Tomy, mi nuevo y excitante vecino

Después del fin de semana tan activo sexualmente que me había pegado con Toni, tocaba volver a la rutina de la semana; las clases, estudiar, deberes. Por fin llegaba el martes para ir a entrenar a baloncesto y desconectar un poco.

Entrenamos casi dos horas, un entrenamiento muy físico, estaba agotado. Llegamos al vestuario, mis nueve compañeros y yo, que gran momento venía ahora, poder disfrutar de nueve cuerpos bastante bien formados, unos más definidos que otros, pero al fin y al cabo, nueve chavales rondando los 20 años, desnudos bajo el agua, en una habitación repleta de duchas en las paredes. Era una delicia, ver esos cuerpos, la mayoría totalmente depilados, esas vergas dormidas pero algunas bastante gruesas y largas.

Si antes me deleitaba viendo a los compañeros desnudos, después de lo que ha pasado este finde con Toni, creo que estaba aún más salido, al final algún compañero se iba a dar cuenta, más que nada, porque como siguiese mirando sus vergas con tan poco disimulo, iba a ser la mía la que se pusiese bien dura. Me duché intentando no mirar mucho y salí de ese cuarto lo más rápido que pude, en la habitación donde estaban los bancos me sequé, mis compañeros poco a poco fueron llegando, nos íbamos vistiendo cada uno a su ritmo e íbamos saliendo en dirección a nuestras casas.

Al llegar a casa cené, estuve un rato con mis padres y me fui a mi cuarto a hacer un trabajo que aún me faltaba terminar, mis padres se fueron a dormir y yo seguía con el pc, escribiendo el trabajo. Mi verga estaba un poco morcillona, cada vez que recordaba la escena de la ducha y mis compañeros desnudos me excitaba. Dejé por unos momentos el trabajo y busqué una página de videos porno, solía ver casi siempre porno hetero pero esta vez fui directamente a una página de porno gay. Busque alguno videos y rápidamente encontré uno que me llamó la atención, nada más darle al play, metí mi mano dentro del pantalón, agarré mi verga y la dejé al aire. Estuve un rato viendo el video y pajeándome, hasta que mi leché salpicó todo mi escritorio y mi mano. Tras limpiar todo aquello, terminé el trabajo y me fui a dormir. Al mirar el móvil para poner el despertador, vi que tenía varios WhatsApp de Toni.

-“¿Que pasa Richi, que me tienes abandonado, no me escribes en todo el día, no me echas de menos?”

-“Si te echo de menos, fíjate si te echaré de menos que ahora mismo me acabo de pajear pensando en ti, jajajaja”

-“Haberme llamado, me bajo y te la como un poquito, así me das mi ración de leche antes de dormir, jajajaja”

-“Vas a hacer que me ponga cachondo otra vez. Bueno me voy a dormir, que es muy tarde y mañana verás para madrugar. A ver si quedamos y nos vemos un rato”

-“Eso está hecho, mañana por la tarde si quieres quedamos y nos echamos unas Plays”

Me fui a dormir empalmado, estaba muy salido últimamente, me acabada de correr y que me dijese eso Toni hizo que me volviese a empalmar. Al día siguiente en el instituto recibí otro WhatsApp de Toni: “no te olvides que esta tarde tienes que subir a hacerme una visita”.

Al llegar a casa al medio día, comí, hice un poco de trabajos que tenía y estudié un poco, a eso de las 19h, escribí a Toni para ver si le venía bien y me dijo que sí, que me estaba esperado. Me abrió la puerta su madre y me dijo que pasase el cuarto de Toni, que estaba el allí. Estuvimos un rato hablando sentados sobre su cama, al poco tiempo su madre nos dijo que se iba, que habían quedado para cenar con unos amigos. Se quedó la casa para nosotros solos. Nada más oír la puerta de cerrarse, Toni se lanzó sobre mí, su boca buscaba la mía y con su mano agarraba mi polla por encima del pantalón.

-“No sabes que largos se me han hecho estos días sin poder tocarte”. Estuvimos un rato besándonos sobre su cama, el tumbado encima de mí. Notaba como su verga ya dura presionaba sobre mi pecho y mi verga. Me lancé a sacarle la camiseta, con mis manos recorría su torso desnudo, le presionaba fuerte sobre mí, nuestras lenguas seguían jugando entrelazadas. Aprovechaba para bajar con mis manos a tocar su culo, por encima del chándal, cuanto más presionaba, mas clavaba su verga sobre mi cuerpo. Toni me dio la vuelta, quedándome yo ahora encima de él. Me quitó la camiseta, se incorporó un poco para intentar chupar mi cuello y alcanzar mis pezones. Se subió un poco Toni, quedando yo ahora sentado sobre su verga, nuestros torsos desnudos estaban unidos al igual que nuestras lenguas. Notar la polla dura de Toni bajo mi culo me estaba excitando sobremanera, empujé a Toni sobre la cama, bajé dando besos por su cuello, su pecho, lamiendo los pezones, bajaba poco a poco hasta llegar con mi boca a su ombligo y con mis manos al bulto que hacía su verga dentro de los pantalones.

