El novio de mi madre me termina haciendo suya, me calienta tanto que dejo que me rompa el culo, me excita mucho lo prohibido

Volver a casa de una madre siempre es placentero, pero lo que no sabía yo , era que el placer iba a venir de esa manera.

Tengo que decir que tengo 32 años, mi madre vive en otra ciudad, es una mujer de 54 años , divorciada y que desde hace casi un año, comparte su vida con otro hombre.

Fui a pasar el puente con ellos, unos dias que esperaba de relax y en familia. Llegué la noche del viernes, cansada, después de 5 horas de viaje, una cena rápida, ponernos al día sobre nuestras vidas y me fui pronto a la cama.

Mi madre trabaja en un hospital y tenia que madrugar al día siguiente. Me acosté en la que habia sido mi cama desde niña. Me quedé dormida al instante, pero sobre las 4 de la madrugada, escuché ruidos, no sabía si estaba dormida, pero abrí los ojos, miré la hora y me di cuenta de que estaba bien despierta. Gemidos? Era mi madre follando? Al principio me dio vergüenza, pero después me llamó la curiosidad o el morbo, llamadlo como queráis. Pensé que es normal, una mujer y hombre que llevan poco tiempo juntos y que están en lo mejor de la pasión.

Seguí inmobil en la cama, escuchado. Ella gemía y se escuchaba como los ruidos de la cama subian el ritmo. Aquello me estaba poniendo cachonda, no lo voy a negar. Parece que ya se pq soy tan puta, me viene de herencia. Subí mis piernas, aparté las bragas y me metí un dedo. Mi coño lo agradeció y asi escuchando como follaban me di y me corrí al tiempo que ellos acabaron.

Por la mañana me desperté tarde, sabía que mi madre no estaba y se escuchaba un silencio total en el piso. Pensé que estaba sola, salí en pijama con la ropa interior en la mano para darme una ducha y cuando empujé la puerta del baño, estaba Antonio bañándose.

– Lo siento Antonio! Pensé que no estabas, le dije desde el otro lado de la puerta.

– No pasa nada, ya acabo.

– Vale, dejo ahi mi ropa y la toalla, no tengo prisa. Voy a desayunar mientras.

Me fui a la cocina y recordé como les escuché por la noche follando, follarían todos los días? Serían conscientes de que viven en un piso y que yo les había oido?

Me puse a comerme una tostada y a tomarme un zumo, cuando acabé me fui para mi cuarto a hacer la cama y al pasar por la puerta del baño, entreabierta como yo la habia dejado, oí como un sonido ahogado, como una respiración fuerte. Me metí en mi habitación y a los pocos minutos oí como Antonio salia del baño.

Me avisó de que ya podía entrar y asi lo hice, cerré la puerta, eché el agua y me quité la ropa. Al salir de la ducha, me sequé y al coger mis bragas vi que no estaban de la misma forma que yo las habia dejado, se habrían caido y Antonio las había puesto asi? Metí una pierna y al meter la otra, vi que había una pequeña mancha en la bragueta de mis bragas. Que era eso? Se habían mojado? Me las saqué y vi que aquello no era agua. De manera instantánea abri la papelera y vi papel higienico echo un lio, lo cogí y vi que estaba mojado, lo abri como pude y estaba pegajoso. El hijo de puta se había pajeado y había caido algo en mis bragas, pero como? Ese cerdo se había pajeado pensando en mi? No se pq, pero aquello hizo que mi coño latiera y se mojara.

En un momento me vi pensando si tendría una buena polla. Ya sabéis que las pollas son mi perdición y follar mi adicción preferida. Me vestí, salí toda cachonda y me fui al salón donde estaba sentado leyendo.

– Oye Antonio, no se como decirte esto, anoche os escuché a mi madre y a ti haciendo el amor, le dije. Se lo iba a comentar a mi madre (mentira cochina, yo solo quería sacar el tema de follar con él , para ver como reaccionaba), no le digas nada. Solo te lo comento para que sepas que se oye todo, pero que me parece perfecto, es lo más natural del mundo. No tiene nada de malo.

– Lo siento, que vergüenza, nos olvidamos de que estabas aqui, como siempre estamos solos.

– Nada, no tienes que disculparte, pero no le digas nada a mi madre.

– Descuida que no le diré nada y tendremos más cuidado.

– Ah pero esta noche vais a follar otra vez? Le dije riendo en plan coña.

– Intentaré aguantar hasta que te vayas, me dijo riéndose.

– Antoñito, Antoñito, no sabía yo que fueras tan fogoso.

– Serán cosas de la edad me dijo riendo, mientras se ponía en libro en la polla.

Aquella conversación lo estaba calentando y a mi también, pq? que me pasaba? Joder tan enferma estoy? Me calienta el coño el novio de mi madre.

-Que edad tienes Antonio?

– Pues 55 años ya guapa.

– Los de esa edad tenéis aún mucha energía, se lo que te digo.

– No me digas que has tenido novios de mi edad?

– Novios no Antonio, yo no tengo novios. Me gustan demasiado los tíos como para atarme con uno solo, le dije.

– Haces bien, disfruta todo lo que puedas que la vida pasa en dos días.

– Oye y que ha pasado en el baño? Me he encontrado una mancha en mi ropa interior, sabes que es?

La cara le cambió y se quedó blanco.

