Papá Voyerista

Papá Voyerista

La luz se encendió y Enrique dio un salto hacia atrás de la ventana sobresaltado mientras que su bata de baño se entre abría dejando escapar su verga erecta.

-Pensé que estabas dormida…!

Su hija Marcela lo miró desde la puerta. Sus ojos no podían evitar dirigirse al duro miembro que había quedado expuesto como si de una trompa de elefante se tratase.

Inmediatamente Enrique trató de acomodárselo dentro de la bata y en ese momento su hija volvió en consciencia y le dijo:

-Lo estaba pero luego me desperté y no pude volver a dormir… al parecer tu tampoco has podido dormir…

-No tengo sueño…

-Que estabas mirando?- preguntó Marcela moviéndose hacia la ventana.- No se puede ver nada desde ahí…

-No lo hagas hija…- Enrique trato de impedir que su hija mirara por la ventana pero ya era demasiado tarde.

-Con que de Verónica se trata…- dijo riendo su hija al ver que desde esa ventana claramente podía observarse la casa de los vecinos y, en especial, el cuarto de la joven Verónica.

Cuando la familia de Enrique se mudó a esa casa, su hija Marcela se hizo muy amiga de la vecina de enfrente cuyo nombre era Verónica y era de su misma edad. Aun así nunca imaginó que a su padre le gustara su amiga…

-Es bonita eh?

-Supongo que si hija… deberías volver a dormir. Ya es tarde y mañana tienes que ir al colegio…

-Y tú? mañana debes trabajar papá. Usualmente ya estás dormido a esta hora… o me dirás que extrañas a mamá?

-No es fácil tenerla tanto tiempo fuera hija, yo sé que solo ha pasado una semana de su viaje pero la extraño mucho y no me es fácil conciliar el sueño en su ausencia…

-Así que tienes que desvelarte viendo a mi amiga mientras te masturbas?

-Marcela!!! Esa no es la manera de hablarle a tu padre…

-No es para tanto papi… todo mundo lo hace, mis tíos lo hacen, mis primos lo hacen, mis amigos lo hacen… todos los hombres deben hacerlo…

-Vete a la cama hija… mañana hablaremos.

-Pero no tienes por qué ponerte así papi…- continuó Marcela sacando a su padre de quicio.

-A la cama hija, yo también me iré a dormir… ya es demasiado tarde y me parece tonto que sigamos hablando de este tema.

Marcela le dio las buenas noches a su padre y lo besó en la mejilla diciendo:

-Que sueñes bonito…

Su padre la vio retirarse moviendo las caderas. Aun en esa floja pijama su hija lucía un cuerpo divino! Se sintió mal consigo mismo por estarla mirando como hombre y enseguida se fue reprochando al baño donde se masturbó con la imagen de la vecina en su mente.

Al poco rato de salir, pensó en su hija nuevamente. Ahora su hija sabía su secreto, sabía que la vecina le gustaba y que seguramente se masturbaba pensando en ella las noches en que su madre no estaba con él. Que iba a decir de él? Seguramente su hija pensaría que era un pervertido de lo peor… la vecina tenía la edad de su hija, como es posible que un hombre de su edad se anduviera fijando en una jovencita de esa edad?

Pero por otro lado su hija mostraba una madurez admirable, no solo su cuerpo había florecido sino también su mente. Ahora hablaba de masturbación como si se tratara de un tema cualquiera y no un tabú.

-Aprendería eso en la escuela? – se preguntó mientras pensaba en lo rápido que se iba la vida. Hacía tan solo unos años su hija había comenzado a desarrollar tetas y ahora maravillaba con lo que tenía.

Al día siguiente era el último día de colegio y de trabajo. Su hija le había pedido permiso para salir con Esteban -el hermano mayor de la vecina Verónica- y había dicho que irían al cine y luego a cenar.

Enrique le pidió estar en casa a su hija antes de la llamada de buenas noches de su madre la cual siempre era alrededor de las 10:30. Pero eso no era lo que más le preocupaba, lo que más le preocupaba era que su hija le fuera a ir con el chisme a su amiga y le dijera que su papá la espiaba por las noches. Entonces sí que se la armaría a Enrique quien dentro de todo, no llevaba una muy buena relación con los padres de Verónica.

