Mi tío me convierte en su puta

Mi tío Roy, me vuelve su puta

Cuando todo empezó, hacía ya tiempo que yo sabía que me gustaban los hombres, no había aceptado del todo la idea de ser gay pero mis relaciones con las niñas no habían caminado como yo esperaba. Tuve dos enamoradas con las que compartía tardes de helado, cine y besos salpicados propios de la adolescencia, pero las relaciones nunca llegaron a explotar en la pasión propia de la edad, ambas me terminaron cuando conocieron a un chico que las calentaba en serio. Cuando estaba por entrar al último año escolar conocí a Fernando. Él era un chico guapo, pero nada extraordinario, quiero decir con esto que no tenía un cuerpo atlético, ni era la super estrella de nada, era solo un chico normal, alegre y divertido que una tarde decidió besarme. Todo habría sido de cuento de hadas si mi tío Roger no nos hubiera visto.

Roger era primo de mi papá, pero era bastante menor que él, se llevaban algo menos de 20 años, y era también como 7 u 8 años mayor que yo. En sus años universitarios solía quedarse en mi casa con frecuencia, sobre todo cuando tenía exámenes ya que su universidad quedaba bastante cerca de mi casa. En esos tiempos, cuando yo empezaba a entrar en la adolescencia, Roger solía meterse en mi cama por las noches, me acariciaba el poto y las piernas por debajo del pijama y en ocasiones consiguió incluso bajarme el pantalón y frotarme su verga entre las nalgas. Yo nunca le hice saber que sabía lo que me hacía y él no se enteró de que yo lo sabía hasta mucho tiempo después.

Roger llegó esa tarde a recogerme del colegio según había quedado con mi mamá, me llevaría luego al dentista ya que a ella se le había hecho tarde. Yo conversaba con Fernando en una glorieta frente a los estacionamientos, ya no quedaba nadie en el colegio pues los viernes todos salían literalmente corriendo en tropel.

– Broder, es que simplemente no puedo creer que hayas salido con ese lomaso y lo hayas dejado ir –

– Si pues, estuvimos algún tiempo, y todo chill pero luego empezó a reclamarme que no hiciéramos más que salir al cine, ir a comer o pasar nuestras tardes juntos viendo la tele. Es extraño, cuando le preguntaba que quisieras hacer se quedaba en silencio –

– La aburriste pues huevón jajaja –

– Si puede ser eso, pero la verdad creo que ella quería algo más, estaba ya como que buscando… ya sabes –

– Jajaja que ¿quería que se la metas y no lo hiciste? Puta que huevón –

– Si es que no se, no me sentía preparado –

Nos quedamos en silencio un rato, luego Fernando me miro como quien quiere decir algo, pero en vez de eso pego su brazo al mío, me erice todo y supongo que lo noto porque lo que siguió fueron sus manos tomando mi cintura y sus labios pegándose a los míos, abrí la boca y deje a su lengua apoderarse de la mía, sentí mi pene reaccionar debajo de mi pantalón y pude sentir también el miembro de Fernando palpitante. – ¡¡¡JAVIER!!! – oí que alguien me llamaba regresándome a la realidad, era mi tío Roger parado a unos metros de nosotros – VEN AQUÍ INMEDIATAMENTE – miré a Fernando con vergüenza y Sali casi corriendo detrás de mi tío quien en cuanto vio que obedecía se dio la vuelta en dirección al auto. Se subió en él y me senté a su lado.

– Tu mamá me mando por ti para que te lleve al dentista, nos encontraremos con ella ahí. –

– Tío, por favor, no le cuentes nada a mis papas, no se que ha sido esto, solo conversábamos y de pronto…-

– Y de pronto ¿se te dio por volverte maricón? Ya sobrino, me la creí, si te gusta la pinga solo dilo y ya –

– No, no, no es lo que crees, es solo que …-

– Tranquilo sobrino, no te gastes, yo no contare nada, no quiero ver como tu viejo te hecha a la calle por maricón –

Ser gay para mí no era una opción, mi papá era, es y será siempre un tipo extremadamente homofóbico, y mi mamá no se queda en absoluto atrás. Ambos son de esas parejas que prefieren a un hijo muerto que un hijo “desviado”.

