Mi sobrina me hace una visita sorpresa, una visita que no pude resistir, no me pude resistir a ella ni ella tampoco a mi verga

LA SOBRINA PECAMINOSA

Cabo Tortosa Cataluña septiembre de 1978

Jordi Sánchez era un profesor de filosofía rondaba los cincuenta años, estaba separado de su esposa Sofia desde hace un año aproximadamente y decidió tomar un sabático en una finca vieja de su familia casi abandonada cerca de cabo Tortosa, desde hacía algún tiempo había pensado en escribir una novela y que mejor que la soledad del campo cerca del mediterráneo acompañado únicamente de Soledad, una sirviente que diariamente le hacia la limpieza de la casa y le preparaba algún guiso para cenar. También le acompañaba “Santi” su fiel perro podenco y un burro propiedad de un labriego que se lo había encargado durante unos meses. Nunca recibía visitas, y el único extraño que llegaba a la casa de vez en cuando era Lucas, un pobre indigente un poco loco que llegaba a pedir algo de comer, Soledad tenía instrucciones de darle dos o tres bocadillos, pero a Jordi no le gustaba que se acercara mucho por la peste que despedía pues según decía la gente del pueblo nunca se había bañado desde que tenía uso de razón.

La vida de Jordi era por demás apacible y escribía alrededor de dos cuartillas diarias, nadaba en la playa cercana y caminaba de cinco a diez kilómetros diarios tratando de menguar la soledad que le había estado atormentando desde que se había separado de su mujer.

En la primera semana de septiembre recibió una carta de Inés, su cuñada hermana de Sofia, le comunicaba que Monserrat “ Montse” su única sobrina, pasaría a visitarle durante unos días a su regreso de Ibiza en donde había pasado el verano con unas amigas y que esperaba que no lo disturbara y que se sentía aliviada de que por fin saliera de Ibiza pues le habían contado sus amigas de lo relajada que estaba la juventud en esos lugares y que Montse que acababa de cumplir los catorce años estaba muy niña para andar sola con su amiga.

Después de leer la carta, Jordi sintió que sus días de meditación y tranquilidad iban a tener una pausa.

Recordó a Montse a la que no había visto por más de seis años, era una niña hermosísima y muy cariñosa especialmente con él, sonrió al recordar que le decía con su armoniosa voz que cuando estuviera grande se iba a casar con él.

Le dijo a Soledad que preparara la recamara contigua para su sobrina que llegaría de un momento a otro.

A los dos días Jordi oyó a soledad que le decía que tenía visitas, su sobrina Montse.

Jordi salió a recibirla y fue grande su sorpresa cuando en lugar de la niña que esperaba apareció una muchacha guapísima, delgada, con el pelo dorado, sus ojos de un azul intenso y la piel dorada por la exposición constante del sol mediterráneo.

Venia vestida con una blusa abierta ligerísima que enseñaba sus pechos desnudos, unos pechos pequeños pero redondos y perfectos. Sus pantalones unos jeans todos rotos y una mochila vieja colgando.

– ¿Hola tío, soy Montse, te acuerdas de mí?

– Le lanzó la pregunta con una voz melodiosa llena de una sensualidad innata en ella.

– Claro sobrina, le contestó, pero es que estas hecha una mujercita y apenas te reconozco.

– Pues ya cumplí los catorce.

– Bueno eso es ser una niña.

– Acuérdate que María Antonieta a mi edad ya estaba casada y andaba follando todos los días, jaja.

– Jordi sonrió ante las ocurrencias de su sobrina y le invitó a pasar.

– Soledad te enseñará tu cuarto, cenaremos a las nueve y ya me platicaras de tus experiencias en Ibiza y ahora iré a trabajar, puedes disponer de toda la casa, pero eso sí, no quiero disturbios.

– –Bien tío, ya me dijo mi madre que escribes una novela, no te preocupes que no seré una carga para ti.