Era el momento de probar de nuevo el pedazo de rabo de mi vecino, intentaba morder como podía su polla por encima del pantalón, estuve así un rato, hasta que decidí bajárselos, aún seguía su preciosa polla oculta por un bóxer blanco, que se empezaba a mojar por la punta de su verga, el precum empezaba a brotar de su polla dura como una roca. Pasé mi lengua por la mancha de su bóxer, intentando saborear el líquido que empezaba a salir de su polla. No aguanté más, cogí la goma de su bóxer y liberé su verga, cada vez que veía ese trozo de carne más me gustaba. Sujeté con mi mano la base de su polla y acerqué mi boca a la punta. Abrí la boca todo lo que pude y la metí dentro. Que manjar más delicioso, si verla cada vez me gustaba más, chuparla ya me volvía loco.

Tenía su glande metido en mi boca y con mi mano le masturbaba a la vez, gemía cada vez más fuerte, mientras tanto mi polla dentro de mi pantalón pedía ser liberada, notaba que estaba húmeda, el precum ya salía y mojaba mi bóxer. Yo mientras seguía con mi mamada, los gemidos de Toni hacían que yo me excitase aún más. Tras varios minutos así, Toni me cogió y me hizo girarme en la cama, quedando yo ahora tumbado, me besó antes de bajar a lamer mi cuerpo y lanzarse a mi verga. Me quitó el pantalón de chándal, mi bóxer blanco y verde pedía ya ser bajado. Toni tumbado sobre la cama comenzó a lamer mi rabo. Yo estaba muy excitado, con la mamada que le había hecho y ahora ésta que me estaba haciendo me llevaba a un placer máximo. Estaba muy cachondo. Quería probar cosas nuevas, y le dije que se tumbase encima de mí, que quería volver a meterme su polla en la boca, mientras me comía la mía, estuvimos un rato con esta postura, decimos ponernos de lado sobre la cama para poder llegar mejor a las vergas uno del otro. Estaba a punto de explotar, Toni lo notó y aumentó el ritmo de la paja mientras me la comía, le llené la boca de leche en pocos segundos. Al correrme Toni no tardó ni 3 segundos en llenarme también la cama con su semen. Lamí lo que pude antes de tumbarme mirando el techo.

Estaba rendido con esta nueva sesión de sexo que había tenido con mi vecino, estuvimos así un rato, los dos tumbados en la cama, desnudos, manchados de semen, y sin hablar. Poco a poco fuimos recuperando la respiración. Nos fuimos a limpiar, tomamos algo en la cocina y cuando a mí se me había pasado la excitación por completo decidí bajarme a mi casa para estudiar un rato más, si es que podía.

-“Tío, me bajo a mi casa, aún tengo que estudiar, y mi madre se mosqueará si estoy toda la tarde fuera, hoy que no tenía que ir a baloncesto ni nada”

-“Tu dile que hemos hecho deporte, jajajaja, que no se enfade”

-“jajajaja, que cachondo eres tú, luego suspendo y verás cómo se ponen conmigo. Me bajo. A ver si mañana nos podemos ver un poco, aunque sea vestidos, jajajaja”

Llegué a casa acalorado, directo a la ducha. Estudié un poco, y después ayudé a mi madre con la cena. No podía sacarme a Toni de la cabeza, me tenía hipnotizado, su cara, su sonrisa, su cuerpo, su verga, todo me volvía cada vez más loco, quería pasar tiempo con él. Me gustaba probar cosas nuevas con él y quería seguir probando casas nuevas.

