Paso mis noches con él y mis días con ella, vivo con mi cuerpo lleno de flujo sexual y es que me encanta hacerlo con los dos

BUENAS… Es la primera vez que escribo en esta categoría… porfis tenganme paciencia… jajajaja!

VIVIR ENTRE DOS MUNDOS

Ese día el teléfono volvió a sonar temprano. Era la segunda vez en la semana que volvía a repicar. Mi cuerpo  empezó a temblar y en mi rostro se dibujó una sonrisa. Amo que me necesites tanto, dije para mí. Sabía que si no contestaba, los mensajes empezarían a llegar como trompada de loco y dicho y hecho… los mensajes empezaron a llegar.

Tomé el teléfono y le envié un audio en el que solo preguntaba “ Donde?” sabía que eso la pondría loca, pero peor que yo nunca estaría. Me volvió a llamar varias veces y volví a ignorarla hasta que me envió la dirección del lugar. Sabía que tenía todo el día y si quisiera hacerla sufrir me tomaría mi tiempo pero no… Hacerla sufrir también me incluiría a mí. Porque hacerla esperar si también muero por estar entre sus brazos?

Fui a la habitación puse música tranqui en mi IPad y elegí la ropa que usaría. Me metí a la ducha escuchando John Legend, All of mí. Pensando en que tendría que hacerla escuchar ese tema, sobre todo la parte que dice you´re are crazy and I´m out of my mind. Salí, me vestí, agarre lo que necesitaba y fui a su encuentro.

Nada más pasar la puerta ella me beso como si se le acabara el mundo, yo le correspondí de igual manera. Nuestras lenguas jugaron a todo, sus manos rápidamente me dejaron sin ropa y su boca empezó a recorrer mi cuerpo aun estando en pie. Sus ataques de hambre eran cada vez más  recurrentes y estaba empezando a contagiarme y a preocuparme al mismo tiempo.

Coloqué mis cosas en la mesita de noche y terminé de desvestirme. Ella ya estaba desnuda y el ambiente impregnado de su perfume. Nos recostamos en la cama. Ella subió sobre mí y siguió besándome con urgencia. Su rodilla apretó mi sexo y gemí, sus labios que dibujaron una sonrisa en el mismo instante que mi aliento los tocó.

Sus labios siguieron devorándome por un largo rato mientras sus uñas surcaban mi piel. Su mano conocía perfectamente la urgencia que tenía que atender, fue bajando directamente a mi entrepierna y dos dedos se colaron por mi empapado sexo. Un mete saca con esos dedos empezó rápidamente haciéndome casi perder los sentidos con el fervor que fui arrollada por el orgasmo. Ahora su boca devoraba mi cuello y mis manos acariciaban el suyo. El trance había pasado…

“…Cause every time… I see you

I don´t wanna behave…”

 Amor… de que te ríes – me preguntó-

De nada – contesté secamente-

Sonaba Touch it de Ariana Grande en el sonido funcional de la habitación.

Aaah… Te ríes porque estás feliz… -siguió-

mmmm…. Puede ser…-dije-

Si no es eso… – puso cara de enfado- te estas acordando de alguien?

Ojalá fuera eso pero no! Me estoy riendo de mí y de lo estúpida que soy al creerte una vez más!

Amor… no sos estúpida…es que te tengo loca por mí – dijo con su típica sonrisa-

Eso lo tengo claro, pero igualmente, no hace sentir menos estúpida.

Ya empezamos con los reproches? Si es por sentirse estúpida… yo también lo hago!

En eso creo que llevas razón! – me di vuelta para no verla a la cara-

Bueno… basta! Acabamos de hacer el amor y siempre la misma cantaleta… me arruinas la vida!

Ves… otro engaño! – Dije cerrando los ojos-

Yo no te engaño! – Se acercó a mi lado-

Lo hiciste una vez más… estás volviéndote buena en eso!