– Jordi se retiró no sin antes voltear a ver de reojo a su preciosa sobrina, ella susceptible lo capto en el acto y le sonrió picarescamente.

– A la hora de cenar, Montse se presentó vistiendo únicamente una larga camisa en donde se vislumbraba su desnudez.

– Y bien querida sobrina. Tu madre me contó que habías ido a Ibiza con una amiga, dime ¿qué pasó con ella? ¿No te acompañó?

– Ja ja, rio Montse, la verdad, al tercer día de estar en la isla no la volví a ver. Yo me lie con unos hippies y me fui a vivir a su comuna. Ella prefirió irse sola.

– Por cierto, un amigo de la comuna va a venir a estar unos días conmigo, se dedica a la fotografía, espero que no te incomode.

– Jordi, la miró seriamente y le dijo. Pero, ¿tu madre sabe que no estuviste con tu amiga en Ibiza?

– No claro que no, rió, ni espero que lo sepa, ni tampoco que va a venir un amigo a verme, ¿Cuento con tu confidencialidad?

– Jordi sonrió. No te preocupes ya comprendo a la juventud de hoy, la moral ha dado un giro de noventa grados.

– Efectivamente, ¡fuera mascaras ¡, vive al día y haz el amor cada vez que te plazca.

– y dime, ¿tienes amante? O ¿amantes?

– No, ja ja, ya no estoy para esos trotes. Además, Sofía y yo únicamente estamos separados…

– Ja ja, tío, ¿y eso que significa? ¿qué tienes que guardar las apariencias. ¿O es que tienes un voto de castidad?

– –nada de eso, simplemente no me apetece complicarme la vida.

– ¿Y dime, como satisfaces tus deseos sexuales? ¿te haces pajas?

– Como te digo, a mi edad ya no pensamos tanto en esas cosas.

– Vamos vamos, he visto bien como se te empinaba cuando me viste las tetas, ja ja.

– En ese momento Montse se levantó de la mesa y acercándose a Jordi se sentó en sus piernas y tomándole del cuello deposito un beso en sus labios.

– Hasta mañana tío. Sueña bonito.

– Cuando se retiró, Jordi no podía levantarse de su silla con la tremenda erección que le ocasionó. Pensó que ese mes iba a ser muy largo…

– Al día siguiente muy de mañana le hizo levantarse el ruido de una motocicleta.

– Se asomó a la ventana y alcanzó a ver a un joven de larga melena, barbudo y extremadamente sucio, se apeaba de una moto vieja, y en seguida vio a su sobrina salir corriendo de la casa para abrazarle de una forma muy pasional para ser solamente amigos.

– -Tío, tío, baja, quiero presentarte a Michel.

– Jordi bajó muy de mala gana por la impresión que le había dado el muchacho.

– -Mira Tío Jordi, este es Michel, es un fotógrafo estupendo, y me va a tomar varias fotos durante unos días para una revista alemana.

– Hola Michel, le saludó. Bienvenido casa, Soledad te enseñará tu cuarto.

– No tío, no hay necesidad, Jordi se queda en mi cuarto.

– Como quieras sobrina, como te dije estás en tu casa, pero acuérdate que no están solos y no se me antoja tener que dar explicaciones a tu madre si se entera.

– Ese día Montse y su pareja no salieron del cuarto en todo el día. Jordi no paró de oír los rechinidos de la cama y los jadeos que salían del cuarto.

– Los cinco días siguientes Montse y Michel rara vez hablaban con Jordi, se iban por las mañanas al bosque a tomar fotos y en las tardes se iban a la playa.

– Una tarde que regresaban del mar, Jordi le preguntó a Montse:

– – Que tal el agua sobrina. En estas fechas el mar está estupendo para nadar,

– – bueno, la que nada soy yo, pues a Michel no le gusta nada el agua.

– –bueno eso se percibe a lo lejos. Le contesto Jordi sarcásticamente.

– Montse se sonrió y le dijo: Si así es como a mí me gustan …marranos. jaja.

