Me dejo hacer el culo y lo que sea por dinero

A partir de mañana empezará mi nuevo oficio, el oficio más antiguo del mundo ciertamente, pero al fin y al cabo es un oficio, y será la principal forma de ganar dinero para alimentarse y pagar el alquiler. Les voy a ser sinceros, tengo mucho miedo de lo que pueda pasar, aunque en teoría es relativamente fácil, solo es ir ahi, desnudarme, lamerle la polla al cliente y luego poner el culo para que me lo rellene de leche.

Mi casero Raúl es el encargado de conseguir clientes, me comentó que en el hotel que dirige la mayoría son hombres solitarios con las bolas llenas, esperando el hueco más cercano para descargar todas sus ganas.

Raúl se llevaría una gran parte, la cual incluye la renta por el depa y un bono para que me alimente. Y a mi me daria una pequeña porción. Empiezo a trabajar mañana en la tarde, estoy muy nervioso.

En el depa del costado vive Don Wilfredo, es un abuelito que vive solo, hasta donde sé no tiene familia conocida, ese abuelito casi siempre me invita los desayunos y almuerzos, es un amor de persona. Me llena de alegría poder verle y pasar tiempo con el.

Amanece y escucho que alguien toca a la puerta, es el señor Wilfredo, es una grata sorpresa, quiere invitarme el desayuno, no le podría decir que no. Me invita a pasar a su casa y tiene toda una mesa preparada con pan dulce, café y fruta. Sin embargo, por más que esté feliz por ello, aun sigo muy nervioso y cabizbajo por lo que empezaré a hacer el dia de mañana, esto lo pudo notar Don Wilfredo.

qué te ocurre hijo ?…pregunta don Wilfredo

No pasa nada Don Wlifredo…le respondí

Hijo…puedes contarme, tu y yo nos llevamos de maravilla

Señor Wilfredo me avergüenza mucho

Vamos chico, quiero ayudarte si es posible, no me gusta verte triste

A partir de mañana empezaré a prostituirme para ganar dinero para pagar el alquiler, no es algo de lo que me sienta especialmente orgulloso, pero es el único medio que me queda.

Ay mi niño (lo abraza), estás seguro que quieres hacerlo…

me encanta el sexo, ay que verguenza decirlo así lo siento

No pasa nada mi chico, esta bien…

Don Wilfredo ese dia se porto muy comprensivo conmigo, me abrazaba, me besaba en la mejilla además me dio muchos consejos para mantener mi higiene y cuidarme en mi trabajo, esto era lo que realmente necesitaba, un alma cariñosa que me acompañe en estos momentos.

Esa misma noche me quedé a dormir en casa de Don Wilfredo, él tenía puesto un pijama largo, yo una camiseta corta y unos shorts aún más cortos. Don Wilfredo y yo íbamos a dormir en la misma cama. Luego de desearme buenas noches nos acostamos, pasó un breve momento y me parecio que habia algo raro, volteo a ver a don Wilfredo y este estaba cerrando los ojos con fuerza, no entendí por qué hasta que baje un poco más la mirada y vi una montaña entre las sábanas, el pene de Don Wilfredo estaba completamente erecto.

Chico por favor no mires, lo siento mucho te juro que no pude controlarlo

Don Wilfredo no se preocupe, es mi culpa por vestir unos pantaloncitos tan cortos, casi que se me ve la raja del culo

No se me había parado tanto en muchos años, pero ahora lo único que quiero es que baje.

Yo le puedo ayudar si usted lo desea Don Wilfredo.

No por favor, seria mucho pedirte considerando tu situación

Practicaré con usted Don Wilfredo…

El viejo ya tenia la polla bien erecta, sujeto ese tronco peludo y lo masajeo lentamente, de arriba a abajo para tranquilizar al pobre señor, le echo un poco de saliva para que resbale y para que se sienta mejor, el viejo gime en voz baja. Masajeo su enorme polla madura pero solo parece endurecerse más, me coloco en una posición relajada y meto esa polla en mi boca, inmediatamente el viejo gime ahora si muy fuerte. Le realizó una buena mamada a Don Wilfredo para que su polla se calme. Procuro no meterla por completo a la boca para que el viejo no se agite mucho y no termine tan rápido, masajeo las bolas peludas de Don Wilfredo, están calientes, se sienten muy bien. Conforme me trago el sable del viejo noto como empieza a salir fluido de su pene.