– No te preocupes Antonio que no pasa nada, solo quería saber si era lo que creo que es.

– Joder lo siento, no le digas nada a tu madre por dios. No se en qué estaba pensando, soy imbécil.

– Imbécil o no, que sepas que las tengo puestas ahora mismo.

– Si? me dijo mientras se revolvía en el sofá.

– Oye Antonio, podemos hablar como adultos y en confianza? quiero decir, que esta conversación se quede entre nosotros.

– Claro, claro lo que tú quieras.

Me senté en el sofá a su lado dispuesta a quitarme esta calentura que me recorría el coño desde hace ya un rato. A ver si aquel cerdo era capaz de hacerme gemir a mi también. Cuando me pongo asi de guarra, necesito una polla que me sacie y en ese momento solo estaba la suya, es el novio de mi madre, y que? para mi follar va delante de todo.

– Que le haces a mi madre para que gima asi? Es muy puta en la cama Antonio? Eh? Venga , cuéntame a ver si es como yo y asi se a quién he salido.

– Joder que conversación…

– Me dirás que no te gusta no? que no estás cachondo, por eso tienes el libro puesto encima de la polla no? le dije.

– Dios, no se te escapa nada. Si lo quieres saber , te lo digo. Tu madre es una guarra, siempre me pide que la folle duro y es bastante marrana.

– Entonces tengo sus genes no hay duda, le dije riendo.

– Tú también eres asi? me dijo.

– Asi no, yo creo que más Antonio. A mi no hay quién me gane follando , chupándola, pajeando, tengo el coño siempre preparado y aunque a veces es incómodo pq me dan ganas de follar en cualquier lugar, se como sacarle partido a ser tan perra.

Se quedó sin palabras, con los ojos abiertos mirándome y rozando su polla con su mano.

– Hay algo que no te deje que le hagas Antonio?

– Aún no le he follado el culo, se lo estoy preparando, le meto el dedo.. Pero lo que yo quiero es rompérselo.

Aquello hizo que la puta que llevo dentro se levantara. Me senté encima de él el sofá y le agarré de la cabeza.

– mira mis tetas, le dije. Y me quité la camiseta.

Mis tetas quedaron al aire y él me preguntó si me las podía tocar. Empujé su cabeza hacía mis tetas y él empezó a lamerlas.

Aquel cerdo sabía muy bien lo que hacía, pellizcaba mis pezones y tiraba de ellos con los dientes. Notaba su polla dura entre mis piernas, aquel cabrón me iba a tener que follar.

Le quité la camiseta y me bajé para quitarme la ropa que me quedaba, bajé su pantalón y apareció una polla dura como un resorte. Buena polla me dije, gordita y dura. Otra para mi colección.

Me puse de rodillas y me la metí en la boca, la lamí desde la base hasta la punta, me la metí en la boca y empecé a mamar. Gemía como un perro desesperado, empujando mi cabeza hasta que su polla entraba casi a mi garganta, me daban arcadas y le daba igual. Me pedía que parara por favor o se correría.

Me levanté , me puse a cuatro patas en el sillón y le dije que me lamiera el coño. Muy obediente se puso detrás de mi, y empezó a lamer, metía la lengua en mi chocho caliente , succionaba desesperado, metío un dedo y se fue a lamer mi culo, el muy perro sabía muy bien donde dar.

Le dije que si tenía condones y me dijo que no.

– Hijo de puta quiero que me folles, o sea que contrólate, vale?

Ni respondió puso la punta de su polla en mi coño y la metió, empezó a bombear, mientras gemia como un loco. Le dije que se relajara, que no queria que se corriera todavía.

Me dió una cachetada en el culo y aquello desató mi placer, cuando lo notó me volvió a dar otra más fuerte. Un ritmo de pollazos y bofetadas en el culo hizo que me corriera como una perra caliente.

Siguió con su polla en mi coño y metió un dedo en mi culo, miré hacía atrás y le dije, -Mira cerdo mi culo, este si lo puedes follar.

Se le escapó un gemido y sacó su polla de mi coño intentando controlar para no correrse.

– Joder, que puta eres y me comió la boca

Volvió a lamer mi culo , a meter su lengua, a meter dos dedos, hasta que puso su punta en mi agujero del culo. Empujaba despacio mientras yo me abría los cachetes con las manos. Siguió empujando y empezó a moverse, poco a poco yo notaba como lo iba abriendo y él gemia y me apretaba el culo con las manos.

Cuando logró acoplar su polla más o menos en mi culo, empezó a sacarla y meterla despacio, yo notaba como me rajaba por dentro y empecé a meterme los dedos en el coño. Sabía que no iba a aguantar mucho y asi fue, unas cuantas metidas y sacadas y ahi estaba chillando.

– cerda, puta, puta perra me corro.

Y notando como me llenaba el culo de corrida caliente , me dejé llevar y me corrí yo tambien mientras me tocaba el clitoris.

La sacó muy despacio y yo notaba por mis muslos como chorreaba todo, caliente y sucio.

A partir de ese día, todo cambió.

Cuando voy a pasar unos días con ellos follamos si podemos y le dejo que me rompa el culo. Es un perrito al que le encanta mi coño y yo como buena hijita se lo doy.

Espero que os guste mi relato, como siempre real , al igual que los otros que tengo en la página. Espero vuestros comentarios, pq me encanta saber que pensáis…