– Un día que Michel había salido al pueblo cercano a comprar carretes para su cámara, Montse llamo a su tío.

– Jordi subió a su habitación y encontró a su sobrina desnuda entre las sabanas revisando su vieja mochila.

– — Quieres ver las fotos que me tomo Jordi en Ibiza?

– Si por supuesto.

– Montse sacó un paquete de su mochila y le dijo,

– Ven, siéntate en la cama junto a mí.

– Como Jordi se mostró indeciso, Montse le dijo.

– Ven, no te voy a morder…si acaso a chupar…jaja. Y haciéndole una seña hizo que se sentara junto a ella.

– Las fotos eran realmente estupendas, empezaron con alguna ropa e iban subiendo de tono, después unos desnudos y Montse le preguntaba. ¿Te gusta como salí en esta?

– Mira aquí esta esta otra que te va a gustar, en esa estaba completamente desnuda con las muñecas amarradas a unas argollas en la pared. Esta foto la tomó después de una sesión de azotes, mira aquí estoy de espaldas, ¿ves cómo se notan los fuetazos en mis nalgas? Y aquí es un acercamiento a mi cara, es una de mis preferidas, ¿te fijas en la sustancia blanquecina que tengo alrededor de mi boca? Pues es la leche de Michel.

– Y dime tío, en esta otra ¿no te emocionas verme así, con las piernas abiertas y metiéndome un pepino? Dime ¿ya se te empinó?

– Jordi se levantó y sin decir palabras se retiró oyendo las risas juveniles de su sobrina.

– “eres una pecaminosa Montse” le dijo al salir. Ella rio todavía más.

– Dos días después salieron Montse y Michel, ya entrada la noche Jordi oyó el ruido de dos motos, se asomó y vio a Montse montada con Michel en su moto y en la otra venían dos jóvenes, de la misma pinta que Michel, pero un poco mayores, se veían hombres como de treinta y tantos años. Entraron en la casa sin guardar ningún recato, Jordi oyó cuando entraron al cuarto de Montse. Después de un rato de escuchar risas, siguieron jadeos, sigilosamente Jordi se asomó entreabriendo la puerta y vio a Montse acostada de espaldas sobre uno de los tipos mientras el otro la follaba por delante y Michel hincado al lado de su cara la follaba en la boca. Jordi no aguanto más, se retiró y se masturbó frenéticamente.

– Al día siguiente Jordi llamó a Montse para decirle que no quería más visitas de extraños en su casa.

– Bien tío, Ya Michel se va a ir pasado mañana. No tengas cuidado. ¿estas celoso? Le dijo y abrazándole el cuello le planto un beso.

– Jordi se sintió desarmado.

– Esa noche, oyó pasos saliendo de la casa, se asomó por la ventana y vio a Montse agarrada de la mano de Michel quien con su cámara se dirigían al establo.

Espero un rato, y al ver que no salían, se dirigió sigilosamente al establo, cuando estaba cerca de la puerta, noto que estaba entreabierta y se oían los jadeos inconfundibles de Montse. Entró a gatas y lo que vio le quito el aliento.

El burro estaba atado de sus cuatro patas y con la rienda atada fuertemente al corral.

Montse estaba arrodillada masturbando al burro mientras le daba besos y chupeteos a la punta del gran miembro del asno, y a un lado Michel tomado fotos.

Jordi estaba como estatua viendo la actuación de su sobrina viendo como trataba de meterse en la boca una parte del miembro animal. hasta que el burro empezó a rebuznar y empezó a lanzar un gran chorro de esperma directa a la boca de Montse que trataba de tragar la mayor cantidad inútilmente. Michel enloquecido tomaba fotos en gran cantidad.

Jordi no pudo más, salió apresuradamente con la cabeza dando vueltas.

Al día siguiente partió Michel

Montse estuvo callada y leyendo todo el día

Al día siguiente le dijo a Jordi que le quedaban 7 días más y que quería que fueran los mejores de sus vacaciones.