Al día siguiente me levanté con muchas ganas y alegría, el viernes no teníamos clase en el instituto. La mañana se pasó rápido, al llegar a casa escribí a Toni por si quería acompañarme al entrenamiento, había comentado el entrenador que faltarían algunos compañeros. Él aceptó, pasó a buscarme a casa y nos fuimos directamente dirección al pabellón, después del entrenamiento tocaba disfrutar de la ducha con los compañeros, y esta vez también con Toni, la anterior vez que nos acompañó a entrenar nos quedamos los dos más tiempo practicando tiros y no nos duchamos con los compañeros. Todos los compañeros poco a poco iban dejando sus ropas sudadas por el entrenamiento en el suelo, los cuerpos desnudos empezaban a acumularse camino de las duchas, Toni y yo fuimos los últimos en llegar. De nuevo aquella maravillosa estampa, todo un grupo de chavales jóvenes, desnudos bajo las duchas, al que esta vez había que unir a Toni, por cuerpo no tenía que desmerecer a ninguno, y por rabo menos aún. Echando un vistazo rápido por toda la habitación, el rabo de Toni era de los mayores que se podían apreciar. Nos duchamos, hablábamos unos con otros, y poco a poco cada uno fue saliendo, para ir a secarse y a vestirse, los compañeros que vivían por la misma zona se iban acompañados unos con otros. Toni y yo salimos los últimos del pabellón y nos dirigimos hasta nuestro piso.

-“Que cabronazo eres, no tienes que disfrutar tu poco todo el año, aquí viendo a los compañeros desnudos en las duchas”

-“No está mal, la verdad”

-“¿Qué no está mal? Si estaba la cosa para cerrar la puerta del vestuario y hacer una orgia bestial ahí dentro, jajajaj”

-“Siempre pensando en lo mismo, jajajaja”

-“Seguro que no te has hecho tu ninguna paja cuando llegas a tu casa pensando en las duchas y tus compañeros”

-“jajajaja, hombre alguna que otra ha caído, no te voy a engañar”

-“Eso lo sabía yo ya, si me he dado cuenta que se te iban los ojos a las pollas de todos, un día de esto te van pillar los compañeros y te van a follar ahí mismo en las duchas, por mirón, jajajaja”

-“Eso es lo que te gustaría ti, que te arrinconasen varios de ellos y te la metiesen”

En ese momento, Toni se echó mano a su pantalón y apretando su polla, me dijo: “mira cómo se me ha puesto de pensarlo sólo”. Menudo bulto tenía, daban ganas de lanzarse a él ahí mismo en mitad de la calle. Yo la verdad que estaba también empalmado solo de pensar las cosas que había dicho Toni.

-“Oye Richi, cambiando de tema, vamos a hablar de otras cosas, que no quiero llegar así con este bulto a mi casa, jajajaja. Que esta noche he quedado con unos compañeros de clase, para ir al piso de uno de ellos a hacer botellón, que como mañana no hay clase te podías venir”

-“Vale, no tenía pensado ir a ningún sitio, ¿son con los amigos del otro día?”

-“Dos de ellos sí, el otro que es el del piso no, a ese no lo conoces, pero es muy majo”

-“Ok, pues luego me dices la hora, y nos vamos”

Al llegar a casa le comenté a mis padres, el plan de por la noche, la verdad que nunca me habían puesto muchos problemas a la hora de salir, y más siendo mañana fiesta. Cené y me fui a cambiar de ropa, me quité el chándal, y aunque me había duchado hace poco más de 2 horas, decidí cambiarme de bóxer, me puse unos negros con la goma en rojo que me encantaban y la verdad me sentaban muy bien. Me puse unos vaqueros marrones oscuros y una camisa blanca, saqué también un jersey negro que me coloqué sobre los hombros. Al poco tiempo sonó el timbre, era Toni, mi madre le abrió la puerta y le dijo que pasase a mi cuarto que me estaba terminado de arreglar.

-“Vaya vaya, que guapetón que se ha puesto el chico, ¿quieres impresionar a mis amigos?, jajajaja”

“Con impresionarte a ti ya me vale” dije a Toni poniendo mi boca cerca de la suya, a pasando mi mano por su paquete. Salimos de mi cuarto, al vernos tan arreglados mi madre nos dijo que íbamos muy guapos, que a ver si ligábamos ya de una vez y nos echábamos una novia, los dos nos reímos a la vez y salimos del piso en dirección al piso de su amigo. Al llegar, nos encontramos con unas ocho o diez personas. Yo me pensaba que iba a tomarme unas copas tranquilamente y había allí un fiestón montado impresionante, estuvimos un rato charlando y bebiendo, y conociendo a la gente, la verdad que eran bastante majos, me caían bien los amigos, de Toni, los que conocí el otro día y estos de hoy.

