Un día de las madres muy calientes, el regalo de un hijo

No podía dejar de jadear, había sido tan intenso el momento que seguía en shock sintiendo mi vagina y mis piernas palpitar de pasión y de deseo.

Mi hijo Alejandro era uno de esos jóvenes que están tan buenos que hasta a sus madres las ponen a temblar y eso me paso a mí, cuando me di cuenta que sus piernas y nalgas eran de otra dimensión deje de verlo como mi niño y es que el día en que regresando del trabajo y lo vi durmiendo desnudo enseñando todo su culazo al aire sentí que los años de infeliz matrimonio me caían encima, su espalda musculosa y marcada, sus piernas fuertes y ese culo respingón y perfecto me llevaron a otra dimensión, me metí a mi habitación e imagine despertándolo mientras me clavaba su verga en mi y comenzaba a cabalgarlo. Me masturbé imaginando sus pectorales tensarse, sus brazos grandes y musculosos tomando mis caderas y guiando mi ritmo desbocado de amazona, ese rostro de chulo sonriendo, viendo a su madre sometida a su cuerpo como una puta.

Desde ese momento no dejo de observarlo, de seguir su caminar, viendo su cuerpo crecer más y más, sus nalgas romper su uniforme de ultimo año de prepa y su camisa polo tensarse al máximo en sus bíceps de un verdadero macho. Yo misma soy un poco fan del fitness y en los últimos meses me hice de unas mancuernas, unas barras y unas ligas elásticas para mi gimnasio personal, mi hijo prefería entrenar con sus amigos en el gimnasio, yo complementaba mis sesiones matutinas de aerobics y zumba con mis tardes de pesas, mis amigas hacían lo mismo pero he de confesar que desde que descubrí al pedazo de hombre que dormía bajo mi techo me esforcé más incluso mi marido me agarraba más el culo y nuestra noche semanal se había tornado más activa, si supiera que mientras me la metía soñaba con que Alejandro me hacia suya en la ducha y en el jardín y en la cocina, siempre sintiendo su duro y musculoso cuerpo contra el mío.

De pronto la cuarentena cayó en el país y con ella cerraron todos los gimnasios, mi hijo resintió terriblemente la noticia, mi marido nos aviso que por motivo de optimizar personal habían decidido trasladarlo a la ensambladora de Aguascalientes, vivíamos en Guanajuato y por lo tanto tendría que pasar al menos un mes en ese nuevo lugar de trabajo. Se despidió la mañana del sábado 21 de marzo y desde ese momento mi hijo y yo quedamos en casa, Alejandro casi sin percibirlo se relajo tanto que dejo de usar camisa en casa, sólo usaba una ligera playera sin mangas que me dejaba ver todos sus bíceps y pectorales, me volvía loca, su cuerpo era mejor de lo que vi aquella tarde hace casi un año.

Un medio día mientras yo estaba corriendo en la caminadora entró al gym casero y me pidió permiso de entrenar, le deje sin problemas, estaba tan ansiosa de ver su cuerpo sudar y ponerse bestia que decidí que ese día haría sólo cardio. Tal como lo pensé Alejandro se dejo llevar por sus antiguos hábitos y se machaco en nuestro improvisado gimnasio, sus músculos no dejaban de crecer, tanto como mi vagina de humedecerse, de pronto y tras una hora se arrancó su playera y me dejo ver su sudoroso torso, estaba como una perra en celo esperando una sola migaja como esa, le dije que ya tenia suficiente y me fui a la ducha, la imagen que me acababa de dar me sirvió para hacerme un dedo monumental deseando ser su hembra.

Las siguientes semanas mientras ambos coincidíamos en el gimnasio nos fuimos compenetrando, nos compartíamos tips, en una ocasión mientras hacia peso muerto me tomó de la cintura y pude sentir sus duras manos tan cerca de mi culo haciendo explotar, luego me dio una vista de sus nalgas que tal vez sus tías y primas estuvieran deseando. Pronto en esas sesiones de sudar y escuchar música empezamos a hacernos amigos, una vez me sorprendió cuando comenzó a platicarme de una chica que le había roto el corazón, era una chica con un cuerpazo a la cual debo admitir hasta yo me tiraría, le di ánimos y luego de la nada comenzó a soltar detalles de unas profesoras que les gustaba manosearlo, me dio mucho coraje y prometí venganza, sobre todo una gorda que daba ingles y le había dado una nalgada en una nivelación el semestre pasado, esas nalgas son mías me dije mientras me contaba.

