate ¿Por qué haces tanto escándalo por un día fuera del colegio?

—Bueno simplemente no eres de las personas que no vayan al colegio

Entre a su casa y como siempre sus padres no estaban, entramos a su cuarto y ella se metió de nuevo a la cama y yo me senté alado de ella, tomo mi mano y la mire

—Bueno sabes… si estoy un poco enferma

—¿Qué es lo que tienes?— pregunte un poco curiosa

—He estado un poco caliente de aquí— mire como ella tomo mi mano y la puso sobre su feminidad, en ese momento note que estaba completamente desnuda, pero no podía creer lo que estaba pasando ¡Mi amiga me estaba poniendo mi mano en su concha! Tenía un poco de nervio y aleje mi mano, pero esta la volvió a tomar con fuerza, metiéndola de nuevo a su feminidad, haciendo que frotara su clítoris con mis dedos

—Sarah, pero es que esto no está bien— dije tratando de quitar de nuevo mi mano, pero estaba vez ella me tomo con mayor fuerza haciendo que callera por completo en la cama, se quito la bata y estaba completamente desnuda, en el momento que la vi desnuda se me erizo la piel y es que tenía unos lindos senos, nunca había visto de esa manera a mi amiga, pero siempre había creído que era guapa

—¡Vamos somos amigas y seguro que tu también estas húmeda! —coloco su feminidad enfrente de mi cara y con un tono de voz exigente me dijo: — ¡Chúpala!

La verdad es que yo nunca le había hecho eso a una mujer, ella puso su feminidad sobre mi boca y en ese momento yo saque mi lengua, pude escuchar un gemido de su parte, la verdad es que ella tenía razón ya estaba muy húmeda, entonces tome sus caderas y pasaba mi lengua por su feminidad, por sus labios vaginales pasando mi lengua por ellos, mi lengua llego a su clítoris entonces hacía círculos alrededor del mismo y lo chupaba, jalándolo un poco algo que la hacía gemir de placer, mis manos se encontraban postradas en sus caderas, las dirigí hacia sus nalgas, pasándolas por las mismas, estrujándolas mientras que mi lengua se deleitaba con su clítoris, recorría su feminidad con mi lengua, la escuchaba gemir, metí mi lengua su feminidad, la verdad es que al menos sus gemidos me decían que lo estaba haciendo bien además de que estaba completamente húmeda, sus gemidos llenaban la habitación, sentí como se inclino para atrás, su olor era fuerte pero excitante, mi lengua hacía círculos dentro de ella, con mis dedos estimulaba su clítoris para que ella sintiera un mayor placer, sus gemidos fueron aumentando de tono, metí mi lengua un poco más profundo y acelere el ritmo con mis dedos, haciendo que ella se corriera en mi boca…

—¡Vaya y decías que no querías! Lo has hecho bien pero seguro que puedes mejorar, vamos quítate la ropa Kate—

Me quite la ropa de la escuela como ella me lo dijo y entonces deje ver mis senos ante ella, mis pezones color chocolate y mi feminidad completamente depilada, su mano no tardo en dirigirse a mi feminidad y sentir lo húmeda que estaba por el sexo oral que le había hecho a ella, tomo uno de mis senos y lo metió a su boca, me hizo soltar un gemido, su mano se encontraba en mi feminidad y estaba metiendo sus dedos en mi mientras me mamaba los senos, me encantaba que me tomara los senos y los mamara, mientras sus dedos se encontraban dentro de mí, mis caderas comenzaron a moverse, Sarah me dio un azote en mi feminidad mismo que me hizo estremecer

—Estas muy húmeda, me gusta mucho eso y entonces eso nos va ayudar—

La verdad es que yo no había tenido relaciones sexuales con nadie, pero estaba tan húmeda y excitada que hacía lo que ella me pedía en un momento me pidió que me abriera de piernas y lo hice, ella se monto arriba de mi y nuestras feminidades quedaron unidas, sentía como su humedad se juntaba con la mía, ella comenzó a mover sus caderas, tome uno de sus senos estrujándolo, nuestras feminidades rozaban y aquella sensación que me producía me ponía al límite los gemidos por parte de las dos no se hacía esperar ambos estábamos muy calientes y muy húmedas, la miraba, tomando uno de sus senos jalando su pezón, sentía como el calor entre las dos iba aumentando, su clítoris chocaba con el mío y aquello me hacía gritar de placer, sus movimientos se aceleraron haciendo que las dos nos corriéramos de placer y deseo, tome sus mejillas y hice que me besara, la verdad es que deseaba ese beso

—Esta puede ser la primera de muchas diversiones—dijo Sarah mientras me besaba

—Deseo divertirme contigo— conteste mirándola

Y si es verdad que esa fue la primera de muchas diversiones que he tenido con Sarah pero esas son otras historias…