La pija de Don Wilfredo está repleta de semen y necesita ser ordeñada con urgencia, me quito los shorts sin dejar de lamer ese rico sable, el viejo sabe por donde va todo esto, me pongo con el culo al aire, siento las calientes manos de don Wilfredo sobre mis nalgas, con su pulgar mojado de saliva empieza a dilatar mi ano para que su paquete pueda entrar.

Con cuidado el viejo inserta su pija dentro de mí, es un verdadero placer para ambos, me sorprende que a pesar de su avanzada edad su polla se ponga durísima y que me penetre con tantas ganas y con tanta pasión. Está llenando my culo, entra y sale, se sienta tan bien. Este viejo me está llevando al éxtasis. Sigue cogiendome, no te detengas, le decía. Le estaba pidiendo demasiado a don Wilfredo.

El viejo estaba a punto de terminar, sujeta mis hombros y se pega a mi, estamos pegaditos, me coge los pechos y me besa el cuello. Lo noto más enérgico, esta follandome más rápido e inevitablemente el viejo suelta un gran chorro de leche caliente dentro de mí. Era cierto que el viejo necesitaba que lo ordeñen. Nos echamos en la cama abrazados y ahora si nos quedamos dormidos.

Por fin había llegado el día, considero que lo ocurrido la noche anterior fue una buena práctica para toda la faena que iba a ocurrir hoy. Me dirijo a la habitación de mi casero, por hoy solo voy a tener 3 clientes, dependiendo de mi desempeño mi casero Raúl me dijo que me iba a conseguir más clientes o quizá trabajos mejores.

Raúl: Por fin estás aquí, bueno vamos a preparar todo, quitate la ropa y date la vuelta

Obedezco a lo que me dice, me desnudo y le doy la espalda, Raul me toca el culo y me acaricia la espalda y sin previo aviso inserta completamente su verga en mi ano.

Yo: ahhh pero que estas haciendo

Raul: jajaja tranquilo, debo llevarme una parte de todo el trabajo cierto?

Yo: te vas a llevar casi todo mi dinero

Raúl: a cambio de que te sigas quedando aquí.

Con las embestidas Raúl había abierto mi culo, seguido de esto siento como llena mi culo con lubricante y me unta loción sobre mis nalgas

Raul: tienes un culo enorme, esto es muy bueno, con todas las pijas que te van a meter tu culo crecerá más y podrás llamar la atención de más hombres.

Raúl me entregó una prenda que cubría mis pecho mi pene pero dejaba bien expuestas mis nalgas y mi espalda, era una especie de traje de baño de color rosado con toques morados y dorados, en lo personal me quedaba muy bien.

Me dirijo a la habitación donde brindará servicios, queda en uno de los últimos pisos del hotel, dicho último piso tenía unos pasillos con un aspecto precario, sin embargo la habitación donde tenía buen aspecto.

Llega mi primer cliente, su nombre es Ismael, es un hombre semicalvo, un poco gordo que vestía un desaliñado, tenía un olor neutro.

Empezamos con un abrazo y un beso en la mejilla, el hombre no pierde tiempo, cuando nos abrazamos siento como una de sus manos toca mi trasero y hasta intenta meterme un dedo en el culo.

Estas precioso chico, no cabe duda de que nos vamos a divertir mucho te lo aseguro.

Me ordena que me ponga de rodillas y desabroche su pantalón, obedezco inmediatamente. Su verga estaba medio dormida, no tenía tan mal olor. Le masturbo para que su polla se endurezca un poco más, el hombre lo está disfrutando.

Conforme le hago el trabajo manual su polla se va endureciendo y aumentando de tamaño. El hombre de repente coge mi cabeza y mete el miembro en mi boca, es muy brusco, su polla llena completamente mi boca. La mente y la saca sin mucho cuidado, sus testículos golpean mi barbilla, el hombre está follando mi boca, intenté safarme, hago el esfuerzo de mover mi cabeza para atrás, pero el hombre a atrapado mi cabeza y no puedo hacer nada más que tragarme su polla no me queda de otra.

El sujeto se corre en mi boca luego de un buen rato, yo me la trago toda. El hombre hizo mucho esfuerzo follandose solo mi boca, se hecho en la cama y se puso a descansar, mientras el hombre descansaba yo pude haberme ido a otro lado hasta que su tiempo se termine, pero preferí masajear su polla, y limpiarla con mi boca, no me pregunteis porque lo hice. Eventualmente el tiempo de mi primer cliente se había terminado, se levantó, me agradeció por el servicio, con un beso un abrazo y una última metida de mano y se retiró.

Esta primera vez afortunadamente fue muy rápida, en los 30 minutos de descanso antes de que el siguiente cliente llegase me limpie la cara y me cambié de ropa, pues la que tenía estaba con el pecho mojado de semen.

