Mi novio me cuida como si fuera su perra

Les confieso que casi no pude dormir. Esa noche recibí llamada de mi esposo y me preguntó sobre los asuntos del día, le conté que había estado por la estación de policía, y que podía estar tranquilo, porque la seguridad del barrio estaba reforzada. No entre en detalles por obvias razones que mis lectores entenderán. Luego estuve chateando con mi novio, al que le encanta que le envíe fotos sobre todo de mi culo, de mis tetas y de mis pies de los cuales está obsesionado. Pero la causa de mi trasnocho era la emoción de despertarme a arreglarme para atender la visita que me había prometido mi Teniente seductor.

Había dormido con unos calzones cacheteros, que se me quedan marcados en mi culo el cual como les he relatado, es grande y el motivo de atracción que vuelve loquito a más de uno. Despache a mi hija para la universidad y me puse rápidamente a hacer aseo y tender las camas, esperando que el Teniente cumpliera su promesa de ir a visitarme. Soñaba con ese encuentro que me tenía nerviosa y me hacia dar corrientazos en mi vagina peludita. Y es que esta peluda, no por mi edad ni por costumbres de señora madura, sino por sobre todo porque a mi novio le encantan esas cosas, que tenga el chocho como una selva, que mis pies le huelan rico y que me ponga sudorosa y dispuesta, y la verdad a mi marido no le disgusta eso, claro que a veces los sorprendo afeitándome para quedar virginal y que disfruten como su fuera una nueva hembra ansiosa que se estuvieran gozando. Pero lo que más les gusta, es un secreto que solo ellos dos conocen y que me muero para que el tombo descubra cuando goce mi sexualidad completa. Ese secreto es que cuando me derramo, me sale semen. Me dicen ellos que eso es raro, tener una mujer como yo, que le salga Líquido viscoso cuando llega al climax, y que eso los pone locos, porque los hace sentir muy machos y el olor que tiene es a puta arrecha que los motiva para no irse de mi cama sino que les gusta huntarse y motivarse nuevamente para arrancar nuevos polvos a su hembra cuando está en celo.
Como les decía, mi vagina ya estaba dispuesta y motivada para atender a mi Teniente, así que procedí a bañarme muy bien, para dejar una buena impresión y porque deseaba que me volviera a besar mi cuquita con la misma maestría que mostró en la estación de policía, y por que no, de pronto también le da por meter lengua en mi orto, cosa que también me gusta pero cuando lo saben hacer de lo cual el experto es mi novio que me hace el beso negro como los dioses.
Más demoré en salir del baño a que tocaran a mi puerta, pero alcancé a ponerme un vestido corto sin calzones y sin brassier. Abro la puerta y es el Teniente vestido de civil. Me saluda y lo dejo entrar.

-Señora Esther, esta sola?

—Si amor, entre que no hay problema, estoy sola y mi esposo está de viaje. Espere cierro las cortinas para estar más íntimos.

Cuando estoy cerrando las cortinas, me abraza por detrás y me besa la espalda con esos labios frescos y jugosos que me ponen caliente y dispuesta. Me da la vuelta y me besa apasionadamente metiéndome la lengua en la boca y mordiéndome los labios. Y me abraza sobandome las tetas y cogiéndome el pezon que lo tengo bien parado.

-Señora Esther, me encanta Sentir su cuerpo y cogerle este culo inmenso, quiero comermela toda, Quiero gozármela.

—Si, pero quiero que me haga lo que yo le diga, que me deje enseñarle a hacer feliz a una hembra como yo, ayer ud me dejó iniciada y me hace falta sacar esta gana de mi cuerpo.

-Ayer no me pude aguantar, es el efecto de sus curvas y su calentura, es que no va había probado una mujer como usted, tan buena y tan arrechona, mi mujer se la pasa haciendo dietas y últimamente no me atiende como yo quiero, por eso no me pude aguantar.

—Bueno, déjese guiar y le voy a dar lo que desea.

En Ese momento hago que se acueste en el sofá y le ordeno que se quite la ropa mientras le bailo sensualmente y me acaricio a mi misma, apretándome las tetas y sobandome mI culo. Lo que. El me arrecha aún más, porque por fin puedo disfrutar de su cuerpo atlético desnudo, sus pectorales torneados, El color de su piel y esa verga parada que tiene el tamaño justo para mi placer. Mientras le bailo, empieza a pajearse delante mío y ante ese espectáculo, me subo el vestido y lo muestro mi chocha peluda y mojada. Viendo ese vergo de cabeza roja, le digo que siga pateándose, pero que se controle, que no lo soñé ten rápido y que no lo aprete, que lo ordeñe despacio.

