Mi tío me usa para que le lleve a mis amigas para follar y a mí me encanta porque me paga rompiéndome el culito

MI TÍO ME USA… Y A MÍ ME GUSTA

(TERCERA PARTE)

Luego de que mi amiga Irma le cayera encima a mi novio de un árbol, fui a visitarla y le pregunté por qué había perdido el equilibrio, me dijo que cuando mi novio me acabó en mis limoncitos ella se estaba masturbando y de la calentura se la zafó la mano de la rama y nos cayó encima, lo más divertido es que cuando el doctor la revisó le preguntó por qué estaba mojada su vagina, ella le dijo que un insecto la había picado justamente ahí, que ella se llenó de saliva para calmar el picor, el doctor se rió y le dio una nalgadita, Irma empezó a fantasear con el doctor, quien podría ser su abuelo. ¡Qué rico sería cogerse una verga profesional! –pensó- ¿Sería tan degenerado como su tío?

Después fui a visitar a mi novio, se veía fatal, con un yeso abrazando todo su pecho, pero al verme tenía una erección bajo las sábanas, esperé a que la enfermera se fuera y se la mamé con mucho amor, él quería terminar en mi boca… yo siempre practicaba con mi tío y luego complacía a mi novio, pero esta vez quise romper la regla, se la chupé con mucha lujuria hasta que me tragué su semen, que rico sentí, me sentía toda una mujer, a pesar de que aún era virgen, mi boca y mi traserito ya había sido profanados, aunque fuera solo por un dedo.

De camino a mi casa ya imaginaba que según mi tío me iba a enseñar a tragar leche… sin saber que ya me había almorzado el semen de mi novio, quería hacerle saber mi inocencia, así que fingí que nunca había tragado leche para que me diera la suya, pero tuve una sorpresa mayúscula, mi tío me obligó a mamársela, cosa que a mí me encanto, luego me hizo que le chupara los huevos, cosa que ya había experimentado, pero ocurrió algo nuevo, llevó mi boca a que le lamiera el hoyito trasero, eso sí era inimaginable para mí ¿Por qué un hombre disfrutaba que yo le metiera mi lengua dentro culito, ¿Sería gay?

Así que como la buena alumna que soy le metí la lengua en su culito peludo, con una mano le acariciaba los huevos y con la otra le pajeaba la verga, ya me estaba convirtiendo en toda una putita y eso me encantaba, dar y recibir placer era lo mejor del mundo, hasta que según él era la primera lechita que probaba, me la tragué todita, me estaba gustando mucho el sabor del semen.

Héctor dejó de ir a la escuela, pero Irma con su brazo enyesado no tuvo más remedio que asistir a clases.

Ella me quiso devolver el favor y me invitó a que la viera mamarle la verga a mi primo Juancho, quien desde que me beso y a mí no me gustó, no había vuelto a insinuarme nada, además se había convertido en un adolecente gordito y lleno de barros, hacían, con Irma, una pareja muy fea, pero el morbo me ganó la partida y me escondí detrás de otro árbol para disfrutar de mi show pornográfico, ellos llegaron al mismo árbol donde yo me escondía con mi novio y se besaban chocando sus lentes cada vez que torcían la cara, en lugar de calentarme me daba risa, luego mi primo se hincó, le subió la falda, le hizo a un lado el calzoncito y le chupó su cosita, eso sí me gustó, nunca lo había probado, ha de ser delicioso por las caras que Irma hacía, ella lo agarraba de la cabeza como para guiarlo con la fuerza y el lugar que ella necesitaba que le chupara, luego ella le sacó la paloma y se la empezó a chupar, era grotesco ver como la panza rebotaba en la cara de mi amiga, pero ella se aplicaba muy bien en mamarlo, también le chupaba los huevitos… las caras que hacía mi primo era de espanto.

No me esperaba lo que ocurrió a continuación: Irma se sacó un condón de su brassier y se lo puso, luego se inclinó hacia adelante y Juancho le clavo su verguita por su cuquita, tenía una mezcla de morbo y divertimento al ver como la panza escondía las metidas y sacadas y como rebotaba en las escasas nalgas de mi amiga, se veía muy divertida con su brazo enyesado y agarrándose del tronco para no caerse, pero lo que más me sorprendió fue cuando ella le pidió que se metiera por atrás, él le dijo que no porque no quería embarrarse de caca, ella se subió el calzón dispuesta a irse, pero él dijo que lo iba a hacer pero que lo dejara acabar, ella se volvió a inclinar y no vi como se la metió porque su panza era muy grande, pero por los gemidos de mi amiga descubrí que le gustaba mucho, luego Juancho trabó los ojos y se vino en su trasero, ella le quitó el condón, lo enterró, que inteligente mi amiga y antes de despedirse, le limpió la pija con su boca.