El tiempo avanzó y dieron las 10 de la noche, luego las 10:30 y su hija seguía sin aparecer. Enrique sabía que su esposa hablaría en cualquier momento y si su hija no estaba la que se le armaría. Trato de localizarla pero había apagado el celular, cosa que lo irritó y desesperó aún más.

El tiempo seguía su curso y ni la llamada de su mujer ni su hija se hacían presentes. No supo si preocuparse por una o por otra y terminó localizando a su mujer quien se había quedado sin batería en su celular y por eso no había podido llamar.

-Y Marcela?- le preguntó su esposa a lo que le respondió que se había ido a dormir cerca de las 11 cuando no recibió su llamada. Su esposa se la encargó mucho y le dijo que la próxima semana regresaría.

Terminando la llamada Enrique decidió ir a espiar a su ventana como de costumbre con la esperanza de encontrar a su hija en el cuarto de su amiga pero nada. Lo único que vio o mejor dicho, pudo contemplar, fue a Verónica en ropa interior paseándose por su cuarto mientras llamaba por teléfono.

-Que morena tan guapa y monumental…- pensó Enrique mientras descaradamente se comenzaba a masajear la polla sin miedo de que su hija le fuera a pillar nuevamente.

En eso estaba cuando las luces del cuarto continuo al de Verónica se encendieron y llamaron fuertemente la atención de Enrique quien, asombrado, miró como su hija entraba de la mano de Esteban.

En ese momento Enrique paró de masajearse la polla y se concentró en las actividades de su hija quien inmediatamente tras cerrar la puerta se le abalanzó a Esteban y comenzaron a besarse hasta caer y rodar por la cama.

No tardó mucho en ver como su hija comenzaba a desabotonarse la blusa mientras Esteban estaba tumbado en la cama y ella encima de él.

Qué demonios se supone que debe hacer un padre en momentos como este????- se preguntó.- Matar al bastardo??? Telefonearla y decirle que venga inmediatamente a casa??? Ni siquiera tiene prendido el celular!!!!

Perplejo y no solamente curioso, Enrique jaló una silla y se sentó para observar más detenidamente. En ese momento su verga aun apuntaba hacia el techo y no había disminuido un solo centímetro.

Esteban comenzó a besar a su hija y, mientras le sacaba la blusa por encima de la cabeza, corría sus manos por detrás de ella para desabrocharle el sujetador!!

Como muchos chicos de su edad, Esteban no tenía las habilidades necesarias para quitar el sujetador de una chica por si solo por lo que tuvo que esperar la ayuda de Marcela para ello pero, lo que se expuso a continuación, no solamente maravilló a Esteban sino también al hombre que los espiaba desde la ventana de enfrente.

Un par de hermosos senos, grandes y turgentes, hicieron que Enrique lleno de ansias tuviera que morderse el labio inferior.

Nuevamente perplejo, Enrique vio cómo su hija se deslizaba hacia abajo por el cuerpo de Esteban hasta llegar a la altura de su polla para luego, con sus ojitos cerrados pero la boca bien abierta, comenzar a mamar aquella polla que sacó exitosamente del pantalón del chico.

Por primera vez en su vida, Enrique vio a su hija mamar la polla del vecino como nunca lo imaginó. Se sintió tan excitado que quiso desviar su mirada hacia el cuarto continuo pero en ese momento Verónica había recorrido las persianas de manera que le imposibilitaba cualquier vista. Nuevamente su mirada volvió desesperada al cuarto de Esteban y encontró como su hija mamaba rítmicamente aquel pito como toda una profesional.

-Donde demonios aprendió eso????? Ni si quiera su madre lo hace… a sus 39 años de edad su mamá no es capaz de meterse un pito a la boca y ella si… y vaya manera tan audaz de hacerlo mientras masturba a su novio con la mano!!!

El sexo de Enrique con su esposa era ajeno a cualquier tipo de sexo que no fuera el tradicional. Nunca se había quejado de ello pero quizás porque nunca hubiera imaginado que había tantas personas que disfrutaron de la diversidad incluyendo entre ellas a su joven hija.

Cuando vio que las caderas de Esteban se elevaban descontroladas, Enrique supo que el patán se estaba viniendo en la boca de su hija!

-Se está viniendo en su boca…!!!!- en ese momento, descaradamente se masturbó viéndolos y cuando menos lo supo comenzó a brotar chorros de leche que dieron justo en la ventana.

