Mi amigo se convierte en el amante de mi madre

No estoy muy seguro de como es que deje que las cosas sucedieran, supongo fue el morbo por ver mi fantasía realizada, pero también Ana mi madre tuvo mucho que ver y es que no puedo creer que se dejara hacer tantas cosas, pocas veces dijo que no y por el contrario, siempre estaba dispuesta y hasta podría decir que deseosa.

todo comenzó cuando mi amigo rene me acompaño a recoger a ana al gym, ese día llegamos unos veinte minutos antes de que su clase terminará, así que entramos y nos fuimos directo a la sala donde ana debería de estar, el lugar estaba lleno de hombres musculosos y chicas de joviales cuerpos que solo admiraban su silueta frente a grandes espejos, provocando las lascivas mirada de los hombres,

– vaya Arturo, que bueno que te acompañe, mira todas esas hembras, la verdad es que algunas parecen teiboleras,

rene tenia razón, aquel lugar parecía una pasarela de nalgas, piernas y senos, era un verdadero paraíso y rene claro no desaprovecho la oportunidad para deleitarse la pupila,

– solo ver a tanta mujer se me pone la verga bien dura, pero bueno, vamos a donde esta tu madre, si no voy a terminar chorreando el pantalón,

caminamos hasta la sala de aeróbicos donde estaba mi madre y hay estaba, charlando muy animadamente con algunas de sus amigas. Claro, rene al verla de inmediato comenzó con sus comentarios calientes,

– wowow…¿pero ese monumento que esta ahí es tu madre?

– si, pero baja la voz que te van a escuchar,

– pero es que es imposible, si esta bien buena, mira esas nalgotas que tiene y esas piernas, y ni que decir de sus boobies, no es un monumento es una diosa,

rene tenia razón, Ana a sus casi cincuenta años era una mujer con un cuerpo bastante llamativo, era la envidia de muchas mujeres y el deseo de varios hombres y se veía mejor con los leggins que llevaba, ya que remarcaban perfectamente sus nalgas, así que le dije a rene,

– ven, vamos a sentarnos a esperarla

nos fuimos hacia unas bancas que estaban frente a la sala donde estaba ella y rene seguía contemplándola y la verdad es que yo también, ya que con cada salto que daba sus nalgas le brincaban que daba gusto, hasta que después de algunos minutos mas termino su clase y después de despedirse, llego hasta donde estábamos,

– cesar, que bueno que pudiste venir por mi y veo que estas acompañado,

– si ana, te presento a rene,

Rene mostrando su mejor sonrisa y su cara de muchacho decente saludo a mi madre.

– señora ana, buenas tardes, gusto en conocerla, le comentaba a su hijo que me interesaría venir al gimnasio,

– en serio, eso suena genial, fíjate que ahorita hay unas promociones, si te decides en unos días podremos pagar una membresía y venir los dos, ven, vamos a la recepción

que inocente era mi madre, el caliente de rene la estaba desnudando con la mirada y ella prácticamente se estaba entregando a el, comenzamos a caminar hasta que llegamos a la entrada y ana se puso a explicarle a rene algunas cosas que había en una pizarra y claro el cabron aprovechaba para recorrer discretamente el cuerpo de mi madre cada vez que podía,

– suena muy interesante todo eso ana, la verdad es que si me estoy animando,

– píenselo un poco en lo que voy a cambiarme,

ana dio media vuelta y se fue hacia los casilleros y de inmediato rene me comenzó a decir,

– caray hermano, tu madre esta bien sabrosa, déjame intentar acercarme mas a ella, si, por favor, déjame hacerle mas platica,

la idea de rene no era tan mala, en ese momento no pensé que ella fuera a interesarse por el, así que le dije que podía hacerlo,

– OK, pero si te da un revés te aguantas,

– si mi hermano, no te preocupes,

rene comenzó a babosear en la pizarra hasta que ana volvió

– que dices rene, ¿te animas?

– claro que si señora ana,

– no me digas señora que me siento vieja,

que inocente se estaba viendo ana, rene la estaba desnudando con la mirada y ella ni por enterada, abordamos el auto y el resto del camino ella se la paso platicándole a rene de todas las promociones del gimnasio, de sus rutinas que hacia y rene claro usando su mejor labia y poniendo su cara de mustio, trataba de seguirle la corriente, cuando llegamos a casa rene estaba por despedirse, pero ana de nuevo mostró su inocencia y le dijo

– no te vayas a ir rene, te quedas a cenar

claro que rene acepto de inmediato, el muy cabron quería seguir morboseando a mi madre,

– claro que si ana,

– bien, entonces dejen meterme a bañar y en cuanto salga calentamos la cena,

– claro que si señora ana, perdón ana,

– bueno, no tardo

nos fuimos a mi cuarto y en cuanto mi madre se metió a la regadera rene comenzó a decirme