Al salir de la escuela comentamos el suceso, Irma me dijo que mi primo no le gustaba pero que verga es verga y que se conformaba con Juancho porque ningún otro chico le hacía caso, en cambio para su tío era su consentida, pero que lo veía poco porque vivía muy lejos de su casa.

Me preguntó que me había parecido la experiencia, le mentí diciéndole que me había calentado mucho y le pregunté de donde había sacado el condón y me dijo que se lo había robado a su hermano porque si no es así Juancho no se la habría cogido y que estaba necesitada de verga, dijo que le encanta por adelante pero con Juancho casi no sintió nada porque la tiene muy chiquita y que por atrás le gustó más aunque no le provocó un orgasmo. Me contó que el fin de semana vería a su tío y que entonces si iba a recibir una buena dosis de verga.

Ese medio día mi tío había comprado comida china, que lujo, sí que le estaba yendo muy bien, no tuve que cocinar, que alegre y cuando estábamos almorzando me preguntó cómo me sentía con sus últimas enseñanzas, feliz y realizada le contesté…

YO: Pero ¿Te puedo hacer una pregunta?

TÍO: Me reservo al derecho a contestarla.

No entendí muy bien lo que me dijo pero igual se la hice:

TIO: ¿Por qué nunca has intentado metérmela?

Se quedó pensativo por un momento…

TÍO: Mira, Lucky, ganas no me faltan, pero yo sé que está mal lo que estamos haciendo y creo que deberíamos dejarlo hasta ahí, tengo miedo que tus papás nos sorprendan y eso sí destruiría nuestras vidas.

En el fondo sabía que tenía razón, pero estaba enojada por las enseñanzas en que me había iniciado, sino pensaba seguir, mejor no hubiera empezado.

Para calmar mi enojo le conté todo sobre Irma y su tío… el hizo una mueca que no entendí y me dijo:

TÍO: Debieras traerme a esa amiguita tuya.

YO: ¿Te quieres coger a Irma pero a mí no?

TÍO: Me lo vas a agradecer más adelante.

Seguía sin entender ¿Qué le iba agradecer? ¿Qué no me cogiera? Definitivamente mi tío era gay. Pero mi orgullo de mujer quería

picarlo, a ver si así vencía su voluntad:

YO: Hoy vi a Irma coger con Juancho.

TÍO: Cuéntamelo todo.

Y lo hice, pero me esmeré en la parte del sexo oral.

TÍO: ¿Quieres probarlo? Eso sí está permitido, ven, desnúdate.

Obediente lo hice, se hincó en medio de mis piernas y me pasó la lengua a todo lo largo de mi cosita, que rico sentía, el calorcito de su lengua hacía que mi vientre se moviera al encuentro de su boca con mi cosita, con qué razón Irma tenía cara de satisfacción, imitando a mi amiga lo agarré de la cabeza y lo guié a los lugares donde más rico sentía, me subió las piernas y me chupó mi traserito, eso sí que era delicioso, sentí como se encogía mi hoyito de puro placer… lo llevé a mi botoncito, el me metió un dedo por atrás, lo sacaba y lo metía, me chupaba toda mi cosita y de repente sentí como me venía un orgasmo que me acalambró las piernas subiendo por mis partes íntimas hasta explotar en mi cara… fue la experiencia más deliciosa a mi corta edad.

Eso lo repetimos muchos días haciendo variaciones, me enseñó a hacer el 69, que rico es mamar y que te mamen al mismo tiempo, incluso cuando estábamos en el 69 le llegué a meter un dedito un su trasero peludo y me llenó la cara de leche.

Yo quería que me cogiera por atrás pero él se negaba, un día me dijo que lo haría siempre y cuando le llevara a mi amiga Irma, yo estaba de acuerdo pero primero le pedí que me cogiera, él dijo que primero la amiguita y luego me metería la paloma en mi culito.

Ese cepillo de mi madre ya no me satisfacía, así que del botiquín saque un desodorante, de esos que tienen forma de bolita, lo ensalivé y me lo metía y sacaba de atrás, que rico, aunque creo que me di muy duro porque me salieron unas gotitas de sangre.

Todos los días mi tío me preguntaba que cuando le iba a llevar a Irma, yo me hacía la loca porque quería sanar primero mi culito para que me la metiera por atrás.

