Simón, sácate la polla que le voy a enseñar como se come
Mi amiga Anna tenía en su casa a una mexicana llamada Mariel, ella vivía con otras gente en el piso pero ese fin de semana se habían ido así que estaban ellas solas. Mariel era una chica no muy alta, blanca, de ojos verdes, algunas pecas, tetas muy formaditas y esbelta. Estaba muy bien, pero era muy reservada, en las noches que me había quedado con Anna de copas jamás la había visto en pijama sin traer su bata por encima. Anna era mi mejor amiga, y ya habíamos tenido algunos roces.
Como he dicho este fin de semana se quedaron la amigas solas en el piso. Esa noche hicimos una fiesta, invitando a varios amigos nuestros para despedir a Mariel que ya se marchaba. La fiesta estuvo bien, cerveza en exceso y todos muy a gusto. Anna, había convencido a Mariel de tomar mas de la cuenta. En un momento de la fiesta perdí de vista a Mariel y Anna, las estuve buscando y finalmente me las encontré en la habitación de Anna, las dos riéndose y Mariel un poco ebria, Anna no tanto.
Anna y yo estábamos disfrutando de la soltura que había cogido Mariel y le di otra cerveza mas, que la tomo con gusto, se estaba poniendo realmente ebria, ya no era tan tímida y pronto empezamos a hablar los tres de temas que para ella eran una especie de tabú. Me preguntó que cuando fue la primera vez que me hice una paja y que si había tenido relaciones con chicas que ella conocía. yo le pregunte lo mismo, y no me sorprenda al saber que no había hecho nada de eso. ella llevaba una blusa con botones , y una falda de tablas. Le veía la cara de ángel que tenía adormilada.
– ¿Nunca has comido una polla? – le preguntó Anna.
– Nunca.- respondió Mariel
– ¿ni una paja?- le pregunté yo.
– Bueno pajas si pero no comer.- respondió Mariel
– Eso hay que arreglarlo, Simón, sácate la polla que le voy a enseñar- le respondió Anna.
No lo dudé y me levante, Anna abrió mi cremallera y mi pantalón. Sacó mi polla algo morcillona y comenzó a mamarla ante la mirada fija de Mariel que no daba creído a lo que veía.
– Mira primero se mueve así y luego se chupa.- Dijo Anna mientras movía de arriba a abajo mi polla para luego meterse la en la boca.
Mariel me miraba mi cara y luego miraba la cara de su amiga como se introducía mi polla dentro de su boca. Pronto mi polla estaba erecta y Anna le cedió mi polla a Mariel la cual comenzó a mamar como antes lo había hecho su amiga.
– ¿ te gusta cómo la come?.- Le preguntó Anna.
– Si.- Le respondí.
– ¿ lo hace bien?.- Me preguntó Anna..
– mm mm siiii.- Le respondí.
Anna tomó mi polla y la puso en medio de las dos, y las dos amigas comenzaron a besar a mi polla a la vez cada una por un lado, lo estaba disfrutando, estuvieron largo rato lamiendo y besando mi polla. Luego Mariel se incorporó y comencé a besarle en la boca mientras que le acariciaba sus pechos bajo su blusa y Anna me comía la polla, ahora que la tenía para ella sola. la boca de Mariel sabía a alcohol pero me daba igual. Le quité su blusa y su sujetador, ella se dejaba, comencé a besarle los pechos y pellizcarse los pezones, ella disfrutaba de mis caricias mientras que nuestra amiga me comía la polla.
Anna dejó de comerme la polla y se levantó de la cama mientras que yo seguía besándola a Mariel sus pechos y aflojando la falda para dejarla en bragas.
– Quítate la ropa y túmbate.- oí a Anna susurrarme en el oído.
Ella se había desnudado ya , le hice caso y me quité la ropa quedándome desnudo mientras que ella terminaba de desnudar a Mariel. Me tumbé en la cama con mi polla erecta, Anna guiaba a su amiga a sentarse sobre mi polla, y cuando estuvo posicionada Mariel cayó sobre mi polla, introduciéndose entera dentro de su coño, Anna se colocó detrás de ella y comenzó a hacer que su cintura se moviera clavando mi polla mas y mas adentro mientras que acariciaba los pechos de su amiga y le besaba el cuello. Mariel empezaba a desinhibirse teniendo mi polla dentro de su coño y a una chica tocándose y besándose por el cuerpo.
– Oye que yo no soy invertida.- Dijo susurrando y cediendo ante los besos de su amiga.
– ¿ quién ha dicho que lo seas?, solo disfruta.- Dijo Anna.- luego le empezó a comer la boca ante mis ojos.
Me estaba follando a Mariel y también estaba disfrutando de cómo dos chicas guapísimas se estaban dando el lote frente a mí, para que mentir estaba en la gloria.
Tras un largo rato follándome a Mariel por su coño quería cambiar de postura y follarme la por el culo así que las hice cambiar de postura. Anna se puso en la cama y Mariel se puso encima de su amiga de pompa hacía. Anna le tapaba las partes de su cuerpo que Mariel le quería besar, la boca
– no,no.- le decía
Luego Mariel bajó a besar los pechos de Anna, la cual lo tapó y le dijo
– No,no.
Luego Mariel bajó a besar la barriga de Anna, la cual la tapó y le dijo
– No,no.
Por fin llegó al coño de Anna, al llegar al coño comenzó a lamer, fue cuando yo metí un dedo en el coño de Mariel mientras que mi lengua humedecía su ano, al sentir mi lengua en su ano pegó un respingo pero pronto la excitación de estar comiéndole el coño a otra mujer hizo que me dejara hacer. Tras un rato humedeciendo metí mi polla en el culo de Mariel mientras ella le comía el coño a Anna. Comencé a empujar el virgen ano de Mariel, el cual cada vez ofrecía menos resistencia a mi polla momento en el cual empezaba a disfrutar del trabajito que le estaba haciendo por detrás. Al rato Mariel gritaba de excitación momento en el cual dejó de comerle el coño a Anna y se incorporó. Anna se puso de rodillas frente a ella y comenzó con una mano a acariciar el coño de Mariel y con la otra acariciaba su coño, mientras que con su boca buscaba la boca de Mariel. Mariel tuvo un gran orgasmo y cayó rendida en la cama. Miré a Anna y ella me miró, ambos desnudos y con ganas de follar. Sin pensarlo nos abalanzamos el uno al otro y comenzamos a besarnos, luego la tumbé en la cama junto a Mariel y mientras que le metía mi polla en su coño le hacía un dedo al excitado coño de Mariel el cual conseguí que se corriera una vez más, al mismo tiempo que el coño de Anna y mi polla. Una vez que me corrí me tiré sobre las dos amigas las cuales no hacían mas que decirme guarradas y agradecerme el polvo que les había echado.
A la mañana siguiente nos despedimos de Mariel en el aeropuerto dándonos besos en la boca entre los tres y prometiendo una visita a México.
