La tentación fue demasiado grande y no nos pudimos aguantar, me termino follando a mi mejor amigo

Está es mi historia, soy nueva aquí y espero les guste mi relato.

Para empezar me voy a describir soy morena, no mido mas de 1metro 50, tengo el cabello color castaño oscuro y es rizado y llega a mitad de mi espalda, mis ojos son de color castaño claro, tendiendo a un color miel y tengo 30 años.

Muy bien, esta es la historia de mi mejor amigo (que es 4 años más joven que yo) y esta señorita de aquí. Mi nombre es Angie pero el me dice Nina de cariño, llevamos conociéndonos aproximadamente 5 años, es mi confidente y yo el de él.

Nunca en todos estos años de conocernos habíamos compartido nada más que una amistad, a pesar que en ocasiones teníamos sexo por teléfono, pero como el dicho dice por allí ‘El que juega con fuego… Se quema’ fue tanta la necesitad y el deseo que sentíamos uno por el otro que un día, Dani no aguanto más y me pidió que fuera suya, y yo acepté porque desde hace mucho él me atraía, pero nunca se lo había confiado por miedo a los prejuicios y que él es un mujeriego emperdernido.

El gran día llego, y a pesar que me sentía insegura porque no era la clase de mujer que él frecuentaba (con cuerpo de 90, 60, 90) igual me puse hermosa para él, ya que ya es todo un logro que me desee con tantas ganas como yo.

Se supone que nos encontraríamos en la tarde, aproveche para arreglarme desde bien temprano: me depile por todas partes, después de salir de bañarme me humecte la piel con crema, y me coloque la lencería que había comprado en horas mas tempranas especialmente para él, un conjunto de encaje color marrón claro que consistía de una tanga semi-hilo y un brasier que por la parte delantera se unía a la tanga con dos tiritas que salia de debajo de cada copa del brasier, de ropa obte por una blusa de color mostaza de finos tirantes y suelta del escote para abajo y unos jeans negros y una sandalias de chosco completa con tirantes de color negro que se cruzaban en la parte de arriba. Mi cabello lo deje suelto porque lo había secado más temprano, no soy de mucho maquillaje así que sólo me coloque rímel y poco de polvo compacto y un labial color caramelo.

Cuando estaba apunto de terminar de guardar las cosas que necesitaría en mi bolso un msj me llegó.

—Ya estoy aquí, con muchas ganas de devorarte. ¿Ya éstas cerca?

Algo dentro de mi vientre se contrajo de anticipación. Le respondí:

—Estoy en camino voy saliendo de casa, dame 15mts.

—Te espero…!

Ya el estaba en el hotel, porque me había dicho que quería preparar algo especial para mí. Y eso me hacia mucha ilusión.

Salgo corriendo de mi apartamento, y en la caye paro un taxi y le digo que me lleve al hotel. No tardams más de 10 minutos en llegar, cuando estoy bajando den taxi le mando un msj para saber en que habitación esta.

—¿Que habitación?

—327, me estoy muriendo de las ganas por devorar ese coñito tuyo, que estoy seguro ya debe estar mojadito con la anticipación.

Y no se equivocaba ya podía sentir un poco de humedad en mi centro, y con el msj que me acaba de mandar estaba empapada.

Pago el taxi, entro al hotel y cruzo el lobby dirigiendome al ascensor para subir al 3er. Piso. Podía oír los latidos de mi corazón golpear en mis idos. Me aproximó a la habitación y tomo una respiración profunda preparándome para lo que va a ocurrir allí adentro. Tocó y él me habré a los pocos segundos, contengo la respiración, porque se ve impresionante.

Dani es un chico que puede enamoral a cualquiera. Su tez es blanca, de cabello negro y de una mirada de un profundo azul oscuro como el océano, que guardan promesas escritas, lleva una barba de hace 3 días que lo hace ver más pícaro de lo que es, mide 1.85 y hoy se ve espectacular con un pantalón de blanco inmaculado y una camisa de vestir color rojo pasión y lleva las mangas remilgadas, se ve sexy a morir.

Me muerdo mí labio inferior, cuando el toma mi mano y me hala a dentro de la habitación, en su mirada puedo ver todo y más de lo que quiere hacer conmigo.

—Te ves hermosa Nina, —me ha cerca a él para abrazarme.