Un día amanecí feliz porque ya no me ardía, señal que ya podía recibir mi rasión de verga, como decía Irma.

Las mamadas diarias antes de salir al colegio eran mi estímulo para despertarme muy contenta.

Las cosas en casa iban mejorando, papá puso su herrería y hasta ya se vestía mejor, mi primo se cambió a su cuarto, pero el carácter de mi mamá seguía igual o peor, no la entendía, mientras más mi papá le daba ella siempre quería más; mi papá le compró un carrito y él se iba a trabajar en bus, no era justo, pero así era mi familia.

Por fin me decidí contarle a Irma todo lo que había aprendido con mi tío y para picarla le dije que tiene una paloma muy grande y cabezona, ella dijo que nos quería ver igual que con mi novio, le contesté que haría algo mejor, que me acompañara donde él vivía y así no tendría que esconderse y nos vería a todo color.

Llegamos al cuarto de mi tío y nos tenía Pizza con Coca cola, se estaba luciendo mi tío, desde que la vio se le hizo agua la boca, la saludo de besito en la mejía, almorzamos y como quien no quiere la cosa, mi tío dijo:

TÍO: Me conto Lucky las cositas ricas que haces con Juancho.

Irma abrió la boca y me recriminó con un gesto.

TÍO: No te preocupes, Irmita, que yo se guardar secretos… y con tu tío ¿Qué tal?

IRMA: ¿Le contaste todo, pendeja?

YO: Perdón, pero si no lo hacía, ¿Con que pretexto te iba a traer a su casa para que nos vieras?

IRMA: Para eso no se necesitan pretextos, gran pendeja.

TÍO: No se peleen, niñas.

IRMA: Me da pena con usted, señor, ¿Qué pensará usted de mí? Qué vergüenza.

TÍO: En primer lugar no me digas señor, dime tío Chato como mi sobrina.

IRMA: Esta bien, tío Chato.

TÍO: En segundo lugar, ¿solo viniste a vernos o también quieres probar?

IRMA: No sé, como lo estoy conociendo… no sé…

TÍO: Como tu bien dices: para eso no se necesitan pretextos.

Nunca había visto a Irma tan nerviosa, no era lo mismo coger con el gordito de mi primo, o con su tío con el cual ya tenía confianza, que estar con mi tío y no saber qué hacer.

TÍO: Relájate Irmita, para empezar tú solo míranos y si después te dan ganas… ven Lucky… mámame la verga un poquito…

Se la saqué del pantalón y se la enseñé a mi amiga.

YO: ¿Qué tal?

IRMA: Es enorme, es casi el doble que la de mi tío. Que gruesa, casi no puedes cerrar tu mano.

YO: Espérate a que alcance su verdadero tamaño, se pone muy dura y cabezona… se le marcan todas las venas.

IRMA: ¿Cómo te cabe toda en la boca?

YO: Dice mi tío que tengo garganta profunda.

IRMA: Eso te va a partir en dos.

YO: Eso quiero… saber que se siente estar atravesada por esta tranca.

IRMA: Te va a partir la cuca.

YO: No, por ahí no quiero, yo la quiero sentir por atrás.

IRMA: ¿Estás loca? Si por la cuca duele, por atrás te va a matar.

Me di cuenta que hablábamos de la verga de mi tío como si no tuviera dueño, él sonreía orgulloso oyéndonos hablar de su cosota.

Me incliné y empecé a mamar, a Irma se le salían los ojos de sus órbitas, yo no era tan experimentada como ella, pero me sentía feliz de ser una mejor mamadora, mi tío me agarró de la cabeza y me hizo tragarme toda la verga, me dejó así por unos instantes, sentí como Irma se acercó a ver más de cerca mi hazaña.

Mi tío y yo nos desnudamos, yo me acosté boca abajo y él en cuatro encima de mí e hicimos un delicioso 69 con deditos incluidos dentro de nuestros respectivos culitos, Irma se acercó para ver mejor mi mamada y sin pensarlo sacó la lengua y le chupó los huevos, al sentir eso mi tío dio un gemido de placer, yo me saqué la verga y se la presté un poquito, no le cabía toda, yo le empujaba la cabeza pero ella retiraba su cabeza y salía de su boca muchas babas, tosía y se ahogaba, pero golosa como es, volvía a mamar, me imagino lo delicioso que ha de haber sentido mi tío al tener a dos adolescentes chupándole la verga y los huevos, Irma retiró mi dedo del culo de mi tío y le metió el de ella, estaba fascinada profanándole el culo a un hombre.

