Son amigas desde la infancia, ellas son hermosas y una noche deciden hacer un intercambio para probar las pollas de sus novios

Pili y Mili son dos amigas de la infancia. Ambas tienen 20 años. Jorge y Paco son sus novios. Pili es pelirroja, mide 1,67, delgada, con unas tetas de 87, cintura 62 y caderas 93. Su culo es de infarto, sobre todo cuando se quita los pantalones y lo luce en tanga para Jorge. Mili es morena, con un cuerpo similar a Pili, quizás un par de centímetros más alta, y con las tetas algo más pequeñitas y culito estrecho pero respingón. Por su parte, Jorge es un apuesto deportista de 25 años, y Paco tiene 23, con un físico también importante. Ambas parejas se llevan muy bien gracias a la amistad de 15 años de las chicas, y tras lo ocurrido esta noche, se van a llevar mucho mejor.

Todo ocurre una noche de verano, en un me de julio o agosto, en un pueblo cualquiera de la geografía española. Tras una noche de fiesta, ambas parejas están en ese punto en el que piensan «nos pedimos otra copa» o mejor aún, «hacemos retirada y nos vamos a casa». Esta última opción es una forma diplomática de decir «nos vamos a echar un polvo para rematar la noche, cada uno con la suya». Ante esta situación, Pili dice:

-¿Por qué no vamos a mi campo, nos damos un baño en la piscina y nos tomamos allí la última?

La verdad es que en el fondo los 4 están pensando en irse a follar, pero por separado. Sin embargo, son las 3 de la madrugada, y Mili le sigue el juego a su amiga.

-Jajajaja….pues mira, es buena idea, por mi si. Total, esto ya está muerto. Paco asiente con la cabeza, y no contradice a su novia Mili, y contesta:

-OK!!!! vamos.

Por su parte, Jorge es el más viejo, pero el más caliente, y sabiendo que el baño será en pelotas, en juego ambigüo de palabras dice:

-A ver, la idea es buena, pero joder, lo del baño, ¡lo veo complicado! ¡No tenemos bañadores!

A lo que Pili responde sin pudor entre risas, y con una mirada de complicidad con Mili:

-Tú no te preocupes cariño, algo habrá en el chalet. Y si no, ¡pues en boxer y braguitas! O mejor aún, ¡en pelotas!

Aquel comentario encendió la pervertida mente de Jorge, al que le picaba la curiosidad de ver a Mili desnuda. Para ser sinceros no solo le picaba la curiosidad, también le picaba la polla. Tenía unas tremendas ganas de follarse a su novia, Pili, pero nunca imaginó que terminaría follando con Mili.

Así, los 4 llegan al campo de Pili. Lo primero que hacen es buscar algo que beber….bourbon, ron, ginebra, pero no encuentran nada de su agrado. Solo unos refrescos y varias botellas de vino. La decisión está clara. Un buen vino. Preparan 4 copas y se dirigen a la piscina.

-¡Vamos, maricón el último! grita Jorge.

-Hostia, ¿y ahora qué? Pregunta Paco. No tenemos bañadores.

-¿Y quién los necesita? responde Mili.

-¡Claro! dice Pili. ¡Vosotos en boxer y nosotras en braguitas!

-¡Los cojones! dice Jorge. Yo en pelotas, hay confianza.

Entre vinos y risas, los 4 se van despojando de su ropa. Todos visten ropa veraniega, del tipo shorts, bermudas, camisetas y polos. Las chicas llevan tangas y sujetador. Ellos, boxer. De pronto, y entre sorbos de vino, ambos chicos están completamente en pelotas, luciendo un buen par de pollas que aunque aún flácidas, prometen ser dos buenas estacas. Ambos tienen un par de huevos también muy atractivos, que al ir medianamente depilados, o al menos bien cuidados, intuyen unos genitales potentes.

Las chicas se han quitado el sujetador. Solo llevan el tanga, blanco para Pili y rosita para Mili. Inconscientemente, ambos chicos dirigen sus miradas hacia la pareja del contrario, aunque normalizan la situación con un qué más da, sólo es carne.

Con esa imagen, los cuatro se meten en la piscina, y empiezan a bromear con que te tiro agua, me tiras tú a mi, te hago una zambullida, salgo de la piscina y me tiro a bomba, bebemos vino, mira como hago el pino dentro del agua, etc.

Todo es un espectáculo de risas y cachondeo, pero la situación empieza a subir de temperatura.

-¡Cuidado con los periscopios! dice Jorge. A ver si vais a bucear y chocáis con el que no es vuestro.

-Yo el mio lo conozco, dice Mili. Pero vamos, que si me topo con el tuyo, igual me hago la tonta, si no le importa a Pili.

-A mi no me importa, responde Mili. Si tu aceptas que si choco con Paco, también me haga la tonta.