Me acerco y con el vestido arriba, le pongo a oler mi vagina, el no se aguanta y estira la lengua hasta que encuentra mi clitoris y es donde me dejó hacer una mamada. Me lo está haciendo muy rico, me hace gozar y me aprovecho de ver a este tombo tumbado a mi merced. Le ordeno que se arrodille, que siga mamando, mientras me doy la vuelta y lo obligo a olerme el ano, el tales como le dicen de cariño. Con esa lengua que tiene mi tombo me empieza a urgar el orto y lo chupa como si fuera mis labios, saca la lengua y la mete dentro de mi ano, del que probablemente sale un sabor amargo que solo los que han probado sabe como es. Allí lo tengo, dominado a las órdenes de esta perra arrecha que se lo va a montar como una desesperada.

Ya tengo mi chocha bien mojada y quiero que me lo meta. El entiende mi deseo y se pone de pie y de un solo movimiento, como si no pudiera aguantarse más, me desviste y se pega del pezon de mi teta. Allí cerca de su boca, que le huele a miados y orto me pego de mi otra treta y siento que esa sensación me derrumba, le pido otra vez que me lo meta, que me lo metas como puta arrecha. Que me haga su perra, que me muela a cabezazos de verga.

Me coge del pelo y me obliga a sentarme, me da látigos con su verga, haciéndome gozar del dolor en mi cara. Me agacha y me ordena que empine el culo, y luego se pone a jugar con la cabeza roja de ese vergo en la entrada de la vagina. Le ruego que me lo meta, que deje de ser tan hijueputa, que me lo hunda por favor. Me le corro de a poquitos para atrás, pero el muy carbron deja que le verga se hunte de mis jugos y me la resbala entre las nalgas. No me aguanto más, así agachada como estoy con el culo en pompa, me empiezo a sobar mi clitoris y me pajeo, pero el se da cuenta y se emputa. Me quita la mano de .un envion. Le pido nuevamente verga y como si me cumpliera un sueño, me la hunde hasta el fondo.

Siento que me voy a morir del placer, este pendejo ya está controlado y empieza a darme como la perra arrecha que soy. Se agarra de mi cabello y cabalga sobre mi culo, metiéndolo todo y sacándolo todo, y me da duro. Estoy en pleno goce, y me da palmadas, me dice que soy su puta, que nunca se había comido a una cucha tan doble perra, que no le importaba si se derramaba y me preñaba, que me iba a comer como se le diera la gana.

Le pido que me deje voltear y mi macho me da permiso, entonces le ruego que se siente en una silla que disfruto también con mi marido cuando no está viajando. Allí sentado domina el panorama el vergo de mi tombo lleno de venas hinchadas y huntado de mi moco. Me le aproximo y me le siento y empiezo a bambolearme, haciendo que me penetre toda, me como ese chimbo parado hasta la empuñadura y me muevo encima suyo, apretando el clitoris don su pelvis. El se agarra de mi culo para ayudarme en ese movimiento y el atrevido me recorre el culo y me mete un dedo en el ano, sin pedir permiso el cabron.

En esa posición, ocurre lo más lindo de ser puta, gozar a un macho hasta el orgasmo, ver como los dos al tiempo llegamos al mayor grado de excitacion, y justo cuando esta haciendo cara de pendejo degollado y la respiración se le corta, le doy mi orgasmo hecho en forma de semen. El no se aguanta de placer, al ver como me sale de la vagina un chorro amarillo claro con olor más fuerte que los miados. En ese momento mi tombo También suelta su leche caliente, que se choca con mi derramada y juntos gritamos de placer, abrazados en un mar de leche y olores que nos deja casi muertos. Nos dormimos abrazados en una siestecita de unos 15 minutos con nuestros sexos pegados juntándose.

Me despierta la sensación de ser culiada y es que mi macho se ha empalmado otra vez Y me está violando. No me he dado cuenta, pero el muy re cabron me tiene boca arriba y esta gozándome nuevamente. Me excito de pensar que me Viola quien me debería cuidar y nuevamente empiezo a lubricar. Me hace un misionero rápido, profundo y salvaje. Yo le abro las piernas, agarrándome de mis rodillas y me entrego a ese placer. El rebota encima mío y me saca el aire, haciéndome bajar como vaca. Hasta que me saca de nuevo un polvo tan espectacular, que se me derraman lagrimitas de placer por mis mejillas. El muy perro también se quiere venir, pero esta vez no me deja la leche adentro, sino que lo saca en el momento justo y me hace abrir mi boca, para dejarme la leche dentro mío, pero en el agujero de arriba. Me gozo la leche, la dejo un rato en mi boca y me la trago, chupando,e el vergo para dejárselo limpio como debe hacerlo una puta como yo.

Descansamos, nos besamos y el me dice que me quiere. Yo le digo que es muy pronto para esas sensaciones, que el es muy joven y que una cosa es el placer de gozar los dos juntos que le produzca esas lindas vibras, pero otra muy diferente tener sentimientos. Además le recuerdo que soy casada.

El se pone tierno, descansa un rato en mi regazo y luego se me aparta y empieza a vestirse. Le ofrezco mi ducha para que se bañe, pero la rechaza diciendo que quiere llevar mi olor en su cuerpo y que le duele irse, pero que se ilusiona con la esperanza de verme otra vez.