A verrr… ya te dije… – empezaba a exaltarse-

Hacer el amor no era el trato – dije sin dejarla completar la frase-

Aaah… por eso estás así… – y se carcajeo –

Si…también por eso –sentía como mi estómago se contraía-

Cortála… si…? Por favor – sentí su mano acariciar mi espalda- yo te amo… vos, me amas?

Seguía sonando Ariana Grande… ahora everyday llenaba cada silencio en la habitación.

Ese no era el trato… – seguí como si había dicho nada-

Que trato… decime que trato… cuál de todos los tratos? – dijo exasperada-

No te hagas la idiota… sabes perfectamente de que trato te estoy hablando – dije a modo de reproche-

No, no sé de qué trato me estás hablando… – ella se hizo la desentendida- de que trato me estás hablando?

Del trato de no enamorarnos… de ese trato estoy hablando!

Pues…no te enamores… – y empezó a tararear Dangerous woman-

Es un poco tarde… no te parece? – Dije restándole importancia-

Para vos… – dijo y siguió cantando.- 

“Somethin’ ‘bout you makes me feel like a dangerous woman…Somethin’ ‘bout, somethin’ ‘bout, somethin’ ‘bout you “

Si, tenés razón, para mi es tarde… me tengo que ir – levantándome de la cama-

Hey… te escribo más tarde – dijo como si nada-

Mejor no… ya suficiente tengo que mentirle…

Porque no? – preguntó-

Porque NO! – dije-

Caminé al baño dejándola tendida en la cama con la mirada perdida. Empezó a sonar In to you. Entre y abrí la ducha intentando no mojarme el cabello. No entendía porque siempre terminábamos en lo mismo, sucumbiendo a sus placeres y luego la misma discusión y luego la siguiente vez lo mismo.

El sexo con ella es placentero, es una especie de adicción para ambos. Sin embargo yo a diferencia de ella, en casa, tenía un esposo que me respetaba y una familia a la que amaba pero la necesidad que tenia de ella era tanta que cada vez que el teléfono sonaba con su característico tono identificatorio, todo eso se esfumaba y en mi cabeza solo aparecían imágenes de todo eso que de ella me gustaba, ese cuerpo, esa boca que tanto deseo, esa cabeza y sus locuras con sus anécdotas aparatosas, las risas sin razón. Y sin querer mi cuerpo empieza a temblar y a extrañar el suave toque de sus manos. Mis demonios no me dejan en paz hasta estar en sus brazos y hasta que mi boca se posa sobre ese pequeño fruto prohibido. Y luego de que todo eso pasa empieza mi agonía.

Cada vez que salgo de ese cuarto y voy caminando por la calle me siento una hipócrita… siento las miradas en mí como si cada uno que me pasara me observara sabiendo lo que acabara de hacer… y empieza el martirio… llego a casa… me vuelvo a duchar intentando borrar su olor, su sabor pero no hay forma, los tengo tan impregnados que cuando “Él” llega intento esquivar sus besos, invento excusas para que no me abrace, me mantengo a distancia para evitar cualquier sospecha… Hay veces que tengo a la suerte de mi lado y Él está en su propio mundo y ni siquiera nota mis malabares de rehuida, entonces agradezco al universo por ello.

Y en las noches cuando Él se acerca a mí, lo abrazo y lo beso como si en ello terminara mi vida mientras que solo pienso en ella para llegar a la cima. Cierro los ojos y su cara de placer invade mi mente y sus gemidos y mis gemidos empiezan a sonar en la habitación, sé que ella no los puede escuchar pero me desarmo en sus brazos pensando en que son suyos y me atrevo a hacer con Él lo que con ella no puedo…los te amo que con ella no se lo puedo decir en ese momento se los digo… Él es mi complemento y ella es mi necesidad. Dos mundos totalmente distintos los que vivo con cada uno. Las noches con Él, los días con ella. Cada uno consciente de la parte que les toca y yo en medio de ellos…

Capricornio.