La gente propuso ir saliendo ya del piso para ir a bailar un poco por ahí, empezamos a recoger y la gente salía, noté que Toni ayudaba mucho a recoger, se le veía con ganas de salir pronto de allí, la gente poco a poco fue bajando, nos quedamos en el piso, Toni, Hugo, que así se llamaba el chaval del piso y yo. Mi sorpresa fue cuanto Hugo cerró la puerta, y se fue al salón con Toni.

-“Bueno, ¿no nos íbamos?” pregunté.

-“Sí ahora vamos, nos tomamos aquí la última tranquilamente los tres” dijo Toni.

Nos sentamos en el sofá, Toni a un lado y yo al otro, Hugo preparó en la mesa que había detrás del sofá los cubatas, nos los pasó por detrás y él se dio la vuelta y se sentó entre medias de los dos. No me había fijado mucho en Hugo, durante el botellón no había tenido tiempo de hablar con él, cuando se sentó pude observar más de cerca, era un chico de mi estatura y delgadito, un pelín más alto que yo quizá, pelo moreno, con un peinado parecido a Toni, corto de los lados y con bastante flequillo subido y peinado hacia un lado, tenía un piercing es oreja. La verdad que era un chaval bastante guapo, no tenía nada de vello en la cara, y con la piel muy blanca. Nos bebimos la copa y poco a poco noté como Hugo se iba acercando a mí y Toni iba hacia Hugo. Hugo cogió un hielo con su boca y me lo pasó por el cuello, haciendo que saltase un poco y me retirase.

-“jajajaja, no te asustes Richi, que le he contado a Hugo las novedades que ha habido desde que me había mudado de piso, y por eso no teníamos ganas de ir con los demás a la discoteca”

Que encerrona me había preparado el cabrón, no me esperaba esto, además que Hugo se le veía un chico muy tímido cuando llegué a su piso, pero de ser que con las copas como a todos se nos va la timidez y la vergüenza. Yo como ya comenté con el alcohol me pongo muy caliente, y lo del hielo, aparte de asustarme me había excitado. Me volví a sentar al lado de Hugo, que dejó la copa en la mesa, se recostó y con sus manos se lanzó a los paquetes que tenía sentados a su lado, con la mano derecha sobaba mi rabo por encima del pantalón y con la izquierda hacía lo mismo con el de Toni. No sé la verga de Toni, pero la mía estaba dura como una roca. Yo me dejaba hacer, cerré los ojos y me recosté hacia atrás en el sofá. Hugo soltó el rabo de Toni me empezó a desabrochar la camisa mientras besaba mi cuello. Me quitó la camisa, hizo la misma operación con Toni.

Como yo estaba muy excitado y Hugo solo tenía 2 manos, me desabroché el vaquero y lo saqué por completo, quedándome sólo con mis bóxer que tanto me gustaban. Mientras Hugo estaba desnudando a Toni, aproveché para pasar mi mano por la verga de Hugo. Se marcaba un pollón bien grande debajo de esos vaqueros, como la de Toni o algo mayor. Al sobar su polla, Hugo volvió hacia mí, metió su mano dentro de bóxer y lo bajó al completo, quedando mi polla liberada. Hugo con cara de deseo se lanzó hacia ella, liberó el glande y se la metió en la boca. Tenía experiencia chupando rabos, lo hacía bastante bien. Mientras comía mi polla, con la mano izquierda y en un gesto un poco raro estaba pajeando a Toni, que ya estaba desnudo por completo.

Hugo cambió la postura, ahora me pajeaba a mí y se la comía a Toni, yo estaba deseoso de ver lo que ocultaba Hugo tras su ropa, pasaba mi mano por su vientre y bajaba hasta su rabo. Como pude le quité la camiseta que llevaba, teniendo que parar por unos segundos de chuparle la polla a Toni. Tras esto él siguió con su tarea y yo aprovechaba para chuparle los pezones. Con mi mano sobaba todo lo que podía su rabo, intenté desabrochar su pantalón, pero como estaba casi tumbado chupando el rabo de Toni no fue posible.

Hugo se levantó del sofá se giró quedando frete a nosotros y se desabrochó el vaquero, debajo de unos bóxer azul se apreciaba un pollón bastante grade y gordo. Tras unos segundo liberó su mástil, que preciosa vista podíamos contemplar, Hugo tenía un cuerpo que me encantaba, delgadito, con la piel muy blanquita, y sin nada de pelo, tan solo un poco en la base de su verga, una verga que dejaba al aire medio glande, un poco curvada, sin duda era algo mayor que la de Toni, de 18 cm no bajaba.

