Mi primera borrachera y fue lo mejor del mundo

Siempre había llevado a los perjudicados por el alcohol a casa: «Niñera Oficial».

Sin embargo, el concierto fue la noche de mi transformación.

Había quedado con el grupo y me animé a chupitos. Una cosa llevó a otra y acabé en mi piso acompañada por un amigo.

Mala mezcla porqué nos echamos unas copas de vino junto con un porro.

Al no estar acostumbrada, tuve que salir a tomar el aire al balcón.

Un estado donde podía reír y sentirme como una mierda. No voy a suavizarlo, si hay que decirlo se dice: visité el señor roca llamando a úbeda.

Apróximadamente, cuatro veces.

Por fin, después de cepillarme los dientes y enjuarme la boca a conciencia pude tumbarme en la cama.

La proximidad, la conversación y el mal estado.

¿ Qué creéis, que no iba a pasar nada?

Los sentidos aún siguen latiendo, los espasmos necesitan ser apagados y no hay margen para la negación.

Somos instintos.

¿ O no?

La curiosidad fue que me importaba poco mi compañero, estaba inmersa en una nube donde me iba poniendo más y más desatada.

Porqué no podía ni quería abrir los ojos.

Mis pensamientos se iban haciendo más fuertes al igual que los besos más desesperados.

» Fóllame…..

Sí….

joder… vuelve más adicta.

Reviéntame»

Una canción que se repetía una y otra vez.

Apresándole con las piernas y mordiendo sin control, restregando las caderas para profundizar la tela de entre mis piernas contra su vara.

La fiera quiere salir a jugar, arañando la espalda.

Cada vez, me hundía demasiado en una fantasía con nombre.

Soltando mi ego y entregándome al placer.

» Lo he deseado tanto»

Es entonces cuando paras todo de golpe porqué esa persona no está aquí y a la que tienes debajo ha sido sólo una especie de consolador.

– ¿ Qué pasa?

– Es hora de acostarse. Es decir, a tu puta casa.

Prácticamente, me faltó pegarle una patada en el culo con dirección a la calle.

Deslizándome por la puerta hasta el suelo, reí a carcajada limpia.

Pocas personas habrían alzado el stop justo en lo mejor.

Habrían seguido sin importarles nada, salvo disfrutar de una intensidad donde en parte cumples tu deseo más oscuro.

No iba a perder el tiempo.

De rodillas, bajé el tanga y sonreí una vez más.

Completamente preparada.

Quiero que sea seco.

Duro.

Sin paradas.

Mirando al suelo, entré tres dedos y bombeé sin límite.

Tan profundo que pronuncié su nombre repetidamente hasta que llegué al esplendor del climax.

» Todos tenemos un objeto de deseo que lo libera nuestro inconsciente»

CREO QUE LO SABES…..

Y YO TAMBIÉN….

Ser sinceros, ¿ alguna vez habéis usado a alguien pensado que es otro/a?