Mi novio me ofrece para pagar un soborno y me fascino

Hola me llamo Alicia, tengo 29 años, soy de México y quiero empezar a compartirles unas aventuras que he tenido en mi vida sexual. Tengo una estatura de 1.65 unas tetas pequeñas pero redondas y un culito respingón pero firme, espero les gusten.

Hace dos años anduve con un chico de la ciudad de Puebla, era de familia acomodada así que el dinero no le faltaba, un día en la fiesta de una amiga, nos la pasamos tomando hasta llegar al punto donde se me empieza a calentar la cabeza y también la panocha, el obviamente se dió cuenta y me invitó a su casa, yo no le ví el problema mis padres sabían que iba a estar con mi amiga un par de días.

Me llevo en su camioneta, yo estaba muy caliente y mariada de tanto alcohol así que empecé a calentar la verga que me quería comer esa noche, me agache hacia su entre pierna y con mi boca empecé a bajarle el zipper, como buen hombre me facilito la tarea parando tremenda verga que se veía antes mis ojos, sin pensarlo empeze a pasar mi lengua por la cabeza de esa venosa verga, para seguir de arriba abajo, note que mi técnica no le gustaba del todo por qué me agarró de la nuca y me empujo hacia su verga provocando que me la tragara toda hasta llegar a sus peludos huevos, afortunadamente tenía práctica con mi garganta y pude aguantar unos minutos aquella verga cabezóna que se cargaba mi macho de ocasión, hasta que empecé a lagrimear de tan tremenda cabeza que albergaba mi garganta, me empecé a mover de arriba abajo sin sacarla de mi garganta para poder tomar algo de aire, pero a los pocos minutos con sus dos manos me empujo hacia el con tanta fuerza que podía saborear sus peludos huevos con toda mi lengua empezando a sentir su leche caliente recorrer mi garganta haciéndome tragarme toda sin posibilidad de desperdicio. Cuando me soltó la cabeza, poco a poco saque su verga de mi garganta para poder disfrutar de todo su grosor, aunque no estaba muy larga tenía un buen grosor y una cabezota que me hizo sentir en mi garganta todo el recorrido de aquella verga. Cuando me levanté para ver si ya habíamos llegado me di cuenta que estábamos detenidos en la orilla de un callejón y enfrente estaba una patrulla. Me dijo que no me preocupara que iba a ver qué querían. Desde mi lugar veía que platicaba con uno y por momentos volteaban a verme al poco rato bajo otro de la patrulla y se dirigio hacia la camioneta en donde veníamos, me pidió que me pasará para la parte de atrás que era amplia, el otro policía empezó a revisar la camioneta bajando los asientos haciendo más espacio, el primero en llegar subio al lado de mi y me empiezo a manosear

Policía 1 – Haber putita ya nos arreglamos con tu novio ¿vas aflojar las nalgas o los llevamos por provocar el accidente de haya atrás?

Yo – ¿no se de qué me está hablando? Suelteme!!!

Policía 1 – El pendejo de tu novio se pasó un alto y provoco un choque asi que mejor vete bajando la tanga que vas recibir verga doble está noche

Pensé que seguramente pudo haber sido en el momento que me tragué toda la verga y que por mi culpa tuvo que pasarse el alto.

No le dije nada, solo deje de resistirme y empecé a obedecer lo que me pedia

Policía 1 – así me gusta putita ahora levántate la falda y ponte en cuatro que quiero meterte ya la verga

Dentro había espacio y logro quedar a una altura comoda para poder meterme la verga de manera placentera, para su fortuna seguía mojada por la mamada que había dado y sin problemas me la dejo ir hasta el fondo, solo saque un pequeño gemido, puesto que no la tenía chiquita y bien que sentía la fuerza que empezaba agarrar con el ritmo de cada metida.

Policía 1 – así putita, me encanta como te vez con tu tanguita roja

La había elegido para que combinará con la falda por si alguien lograba ver me las nalgas. Me di cuenta que estaba desesperado y empezó a acelerar las metidas haciendo que se escuchará el choque de mis nalgas con su pelvis.

Yo – mmmmm

Policía 1 – ¿no que no querías putita?

No pude contener el orgasmo que me había sacado, me estaba empezando a calentar más.

Yo – aaaaaa

Policía – te vas a tragar la leche puta

De un tirón saco su verga, se puso enfrente de mi y me hizo tragarme su verga dejando toda la leche en mi boca, me ordeno que no me la tragara, saco su celular y me saco una foto donde mostraba toda su leche en mi boca, me hizo tragarme toda la leche y limpiar le la verga que había provocado el primer orgasmo de la noche. Ya me estaba volviendo a calentar con aquella verga, cuando me la saco de jalón escuchándose como si le hubieran quitado el corcho a una botella, empezaba acomodarme la falda y la tanga cuando apareció el otro policía y me ordeno que me acostara y abriera mis piernas.

Policía 2 – ahora sí vas a saber lo que es una buena verga

Alcance a ver qué la verga que se cargaba la tenía considerablemente larga y como era de esperarse mi conchita se mojó para recibir aquella verga. Al darse cuenta de lo mojada que estaba empezó con unas metidas verga fuertes pero pausadas, que hacían un ruido que de seguro se escuchaba en toda la calle. A los 15 minutos llegué a mi segundo orgasmo.

Yo – mmmmm

Policía 2 – tenía razón tu novio, eres una putita de las que aguantan

Me hizo agarrar mis piernas con mis manos y empezó acelerar las metidas de una manera frenética. Las metidas eran más fuertes sacándome el tercer orgasmo.

Yo – aaaaaa así! papi! así!

Policía 2 – ya voy acabar putita

Subió sus manos a la altura de mi cuello y empezó ahorcarme, entre más rápido me cogía más me ahorcaba. No podía creer que el echo de que me ahorcara me exitaba más sacandome otro orgasmo, que al sentirlo me empezó a empujar apoyando sus manos alrededor de mi cuello, llegando a faltarme el aire aumentando mis orgasmos teniendo una sensación de placer que inmediata mente se reflejo en mi panocha mojando toda esa larga verga provocando que al poco tiempo apretara más mi cuello y empezará a llenarme de aquella caliente leche que dejaba en el fondo de mi útero.

A los pocos minutos me saco su verga dejando un hilo de leche en el asiento, me la acerco a la cara y cuando me disponía a mamarla, me empezó a orinar, me orino toda la cara y mi ropa, no sabía que hacer solo me espere a que acabará con los ojos cerrados, después de un rato los abrí y ya no estaba, me asome para ver y Vi como los policías se reían y se subían a la patrulla.

Luis se regreso y me preguntó si estaba bien, le dije que si pero tenía que darme un baño por qué me habían orinado. Solo me volteo a ver y me dijo que ya estabamos cerca y que me llevaría a comprar algo de ropa.