Y siento que cierra la puesta detras de mí. Estoy tan nerviosa que estoy segura que el podía oír y sentir los latidos de mi corazón. Cuando se aleja un poco para detallarme su mirada es tan intensa que bajo la mirada al suelo, y misma manos agarran fuertemente las correas de mi cartera.

—No, no me prives de tu mirada, hoy menos que nunca puedes mostrarme tu timidez Nina.

Siento que mis mejillas arden y doy gracias a dios que no soy blanca porque sino, estuviera roja como un tomate.

Tira de mi más adentro en la habitación, y me quedo sin habla, estoy completamente sorprendida porque no me esperaba con algo así.

Me quedo parada cuando el sigue caminando y tira de la silla que esta junto a una pequeña mesa, que se encuentra junto al balcón. Miró la mesa lo miro a el y después a la cama que esta decorada con pétalos de rosas rojas, me a sorprendido y mucho, nunca me imágenes que y se iba a tomar tantas molestias por mí.

—Ven vamos a cenar —me hace salir de mis pensamientos llamando mi atención. —Estoy seguro que no has privado bocado en toda la tarde por la anticipación.

Y no se equivocaba por más que tratara de probar algo no lo podía dijerir porque las mariposas con su fuerte aleteo en mi estómago no me hacia querer comer pero aun así acepto su mano y me siento en la silla.

—Gracias! Dios esto es demasiado yo…

Me interrumpió antes de acabar

—Shhh! Si ya se que estabas pensando que sólo quería estar contigo así sin más. Pues yo te conozco mejor que nadie, por algo somos amigos, hice que te gustan los detalles y las cosas románticas.

Me vuelvo a ruborizar y él lo nota de levanto una esquina de su labio en una pequeña sonrisa por mi sonrojo.

—No tenias que hacer todo esto por mi Dani, no era necerario de verdad. —toma mi mano y la besa.

—Vamos comamos, tenemos una larga noche que recorrer y vas a necesitar energía.

Comemos en silencio, pero no es un silencio incomodo, al contrario agradezco estos minutos antes de pasar una noche maravillosa a su lado, no levanto la cabeza de mi plato porque se que me está mirando, y ese mar de un profundo azul me esta consumiendo a fuego lento.

—Queres un poco más de vino. —me pregunta.

Niego con la cabeza, no es buena idea mezclar el alcohol con el sexo. Quiero estar completamente lucida cuando este en sus brazos.

—Nop! Ya es suficiente, no puedo más, ni con la comida y con el vino gracias.

—Bien de llamo a recepción para que se lleven esto y tú si quieres te puedes poner cómoda.

—Suena como unabuena idea. —me levanto, tomo mi bolso que lo deje en el sillón cerca de la cama.

Me dirijo al baño y que igual de sorprendida es un baño espectacular, como el de las revistas de baños lujosas las baldosas son de un color dorado suave, y el piso es completamente negro, hay un bañera del mismo color del piso y los bordes de arriba una línea dorada lo acentúa, lo hace ver llamativo, en la esquina esta una ducha donde cabrían 4 personas sin ningún problema, me giro al lavamanos dobles de un mesón de mármol mareado y con un enorme espejo de pared a pared para cepillar mis dientes, no quiero restos de la comida en mis dientes y tampoco mal aliento.

Me cepillo, me miro fijamente y veo a una mujer con las pupilas dilatadas y un color de ojos mucho mas oscuros por la excitación. —Dios no se que estoy haciendo, —me reí, pero no era de diversión, sino de nervios. —Calmate Angi, por dios ni que fuera él primer hombre en tú vida, estas actuando como una adolescente. — respire profundo y salí del baño.

Cuando sali me miro, y medio una media sonrisa, y en su mirada podía ver que me preguntaba sin hablar si estaba bien. Asenti con la cabeza y me dirigí al balcón a ver como se estaba ocultando lo que quedaba de la tarde, mientas él estaba esperando que los chicos de servicio terminaran de sacar la mesa y el resto de las cosas. Pude oír cuando lo despidió. Y después cuando se oyó cerrar la puerta del baño. Pensé que él al igual que yo necesitaba cepillarse. Eso me hizo reír.

Estando aquí parada me hizo pensar como un hombre como Dani, me pudiera desear tanto que no le baste sólo tener conmigo sexo teléfono, para desahogarse cuando no ha tenido compañía en un par de día, aparte ella no era la chica más atractiva que el conocía, estaba tan absorta en mis pensamientos que no note cuando salio del baño y se coloco en mi espada y poso sus manos en mi cintura, que me di de cuenta que estaba junto a mí. Me pregunto con una voz más ronca que lo normal.