– tu madre quiere macho, de eso puedo estar seguro,

– calla hombre, que te va a escuchar,

– no te has dado cuenta, tu madre se muere por una verga grande y gorda, déjame darle lo que busca, vamos, no seas egoísta

en eso tenia razón rene, mi madre llevaba varios meses sin novio o alguna relación y era obvio, una mujer como ella necesitaba satisfacerse y la verdad la idea a mi no me molestaba, por el contrario, sinceramente me calentaba bastante,

– bueno, pero ya te dije, si te da un revés no respondo,

– gracias mi hermano, veraz que hasta te va a gustar,

encendimos la consola y nos pusimos a jugar y después de un rato, escuche que ana salía de la regadera y cuando paso por mi cuarto escuche que nos dijo,

– no tardo muchachos, podrían ir acomodando la mesa por favor

ambos contestamos que si y cuando íbamos a bajar las escaleras rene me dijo,

– déjame entrar al baño ahorita te alcanzo

– OK,

baje al comedor y estaba sacando los platos cuando mi celular comenzó a sonar, lo saque y era un mensaje de whatsapp de rene,

– mira lo que tu madre usa para el gimnasio

el mensaje venia con una foto que después de descargarla, me di cuenta que era una tanga de mi madre, ella la había dejado en el baño y ahora rene la tenia en sus manos,

– déjala donde esta, se va a dar cuenta

– tranquilo, mejor disfrútala como yo lo estoy haciendo,

acerque mas la imagen y comencé a verla detenidamente, la delicada prenda era de color rosa y de una tela muy transparente, era tan pequeña que comencé a imaginar como esa diminuta prenda podía cubrir las hermosas nalgas de mi madre, no lo creía, mi madre usando esas prendas, a los pocos segundos recibí otra foto, era igual de la tanga de mi madre, pero ahora rene había enfocado justo la parte de en medio, la parte que cubre la vagina de mi madre,

– quiero que mires esa foto bien de cerca,

acerque la foto y me di cuenta que había algunos bellos cúbicos muy cortitos enredados en la tela,

– se ve que tu madre lleva su concha bien depilada…jajajajaja

tenia razón, ana llevaba su concha bien depilada, a los pocos segundos escuche a ana bajar las escaleras, guarde rápidamente el celular y continué acomodando los platos, ana al ver la mesa casi lista exclamo,

– que bien que ya esta todo listo, solo déjame calentar el guisado y comemos,

cuando voltee a ver a ana me quede aun mas sorprendido, se había puesto un pequeño short blanco que dejaba ver perfectamente sus sabrosas piernas, pero no solo eso, era de una tela muy transparente y se podía ver que se había puesto una tanga tan diminuta como la que rene había encontrado en el baño y de arriba se había puesto una playerita de tirantes que también dejaba ver la tela negra de su brasiere, pero que le pasaba a ana, tal vez la charla con rene la había puesto algo cachonda, pero trate de esconder mi asombro y cuando estaba terminando de llevar los cubiertos ana me pregunto,

– ¿donde esta rene?

– esta en el baño

– que bien que se quedo a cenar,

– si claro,

ana comenzó a calentar el guisado y yo me fui a sentar y le mande otro mensaje a rene.

– ya baja, ana te esta esperando,

– espera un momento,

rene mando otra foto, pero ahora mostraba la delicada prenda de ana enredada en su verga,

– ¿pero que estás haciendo?

– crees que ana se de cuenta si me llevo su tanga…jajajaja

– claro que si, ya déjala

continué viendo las fotos y la verdad comencé a tener una erección, ni siquiera yo me había atrevido a hacer lo que rene estaba haciendo, lo mas que había llegado era a llevarlas a mi rostro y olerlas un poco, pero de eso, a restregar mi verga, jamás, y además que no cabía en mi cabeza, como ana llevaba esas prendas al gimnasio y peor aun, salir a la calle usándolas, guarde de nuevo el celular y rene ya estaba bajando las escaleras, ana al verlo de inmediato le dijo,

– vamos rene, ya siéntate,

– gracias ana,

cuando rene se sentó me miro unos instantes y me guiño un ojo, el cabron seguramente se había masturbado con la tanga de ana, o peor aun, la llevaba enredada en su verga, cuando al fin estuvimos los tres sentados rene de inmediato clavo su mirada en los pechos de ana y es que la verdad s ele veían grandes y firmes y sus pezones resaltaban un poco, pero después de unos instantes rene trato de disimular, y ambos comenzaron a charlar

– tengo un hambre tremenda, esa rutina que hice hoy me dejo agotada,

– si ana, es que esos ejercicios son agotadores,

– ni que lo digas

de nuevo rene estaba tocando el tema del ejercicio, el cabron sabia muy bien por donde llegarle y a mi madre le estaba gustando, parecía que no habría marcha atrás,

Continuara….