Mi siguiente cliente era el señor Joshua, era un sujeto moreno, más bajo que yo, cabello ondulado y de unos 50 y pico años o quizá ya por los 60, la verdad era que estaba muy bien cuidado.

Joshua: Qué lindo eres cariño, estas muy muy rico la verdad.

Yo: Gracias cariño eres muy lindo

El señor Joshua me tocaba de una manera muy cariñosa, yo estaba en con una especie de traje de baño, en sobre la cama, él me acariciaba la espalda, pasando por mi cadera, me besaba, empezando en mi frente, pasando por mi espalda hasta llegar a darle un beso a cada uno de mis muslos. me echa boca arriba sobre la cama y ahora pone especial atención sobre mis piernas.

Joshua: qué ricas piernas tienes cariño, depiladitas, largas y bien firmes. Quiero que estas piernas sean mías, las quiero solo para mi. y estos lindos pies, tambien los quiero.

El hombre besaba mis pies y mis piernas, empezaba en mis pies y bajaba lentamente hasta llegar a besar mi ano. Todos sus besos me dan cosquillas y me prenden, me preparan para la gran sorpresa que estaba a punto de presenciar.

El hombre se quita los pantalones, al hacerlo sale una verga enorme, no es muy larga pero sí demasiado gruesa, esta cosa me va a partir, el hombre se había traído una botellita de lubricante, primero se unta un poco en toda su verga y luego me unta en mi ano. El momento estaba a punto de llegar, el sujeto acerca sus labios a los míos, esto me toma por sorpresa, me da un beso con lengua, yo lo abrazo, nuestras lenguas juegan, no puedo evitar gemir. Luego de ese beso el hombre me coloca un bozal.

Joshua: Lo vas a necesitar cariño, al principio va a doler cariño, pero luego me aseguraré de que sienta muy bien.

Mis piernas están abiertas para recibir su enorme polla, mi culito lo está esperando preparado. El hombre presionó mucho para que su polla entre, es muy gruesa y cabezona, duele cuando entra, el hombre sigue presionando y su polla sigue entrando, estoy sudando cierro los ojos, nunca había sentido algo así. Su polla ya entró completamente…

Joshua: ahhh que rico no…lamento que haya dolido cariño, pero no te preocupes, a partir de aquí lo vas a disfrutar.

El hombre saca su polla y la vuelve a meter más rápido, a partir de aquí estaba confundido ya que si lo que sentía era dolor o placer, pero conforme me embestía yo no dejaba de gemir y retorcerme, es una increíble sensación, su gruesa polla con el tiempo se siente increíble, quiero que me siga penetrando, no quiero que se detenga.

El hombre me lleva a un pequeño sillón que había en la habitación, yo me siento con las piernas siempre abiertas, y él se acerca con su tronco y nuevamente me hace suyo. Ambos lo estamos disfrutando, me quito el bozal, le abrazó y le beso, el me sigue la corriente. No puedo ignorar los gemidos de inquietud de Joshua, en esa posición no la está pasando bien. Lo detengo, le llevó a la cama y lo colocó boca arriba. Me pongo encima de él, la punta de su pene está en la entrada de mi ano y bajo lentamente. El hombre gime, lo está disfrutando y a mí eso me encanta.

Joshua: Asi asi amor, que rico se siente eres maravilloso.

Monto la polla de Joshua, me apoyo sobre su peludo pecho, el hombre con sus manos abrió mis nalgas y empuja su polla para que entre más profundo en mi ano, me vuelvo loco de lo bien que se siente, ambos gemimos, esto a sido maravilloso, Joshua ha resistido buen tiempo y me ha hecho sentir muy bien. Tengo al hombre al limite, siento su polla palpitando, está a punto de venirse y yo encantadísimo de recibir su leche. Chorros y chorros de leche caliente salen de su polla, me llenan completamente, caigo al costado de la cama, Joshua se acerca y me llena de besos en la cara mientras yo con pocas energías me quedo dormido.

Desperté en la cama, a mi costado estaba Joshua, estaba a punto de irse, su tiempo había terminado.

Joshua: La pasé de maravilla mi amor, realmente espero volver a verte, haré todo lo posible para que así sea.

Dijo esto último y se fue, a diferencia de mi cliente anterior esto sí lo disfruté, tenía el culo ardiendo y lleno de leche. Estaba muy cansado pero me quedaba un último cliente que tenía que complacer. Yo estaba 100% dispuesto a recibirlo y espero que mi culo tambien.