—Te encuentras bien. —acenti de nuevo con la cabeza porque no estaba preparada para hablar. Podía sentir su erección creciendo en mi espalda. —Sino estas segura de lo que va ha pasar esta noche lo podemos dejar así, no es obligado Nina.

Eso me hizo sentir más segura y confiada de él, porque eso quería decir que le preocupaba que me sintiera bien con migo misma.

—Si estoy bien y de verdad deseo esto Dani, mucho o igual que tú. Lo que pasa es que me aterra el no poder complacerte, no soy como las chicas que frecuentas. —más sincera no podía ser.

—Ven olvidaré de eso. —tiro de mi y me sorprendió que la habitación ahora estuviera tenuemente alumbrada por unas cuantas velas estratégicamente colocadas.

—Sólo debate llevar.

Levanto mi barbilla, me miro con ojos que antes eran azules y en este momento son casi negros, llenos de pasión y lujuria. Acerco sus labios a los mios y confirme mis sospechas sabia a menta su aliento. En un principio su beso fue lento despacio, tomo mi cara a ambos lados, y profundizó el beso, todo mi cuerpo temblaba, tuve que agarrarme de los lados de su camisa porque sentía que mis piernas eran gelatina.

Nuestras lenguas bailaban al compás de la otra, cuando recorrí mi lengua en su labio superior y luego mordi y tire un poco de su labio inferior un sonido ronco provino de su garganta. Me humedeci sólo son ese primitivo sonido. Soltó mi cara y sus manos volaron a mi trasero pegándome más a él, levantándome como si yo no pesara nada envolvió mis piernas al rededor de su cintura y pude sentir su erección justo me mi centro que dolía de necesidad gemi, con sólo sentirlo. Empecé a frotarme contra él.

—Mierda, Nina! Vas hacer que me corra en los pantalones si sigues haciendo eso. —esboce una pequeña sonrisa picara.

Pero no duro mucho cuando sentí que me pegaba de la pared y jadie cuando sentí sus labios y barba rozar mi cuello en dirección a mi oído.

—No seas una niña mala, portante bien que papi te va a complacer en todo lo que necesitas.

Gemi, necesitaba sentir su piel, con una mano en el cuello, con la otra fui desabotonado su camisa mientras en besaba mi boca y cuello. Cuando tuve desabotonada la camisa del todo fue mi turno de probar ese increíble pecho oía como gemía, recorrí mi lengua desde el centro de su pecho, lo pase por su manzana de Adán hasta llegar a su boca y comermela.

—Llevamos a la cama Dani. —Obedeció y se sentó en la orilla de la cama, conmigo a horcajadas en su regazo.

Tomo el dobladillo de mi blusa y lo saco por mi cabeza, cuando enfoque mi mirada de nuevo en el me estaba mirando con admiración, pasión, deseo, un deseo y refrenable.

—Levantate cariño. —yo respiraba agitadamente. —Necesito verte completa.

Estaba parada justo entra sus piernas cuando beso mi vientra plano, baje la vista para observar como desabrochaba mis pantalones y me ordeno a quitarme las sandalias que aun las traía puestas, mientras el hacía lo mismos con sus zapatos y medeas.

Cuando termine, el me alo de las rodillas para hacercarme a él de nuevo, término de bajar la cremallera de mi pantalón y empezó a realizarlo por mis caderas. Dejando rastros de besos que cortaban mi respiración.

—Daniii! —gemi.

—Lo se amor…!

Me empujo un poco para sacarme por completo el jeans, tuve que sostenerme de sus hombros porque sino me caía. Tirando mi pantalón a un lado se recostó de la cama apoyando sus hombros en ella.

—Ven acá. Montame a horcajada. Te ves asombrosa con este conjunto. —tiro de los tirantes que unían mi brasier a mi tanga.

Bajo su mano entre mis muslos y deslizó sus dedos por mi hendidura. —Jesus! Nina, estas malditamente mojada y lista para mí.

