Termino en el baño con el primo de mi mejor amiga

Esta historia me ocurrió hace algunos años, espero que la disfruten.

Mi nombre es Teressa, «Tessa» para los amigos, tengo 19 años, y estoy en mi segundo año de la universidad, mido 1.57, soy bastante bajita, mi pecho es de un tamaño normal, pero mi culo es muy grande, todos se sorprenden y más de alguno me ha tocado las nalgas en el transporte público, no me molesta realmente, tengo el cabello negro y ojos castaños oscuros, mi piel era bronceada, todos mi ex novios decían que era hermosa.

Me gusta mucho coger, siempre me ha gustado, desde que perdí la virginidad , he estado con varios chicos, incluidos algunos compañeros de la universidad.

Llevaba 3 meses teniendo sexo con un amigo con derecho, Carlos, cuando mi mejor amiga, Rene, salió con una sorpresa.

-Hola Tessa- dijo sentándose a mi lado con su usual escote, algo que envidio de Rene, es que tiene unas tetas tan grandes que incluso a mí me excitaban.

-Hola Reny- levante mis lentes para verla mejor, tiene un largo cabello rojo y ojos verdes, es muy guapa, y alguna paja me he hecho pensando en ella.

-Tengo que decirte una cosa, le he dado tu número a mi primo- así como así, me dijo sin mostrar importancia.

– ¿QUE? – dije mirándola directamente a los ojos.

-Pues, el fin de semana, estaba en una fiesta familia, y mientras te mandaba un mensaje, mi primo vio tu fotografía en mi teléfono y me pidió tu número, porque eres muy hermosa- estaba a punto de gritarle cuando me enseño una foto del chico.

Era muy guapo, tenía la piel blanca y los ojos verdes, iguales a los de Rene, cabello castaño y unas facciones muy masculinas, me moje un poco de tan solo verlo.

Rene se rio y me prometió que no me arrepentiría.

…….

Ya en la noche, me acosté en mi pijama corto y hablaba por mensajes con Carlos, la conversación subió de tono y mi mano termino en mi coño, me frotaba con mucha fuerza y la cama se empapo en mis jugos.

Una llamada interrumpió mi orgasmo, era el primo de Reny (ella me había dado el numero).

– ¿Si?- intente seguir masturbándome sin hacer ruido, parecía imposible.

-Hola, eres Teressa ¿verdad? – solté un suspiro y abandoné mi coño.

-Si, soy yo, eres Víctor- solté un último suspiro, antes de reír, el chico también se puso a reír, creo que noto que estaba haciendo, pero no dijo nada.

………

Hable con Víctor durante 2 semanas, era un chico muy simpático, y sexy, él me dijo que quería conocerme y acepte, el próximo miércoles fue por mí a la universidad.

Rene tenía gripe así que estaba en casa, hable con algunos amigos antes de salir y ver a Víctor en la puerta, era incluso más guapo en persona.

Nos saludamos y me dijo que era más hermosa en persona, sonreímos y caminamos juntos.

Hablamos y descubrimos que teníamos muchas cosas en común, entre ellos jugar en máquinas de arcade, fuimos juntos y comenzamos una batalla.

A menudo notaba como Víctor pasaba muy cerca de mi culo y podía sentir una erección golpear contra mí, lo que me hacía temblar, perdí en todos los juegos debido a lo excitada que estaba.

Sentía la entrepierna muy mojada, incluso podía sentir que mis jugs bajaban por mis piernas, Víctor lo noto y me beso de repente.

Podía sentir su pene contra mis jeans, deje escapar un gemido, antes de que tomara mi mano, me arrastrara al baño y cerrara la puerta principal con seguro.

Continuamos besándonos y saco mi camiseta, tocando mis tetas sobre la tela de encaje que usaba ese día, la cual arranco a los segundos.

-Quiero destrozarte el coño- susurro en mis oídos, no aguante más, me arrodille y desabroche su pantalón, bajándolo al igual que su bóxer.

Me sorprendió de sobremanera, su pene era de al menos 22 centímetros, jamás había visto un pene tan grande, me mordí los labios hambrienta y me lo metí en la boca.

