Ellos no solo congenian muy bien sus opiniones, si no que también lo hacen en la cama, se follan como si no hubiera un mañana

Joaquin tiene 80 años. Hace un par de años que se quedó viudo, y sus hijos para que no este solo, han decidido ponerle una enfermera para que pueda atenderle y ayudarle en casa, aunque el todavía se desenvuelve mas o menos bien. Se quedan mas tranquilos con alguien que le vigile.

Lucia es la chica que han contratado. Tiene 26 años, es enfermera y es muy agradable en el trato con el todo el mundo, por lo que es la perfecta elección.

El primer día, tras las presentaciones, los hijos de Joaquin se van y dejan a los dos solos.

Lucia prepara la comida, limpia un poco y se encarga de tomarle la tensión a Joaquin y otras tareas propias de su puesto.

Un día toca duchar a Joaquin por primera vez. Ella le lleva en silla de ruedas hasta el baño. Joaquin puede andar, aunque esta un poco torpe, y han pensado todos que esa es la mejor opción para que no se caiga o se haga daño.

Lucia desnuda a Joaquin y le mete en la ducha. Al principio, no se da cuenta de que el pene de Joaquin es enorme.

Empieza a ducharle y tras enjabonarle del todo, el pene de Joaquin esta erecto, apuntando a su cara.

-Hombre Joaquin, le dice. Parece que te alegres de verme, jeje.

Joaquin no dice nada y se deja duchar.

Tras terminar, Lucia le prepara la comida. Joaquin puede comer solo, (como ya os conté en el relato anterior) y se apaña bastante bien.

Termina de comer y Lucia recoge los platos y se pone a fregar. Lleva un vestido corto, es verano y hace mucho calor. Esta traqueteando en la cocina después de un rato. Joaquin esta sentado enfrente de ella y en esto que saca su pene del pantalón y comienza a masturbarse mirando a Lucia.

-Ugh, ugh, ugh, gime Joaquin.

Lucia a lo suyo, no se entera de nada, ni le oye gemir. En esto que se agacha para limpiar el horno y su culo se pone en pompa, con lo que Joaquin se pone mas cachondo aun y acelera el ritmo de su paja y se corre al poco.

-¡Aaaaah!¡Uuuugh!

Lucia parece que se ha dado cuenta y se gira para mirarle. Esta agachada y con ese vestido corto que lleva, se le ven las bragas. Tiene enfrente a Joaquin mirándola con cara de tonto y la mano en el pene con todo manchado de semen.

-¡Pero Joaquin!¡Que guarro es ud!

Corre a limpiarle la mano y le limpia también el glande de semen. Tiene unas manchas en el pantalón.

Le quita el pantalón para lavarlo y le deja en calzoncillos. Joaquin sigue mirándole el culo a Lucia. Ella se gira un poco y le ve con el rabillo del ojo y piensa: ¿porqué me habré puesto este vestido?

Cuando el pantalón esta limpio, se lo pone y se da cuenta de que, a través del calzoncillo, asoma el pene de Joaquin y está medio erecto.

Lucia se queda mirándolo, mientras Joaquin sigue sonriendo.

-¿Que?¿Te gusta? Le pregunta este picaron.

-Joaquin, pero que dice ud, como me va a gustar su pene. Su tranca, se queda pensando, porque vaya tranca que gasta el abuelo.

Este la mira de nuevo y nota algo en sus ojos. Los ojos de Lucia se han encendido al ver ese cimbrel. Ella se vuelve y se queda de espaldas a el. Joaquin le levanta el vestido, pero Lucia, sin saber porque, se deja hacer. El le toca el culo a través de las bragas.

Lucia se vuelve a Joaquin y se agacha frente a el. Saca su pene y movida por algo que no logra entender, empieza a chupárselo. Piensa en su chico, en el pene de su novio, que es grande, pero es que el pene de Joaquin tiene algo, que no sabe porqué, le ha llevado a chupárselo.