– Es que no soy maricón –

– Si, si, ya hablaremos de eso luego –

– Tío, es que en serio, esto no va a pasar de nuevo pero mis papas no pueden saber – tenía que insistir para asegurarme que no contara nada.

– Ya sobrino, cálmate ya te dije que no contaré nada, yo te ayudo y tu me ayudas ok, ambos le sacamos provecho –

Me pareció sincero, aunque no entendí muy bien que quería decir con eso de “yo te ayudo y tu me ayudas” de cualquier forma preferí dejar de insistir con lo mismo e hicimos el resto del camino en silencio. En cuanto llegamos a la clínica dental, mi tío sobre paro frente a la puerta. – bájate aquí y ve subiendo, yo estaciono y te doy el alcance – me dijo esto mientras ponía su mano derecha sobre mi pierna. Solo lo mire y baje del auto, me reporte y espere a que me llamaran. Mi tío llego poco antes de que la secretaria me invitara a pasar al consultorio.

Cuando salí, mi mama ya había llegado, conversaba con mi tío en la sala de espera, mi primera impresión cuando los vi juntos fue de sobrecogimiento, pero mi mamá se me acercó como siempre y me dio un beso en la frente – ¿todo bien? ¿Nos vamos? – miré a mi tío le respondí algo más tranquilo

– sí, todo bien, me hicieron la profilaxis y cubrieron mis dientes con una capa de flúor, no tengo caries –

– Que bien hijo, me alegro, vamos ya que tu papá y yo tenemos una cena hoy. He tenido un día terrible y quiero darme un baño y alistarme con tiempo –

Mi mamá pago la cuenta del dentista y los tres salimos con dirección al auto, me senté atrás dejando los asientos del frente a mi tío que se ofreció para manejar hasta la casa y a mi mamá que ocupo el asiento del copiloto. Durante todo el viaje pude darme cuenta de que mi tío me miraba por el retrovisor de una forma extraña.

Mi tío Roger era ingeniero de minas, su trabajo le exigía vivir en un pueblito alejado de la civilización durante 24 días seguidos, luego de los cuales tenía un descanso de 6 días continuos en los que él aprovechaba para visitar a sus amigos y en ocasiones se quedaba esos días en nuestra casa, había llegado la noche anterior y se quedaría el fin de semana.

– Entonces, siempre salen hoy en la noche tía – Roger llamaba tía a mi mamá a pesar de que el parentesco más apropiado sería prima.

– Si Roger, es el cumpleaños de un amigo de la universidad de Augusto –

– A entonces es solo una cena, regresan temprano seguro –

– Bueno es una cena con baile y tragos supongo que tan temprano no, pero sabes que a Augusto no le gusta desvelarse –

– Si, a menos que se pase de tragos y bueno ahí más bien ya no le gusta tener que despertarse –

– Jaja, ni que se le ocurra no ando de humor –

– Y tu javito, sales hoy en la noche con la novia seguro – Me pregunto mirándome por el retrovisor. No entendí porque hizo mención a la novia, debía se evidente para él después de lo que había visto que no tenía ninguna novia, ¿acaso se refería a Fernando? – No tío, no tengo planes hoy – la mirada extraña nuevamente con la lengua apoyada a un lado del labio superior. – a pues que bueno, entonces podemos acompañarnos un rato de la play antes de irnos a la cama, yo tampoco tengo planes para esta noche – me encogí de hombros sin darle mucha importancia.

Llegamos a la casa cerca de las 6 de la tarde, me metí a mi habitación, no podía sacarme de la cabeza el beso que me había dado Fernando, solo pensarlo me arrancaba una sonrisa, pero al instante recordaba que mi tío Roger nos había visto y se me helaba la sangre. No supe mucho mas de nada por algún tiempo, mi papá llegó un poco más tarde, paso por mi habitación y me saludo con un abrazo como era su costumbre, cerca de las 8 de la noche oí a mi mamá llamarme – Javi, Javi, hijo – salí de mi habitación y me asomé por la baranda del segundo piso.

