Para relajarme yo siempre me la toco y si me acabo excitando mucho, me masturbo, te relajaras un montón

Hola me llamo Rober y os contaré lo que me pasó hace poco tiempo. Tengo 18 años, y tampoco tengo un cuerpo de lujo. Estaba en casa viendo la TV con mi madre y ella se estaba arreglando para ir a trabajar, llegó un policía que conocía a mi madre y subió, nos dijo que se iba a correr durante unos minutos, que lo hacia cada día, y que si yo quería pues le acompañara.

Al final le dije que si, la verdad es que está como un tren, se llama Rafa, tiene unos 27 años o por ahí, un cuerpo genial que dan ganas de comérselo ya…

Bueno, me puse ropa deportiva y salimos de casa, mi madre fue a trabajar. Él me explicó que cada día iba a correr por un camino, que la verdad es que yo conozco bastante bien. Comenzamos, y casi no podía seguir su ritmo. Llegamos hasta donde él quiso, en una arboleda al lado del camino descansamos, y quedamos en volver ya al pueblo.

Nos sentamos en unas piedras uno al lado del otro y me excitaba mucho verlo sudado, cansado, con ese cuerpo… Entonces apoyó su mano sobre mi hombro y me dijo que si me había cansado, le dije que si porque no estoy acostumbrado a tanto ejercicio. Me dijo: Para relajarme yo siempre me la toco y si me acabo excitando mucho, me masturbo, te relajaras un montón, rober. Yo me quedé con una cara de sorpresa increíble… Me cogió mi mano y la llevó a su paquete, a la vez puso la suya en el mío. Estaba por irme ya que no me lo esperaba y me sorprendió mucho. Pero él decía: Que si no quieres no pasa nada pero relaja mucho, y piensa que todavía nos queda la vuelta…

Dicho esto me acercó mi cabeza con su musculoso brazo a la suya y nos besamos, fue un beso que nunca olvidaré, me hizo llegar al cielo sin moverme de la tierra… Besa como los dioses, y cuando me besaba, yo pensaba: Tengo a un policía que esta buenísimo, besa como nadie, tiene una fuerza increíble, y me tiene entre sus brazos, me la esta tocando y yo se la toco a él, con esto me excité aún más…

Entonces él comenzó a meneármela y me bajó un poco el pantalón para sobarla por encima del boxer, yo, claramente hice lo mismo con el suyo, cuando lo bajé, con dificultades porque la tenia enorme, puede ver eso, que la tenia descomunal, y grandiosa por la excitación que llevaba, yo también estaba excitadísimo, pero mi tamaño no competía con el suyo, entonces me puse a pensar como me cogeria mi culo, me lo reventaría a bombazos, no me desagradaba la idea para nada, sino al contrario, deseaba metérmela cuanto antes.

Tras un minuto o dos me bajó el boxer y yo hice lo mismo, me quedé maravillado, rápidamente se la comencé a masturbar y poco a poco me acerqué y se la mamé. Dijo que lo deseaba y que había pensado esto desde hace días. Le masturbé y mamé durante por lo menos 5 minutos, no desprendía un olor muy agradable, pero me excitaba el oler a macho sudado, y oler su miembro viril que me podía coger cuando quisiera, no me cabía en la boca, pero poco a poco me la metí y masturbaba con muchísimas ganas.

Lo disfrutaba tanto o mas que el, por fin me dijo que se iba a correr pero no quise tragármelo y me aparte, nunca he probado el semen, únicamente el mío, y no me agradó mucho, prefiero desecharlo la verdad… Me dijo que había traído condones, y yo claro, pensé que esto ya lo tenía preparado… Me gustó mucho pensar eso.

Me masturbó a mí un poco durante un minuto, lo hizo alternando velocidades, primero lentamente y cuando me excitaba más rápidamente, le dije que no me quería correr todavía y paraba un poco para continuar con el meneo… fue delicioso. Luego me dijo que me colocara de espaldas al suelo, y lo hice. Él se colocó de rodillas en el suelo y se colocó el condón, con saliva me embadurnó el culo, lo que me excitó mucho y su polla.

La puso en mi agujero, y poco a poco me la fue metiendo, me dolía mucho, pero me acostumbré y gocé mucho. Quería correrse dentro de mí, algo que yo siempre había querido que hicieran conmigo, aunque llevaba condón, noté su trallazo y me quedé en la gloria.

Nos abrazamos y besamos durante minutos y minutos y me dijo: Vamos ya para el pueblo que aun anochecerá sin llegar… A mi no me importaba pasar la noche con él en el campo pero… Me dijo: Si llegamos pronto, si tardamos menos que en venir aquí, te sorprenderé en mi casa, tengo unas esposas para jugar contigo. Con esto ya me excité muchísimo y dije: ¡Corre! Comenzamos a correr hacia el pueblo, yo sabia que si llegábamos pronto tendríamos más sexo en su casa y me excitaba mucho. Pero esto os lo cuento en mi próximo relato.

Espero que os lo hayáis pasado bien leyendo este, pronto os cuento como continua…