Estaba en el jardín y le pidió que le pusiera crema a su cuerpo. No pudo negarse, ella estaba desnuda debajo de su toalla, y le dijo:

Sabes tío, cuando era chiquilla y tú me tomabas en tus brazos soñaba con ser tuya, si, así de chiquilla era muy apasionada. Se quitó la toalla de encima y mostró su cuerpo juvenil desnudo a sus ojos.

— ven sigamos en mi cuarto.

No tuvo voluntad de negarse, agarró su mano y subieron a su aposento.

Siéntate en la cama, quiero chuparte, se hincó delante de él y empezó la mejor mamada que hubiera recibido y de boca de una niña de catorce años y que era su sobrina.

Toda esa tarde estuvieron haciendo el amor en todas las formas, Montse en realidad era una maestra.

Fueron los tres días más extenuantes que jamás hubiera tenido.

Al quinto día, Jordi estaba en su cuarto trabajando en su libro cuando oyó un golpeteo en la puerta, se asomó y vio a Lucas el pordiosero pidiendo comida. Como no estaba Soledad Montse le dijo a Jordi que ella le daría su comida y algo más de regalo de despedida. Bajo corriendo las escaleras con su sonrisa de niña traviesa.

Jordi se asomó a la ventana y vio cuando Montse tomo de la mano a Lucas y lo metió a su cuarto, no sin antes pasar frente a él haciéndole una seña que los siguiera, al entrar dejo la puerta entreabierta para que pudiera ver.

No podía creer lo que veían sus ojos, tal vez las imágenes más morbosas que pudiera imaginar.

Montse empezó a desvestir a Lucas con sumo cuidado, el loco no sabía bien de que se trataba, pero empezó a excitarse cuando las pequeñas manos le tocaban para ir quitándole primero la camisa y luego el raído pantalón, debajo no llevaba ropa interior.

El olor que desprendía inundó el cuarto llegando hasta donde se encontraba, cosa que aumento el morbo de la escena. Mientras Montse con una voz melodiosa le decía cosas bonitas.

Cuando asomo la verga del vago ella lo miró lascivamente, tenía como veinticinco centímetros de largo y bastante gruesa de un color negruzco y con un prepucio que colgaba varios centímetros cubriendo la cabeza.

— Vaya Lucas, mira que vergón te cargas, y como huele hummm.

–Vamos a subir el pellejo a ver como se ve. Al subir el prepucio exclamó, guau, mira cuanto queso rico, dime Lucas ¿desde cuándo no te lavas esto? ¿quieres que te lo limpie?

Lucas con sonrisa bobalicona asintió. Entonces la niña empezó a lamer suavemente todo el derredor del glande y tomando el esmegma con la lengua lo enseñaba a la puerta con la intención de que Jordi lo viera.

— mira que rico se ve esta pasta.me la voy a comer toda.

Lucas ya entonces tenía una erección máxima y empezaba a jadear intensamente.

¿Quieres darle tu lechita a esta niñita Lucas?

. acababa de decirlo cuando un fuerte grito gutural salió de la garganta del vagabundo y lanzó una tremenda corrida que baño la cara de Montse antes de que pudiera abrir la boca para beberlo.

Jordi mientras tanto estaba masturbándose con la escena, sin imaginar que aquello iba a seguir.

Mira Lucas, ¿te gusto? ¿Quieres más?

Lucas asintió enfáticamente.

Pero mira Lucas, tu pija este medio dormida ¿quieres que la despierte?

Lucas articulo un si…si..

Mira te voy a enseñar un truco que aprendí en la comuna para que despierte.

Ponte como perrito, Lucas obedeció poniéndose en cuatro encima de la cama.

En eso Montse se pone detrás y abriéndole las nalgas le dice.

Hummm, que culo tan sucio y lleno de mierda. Ahora te voy a hacer una cosita para que se te empine otra vez. Y diciendo esto metió la cara entre sus nalgas y empezó a meterle la lengua en el sucio culo.

