Mientras me masturbaba

Aquella tarde estaba muy excitada porque no hacia más que recordar el buen polvo que había echado con mi novio esa mañana antes de ir al trabajo. El aun no había llegado cuando yo me fui a mi habitación con el coño muy mojado y las bragas un poco húmedas.

Me tire encima de la cama y me desnude comprobando lo que sospechaba, mis braguitas estaban húmedas y mi coño muy muy mojado. Cuando me desnude y me tumbe en la cama me llego un olor a coño que me cautivo, ya que me recordaba aun mas a mi novio cuando se ponía entre mis piernas y me deleitaba con su lengua durante un tiempo que me creía en el cielo.

Empecé a tocarme los labios de mi coño, muy mojados, y empecé a recordar lo que me había echo esa mañana. Cual fue mi sorpresa cuando oí la puerta de la casa y me llamo: «Cariño, ¿donde estas?» yo conteste: «en la habitación». El llego y abrió la puerta y me encontró desnuda y masturbándome cosa que le excito mucho, porque enseguida se dejo adivinar un bulto debajo de su pantalón. Yo le dije: «ven hazme tuya como esta mañana que no hago mas que pensar en ello» a lo que me contesto: «sigue masturbándote que yo voy ha hacer lo mismo mientras te miro que me encanta verte darte placer».

Yo obedecí, aunque me apetecía más que me comiera el coño y me follara. El se saco su polla dura y llena de venas y empezó a machacársela mientras me miraba. Yo veía su cabeza roja e hinchada y mas me excitaba, cuando llegue al orgasmo sin apenas darme cuenta. El me miro y dijo:»sigue hasta que yo acabe» a lo que no me pude negar y seguí tocando mi coño mojado y metiéndome los dedos todo lo dentro que podía. Mis dedos salían y entraban y de vez en cuando pasaban por mi clítoris hinchado, gordo y muy sensible que me hacia deleitarme de placer.

Al tiempo lo vi levantarse con su polla en la mano y venirse hacia mí andando mientras emitía pequeños gemidos. Cuando llego ha mi se corrió como nunca y me lleno las tetas, la barriga y parte de mi pubis velludo con su espesa y caliente leche. Cuando acabo de correrse me levanto de la cama y me llevo a la ducha.

Al entrar abrió los grifos del agua y me hizo que me quitase su leche mientras me besaba con pasión e introducía se hermosa lengua en mi boca. En un momento me puso de espaldas a el y empezó a tocar mis generosos pechos con su mano mientras la otra buscaba mi coño húmedo, a la vez besaba mi cuello y me hacia estremecerme de placer.

Sus dedos se introdujeron en mi coño mientras su polla me rezaba el culo. Me hizo inclinarme hacia delante y me metió su polla todo lo dentro que pudo y yo emití un grito de placer como nunca había echo. Sus embestidas eran continuas y fuertes hasta que me hizo llegar al orgasmo, pero el aun no había acabado y siguió con sus envites hasta que note su calida leche en mi coño y oí sus gemidos en mi oído. Cuando se separo de mi note su leche resbalar por mis piernas.