– hijo ya nos vamos, acuérdate que tu tío Roger se queda en la casa, no he tenido tiempo de preparar nada, pídanse una pizza –

– sí mamá tranquila, yo me las arreglo, no tienes que preocuparte –

– esta bien hijo, cuídate –

– Esta bien chau a los dos, diviértanse – Roger salió de la cocina en ese momento

– Chau tía, chau primazo, diviértanse, yo me quedo aquí cuidando el fuerte –

– Gracias primo, te encargo al muchacho –

– Papá, no soy un niño, ¿de qué va que me encargues con mi tío? –

– Bueno, tampoco eres un adulto y va de que no quiero que andes saliendo sin haberme pedido permiso antes, que luego uno no sabe donde andas. Y tampoco quiero que me andes llenando la casa de gente –

– Tomo nota primo, vayan tranquilos –

Espere en el balcón hasta asegurarme que se habían ido y cuando me disponía a volver a mi habitación Roger me llamo

– Baja sobrino –

– Es que ando ocupado tío –

– Que bajes te digo caray, no empieces poniéndome de mal humor –

Baje las escaleras con parsimonia cuando llegue al primer piso lo encontré sentado en la sala – siéntate sobrino, vamos a conversar – me senté pensando que vendría una charla sobre la sexualidad, sobre el pecado en las relaciones entre hombres y tal pero mi tío tenía otras intenciones.

– Y de qué quieres conversar –

– Cuéntame, ¿Quién es ese chico?, ¿cómo se llama? –

– Tío, es solo un compañero de clases –

– ¿Cómo se llama?

– Fernando, lo que viste fue raro, lo sé, pero no es necesario todo esto –

– ¿Y desde cuando andas de su putita? –

– Tío, ya te dije que no fue nada, es la primera vez que pasa, estuvimos conversando y de la nada el me beso fue algo random, no sé qué decir –

– ¿Así le dicen ahora? ¿Algo random? Mira sobrino, a mi no me puedes mentir, yo vi como ese muchacho te tenía bien cogido de la cintura, y tu estabas bien entregadito a él. –

– Tío, que es la primera vez –

– Pues no es lo que pareció ¿que más han hecho? ¿Ya se la mamaste? ¿ya te la metió? –

– Que no tío, en serio no, esta ha sido la primera vez –

– Ya te creí –

– Bueno, cree lo que quieras yo solo no quiero que mis papas se enteren, ya sabes cómo son –

– Pues yo creo que si ha sido cosa de solo una vez y no pasa nada con el chico pues ¿no hay necesidad de mentirles no? –

– ¿de que viene esto? Me dijiste que no les contarías, que fue, ¿cambiaste de opinión así nada más? –

– Te dije que la idea era ayudarnos mutuamente y pues hasta ahora soy solo yo el que está colaborando –

– Bueno y que quieres que haga, en que necesitas ayuda –

– Pues la verdad ahora mismo me provoca una buena mamada –

– ¿Qué? Tío, te volviste loco, yo no voy a…- no me dejo terminar la frase

– Bueno tal vez prefieras ver la cara de tu papá muerto de decepción cuando sepa que su varoncito no es más que un maricón –

– Pero ya te dije que no soy maricón, lo de Fernando no fue…- nuevamente me interrumpió antes que termine de hablar

– Javito, bebe, no me interesa si fue tu primera vez o la nonagésima, si quieres mi boca cerrada abre la tuya y trágame le verga, eso para empezar, luego ya veremos –

– Le diré a mi papa lo que estás haciendo –

– Bien, si es lo que quieres así será – hizo ademán de pararse del mueble.