-Ohhhh… que he hecho…- se dijo Enrique y de inmediato se puso de pie para limpiar el desastre antes de que su hija volviera.

Una hora después, Enrique ya se había acostado en su cama para no levantar sospechas y fue entonces que escuchó a su hija tocar la puerta de su alcoba:

-Que sucede hija? Es más de media noche…

Su hija abrió la puerta y entró en su habitación encendiendo la luz. Lucía hermosa en una bata de dormir de seda que él mismo le había obsequiado en su último cumpleaños.

-Nos has visto…?- le preguntó su hija dejándolo anonadado. Su hija de inmediato notó su reacción y exclamó.- no tiene nada de malo… yo misma me cerciore de que nos vieras… pudimos haberlo hecho en su coche pero lo convencí de que fuéramos a su cuarto… sabía que tú estarías ahí mirando…

Enrique quiso mentir pero sabía sería inútil hacerlo.

-Si…. Vi lo que hiciste y me masturbe y me vine tan fuerte que he tenido que limpiar la ventana como no tienes idea… ya estas contenta?? Supongo que ahora debes estarte sintiendo lo suficientemente bien por tu logro. Has hecho que tu padre se masturbe viendo a su propia hija mamarle la polla a un patán… ahora quiero que te marches… Buenas noches y apaga la luz cuando salgas…- le dijo enfáticamente y enseguida hundió su cabeza en la almohada.

Aquella noche Enrique no pudo conciliar el sueño. Su mente estaba hundida en la imagen de su hija mamando polla…

Al día siguiente Enrique no sabía qué hacer con su hija. Sabía que las cosas no podían quedarse así y mucho menos ahora que su esposa estaba por volver.

En cuanto se despertó salió en busca de su hija pero, por más que la busco, parecía haberse ido muy temprano de casa.

En ese momento se sintió mal consigo mismo, quizás su reacción no había sido la mejor la noche anterior pero de qué manera debería reaccionar un padre ante ese tipo de comentarios de su hija? Realmente era otra, era como si la chica tierna e inocente que conocía como hija había dejado de existir desde aquella noche en que le pillo masturbándose frente a la ventana viendo a su mejor amiga.

El día entero lo paso tratando de localizar en el celular a su hija pero ésta aun lo tenía apagado. Cayó la noche y con ello sus andanzas hacia la ventana tratando de encontrar más sorpresas comenzaron.

La habitación de Verónica lucía sola, en ese momento se preguntó si andaría con su hija. Miró la habitación de alado y en ella si había luz pero las persianas estaban cerradas. No sé cuánto tiempo pasó Enrique de pie mirando hacia ambas habitaciones hasta que de pronto, las persianas del cuarto de Esteban comenzaron a abrirse revelando la figura de su hija entallada en un suculento baby doll negro!!!

Marcela miró hacia la dirección donde él estaba y frunciendo sus labios le mando un beso. Luego se dio vuelta y comenzó a caminar seductivamente hacia donde Esteban la esperaba recostado en la cama. Era obvio lo que estaba a punto de hacer. Enrique sabía que esta vez no vería solamente una mamada sino una completa cogida!! En eso estaba cuando llamaron a la puerta sacándolo de sus pensamientos.

Molesto por la interrupción, caminó hacia la puerta dispuesto a correr a quien fuera y al abrir la puerta se llevó una enorme sorpresa:

-Verónica!!!

-Hola señor…- le dijo con una enorme sonrisa la hermosa morena.- Marcela me pidió que viniera a hacerle un favorcito…- ni siquiera le pidió permiso para entrar, la bella morena entró sin miramientos y se acomodó en la sala.

Enrique de inmediato notó que Verónica no traía sujetador por la manera en que sus tetas se bamboleaban.

-Sé que usted me espía…- dijo Verónica dejándolo pasmado.- usted cree que yo no puedo verlo pero vaya que puedo… siempre se masturba viéndome o pensando en mí?- lo dijo con una curiosidad demasiado honesta que hizo temblar a Enrique quien, paralizado, vio como Verónica se acercaba a él y, como si nada, comenzaba a desabotonarle el pantalón para luego terminar bajándoselo hasta las rodillas.

Enrique no dijo nada, tan solo vio como Verónica se posaba de rodillas frente a él y, tras sacarle el pito del calzoncillo, comenzaba a darle una espectacular mamada que le hizo sentir emociones jamás experimentadas.