Mi respiración iba a mil por hora, agarre su cara y bese esos labios que me traían loca, por sentirlos en todo mi cuerpo. Lo reviste contra el colchón y fui bajando por su mandíbula besando su manzana de Adán hasta llegar a sus pezones les pase a cada uno la lengua y justo en ese instante sentí que creció un poco más ahogue un gemido y lo escuche gruñir. Segui mi camino al paraíso, cuando llegue al botón de su pantalón él contuvo la respiración. Levante la mirada para observar su reacción a medida que iba bajando la cremallera del pantalón, le di un toquesito a sus caderas para que me ayudara a sacar con mas facilidad su jeans, los deje un poco más abajo de su rodillas y me coloque de una manera que podría probarlo con mayor facilidad. Estaba de medio lado e inclinada sobre la tremenda erección que apenas podía contener sus bóxer de color azul marino. Pase mi nariz por encima para oler el aroma que desprendía.

—Nina que estas haciendo?

Pose mi mano sobre su dureza y lo empecé a masturbar por encima de su ropa interior, gimió, lo bese en el vientre y recorrí con mi lengua hacia abajo para sacar su pene que esta pidiendo a gritos mi atención.

—No voy a aguantar mucho si sigues jugando angi.

Le Sonreí, y cuando lo tome con mi mano sin ninguna barrera de por medio echo su cabeza atrás y su respiración se acelero y una pequeña gota cristalina preseminal hizo acto de presencia en la punta de su mástil. Pase mi lengua desde la base de su polla hasta su glande como sin fuera un helado que tuviera que comerme antes de que se derritiera.

Dani tenia el pene mas grande y ancho que jamas haya visto, meterlo en mi boca costo sólo un poco, mientras le estaba succionando el glande mi mano derecha estaba masajeando sus bolas que se sentían cada ves mas pesadas en mi mano. Gruñido y gemido llenaban la habitación. Estaba apunto de correrse porque se estaba tensando más y más.

—Nina si no quieres que me corra en tú boca sera mejor que te de tengas.

No le pare y sigui moviendo mi boca arriba y abajo y cuando llegaba a la punta cerraba un poco mis dientes para hacer fricción. Agarro mi cabeza con una mano y empezó a medir las embestidas, dos veces más y en la ultima se hundió en lo profundo de mi gota justo cuando sentí su primer chorro se semen inundar mi garganta. Lo trate como pude porque su longito no me dejaba mucho espacio para tragar.

Limpio muy bien el exceso se su semen de las comisura de mis labios y me recuesto junto a su pecho esperando a que se recupere, aunque todavía conserva una semi erección.

—Demonios Angi, a sido la mejor mamada que me han dado hasta hora. —dice, y hace que levante la mirada para que lo vea. —Eres asombrosa. —Y me da un beso profundo apasionado.

—Dame unos segundos cariño. —me da un beso en la frente.

Se levanta se termina de quitar el bóxer a medio quitar y se dirige al baño como dios lo trajo al mundo. Desde este punto puedo ver el tatuaje que lleva en la espalda, caigo boca arriba en la cama y con mi brazo tapó mis ojos y se me sale un suspiro. Ese tatuaje es mi perdición demonios. Es un ángel con las alas extendidas justo en el medio de su espalda y aun lado lleva escrito en latín hasta la eternidad.

Lo oigo salir del baño pero no quito el brazo de mis ojos, lo siento subir a la cama y colocarse encima de mí, aguanto la respiración a la expectativa de ver que va hacer, cuando siento una de sus rodillas separar mis piernas, para hacerse espacio estrella ellas.

—Escuchame Angi, no quites tú brazo aun de tu teatro, me entiendes.

—Mmmh!

—Bien no te muevas.

Oigo que esta jurundando algo cuando, siendo una pequeña gota de agua en mi labio.

—Aah!

—Shhh! Tranquila.

Acerca el trozo de hielo entre mis labios y lo va bajando por mi mejilla, gimo es fría y agradable la sensación, estoy tan caliente por la excitación que es refrescante. Recorre mi cuello mi el contorno de mi brasier.

—Necesitamos qitar esto Nina. Cierra los ojos y no los habrás.

Lo ayudo a quitarlo y sacarlo por mis brazos cuando mis secos están libres gruñe.

—Jodidamente hermosos.

Toma uno de mis pezones con la boca y en el otro me tortura con el frío hielo, no se de tiene mucho tiempo allí, y sigue haciendo su camino al sur, mis gemidos son mas fuerte va la medida de que avanza.

—Daniel..!

Lo pasa por encima de mi ropa interior. Besando mi monte de venus. Mis manos se clavan en las sábanas, con los dedos índices me empieza a bajar la tanga.

—Hueles jodidamente bien ange. Abrete para mi cariño.

Lleve mi mano a mi colino húmedo y me habría para él.

