Rollo Bollo En Las Duchas De La Playa

Brandy y Tania estaban trabajando ese verano en la recepción de las oficinas del Edificio Kingsley.

Hacía bastante calor, y lo peor era el hecho de que los clientes tampoco es que abundaran mucho. Ambas se habían quejado bastante sobre el hecho de que en pleno mes de agosto era absurdo que no pudieran coger vacaciones como el resto de sus compañeros, cuando durante ese mes el nivel de clientes bajaba aproximadamente un 65% respecto al resto del año.

Pero las normas eran las normas, y encima habían tenido la mala suerte de que se les había estropeado el aire acondicionado, con lo cual estaban pasando un calor de tres pares de demonios:

– Oye Brandy, ¿qué te parece si cuando salgamos hoy de aquí nos vamos a la playa? Sinceramente esto es inaguantable.

Brandy era una chica joven, de unos 36 años, rubia, con carita inocente, cuerpo bastante atractivo y tetas no muy prominentes aunque bastante llamativas.

– Pero no me he traído bañador contestó Tania, una chica con una pequeña melena lisa de color castaño, labios carnosos, tetas muy bien definidas y también un cuerpo bastante bonito. Tenía 29 años.

– No importa, nos bañamos desnudas.

– ¡Hala tía, y que más!

– ¿Qué pasa? Oye, yo tengo calor y si supiera que ya no va a venir nadie más, cerraba ahora mismo y me quedaba en pelotas aunque fuera aquí mismo.

– Bueno, si quieres que cerremos, supongo que nadie se daría cuenta, porque apenas quedan ya 10 minutos.

– Vale, pues venga.

Dicho y hecho ambas amigas cerraron y recogieron todas sus cosas para irse. Cogieron el coche de Brandy y fueron hasta la playa nudista donde solía ir durante el verano la propia Brandy. Al llegar ambas se quedaron desnudas y se fueron un rato a tomar el sol (aunque Tania en un principio tuvo dudas, debido a que nunca había estado en una playa nudista) pero pasaron un buen rato mientras comentaban (algo inherente a todas las mujeres) lo buenos o no que estaban los tíos que pasaban a su alrededor (algunos, supuso Tania, tan primerizos como ella en esta situación, debido a que hubo unos cuantos que iban avergonzados debido a lo empalmados que estaban).

Tras un rato de diversión y baño, se iban a marchar cuando al dirigirse hacia las duchas se encontraron un problema:

– Coño, estan todas ocupadas menos una.

– Bueno, nos podemos duchar juntas. Total, se ve reservada y cerrada.

Tania aceptó y se metieron las dos en la ducha. Brandy abrió el grifo del agua fría, que al caer sobre su piel le provocó un escalofrío de placer y satisfacción. Tania la miraba y entonces, para sorpr asombrada a Tania, ya que ella misma tuvo que reconocer que quien mejor conoce el cuerpo de una mujer es otra mujer, y aquel cunilingus le había dado mayor placer que el que jamás había experimentado nunca con ningún hombre.

Tras intercambiar los puestos y que fuera Tania quien le comiera el coño a Brandy, esta sacó algo de su bolso (que había ido a buscar poco antes de que se dirigieran hacía las duchas). Era un consolador.

– Pero, pero…-intentó decir Tania.

– Calla y diciendo esto le introdujo aquel cipote de plástico de 20 centímetros hasta el fondo dentro de su coño. Tania dio un gemido de placer y Brandy contraatacó metiendo y sacando aquel apéndice de dentro del sexo de su amiga mientras que le tocaba las tetas y la besaba apasionadamente. Pero antes de que Tania hubiera acabado el orgasmo que le provocó aquello, Brandy le dijo que se diera la vuelta y se agachara:

– ¿Por el culo también? preguntó inocentemente.

– También, también, y ya verás…

Brandy acercó su boca a la entrada del culo de Tania y empezó a lamer. Escupió saliva sobre el culo de Brandy, que extendió con su dedo en círculos suaves, hasta que vio que se relajaba y se dilataba lo suficiente para permitirle la entrada de un dedo primero y de al menos dos después, momento que aprovechó para chupar la polla de plástico e introducirla dentro del ojete de la amiga. Esta gimió de placer, con la introducción y con el mete-saca posterior hasta que un orgasmo brutal le sobrevino, haciéndola casi chillar:

– Joder tía, que nos van a oír.

– Uf, uf, uf, perdón, es que me he corrido como nunca lo había hecho.

– Pues venga, ahora tú a mí.

Ahora fue Tania quien folló a Brandy con aquella polla de plástico por su coño y por su culo, provocándole nuevos orgasmos, hasta que decidieron acabar las dos haciendo un 69 allí sobre el suelo, tras lo cual por fin se ducharon y salieron de allí tan frescas, relajadas y amigas como no habían sido hasta entonces. Y eso teniendo en cuenta que ambas eran heterosexuales, y tenían pareja masculina. Pero después de todo, y es un hecho contrastado, una mujer es quien mejor conoce el cuerpo de otra mujer y quien más placer le puede provocar…