La mejor experiencia gay de mi vida, follar con un policía que tiene la verga enorme. Me dijo todo el tiempo que hacer, eso me calentó mucho

El otro día iba en mi carro sobre Reforma y al llegar a la glorieta de la Diana vi a unos policías en motocicleta, voltee a verlos y me quedé mirando a uno en particular porque se veía bastante corpulento, además me llamo mucho la atención. Se puso el siga, avancé y el policía que estaba observando arrancó su moto, se emparejó conmigo, volteo a verlo en su motocicleta Harley con sus botas hasta la rodilla y su chamarra de piel y me dijo que me orillara. La verdad esto me asustó y me detuve.

Era un tipo como de 1.80 una voz muy cachonda, varonil y con un paquebote entre las piernas que de solo imaginármelo hozo que se me pusiera dura la verga. Y me dice que me había pasado el alto yo le dije que no me había dado cuenta, pero pues que como le podíamos arreglar…

Y lo que nunca me imaginé me dijo que si tenía un lugar donde arreglar el asunto a solas. Me lo dijo de una manera muy tosca que además me encantó (En ese tiempo estaba cuidando la casa de una tía en la colonia Cuauhtémoc, porque ella estaba en E.U.A) Así que sin dudarlo le dije que sí y me dijo que le enseñara el camino porque no tenía mucho tiempo, y quería resolver esto.

Dimos la vuelta y lo traía atrás de mi en su motocicleta, eso si que empezó a excitarme porqué empecé a imaginarme lo rico que sería coger con este güey. Empecé a preocuparme porqué fuera una trampa o algo así pero eso solo traía más emoción al asunto. Llegamos a la casa y me bajé del coche para abrir el portón, metí el carro y luego el metió su moto a la cochera de la casa.

Pasé a un lado de el, cerré el portón y cuando pasé junto a el me agarra del brazo con sus enormes manos con guantes de piel y me dice, “Apúrate güey que no tengo toda la noche para cogerte”. Eso si que me prendió!! Se iba a bajar de la moto y no pude aguantarme, le agarré el paquete que traía entre las piernas y me dijo “Siente lo que te voy a meter cabrón”.

En ese momento sentí que se empezó a hinchar esa vergota, lo ví directamente a los ojos, eran de color oscuro. Se baja de la motocicleta y me preguntó que si no había nadie en la casa, y le contesté que no. Entonces entramos a la sala a oscuras y le dije que si quería subir a alguna de las recamaras, no me contestó solo sentí como me agarro por atrás empezó a morderme la oreja, esto me excitó todavía mas. Nos acercamos a uno de los sillones y se quitó el cinturón en el que traía su pistola y lo dejó en el sillón, después se quitó la chamarra y el chaleco antibalas. Y me dice que si quiero que me coja con su chamarra puesta, por supuesto que le dije que si.

Se vuelve a poner su chamarra, sube el cierre y me dice, “Desvistete cabrón… te voy a coger bien rico”. Empecé a quitarme la ropa y ya no aguantaba, quedé completamente desnudo. El estaba viéndome y me dice ¡Qué culito! ¡Me gustan peludos como tu!, me sienta en uno de los sillones se baja el cierre y me dice “Sácala tu güey”, meto la mano en su bragueta y me encuentro un miembro duro como el acero, lo saco y medía como 20 cm y tan grueso que no podía rodearlo completo con mi mano.

Y entonces ya no pude más, empecé a mamarsela. Era la verga más rica que había probado hasta ese momento, entraba y salía de mi boca, cuando me la metía sentía que me llegaba hasta la garganta.

De repente oigo como empiece a jadear, sube una de sus botas a la mesa de centro, esto me excitó mucho más… le desabrocho el cinturón y empiezo a bajarle los pantalones y su tanga, estaban bien entallados, riquísimo… empecé a mamarle los huevos, jadeaba cada vez mas, esto me excitaba cada vez más también a mi, me volví a meter su ver gota en mi boca y sentí como ya estaba lubricando al igual que yo. Empieza a jadear cada vez mas fuerte y de repente me vuelve a sacar su verga de la boca y se viene encima de mi. Fue riquísimo sentir su semen caliente en mi cara, me acerqué a su verga y se la empecé a agarrar hacia mi cara y terminó de venirse en mi boca, se sentía riquísimo.