Una tarde justo después de saber que la cuarentena se extendería me dijo que era lo que más deseaba hacer apenas saliéramos, le dije que con sus tías planeábamos ir a ver un espectáculo de strippers en la capital y tomar un fin de semana de chicas en San Miguel, me sonrío y me dijo que era una mamá muy abierta y que le encantaba, dándome un beso cerca de los labios, me derretí al instante. Pasaron unos días de eso y una mañana después de entrenar me dijo que quería darme una sorpresa, me pidió que le esperará un momento y luego sudando aún subió a su habitación, bajó unos quince minutos después envuelto en un uniforme de soldado, mi amigo Rubén me lo presto hace unos meses dice que le va bien de stripper pero su madre no sabe así que me pidió guardarlo aquí, yo sólo podía ver la tela aprisionando su cuerpo y estaba palpitando, sé que no puedes ir ahora con las tías por eso te haré un baile que me ha enseñado.

Comenzó a moverse, lo hacia torpemente pero todo eso lo olvide cuando se arranco la camisa y su cuerpo aún palpitando por el bombeo del ejercicio salió, estiré mi mano y él la atrajo a sus pectorales los cuales apreté finalmente, luego dándose la vuelta se arrancó el pantalón… yo no podía creerlo, sus nalgas tan deseadas estaban frente a mi desnudas!!!, lo siento mami no tenia una tanga y preferí no usar nada, al darse la vuelta mantenía el pantalón cubriéndose su miembro mientras seguía bailando y el sudor recorriendo su cuerpo, se quedo frente a mí un instante, lo suficiente para que yo ya enloquecida, le arrancara ese pedazo de tela y al ver su verga metérmela en la boca. Chupe unos cinco minutos justo cuando alcé la mirada y vi la mirada de mi hijo llena de lujuria y me sacará de la ensoñación, le pedí disculpas y me fuera a encerrar a mi habitación.

La tarde permanecí en mi habitación, pensando en lo que había hecho y en las consecuencias, estaba mi cabeza hecha girones y sabía que ya nada sería igual. La noche cayó conmigo llorando y pidiendo perdón a dios.

Mi hijo debió sentir terror cuando a media noche sintió una boca en su pene, quiso decirme algo pero le callé, seguí chupando unos minutos y luego le dije, ahora si sabrás lo puta que es tu mami, y me senté en su verga, metiéndomela toda, la luna que se metía por su habitación y me había dado el valor de tomar a ese macho como mi verga personal me dejaba ver su mirada de deseo y sus músculos de hombre tensarse al darme placer. Cuando finalmente me vine y me rendí en sus pecho mi hijo me dio un beso sucio y me saco de su verga poniéndome en cuatro, mami me tienes loco, eres una puta crees que no notaba como me mirabas como en las madrugadas vienes a ver si duermo desnudo y te quedas mirando mi culo o mi verga tocándote, me dio una nalgada que me hizo gemir, esto te va a quitar lo caliente y me la metió a cuatro.

Estuvimos las siguientes semanas en un trance, por las mañanas entrenamos y concluimos con una buena cogida en mi habitación o la suya, luego comemos y seguimos cogiendo hasta dormir. Pero a principios de mayo nos aviso mi marido que volvía, desde ese día 1 de mayo estuvimos sin hacer nada teníamos amor por él y ninguno quería hacerle daño, pero entonces paso el 10 de mayo día de las madres, tres de la mañana despierto con una cachetada, chupa puta me dice mi hijo, siento terror mi esposo duerme al lado, se lo señaló, no te preocupes le di una pastilla no despertará hasta medio día, empieza a chupar… y lo hago, chupo hasta que siento su primer lechazo en mi garganta, pero su verga sigue erecta, le miró y me sonríe, yo también tomé una pastilla pero de diferente naturaleza.

Me coge de a cuatro, siento su verga entera entrar en mí, luego me sienta y me hace cabalgarlo, la presencia muda de mi marido, su papá al lado, me pone más caliente, le pido que me dé más fuerte, más profundo, agarró sus duras y perfectas nalgas mientras me taladra y lo hundo más en mí, siento el sudor cayendo de su frente cayendo en mis tetas, siento mi vagina vibrar alrededor de su verga y su cuerpo dando el máximo, yo explotó en un orgasmo intenso mientras siento que Alejandro es un animal que me va a partir en dos.

Mientras hundo mis uñas en ese culo que es mío como yo soy de él, me sonríe y me dice, feliz día de las madres PUTA.