-Bueno, mientras Jorge y yo no choquemos los periscopios-interviene Paco- a mi tampoco me importaría.

Entre risas y bromas, Jorge coge por la cintura a Pili, y empieza a besarla. Paco hace lo propio con Mili. Las dos parejas se van retirando cada una a un lateral de la piscina. Parece un ring de boxeo, a punto de empezar una pelea. Jorge continúa besando a su novia Pili, la cual caliente con la situación y el vino, le ofrece su húmeda lengua. Jorge aprovecha para apretar las nalgas de Pili. Pili baja una de sus manos hacia la polla de Jorge, y empieza a masturbarla. Por su parte Jorge, va metiendo un dedo en el húmedo coño de Pili, que ya lleva el tanga por las rodillas y está a punto de perderlo bajo el agua. De reojo ambos miran a Paco y Mili, y aunque no aprecian muy bien qué hacen, por la oscuriad de la noche, intuyen que están en circunstancias parecidas.

Jorge sienta a Pili en el borde de la piscina. Pili se abre de piernas, y le muestra su pelirrojo coño de pelitos recortados a Jorge, quien empieza a comerselo como un depravado. Para sorpresa de ambos, en el otro lado de la piscina Paco es el que está sentado, y Mili quien se come su polla con una buena paja de arriba a abajo.

Esto calienta a Jorge y Pili, quienes ni cortos ni perezosos, deciden cruzar la piscina hacia el otro lado, y colocarse junto a la pareja de amigos. Jorge aprovecha para sentarse como Paco, y Pili por su parte imita a su amiga, en otra afanada mamada. Ambos chicos están disfrutando de las bocas de sus parejas, con el morbo de verse observados a medio metro por la pareja contraria. En ese momento todo cambia, pues entre mamada y mamada, Pili y Mili se enzarzan en un morreo en el que intercambian los líquidos seminales de ambos sementales.

En ese momento, Paco y Jorge se vuelven a meter en el agua donde permanecen las chicas, con las pollas perfectamente empalmadas, y empiezan a morrearse con la broma de «venga, un pico a 4». Por el tamaño de sus pollas, el roce es inevitable, y ambas pollas tocan los vientres y culos de las dos chicas. Los magreos empiezan a 8 manos, y ambos chicos deciden pasar a chupar las diminutas tetas. Lamen los pezones con locuras, y ya no distinguen si son los de su chica o los de la otra. Qué más da, piensas, las dos chicas son de los dos, y los dos chicos somos de ellas.

Jorge y Paco agarran a sus respectivas y las sientan de nuevo en el borde la piscina. Se encierran entre sus piernas, pero poco dura la nueva comida de coño, pues Jorge y Paco en menos de 2 minutos han cambiado de almeja. Ahora es Paco quien lame y mete lengua en el pelirrojo coñito de la novia de Jorge, mientras Jorge hace lo propio en el morenito chocho de Mili. El siguiente paso está claro. Toca meter polla. No es necesario usar lubricantes, pues entre la humedad del agua, y la calentura de la situación, los coños están suaves y hambrientos. Jorge le mete la polla a Mili de frente, y Paco hace lo propio con Pili. Tras varias embestidas, ambos se intercambian a las parejas, las ponen de espaldas, y les clavan las estacas por el coño con los culos en pompa. Las chicas por su parte, entre gemidos de las embestidas, se funden en un morreo con lengua.

Cansados del agua, los 4 salen y se dirigen a la parte de la casa. Sobre un colchón en el suelo, continúa la follada. Jorge se tumba boca arriba, Pili se sienta clavándose la polla de su novio. Mili se sienta sobre la boca de Jorge, y Pili le come la polla a Paco que permanece de pie. Después cambian de postura. Mili se pone a cuatro patas. Jorge se la folla en esa posición. Al tiempo, Mili como el coño de su amiga Pili, que se lo ofrece bien espatarrada, mientras con su boca se engulle la polla de Paco. Es el turno de Paco. Mili se tumba boca arriba, y Paco, su novio, le mete la polla en el coño. Pili se sienta en el coño de Mili, y Jorge le ofrece la polla a Pili.

Así, y tras sucesivo intercambio de posturas y de novias, ambos chicos están con la leche caliente y en la punta de la polla. ¡Nos corremos, nos corremos! gritan. Las chicas se arrodillan y como si fueran gemelas, al uniosono gritan:

-Venga par de cabrones, correros en nuestras caras y tetas. Dicho y hecho. Jorge descarga su leche sobre las tetas de su novia Pili, y Paco sobre las tetas de su novia Mili. Después, ofrecen sus pollas corridas a la boca de la novia del otro para que relaman los restos de semen. Las chicas obedientes y cachondas es lo que hacen, fundiéndose posteriormente en un último morreo con sabor a semen.

Los 4, ya corridos y exhaustos, de pronto dicen: ¡joder, todos al agua, que hemos venido a darnos un baño!