Ella chupa como una loca, no sabe que le pasa. Nota la humedad en su chocho. Pero entonces se da cuenta de algo. No va a pasar lo de la otra vez. Le quita el calzoncillo y el pantalón y deja a Joaquin desnudo de cintura para abajo.

Sigue con la mamada y Joaquin hecha la cabeza para atrás de gusto. Para tener 80 años, sus erecciones son las de un chico de 20.

Después de unos minutos, Lucia nota un espasmo y se retira. Justo en ese momento, un primer chorro de semen salen disparado y cae en su vestido. Dos mas pequeños le siguen y caen en su regazo.

Vaya por dios, piensa Lucia. Yo preocupándome por la ropa del viejo y ahora acaba manchado mi vestido de semen.

-Gracias, Lucia. Ha sido magnifico.

-No me des las gracias Joaquin. Ha sido un error.

-¿Porque?

-Porque estoy aquí para cuidarte. No para sexo.

-Pero no ha sido sexo. Aunque si que me has cuidado. Se ríe un poco.

Vaya con el viejo, piensa Lucia. Tengo que tener cuidado.

No se da cuenta y se quita el vestido para lavarlo delante de el, quedándose en bragas y sujetador.

Joaquin la mira babeando.

Jodido viejo, piensa Lucia.

Han pasado dos semanas y todo ha seguido igual. Joaquin no ha dado muestras de tocarse delante de ella. Ella tampoco ha visto manchas de semen en sus calzoncillos, por lo que ha tenido cuidado de correrse sin ellos o se ha limpiado bien.

Esta segura de que antes de que llegara ella, seguía meneándosela a sus años.

Una noche, en su casa, Lucia se disponía a follar con su novio. Ella llevaba días sin hacerlo y estaba deseosa. Se había masturbado horas antes con una foto de su chico, pero aun así, necesita su polla dentro de ella. Era muy clásica y por eso no tenia un vibrador en casa, con el que darse gusto cada vez que su chico no podía.

Así que, cuando llegó la hora, estaba tan contenta y deseosa de poder sentir a su chico dentro. Pero al llegar a casa, este venia un poco perjudicado, porque había salido de copas con sus amigotes y cuando llegó el momento de rendir, estaba borracho y su pene no reaccionó.

-Lo siento, tía, que no puedo.

-Que no me llames tía. Estas borracho y ahora no se te levanta.

-Pues si, lo dejamos para mañana.

Al poco se durmió. Lucia se quedó con las ganas. No sabia lo que estaba a punto de ocurrirle.

Al día siguiente, fue a casa de Joaquin como siempre. Le levanta y a la ducha. Le desnuda y otra vez el mismo proceso. Solo que hoy algo ha cambiado. Lo de la mamada del otro día, ahora no le parece tan raro. Mientras le ducha, se recrea en esa tranca que tiene Joaquin. Joder que tranca. No puede evitar mirarla todo el rato mientras esta bajo el agua.

Lucia tiene un calentón del quince. Después de que anoche se quedara con las ganas, esta a tope, viendo la polla del viejo, que vuelve a empinarse en su cara, al recibir el chorro del agua.

Termina la ducha, le seca y le sienta en su silla. Le prepara el desayuno y mientras Joaquin se lo come, intenta hacerse un dedo a escondidas.

Joaquin le dice que ya ha terminado y a ella no le ha dado tiempo a terminar.

Viejo oportuno, piensa.

Necesito desahogarme ya.

Después de un rato, Joaquin esta contándole batallitas a Lucia. Le cuenta cuando estaba casado, como era su mujer y luego pasa a contarle cosas sexuales de ellos dos. También le dice que la ultima vez que hizo el amor con su mujer fue hace diez años y que desde entonces, no ha vuelto a hacerlo.

Pero si te pajeas a mi costa. Piensa Lucia.