Chupaba con mucha fuerza y los gemidos de Víctor inundaron el baño, la saliva me corría por el cuello manchando mi brasier, al mismo tiempo, mis dedos se perdieron en mis jeans, frotando mi clítoris.

Víctor me levanto y bajo mis jeans, para encontrarse con los jugos cayendo entre mis piernas, paso su lengua por los labios y me dio la vuelta bajando mis bragas de golpe.

Puso sus manos en mi enorme culo y me dio una nalgada tan fuerte que me hizo soltar un gemido.

– ¿Te gusta? – asentí cuando me dio otra nalgada, más jugos comenzaron a correr, estaba al borde del orgasmo, cuando sin aviso, de un golpe metió su enorme pene en mi coño.

Di un grito ahogado y me corrí como no lo hacía en mucho tiempo, Víctor me sujeto los brazos, y empezó a meter y sacar su pene con fuerza.

-Se te notaba en la cara que eras adicta a las pollas- sonreí y asentí

-Si, me encantan, la tuya es la mejor- grite por lo fuerte que la metió.

Era increíble, tenía un orgasmo tras otro, no podía parar, estaba cansada de tanto correrme, y mis ojos se desorbitaban.

-Oh dios mío, que es esto, no puedo parar de correrme- sentía las lágrimas caer por mis mejillas, jamás haba sentido un placer como este.

-Estas tan mojada y caliente Tess- lo hice recostar en el piso y me subí arriba, cabalgando rápido.

– ¿Te gusta que me mueva así?- dije con voz sexy mientras oía el sonido de golpeteo que hacían mis nalgas contra sus huevos.

-Dios, estas muy apretada, no voy a aguantar más- sonreí y puse sus manos en mis tetas saltando más fuerte aún.

Yo aún seguía corriéndome, mis jugos corrían por el costado de su cuerpo.

-Me voy a correr- dijo de repente entre gemidos.

-Si, hazlo dentro, quiero sentir tu semen en el fondo de mi coño- con una última embestida, su pene entro tan adentro que me provoco otro orgasmo y él se corrió también.

Estaba tan agotada que me recosté contra él, agitada, respirando con fuerza.

Él me abrazo y beso en la mejilla, sus brazos se sentían muy cálidos.

Me salí despacio, su semen cayo también el suelo junto con mis jugos.

Vi como Víctor tenía sudor corriendo por su frente y su pene totalmente mojado, pero aún estaba duro, ¿CUANTO PODIA DURAR ESTE CHICO?

Sin preguntar gateé hasta su pene lo metí en mi boca, chupaba rápido y con fuerza, alternando con mis manos, sus gemidos eran fuertes y empujaba mi cabeza contra su pene, dándome arcadas y dejando un mar lagrimas caer por mis mejillas.

-Vamos, quiero que te vengas en mi cara cariño- dije antes de volver a metérmelo en la boca, succionando con mucha fuerza, el me alejo y comenzó a masturbarse con la punta de su pene en mis labios.

Unos segundos después, su corrida caliente choco con mi boca, mis mejillas y mi frente, chupe una última vez la punta para tomar hasta la última gota y ambos quedamos agotados.

No nos fijamos que algunas chicas tocaron la puerta preguntando si se podía entrar, reímos en silencio y comenzamos a vestirnos, pero no encontraba mis bragas, mire atrás para ver a Víctor oliéndolas antes de guardarlas en su bolsillo.

-Para pensar en ti hasta la próxima vez- le guiñé un ojo y salí antes.

Cuando algunas mujeres entraron, Víctor salió sin levantar sospecha, pero un gran charco de mi corrida aún estaba en el suelo.

Víctor y yo salimos tomados de la mano, me acompaño hasta la parada del autobús y me beso despidiéndose.

Cuando me di la vuelta me dio otra nalgada, me reí y subí al bus.

Podía sentir mi entrepierna mojada otra vez mientras recordaba todo, sonreí justo cuando un mensaje llego a mi teléfono, era Víctor.

«¿Tienes algo que hacer mañana?»

Sonreí, recordando que mis padres no estarían en casa mañana, podríamos coger toda la tarde…

Rene tenía razón, no me arrepentía de nada.