Toni me hizo un gesto con su cabeza, como diciendo que se te la teníamos que comer a Hugo, y así fue, nos lazamos los dos de rodillas a los pies de Hugo, agarré la verga de Hugo, dejé el glande al completo en libertad y comencé a lamer por la lado, Toni por el otro hacía lo mismo, nuestras bocas recorrían todo el largo del rabo de Toni, nuestras lenguas jugaban una con la otra al llegar a la punta. Hugo gemía, le estaba poniendo aquella mamada que le estábamos regalando Toni y yo. Seguíamos un buen rato disfrutando de aquel manjar. Que regalo era aquel pollón, vamos, aquel chico en general, ese cuerpo tan blanquito y sin nada de vello, con ese trozo de carne colgando y luego a decir verdad que era un chico guapete. Tras varios minutos comiéndonos el rabo de Hugo, nos agarró con su mano haciéndonos levantarnos. Nos dijo que le siguiésemos hasta su cuarto. Menuda estampa, los tres totalmente desnudos, andando en fila hacia su habitación, con nuestras pollas duras balanceándose hacia los lados. Abrió un cajón de su mesilla y sacó una caja de condones, y nos dio uno a cada uno. Yo me senté en la cama, Toni aún seguía de pie, estaba abriendo el condón para ponérselo, estaba deseoso de follarse a su amigo.

Hugo por su parte se agachó para chuparme el rabo, al mismo tiempo que dejaba al su culo en disposición de ser penetrado por la verga de Toni, que visto lo visto, no debía ser la primera vez que entraba. De golpe debió entrar el rabo de Toni en el culo de Hugo, porque sentí como un pequeño mordisco al notar Hugo como le penetraba Toni. Si antes me hizo una mamada con mucha maestría ahora debe ser que le encantaba que Toni le estuviese follando, porque todavía la chupaba con mucho mas placer aún. Yo viendo la cara de salido que tenía Toni follándose a Hugo y la mamada que me estaba haciendo a mí estaba a mil.

Toni debía estar a punto de correrse y como no quería que terminase la fiesta, le sacó la polla del culo a Hugo y se quitó el condón. Hugo por su parte, dejó mi polla y se tumbó boca arriba sobre la cama, quedando su cabeza en un lateral sus piernas a otro.

Era mi turno, iba a follarme otro culo, quien me lo iba a decir a mí esto hace un mes. Lo que tardé en ponerme el condón, Hugo ya estaba con la cabeza inclinada hacia otras chupando la verga de Toni que estaba de pie en un lateral de la cama. Yo me subí de rodillas a la cama y vi como Toni levantaba las piernas y las abría dejándome todo su culo a la vista. Todavía estaba bien abierto, de haber tenido dentro el pollón de Toni. Que delicia de culo, sin nada de pelo, y bien abierto, me acerqué a él y se la metí de un golpe. Como mi polla era algo más pequeña que la de Toni entró con facilidad, mientras Hugo, que tenía la boca ocupada con el rabo de Toni y su culo lleno con mi verga, se agarró la suya para empezar a masturbarse. Yo agarraba a Hugo de los tobillos y le enculaba con fuerza. Los gemidos de esa habitación debían escucharse en todo el bloque.

Hugo no tardó en correrse sobre su propio pecho, al ver que el descargaba, yo saqué mi rabo y me quité el condón. Toni se subió también de rodillas a la cama, y se pajeaba con fuerza cerca de la cara de Hugo, yo hacía lo mismo. De pronto vi salir un chorro impresionante de semen de la polla de Toni, que fue a parar a la cara de Hugo y un poco a mi rabo, esto hizo que me corriese a los pocos segundos detrás de él. Hugo sacaba su lengua y a pesar de tener toda la cara llena de leche, con su lengua nos limpiaba los rabos.

Caímos los tres rendidos sobre la cama, el pobre de Hugo estaba bañado en la leche de los tres. Cuando poco a poco fuimos recuperando las fuerzas, nos fuimos Toni y yo al salón a vestirnos y Hugo a la ducha a quitarse todo el semen que tenía por encima.

-“Bueno, ¿te ha gustado mi amigo Richi?

-“Buah!!! Me ha encantado, no creo que nunca haya gozado tanto como esta noche”

Hugo salió ya con el pijama puesto, el ya no pensaba salir a ningún lado, nos despedimos de él. Y nos dijo antes de salir, “Cuando os volváis a animar, ya sabéis”. Nos reímos los tres, salimos y Toni y yo salimos en dirección a nuestras casas. Que pasada de noche, que trio nos habíamos marcado, y para mi suerte con esos dos chavales a cada cual mejor. Cada día que pasaba con Toni lo pasaba mejor. Esto debería seguir.