La verga de Lucas se empezó a empalmar y cuando estuvo completamente erecta ella se volteó y empezó con su mamada magistral, esta vez todo cayo dentro de la garganta de la chiquilla.

Jordi ya se había corrido intensamente, se metió al cuarto con la cara desencajada y sacó al pobre Lucas de su casa casi arrastrándole.

Cuando regresó tomo la cara de Montse y la beso intensamente saboreando todavía los jugos de Lucas y oliendo en su cara los restos de mierda que se había embarrado durante su beso negro.

Era el último día de Montse en casa de su tío, ella se encontraba tomando el sol de la tarde junto a Jordi que leía un libro.

–Hoy quiero hacer algo especial para ti, quiero que vayas conmigo al establo.

–¿Al establo?

–no disimules tío, bien sabes lo que quiero decir, la vez que estuve tomando fotos con Michel te vi, y vi en tus ojos la cara de vicio que quiero pongas hoy conmigo.

Venga, amarra al burro que vamos a hacer cositas.

Jordi se dirigió al establo mientras Montse se quitaba toda la ropa.

Una vez amarrado el burro le dijo Montse.

–Hoy quiero que veas algo especial, quítate la ropa y acércate.

Quiero que hagas lo que te diga. ¡Lo harás tío?

Jordi se acercó y tomándola en sus brazos la beso asintiendo.

Montse se puso en cuclillas entre las patas del burro y empezó a acariciar la verga del animal.

–Mira como se le va endureciendo, me fascina ver que se empinen bajo mi control.

–¿Te fijas cómo crece?

Y diciendo esto, tomó la verga del animal y empezó a chuparla lentamente, al burro pareció gustarle pues empezó a azotar sus patas y a emitir ruidos.

Montse trataba de meterse lo más que podía aquel vergón en su pequeña boca, mientras el asno se ponía cada vez más nervioso, Montse volteó hacia su tío.

–¡Ya tío, enculate al burro, rápido!!

–¿Qué dices?

–Lo que oíste, que se la metas por el culo.

Jordi, no daba crédito, pero ya estaba bien empalmado y poniendo una caja detrás del animal procedió a meter su verga en el ano animal, lo cual fue de gran facilidad dado el diámetro del ojete del animal.

–Así, así tío, encúlalo, mételo hasta dentro.

Gritaba Montse mientras trataba de chupar al asno.

Pasaron unos cinco minutos cuando el burro comenzó a rebuznar.

–Ya viene tío, ¡Ya viene!

En ese momento el asno empezó a eyacular grandes cantidades de esperma en la boca de la chiquilla que no pudo tragar en su totalidad.

Al mismo tiempo y viendo el morboso espectáculo, Jordi eyaculó dentro del culo del animal.

Montse se separó y le dijo a Jordi.

–Ven, ahora quiero tu leche.

Jordi buscó algo para limpiar su verga que quedó llena de mierda del animal, pero Montse le dijo.

–No te limpies tío, ¡Mira!

Y hincándose delante de él tomo su sucia verga y se la metió completamente en su boca.

–Córrete en mi boca. Le gritó en el colmo del paroxismo.

Jordi explotó en la boca de su sobrina quien trago todo con fruición.

Después de este episodio zoofílico, ambos quedaron tendidos en el heno.

–¿Gozaste tío?

–¿Gozaste viendo como tu pervertida sobrina bebía la leche del burro y chupaba tu verga embadurnada de mierda del asno?

–Eres una pervertida, degenerada, promiscua.

Ambos echaron a reír.

Esta fue la última vez que Jordi gozó con Montse, al día siguiente se despidieron.

Jordi nunca terminó su novela.

Montse termino una carrera universitaria.

Años después se volvieron a ver. Montse era una mujer guapísima.

Cuando lo vio, no pudo evitar una sonrisa pícara, y lo besó en la mejilla.