-Se lo debía a Marcela…- le decía Verónica mientras le chupaba el pito.- ella ha sido tan buena amiga conmigo que es lo menos que puedo hacer… es una chica muy discreta sabe?

Enrique permanecía en completo silencio disfrutando aquella hermosa boquita que le succionaba el pito y lo enloquecía.

-Los hombres son tan peculiares… son capaces de meter el pito en cualquier agujero sin importar de quien sea… – mientras Verónica le mamaba el pito, le acariciaba los huevos con la yema de sus dedos incrementando su placer a niveles extraordinarios.

En 5 minutos ya estaban en la habitación de Enrique completamente desnudos.

Enrique masajeaba las tetas y el culo de Verónica como si no hubiera un mañana. La besó en los labios jugueteando con su lengua y tras tirarla boca arriba ella preguntó:

-Me va a comer el conejo señor?

Sin darle una respuesta verbal, Enrique hundió su cara en el conejito de Verónica y lo comenzó a saborear como si se tratara de su último bocado en vida.

-AAAHHHHHHH HMMMMMMMMMMMMMMM…- Gimió Verónica descontrolada.

-Que dulce coño tienes… HMMM tan suavecito… me muero por penetrarte…- le dijo Enrique y, justo haciendo el intento por posicionarse entre sus piernas, Verónica lo detuvo y le dijo:

-Tengo una mejor idea… porque no mejor antes jugamos un jueguito… le cubriré los ojos con la almohada y cuando sea el momento yo misma me subiré…- en ese momento cambió de posición con Enrique tirándolo boca arriba y tapándole la vista con una almohada. Luego, de un movimiento rápido, se bajó de la cama como toda una gimnasta tratando de mantener la almohada sobre la cara de Enrique y, justo en ese momento, hizo una señal y a la habitación entro una adorable jovencita vistiendo un baby doll negro. Se trataba de nada más y nada menos que de Marcela quien enseguida se arrodilló junto a su padre y, cerrando sus ojos, tomó su pene y se lo metió en la boca.

-OHHHHHHHHHHHHHHH…- Gimió con fuerza Enrique ignorando que se trataba de su hija.- Eres un encanto Verónica… lo haces tan bien que estoy a punto de venirme… súbete por favor, necesito follarte antes…

Marcela miró a su cómplice Verónica quien le sonreía traviesamente y la animaba sin mediar palabra a subirse encima de su papá.

Quitándose la tanga, Marcela se subió encima de su padre quien al sentir la ropa del baby doll se extraño pero decidió no darle importancia hasta que, hundido en su totalidad su pene, lo comenzaron a cabalgar de una manera excepcional.

-Que tienes puesto…?- preguntó Enrique retirándose la almohada de la cara y en ese momento lo que vio detuvo su mundo.

Marcela quien lo cabalgaba estableciendo un ritmo asombroso, en cuanto vio directo a los ojos a su padre, se inclinó y lo beso en la boca con tanta pasión que no le dio tiempo de reprocharle.

-Hija… HMMMMMMMMMMMM

-Cógeme papi… cógeme HMMMMMMMMMMMM- En ese momento Enrique aceleró sus cogidas, estaba seguro de que no aguantaría mucho tiempo más.- Así Papi Asíiii!!!! Hazme el amor mientras mamá no esta…

-AHHHH Hijaaaaa……

-Aquí estoy yo papito… no tienes porqué sufrir, yo te cuidaré siempre que mami no este en casa… sabré cuidarte y atenderte… HMMMMMMMMM

Enrique aceleró sus embestidas y en cuestión de segundos terminó vaciando todo su semen dentro de su hija quien se colapsó encima de él y cayó sobre su pecho para luego quedarse completamente dormida.

El ruido de una puerta cerrándose les indicó que Verónica había abandonado la casa, su misión estaba completa. Había hecho el sueño de su mejor amiga realidad y ahora a ella le tocaba guardar discreción justo como su amiga había hecho tiempo antes cuando se enteró de que Verónica sostenía relaciones sexuales con su hermano…

Desde esa noche Enrique no volvió a sufrir cuando su esposa no estaba pues su hija, se dedicaba a amarlo y darle lo que tanto había deseado todos esos años… una vida sexual sin límites!!!