Ella me estaba esperando nerviosa, mi cuñada deseaba sexo y yo tambien

Esa hermosura de culito se deglutía mi verga centímetro a centímetro  ella hizo presión para atrás con las nalgas, y se la enterré hasta los testículos, al final dejó de forcejear, estuve como 20 minutos dándole por el culo, no se la saqué nunca desde el primer empujón, mis dedos no dejaban de acariciar su clítoris, se corrió dos veces en mi mano, no daba más y  me volví a venir en su culazo.


Hola amigos, les escribe un lector asiduo de esta página de relatos, siempre quise contar una de mis experiencias, tengo muchas pero me animé en contar esta por que  acaba de pasarme, los hechos son 100% reales, no mencionaré nombres por obvias razones, allí les va.
Me casé con una mujer muy hermosa, actualmente tengo 31 años y mi esposa 28, tiene todo lo que se necesita en una mujer, buen culo, ricas tetas, un coño fenomenal, siempre he tenido aventuras, pero nunca pensé que me cogería a su hermana, sí ¡a mi cuñada!, que por cierto tiene todo lo que tiene su hermana, pero con más experiencia… ella también es casada.

Estaba un día trabajando cuando me llama mi cuñadita preguntando por su hermana, pero no estaba, entonces me dijo: -Te voy a contar algo, pero no le comentes a mi hermana, yo sin pensar nada malo le dije, -Vamos dime que  soy una tumba, no me lo soltó, me dijo que  mejor no, por que  iba a meter la pata y me colgó.

Me dejó con la intriga, así que  le volví a marcar al móvil, y le volví a preguntar, ella me dijo que  había tenido un sueño mojado conmigo, ¡me quedé pasmado!, y me dije, es mi oportunidad, entonces quedamos en que  vendría a contármelo.

A todo esto trabajo en mi casa, atiendo un pequeño negocio que  tengo en el segundo piso, por que el primero lo habitamos,  el caso es que  llegó, subió al segundo piso y me  empezó a contar, me dijo que le había hecho el amor de todas las formas, y que  estuvo bueno el sueño, fue cuando le dije que no me siguiera contando, por que  ya me estaba poniendo cachondo, a lo que ella me preguntó: – ¿Y que puedo hacer para ayudarte?, fue cuando le dije que  entrara al baño ya que allí afuera en mi negocio nos podían encontrar.

Mi cuñada fue al baño, ella al principio no quería por que  mi esposa estaba en el primer piso, pero la convencí de que no sabía que ella estaba allí, al final se fue al baño, cerré con llave el negocio del segundo piso y fui también yo al baño.

Ella me estaba esperando nerviosa ya que por la parte de atrás se puede subir al segundo piso también, pero nada importaba, ya habíamos dado el primer paso, le bajé el pantalón quedando un culo espectacular al frente mío, igual de hermoso que el de su hermana, las dos tienen una cola maravillosa, saqué mi pene y de una se lo incrusté en su conchita mojadita.

La tenía húmeda y muy caliente, empecé un mete y saca desesperado, yo le decía cosas como, -Que rico es comerse a la cuñada, ¿Te gusta que te coja tu cuñadito?, -Que buen culo tienes cuñada. Ella solo cerraba los ojos y gemía muy despacito…

No duré mucho pues el morbo era espectacular, fueron los 5 minutos más largos de mi vida, terminé dentro de ella y al final tuve que  salir corriendo por que  tocaron la puerta del negocio, habían llegado clientes, así todo tembloroso, con los nervios de punta tuve que  atender, ella salió normal, ya que las personas que  llegaron sabían que  era mi cuñada, por eso no sospecharon nada.

Luego mi esposa subió y la encontró, le dijimos que  ella habia llegado recién, mi esposa salió a hacer unas compras al centro de la ciudad, mi cuñada me dijo que  la había dejado con las ganas y mucho más caliente que cuando vino, así que  cerré, bajamos al primer piso y la metí en mi cama, la desnudé, yo estaba desesperado, no podia creerlo, me estaba tirando a mi cuñada, nunca hubiese pensado tirármela, pero allí la tenía, desnuda en mi cama.

La puse boca abajo, pues quería contemplar ese rico culo que  nuevamente me iba a comer, le sobé el pene en su rajita que seguía muy húmeda y de un solo empujón se lo metí, ella se quejaba a todas las ganas que tenía, no decía nada solo se quejaba muy rico, yo le decía que así le gustaba a su hermana, que hermoso culo tienen las hermanitas, cuñada, -¿Te gusta que te esté cogiendo tu cuñadito? y cosas así.

Al final volví a terminar en su coñito mojadísimo, le dije que  el culo lo tenía apretado, me respondió que  nunca le habían dado por allí, entonces se me volvió a parar, y le dije que  me dejara tocarla por encima, me dijo que  ni pensar, que  por allí me la iba a coger, yo pensaba, a quien le vas a decir una vez que la tengas adentro, fue cuando empecé a jugar con su ano, le comencé a restregar el pene.

Ella estaba nerviosa, me decía que  no, poco a poco fui haciendo presión con mi pene, se lo paseaba por todo el ano, de a poco, cuando no estaba haciendo presión y se empezaba a relajar, se lo metí lentamente, vi como esa hermosura de culito se deglutía mi verga centímetro a centímetro  ella hizo presión para atrás con las nalgas, y se la enterré hasta los testículos, cosa que me produjo un placer espectacular, empezó a quejarse diciendo que  me saliera, que  le dolía mucho.

Ni pensar que  me saldría de ese culito tan estrecho, al final dejó de forcejear, y se puso tranquila, estuve como 20 minutos dándole por el culo, no se la saqué nunca desde el primer empujón, mis dedos no dejaban de acariciar su clítoris, se corrió dos veces en mi mano, no daba más y  me volví a venir en su culazo.

Cuando saqué mi pene chorreante de semen le vi el ojete abierto botando semen, ella roja como un tomate encima de mi cama, mirándome con el culo roto y sangrando, y con una cara de felicidad inigualable, fue una fotografía para mi mente que lo recuerda siempre.

Ahora viene siempre a darme una rápida mamada al segundo piso, alternada con una muy buena sesión de dedos en su húmeda conchita, nos corremos los dos… aun no me la he tirado como debe ser, pero hemos quedado en salir un día a un hotel y darnos una buena corrida los dos, estamos trabajando en eso…