Me paré y me fui hacia la cocina a lavarme la cara, cuando regresé a la sala este cabrón estaba con sus botas, chamarra, casco y guantes puestos (se había quitado su uniforme) dejando ver un cuerpo apiñando, formado como de gimnasio, con pelo por todos lados y entonces me dice ¿tienes condones? ¡Sí! Le dije que me esperara y subí corriendo a la recamara en la que me estaba quedando, abrí el closet y tome el lubricante, nos condones que tenía en un cajón, me puse mis botas vaqueras y mis chatarreras de piel.

Bajé al descanso de la escalera y le pregunté si quería subir a la recamara, subió las escaleras y entró conmigo a la habitación, empezó a tocarme las nalgas con su mano cubierta por su guante de piel, sentía riquísimo, le doy el lubricante, se lo pone sobre uno de sus dedos y sin avisarme me lo mete por el culo, solo alcancé a agarrarme de la puerta del closet, ¡riquísimo! Al principio me dolía y luego me empezó a gustar más, voltee a ver el espejo que estaba en la pared y no podía creer lo que estaba viendo, ese animalazo metiéndome un dedo por atrás, además pude ver como ya tenía otra vez el miembro completamente erecto. Voltee y le grité ¡METEMELA YA! (Ya no podía aguantar, tenía ganas de tener ese pedazo de carne adentro), y me saco de un tirón el dedo del culo.

Caminamos hacia la cama, le puse el condón y se lo llené de lubricante, pensé: si me la mete sin lubricante me va a partir en dos. Nos pusimos en los pies de la cama y subi una de mis botas. El se acercó por detrás jalándosela, sentí como me ponía su glande en la entrada de mi ano y poco a poco me la fue metiendo, delicioso, sentía como se iba dilatando poco a poco mi ano. El me decía : “Que culto tan apretado tienes güey”. Empezó a meter y a sacar y cuando la metía, cada vez era más profundo. Empecé a gemir por lo mucho que estaba gozando y comencé a gritarle ¡COGEME MÁS! ¡ METEMELA TODA CABRÓN! Y el obedeció, empezó a metérmela mas y mas y poco a poco se iba dilatando más cada vez y empecé a gozar el tener ese leño dentro, completito, como también el estaba excitado, empezó a moverse más rápido cada vez y más duro, sentí que me iba a partir en dos, y me empujaba tan fuerte que terminé de rodillas con las piernas completamente abiertas sobre la cama, entonces el sabio una de sus botas, la agarre con mi mano, esto era lo más rico que había probado en mi vida, me pone las manos en la cintura jalándome hacia su abdomen, empujandome y pensé ¡que rico coge!, con una de sus manos toque sus huevos que estaban bien hinchados y listos para reventar y el cabrón empezó a gemir otra vez.

Empezó a respetar mucho más fuerte, los dos estábamos bañados en sudor cuando me empieza a jalarme mas fuerte hacia su abdomen, sentía que en cualquier momento iba a reventar, entonces pasó lo mejor… Se vino y empezó a pegarme en las nalgas con su abdomen bien rico… entraba y salía y entonces no aguanté más, reventé como nunca, fue lo más rico que había sentido ni siquiera tuve que tocarme la verga, solita sacó lo que tenía que sacar.

Terminamos los dos llenos de sudor, me sacó su leño del ano, el condón estaba lleno, sacó un chingo de leche, no lo podía creer, y me dice ¡Ya está arreglado, no te voy a dar tu multa!, coges muy rico cabrón.

Salí de la recamara, bajé las escaleras y sale detrás de el, apenas podía caminar, me temblaban las rodillas, fue la mejor cogida de mi vida. Desde el descanso de la escalera lo vi vistiéndose, bajé cuando terminó de vestirse, se despidió y salió hacia la cochera, se subió a su moto y la encendió. Entonces saló también, y le abrí una de las puertas cuidando que nadie me viera porque solo traía mis chatarreras y botas puestas, no traía nada de ropa. Se despidió otra vez y se fué.

Cerré la puerta, entré a la casa fui a la sala agarré mi ropa y subí a la recamara, me limpié el semen de la verga, y me puse ropa interior, me metí a la cama e inmediatamente me dormi.