Le pedí a mi amiga que se tire a mi esposo y me calentó la idea

Después de leer varios relatos en esta estupenda página, he decido compartir mis experiencias, lo que voy a relatar sucedió hace un par de años.

Mi nombre es Romelia, soy mexicana, morena, mido 1.70 con tacones, senos bonitos grandes, mi principal atractivo femenino son mis pompis o nalgas, es lo que más me voltean a ver los hombres, tengo 40 años, tengo 2 hijos, uno de 16 y otro de 14, estoy casada.

Mi relato inicia cuando en un viaje a un centro comercial me encontré con una vieja amiga, compañera de escuela, no sentamos a platicar, a recordar viejos tiempos, ella y yo éramos bien novieras en la escuela, no hubo joven guapo al cual no tuviéramos un momento de cachondez. Confieso que soy una mujer muy caliente, siempre lo he sido, me gusta exhibirme, que me vean los hombres y sentir esas miradas calientes recorriendo mi cuerpo, eso me pone cachonda.

Mi amiga me conto que su esposo tiene varios meses sin tocarla, nada de sexo entre ellos, y sospecha que tiene otra mujer, yo simplemente la escuchaba, se veía triste, no era la misma chica que conocí, perdió la chispa que tenía, me interese en su situación y le pregunte que si tenía una evidencia clara de lo que sospechaba, me confeso que no. Le pregunte que si aún lo amaba, me dijo que no sabía, poco a poco se sinceró conmigo:

Amiga_ la verdad es que temo que me deje, pero no es que lo ame, si no que temo a que me deje en la calle, él es un hombre muy posesivo, desde que nos casamos me ha sido infiel, pero no puedo dejarlo porque me dejaría sin nada.

En eso momento comprendí, que mi amiga solo continuaba con él, para no perder su posición económica y social, sentí pena por ella.

Después de ese encuentro siempre nos citamos a tomar un café y platicar, en una de esa platicas nos surgió la idea de seguir a su esposo, para tener evidencia de sus engaños, y así tener con que negociar un divorcio favorable a mi amiga, lo seguimos por varias semana, y no pudimos concretar nada, era muy discreto, además no éramos muy buenas en eso de hacerla de investigadoras.

Un día le comente a mi amiga, que porque no le tendíamos una trampa a su esposo, contratar a alguien para que lo seduzca y así poder sorprenderlo en pleno adulterio. La idea le encanto, el problema era como conseguir a alguien que se prestase a eso, y cuanto nos costaría, dado que no contábamos con mucho dinero para esto.

Mi amiga me dijo:

Romy… ¿porque no lo haces tú?

Yo…

Le conteste

¡Estás loca!

¡Cómo crees que hare eso!

Pasaron los días y la idea empezó a gustarme, su esposo era bastante atractivo, confieso que tuve sueños haciéndolo con él. Pero no me decidía a realizarlo, primero porque mi amiga tomaría fotos, segundo si mi esposo se entera me mata.

Pero con solo pensarlo la lujuria se apoderaba de mi cuerpo, mi sexo se humedecía bastante, mi ropa interior olía a mujer ganosa, decidida a realizar el plan, acepte la propuesta, y mi amiga me lo agradeció.

Espero que les guste, y si es así háganme comentarios para subir la siguiente parte.

Besos