Irma se desnudó y me quitó de mi posición privilegiada y se puso en lugar mío, mi tío le decía que tenía la cuquita muy rica, ni modo, como era nueva, ahí aprendí que en el sexo a los hombres no les importa la belleza sino la variedad.

Yo me senté en la cama a observarlos, Irma pujaba como loca al sentir su cosita bien chupada y el dedito de mi tío que entraba y salía de su culito hasta que se provocaron un orgasmo delicioso, Irma se atragantaba con la cantidad de leche que mi tío descargó en su boca, ella tosía y creo que fue al baño a vomitar.

Él se sentía todo un macho alfa con dos culitos a su disposición, yo creía que ya me había ganado mi premio, pero mi tío estaba como niño con juguete nuevo, se paró y la cargó en sentido inverso, él le mamaba su rajita mientras ella, de cabeza, le chupaba la verga, eso nunca me lo había hecho a mí, yo me tocaba mi húmeda conchita y me acariciaba mis chichitas, era muy rico verlos tan cerca, mejor que los vídeos de mi tío, ella tenía la cara muy roja y salivaba mucho, sus babas le caían en las piernas mi tío, eran dos animales en celo.

TÍO: Llegó la hora de coger. ¿Quieres?

Le preguntó a Irma, ella sin decir nada se puso boca arriba con las piernas abiertas, yo moría de la envidia y la calentura.

Mi tío se puso un condón, se agarró la tranca y la guió hacia la cuquita de mi amiga, yo estaba asustada, la iba a matar, primero le metió la cabezota e Irma hizo un gesto de dolor.

TÍO: Tranquila, mi niña, no me voy a mover para que te acostumbres a mi tamaño y cuando empieces a sentir rico te mueves tú.

Efectivamente Irma empezó a mover su pelvis despacio, mi tío la ensartaba otro poquito hasta que se la tragó toda, no lo podía creer, yo que creía que la iba a matar y ella movía el culo para que le entrara más, era muy rico el ver el cuerpecito escuálido de mi amiga debajo del hombrón que se la cogía.

Mi tío se volvía loco con las grandes chiches de Irma, le chupaba los pezones, luego le puso las piernas sobre los hombros, pero Irma gritó de dolor, seguramente en esa posición le entraba hasta los intestinos, ella le pidió hacerlo de perrito.

Se colocó y me tío ya bien caliente se la dejó ir de un solo puyón, yo también quería participar así que me puse atrás de mi tío y le chupé los huevos y el culo, de tanto movimiento, sin querer, mi lengua rozó la cuquita de Irma…

IRMA: Ay que rico, vuelve a hacer eso pendeja, que rica lengua.

YO: Perdón, lo hice sin querer.

IRMA: Vamos házmelo otra vez, se siente muy rico.

TÍO: Mámanos a los dos, sobrina linda.

Para sus degeneraciones sí era su sobrinalinda… pero no lo hice porque a mí no me gustan las mujeres.

Ahora ella lo cabalgaba a él, que rico se veía ¿Qué sentiría Irma?

Mi tío me pidió que me sentara en su cara, lo hice, por lo menos algo de placer iba a obtener, ahí estábamos las dos frente a frente, Irma intentó besarme pero yo no me dejé, me agarró fuerte de los brazos y me mamó las tetitas, yo me quité enojada, no sabía que a Irma le gustaban también las mujeres, esa niña era una máquina sexual.

Cogieron de muchas maneras, algunas poses ni siquiera sabía que se podían hacer, pero el plato favorito estaba a la puerta, mi tío le ensalivó el culito a Irma y le preguntó si se la podía meter por ahí, yo estaba hincada a la par de sus nalgas esperando esa rica culiada, imaginándome que era a mí a quien se la iban a meter.

Mi pobre tío intentó varias veces pero no pudo, tenía la verga muy gruesa para ese culito sin nalgas, por fin mi tío se la volvió a coger por la cuquita y explotaron en un orgasmo lleno de gritos de ella y bufidos de toro de mí tío.

A partir de ese día Irma llegaba al cuarto de mi tío más seguido que yo, pero tenía claro que un día se iba a aburrir de ella y me iba a coger a mí.

Ese día llegó, mi tío me invitó a almorzar Pollo Campero, yo sabía lo que quería pero no se la iba a poner fácil, estaba dolida por su abandono, pero también deseosa de volver a probar su palo.

Le pregunté por Irma y me dijo que ya se la había cogido por el culo y que de verdad esa niña era muy fea, que yo le gustaba más y que estaba dispuesto a metérmela por atrás.

¿Me cabrá su enorme tranca en mi culito virgen?

CONTINUARÁ…