Cree que esta provocándola, hablándola de sexo aposta. Cuando ve que Joaquin se ha puesto a llorar.

-Si pudiera hacerlo una ultima vez…. Llora en voz baja.

Lucia se da cuenta de que sus bragas están empapadas. Ya no puede mas. Ya no hay vuelta a atrás.

-Joaquin, ¿me esperas un momento? no te muevas de aquí.

-Pues claro, le dice este, enjugándose las lagrimas.

Lucia sale de allí, y va a una farmacia que hay justo al lado de la casa de Joaquin. Le pide a un chico que le compre una caja de preservativos. Ella no se atreve a hacerlo por si la conocen.

El chico le da la caja y ella sale casi corriendo de allí. Llega a casa de Joaquin y le enseña los preservativos.

-¿Contento, no?

Desnuda a Joaquin del todo y ella se quita el vestido, y después las bragas y el sujetador.

Para entonces, Joaquin esta medio erecto, y Lucia empieza a chuparle la polla. Su chocho esta mojado al máximo y ella en celo como una perra.

Al poco el pene de Joaquin esta de nuevo como un palo. Ella se masturba un poco delante de el y luego le pone un condón.

-Llevas mucho tiempo sin follar. Le dice Lucia. No te preocupes, yo haré todo el trabajo. Tu disfruta.

No puede creer lo que esta haciendo, pero no hay vuelta atrás. Necesita correrse ya.

Se pone a horcajadas sobre Joaquin, sentado en su silla, y va agachándose hasta que se clava su pene del todo.

Comienza a cabalgarle, despacio, lento, mientras siente su pene arder dentro de ella. Lo siente hasta con el condón.

-Ah, ah, ah, comienza a gemir Lucia.

Joaquin no se queda atrás, aunque sus gemidos son mas graves.

-Ugh, ugh, ugh.

Lucia sigue cabalgándole mas rápido. Agarra a Joaquin por los hombros y entonces tiene un primer orgasmo.

-¡Aaaaaaaaaaah! Me corrooooooo……

Joaquin sonríe al verla correrse.

Lucia se sale de el y entonces se gira y le cabalga de espaldas. Quiere que el viejo disfrute de la perspectiva de su culo.

Mientras Lucia sigue botando, Joaquin la agarra por las caderas.

-¡Ah, ah, ah! Sigue gimiendo ella.

Entonces, como si algo hubiera despertado en su mente, Joaquin se levanta y empuja a Lucia hasta el borde de la pila de la cocina, donde ahora es el, el que lleva la iniciativa.

Empuja muy fuerte con su polla dentro de ella. La esta bombeando como hace años que no follaba. Ni siquiera con su mujer lo hizo nunca así. Solo con alguna novia que tuvo de joven.

Lucia se muere de gusto agarrada a la cocina. Joaquin la inclina mas hacia adelante y roza su punto g.

-¡Aahhh, aahh, ahh! ¡Joaquin! ¡Que gusto! ¡No pareesss! No paa..reeeesssssssss, no paaareeeeeeesssssss.

En ese momento, vuelve a correrse.

-¡Aaaaaaaaaaaaah!

Joder, como folla el viejo, piensa. Ni siquiera mi novio me folla así.

Joaquin todavía aguanta un poco mas y Lucia ya no puede mas. Se agacha metiendo la cabeza casi en la pila.

Como cinco minutos después, Joaquin da un respingo y termina de correrse.

-Ugh, ugh, ¡¡¡aaaaaaaah!!!!

Ya repuestos del placer, Lucia limpia el pene de Joaquin. En esto que se abre la puerta del piso. Son los hijos de Joaquin que han llegado sin avisar y los descubren así.

Despiden a Lucia, aunque no la denuncian. Piensan que ella no tiene culpa del todo y que es mas cosa de Joaquin.

Pero a Joaquin le meten en la residencia. Y dos meses después, pasó lo que pasó con Luisa.

Aunque eso es otra historia que ya conocéis.