Me invitaron a la boda de mis amigos… mi ex también estaba invitado

Nunca pensé que nos encontraríamos en su boda. Había olvidado por completo que eran amigos tuyos también. De hecho tú me los presentaste años atrás, cuando ellos eran novios, y nosotros también.

La diferencia fue que ellos se casaron, y tú y yo nos convertimos en ex

A pesar de todo mi amistad con ellos continuó y ahora, el día de su boda, mientras entraba a la recepción, como cosa del destino, tu mirada era con la primera que me topaba

De inmediato sentí ese calor familiar que provocas en mí, tanto que sin darme cuenta apreté la mano de mi acompañante

– Todo bien?

– Si, claro. Solo encontremos nuestro lugar

Y como si el Universo se empeñara en torturarme mi silla estaba justo a espaldas de la tuya, y de la mujer que te acompañaba

Podía sentir tu respiración, escuchar tu voz encendía en mi una chispa de deseo conforme iban pasando las horas. Era un maldito y delicioso infierno tenerte tan cerca sin poder tocarte

Mi cita se acercaba a mi oído y susurraba palabras dulces, pero lo único que deseaba era que tu boca me dijera cosas sucias

Ya no aguanté más y me disculpe diciendo que iba al tocador un momento

Salí con paso apresurado y entré al baño. Me recargué en los lavabos y cerré mis ojos tratando de controlar mi respiración.

Escuché la puerta abrirse, pero no quise voltear, necesitaba relajarme antes de volver

De pronto sentí a alguien apretarse junto a mi al tiempo que escuchaba una voz conocida -«Sabes muy bien que me encanta que te vistas de rojo, que me excita verte en esos vestidos de tirantes tan delgados que resbalan x tus hombros. Acabo de ponerle seguro a la puerta, así que aprovechemos bien el tiempo antes de que alguien venga»

Me sobresalté y al mismo tiempo mi corazón saltó de emoción al saber que eras tú, que sin que me diera cuenta me habías seguido

– «Que tanto te dice el tipo con el que vienes? Te acuestas con él? Sabe lo que te gustaba que yo te hiciera? Te apuesto que no te hace gritar como yo. Lástima que vas a tener que estar calladita, pero yo sé que por dentro vas a gemir sin parar»

Y mientras decías todas esas cosas en mi oído me aplastabas contra la barra de mármol recorriendo mi cuerpo con tus manos

Empezaste a besar y mordisquear mi oreja, mi cuello, a bajar a mis hombros mientras tus manos tomaban mis pechos y los apretaban con una desesperacion

Aprovechaste el escote de mi espalda para recorrer ese espacio con tu boca

De pronto te agachaste y metiste tus manos bajo mi vestido, jalando mi ropa interior hasta mis pies

– «Quítatela!» Y yo como siempre no lo dudé, y te obedecí

La pusiste en tu bolsillo riéndote y subiste mi vestido. Tus manos estrujaban mis nalgas

– «Mira que mojada estás! Se ve q te encanta ser una niña Sucia conmigo»

Empezaste a pasar tu dedo x mis labios y sentía como me mojaba más y más

– «Ya se lo q quieres, te conozco muy bien. Anda, dímelo y te lo doy»

Yo no podía ni hablar, mucho menos pensar. Echaba mi cabeza hacia atrás del placer q sentía

Entre suspiros alcancé a suplicar

– «Mete tu dedo!! POR FAVOR!!»

Y tú tan complaciente no sólo metiste uno, sino dos. Me sentía morir mientras los movías rápidamente como tratando de encontrar un tesoro, que descubriste varios minutos después mientras llegaba un orgasmo

– «Recuerda que no puedes gritar!!»

Tuve que aguantar las ganas de decir tu nombre a todo pulmón

– «Ahora, voy a hacer lo que me gusta a mi»

Me inclinaste por completo sobre los lavabos, levantaste mi vestido y no cabía de emoción al escuchar como desabrochabas tu cinturón y bajabas tu cierre

– «Que ganas tenía de cogerte!!»- Y así sin más metiste tú pene de un solo golpe

Empezaste a darme unas embestidas tan Fuertes que sentía como se encajaba la barra en mi estómago

– «Y no me voy a quedar con las ganas de hacer otra cosa»

Me diste un par de nalgadas tan Fuertes que sentía como ardía mi piel y eso me calentaba mucho más

– «No voy a durar mucho porque desde que vi que entraste estoy tan duro que tenía ganas de aventarte sobre la mesa y cogerte ahí mismo»

Aumentaste el ritmo y sentí uno de tus dedos acariciar mi ano suavemente

Mi orgasmo llegó de nuevo, fuerte y violento, como el tuyo cuando explotaste dentro de mi

– «Me vuelves loco y sé q yo a ti también… Está no va a ser nuestra última vez, te lo prometo»- dijiste mientras te acomodabas el pantalón y me dabas la vuelta para besarme intensamente.

Bajaste mis tirantes y el frente de mi vestido

– «No me voy a ir sin probarte, y me la pusiste más fácil porque no traes bra»

Te comiste mis pechos uno a uno, mientras tu boca jugaba con un pezon tus manos amasaban el otro sin parar y cambiabas de uno a otro. Me mordías, me chupabas y yo jalaba tu cabello conteniendo los gritos que me provocabas

– «Estoy tan duro otra vez que podría metertelo de nuevo… pero ya tardamos mucho en regresar. Lo dejaremos para otra ocasión, ya la próxima vez será tu turno de chupar»

Acomodaste mi vestido, tiernamente subiste mis tirantes y acariciaste mis hombros, mi cara y mis labios con tus dedos, los mismos dedos que minutos antes le daban placer a mi vagina

Me diste un dulce beso en la orilla de los labios

Quitaste el seguro y saliste sin más

Rápidamente limpié tu semen que escurría por mis piernas y me di cuenta que te habías llevado mi ropa interior, tú tan cabrón como siempre!

Pinté de nuevo mis labios, acomodé mi cabello lo mejor que pude, tome aire y valor y regresé a la mesa

– «Tardaste mucho»

– «Si, perdón. Es que me encontré con una amistad en el baño y bueno, aproveche para recordar viejos tiempos»

Pude escuchar tu risa ligera y cínica a mis espaldas y tmb sonreí

Definitivamente no sería la última vez

Espero que les guste!

Después de años de solo leer, me animé a publicar algo para ustedes.

Si es de su agrado, prometo escribir más 😉