– No, no, esta bien, está bien, espera –

– Bien, buen chico, anda ponte de rodillas aquí delante de mí – mientras me decía esto se desabrochaba el pantalón – primero quítame los zapatos quiero estar cómodo mientras te follo esa boquita maricona – desate sus zapatos y se los quite uno a uno tirando ambos a un lado, – vamos sobrino atienda a su tío – me cogió de la nuca y estrelló mi cara contra su miembro que aún se encontraba dentro de su pantalón. – de haber sabido que te gustaban las vergas hubiéramos hecho esto hace tiempo, anda sácala – abrí su pantalón y le bajé el calzoncillo, dejando todo su miembro, incluido las bolas al descubierto. El pene de mi tío era como un plátano, algo doblado hacia arriba, tenía el glande y la base del mismo grosor, pero el cuerpo se hacía más grueso cuando llegaba a las bolas que se veían bastante grandes, estaba cubierta de una mata de pelo negra que le subía hasta la barriga también velluda. Me quede mirándola sin saber bien como empezar – ¿de veras nunca has tenido un pene en la boca mariquita?, ¿le va a tocar a tu tío enseñarte todo lo que necesitas para satisfacer a Fernandito? – me tomo de nuevo de la nuca y me halo hacia él, volteé la cara a un lado mientras mi tío me refregaba su miembro. Me tomo de atrás por el pelo y me dio un suave tirón – abre la boca y saca la lengua – obedecí y mi tío deposito su verga sobre mi lengua – ahora juega con tu lengua, lámemela por abajo, esooooo, asiiiii, lámeme bien el glande anda – pasé mi lengua por su glande – ooohhhhh, ohhhhhh que rica lenguita – instintivamente envolví su glande con mis labios y quise meterlo en mi boca pero mi tío me detuvo – espera perrita, espera, todo a su tiempo, sigue con las lamidas, ahora lámeme todo el tronco hasta las bolas – uffff, que bien, vamos, lámeme las bolas, primero una y luego la otra anda, eso, así métetela toda – oooooohhhhhh – me jalo de nuevo del cabello esta vez con un toque más de brusquedad, vuelve a lamerme el glande bebecito, anda, como te he enseñado, eso ummmmmmm, levanta tu carita, quiero ver cómo me la mamas – me jalo del pelo y me hizo que lo mirara mientras mi lengua jugaba con su glande – bien, ahora sí, empieza a metértela toda, anda – nuevamente envolví su glande con mis labios y se lo chupe mientras mi lengua dentro de mi boca seguía jugando con su frenillo – eso, así, así, uhmmmmmm que rico la mamas sobrino, sigue así, sigue así ohhhhhh – yo succionaba su glande sin dejar de mirarlo pues me tenía cogido de los pelos – ahora pon tus manos a la espalda y empieza a tragártela entera. Vas a metértela toda hasta que tengas mis bolas pegadas a la nariz – me la fui tragando toda no sin esfuerzo hasta que efectivamente mi nariz se pegó a sus bolas, tenía su glande encallado en mi garganta, mi tío apretaba mi cabeza para que no me la saque – aaaaaahhhhhh, que tal mamadon sobrino ahora te la sacas y te la metes todita hasta que me corra, vas a hacerlo muy rápido. No pares por nada del mundo, vamos empieza – empecé a ir de atrás hacia adelante comiéndome todo su miembro una y otra vez, – ohhhhhhh, ohhhhhhhh uhhhmmmmm – gemía mi tío mientras mi boca recorría su miembro desde el glande hasta el encuentro con sus bolas. – ooohhhhhh!!!!! Mierda, sigue, sigue, no pares, ¡¡¡¡no pares!!! – me cogió de la cabeza y empujando su miembro con la pelvis tomo el control de la mamada que se convirtió en una follada en literal – ¡¡¡¡AHHHH!!! – fue su último gemido antes de sacármela entera – saca la lengua – obedecí, saque la lengua y recibí los chorros de leche caliente en ella – trágatela perro, trágatela – me trague su leche con algo de asco – ahora límpiamela, me metí de nuevo su glande al aboca y se lo limpie por completo. – has dejado que caiga en el piso, recógela con la lengua – me agache y lamí el piso recogiendo los restos de la corrida que no pude tragarme.

– Ese fue un buen comienzo sobrino, toma, ve a la farmacia y compra dos cajas de condones –

– ¿Condones? Nunca he comprado condones, ¿para que quieres condones? –

– Para que va a ser sobrino, para no ensuciarme de mierda cuando te la meta al culo –

Continuara…

LOOKINGMAN