—Grrmmm! Estas empapada.

—Aaaah! —Dani hunde dos dedos en mi interior y lame mi clictoris con su lengua y lo succiona.

—Lista. Húmeda. Caliente. Y todo por y para mí.

Mis manos vuelan a su cabeza y abro los ojos porque no lo aguantó más.

—Daniel, follame ahora mismo. —llorisquee. —Te necesito dentro de mi YA!

No se hizo de rogar y se incorporó para buscar algo en la mesita de noche, tomo un preservativo en la mano y lo rasgo con los dientes, deslizo el condón con maestría y su polla completamente erecta de nuevo.

—A cuatro patas. —me pidió.

Me gire, mi cuerpo se sentía completamente pesado. Sentí su mano en mi cadera y cuando sentí su lengua pasarse desde mi clictori hasta mi ano me estremeció, y mis brazos se dieron quedando completamente empinada con mi coño completamente expuesto para él. Me dio una nalgada y entre lo que gritaba por la sorpresa se enterró en mi hasta lo más profundo.

— Aaaahhhh! —Un profundo suspiro salio de mi garganta.

—Santa madre de dios Angi, dame un segundo carino. —gruño. —Estas tan jodidamente apretada.

Cuando sentí que se retiraba lentamente y se hundía de nuevo de una estocada progfinda, mis gemidos fueron ahogado contra el colchón, en esta posición me estaba dando en el punto exaltó, no iba aguantar mucho más, se inclino sobre mi si dejar de penetrarme pasando sus manos en el interior de mis muslo alcanzando mi botón para frotarlo, cuando sentí su lengua correr en mi espalda no aguante gritando su nombre alcanzando la sima, todo se volvió liviano me sentía ligera mi respiración esta agitada. Sentí como giraba mi cuerpo para poner frente a él.

Beso mi frente con cariño. —Vamos ven levantate, vamos a refrescarnos.

—No puedo me tiemblan las piernas aun Dani.

Se vuelo de mi y me llevo en brazos a la ducha. —Podras sostenerte un según? —solo asenti.

Vi como se quitaba el preservativo y lo echaba al bote de basura, y alli me di cuenta que no había terminado. Regreso a la ducha y algo dentro de mí se quebró un poco, sabia que no era capas de complacerlo aunque ya hubiera echo que se corriera en mi boca.

—¿Qué ocurre? —me pregunta al darse cuenta de mi cambio de estado. —Te hice daño nena.

—No, sólo que no te corriste! —baje la mirada no quería que viera mi decepción. —No fui lo suficientemente buena para hacerte venir.

—No digas eso, no ves que aun sigo duro y no es precisamente por la pared.

—Entonces porque no te has corrida Dani, dime la verdad.

—Mirame. —exigio, —No me quería venir dentro del preservación, Nina, quería correrme dentro de ti, en lo mas profundo de tú ser, pero no quería asustarte ni presipitarme.

—Oh! —no sabia que responder a eso, o si, si lo sabia. —Dani yo…!

—No, no digas nada que no quieras hacer y sólo lo vas a decir por sertirte obligada hacia mí.

—No me siento obligada a nada Dani, cuando te pusiste en condón te iba a frenar para que no lo hicieras, te… te iba a decir que no te preocupadas que estaba tomando la píldora. Pero las ganas de tenerte dentro de mí ganaron ante mis palabras.

—Dios, —me beso y sentí el calor creciendo de nuevo dentro de mi vientre contrayéndose de dolor.

Me levanto en vilo y lo rodee con mis piernas metió su mano entre los dos, agarrando su erección y frotando contra mi clictoris el pego su frente contra la mía y nuestras respiraciones se mezclaban junto con el vapor de la regadera.

—Estas segura?

—Confio en ti Daniel.

Diciendo las palabra y él perdiéndose dentro de mí, ahogando mi grito con sus labios en un beso lleno de hambre, lujuria y pasión. Sentía todo su esplendor, excavando en lo más profundo, arañando su espalda llegue al clímax al mismo tiempo que él, clavando mis dientes en su hombro el dijo mi nombre. Sentía su esencia, llenar cada rincón de lo mas profundo de mi ser.

Respiraciones aceleradas, se fueron calmando en aquella habitación de hotel, donde no se durmio en toda la noche, donde cuerpos danzaba como uno sólo.

Espero les haya gustado mi historia, mi relato es el primero de muchos ..! Eso esperó 🙂