Mi infancia fue un poco alocada, pero de lo mejor porque me la pase follando con mi tata, madre y padre todas las noches que vivimos juntos

La infancia de Pepita

Hola a todos, mi nombre es María José aunque todo el mundo me llama Pepita o Pepi. Nací en el año 1959 por lo que actualmente tengo 58 años, nací en Alemania ya que mis padres vivían y trabajaban allí y luego se trasladaron a España cuando yo tenía un año.

Mis padres eran hijos de emigrantes y se conocieron, como ya os he dicho, en Alemania; después de trabajar en cosas normales por poco dinero empezaron a trabajar en el mundo de la noche y del porno donde se ganaba bastante mas y así pudieron ahorrar para volver a España. Mi madre se inició en el mundo del porno con una amiga, las dos trabajaban en una fábrica hasta que en una fiesta les ofrecieron dinero para hacer un streap-tease; después de hacer muchos desnudos en fiestas las contrataron para rodar películas pornográficas. Las dos se parecen mucho, son las típicas andaluzas de pelo moreno y rizado, grandes pechos con pezones enormes y oscuros, coños abultados y con mucho vello cuando no se lo depilan y que se les marcan cuando visten pantalones estrechos. Carmen, que así se llama mi madre, y Merche, su amiga y mi actual tata, conocieron a mi padre en uno de esos rodajes; mi padre se llama Antonio y es muy fuerte y guapo, antes trabajó de mecánico en un taller hasta que se dio cuenta de que había otras formas de ganar mucho mas dinero y así empezó en el mundo de las pelis porno.

Cuando yo tenía un año de edad se volvieron a España y compraron un local y un chalé con el dinero que habían ganado en Alemania, Merche participó con ellos en el negocio y mi abuela Margot les dejó algo de dinero también. Así fue como montaron el primer club de intercambio de la costa del Sol, dependiendo de la época también ha funcionado como night-club y como club de chicas.

De todo esto me he ido enterando a medida que iba creciendo, en casa siempre ha habido un clima de sinceridad y de libertad nada propio de la España de la época. En casa vivimos mis padres, mi tata Merche y yo, mi abuela y mi tía Michelle también se quedan en casa cuando vienen de vacaciones desde Francia que es donde viven.

Todos solemos estar desnudos en casa la mayor parte del tiempo, sobre todo en verano; también en invierno ya que tenemos calefacción central y hay alfombras por todos lados. El ambiente liberal es tal que nunca se cierra la puerta del baño para ducharnos, mis padres hacen el amor en cualquier parte de la casa o del jardín, Merche participa la mayoría de las veces y yo suelo verlos casi siempre.

Siempre, desde muy pequeña, me ha llamado mucho la atención la polla de mi padre, es grande y gruesa y sus huevos son gordos como pelotas de tenis; mis primeros recuerdos son de él sentado en el salón de la casa o en el jardín completamente desnudo y abierto de piernas leyendo el periódico o charlando con mi madre y mi tata. Yo solía cogerle la polla con mis manitas y se la meneaba como había visto hacer a ellas, me encantaba ver y sentir como crecía en mis manitas y se ponía muy gorda; luego mi madre o mi tata acababan chupándosela o subiéndose encima de él para follárselo. Yo me enfadaba algunas veces porque no me dejaban chupársela pero me decían que cuando fuera mayor lo podría hacer.

Otras veces, recuerdo que me tumbaba con mi madre o mi tata en el sofá y me entretenía jugando con los pelitos de sus pubis, me gustaba tirarles de los labios y meter mis deditos o mis manitas dentro de sus coños. Me gustaba sentir como se mojaban y como olían. Con quien mas he jugado a estas cosas es con mi tata pues mis padres trabajaban muchas horas en el club. Cuando no tenía deberes que hacer entraba en la habitación de mis padres para ver como mi madre se arreglaba antes de ir a trabajar, como elegía la ropa que se iba a poner y como le preguntaba a Merche que tal le quedaba un conjunto u otro. Toda la ropa que tenía era muy sexy, bodys con mucho escote y bastante transparentes, vestidos igualmente escotados y con un par de grandes rajas laterales que dejaban ver todas sus piernas, tops pequeñísimos de donde se le salían prácticamente las tetas y se le marcaban los pezones, pantalones muy ajustados que permitían notar todo el culo y toda su raja, minifaldas cortísimas que cuando se agachaba se le veían las bragas o el coño cuando no las llevaba, conjuntos de ropa interior pequeñísimosy transparentes, medias con ligueros, zapatos y sandalias de tacón alto y finísimo… Era una delicia ver con que sensualidad se vestía, como se ponía delante del espejo de cuerpo entero y se pellizcaba los pezones para que se marcaran en el vestido o en el top o, en otras ocasiones, como se quitaba las bragas para que no se le marcaran y se iba sin ellas.

Aparte de los juegos con mis padres, fue con mi tata Mercedes con quien me inicié en el sexo. Aunque mi madre se quedaba conmigo algunas noches porque estaba cansada o tenía el chocho irritado por haber estado follando toda la noche anterior y entonces era mi tata quien se iba al club con mi padre, era principalmente mi tata Merche quien estaba conmigo y me cuidaba todo el tiempo. Después de cenar nos tumbábamos un rato en el sofá antes de irnos a la cama pero, como muchas noches en la Tv no había nada interesante, nos dedicábamos a hablar y a jugar; así fue como, poco a poco, mi tata me fue contando la historia de su vida y la de mis padres de forma mas completa. También me fue introduciendo en el mundo del sexo y del placer, me enseñó a tocarme y a acariciarme el chochito, a tocárselo a ella,a hablar de hombres y de sus pollas, a fantasear con el sexo y a tener orgasmos de vértigo.

Me decía que tenía que ser muy discreta y no contar nada de lo que hacíamos en la casa a mis amigos y amigas del cole porque era algo que no todas las familias se tomaban con naturalidad, que podía jugar con mis amigas y amigos a médicos y a tocarnos pero que no debía contar nada de lo que veía en casa. Mas tarde entendí que en esa época, finales de los 60 y principios de los 70, en España todavía había una mentalidad muy atrasada con respecto al sexo y las libertades.

Algunas veces veíamos los vídeos de las películas en las que ellos habían participado en Alemania y otros que habían grabado en casa a nivel privado y que compartían con otros matrimonios de amigos, también tenían en casa todas las revistas donde ellos tres habían realizado desnudos, posados y escenas porno. Esto me ponía muy caliente y me masturbaba viendo las fotos de las revistas y leyendo los relatos eróticos asociados a las fotos, creo que de ahí viene mi afición a los relatos!

El aparato reproductor de vídeo se lo trajeron del extranjero en alguno de sus viajes ya que por aquella época todavía no los había en España. Lo mismo pasaba con la ropa de mi madre y mi tata que se la compraban en Londres o se la mandaba mi abuela desde París. Otras veces les hacía la ropa una modista porque muchos vestidos eran tan pornos que no se vendían en las tiendas.

Me encantaba ver como mi tata Mercedes se metía su consolador en el coño y como gemía cuando se corría mientras yo me acariciaba mi chochito, otras veces era yo la que lo movía dentro de su raja siguiendo sus instrucciones, algunas veces me decía que lo hiciera despacio y otras veces que lo hiciera rápido y fuerte. En otras ocasiones imitábamos las escenas de las revistas y así fue como me comió el coñito la primera vez, se lo había pedido unos días antes pero me dijo que tenía que hablarlo con mis padres por si ellos querían hacerlo la primera vez; mis padres le contestaron que era ella la que me estaba enseñando y que fuera ella entonces la que me estrenara el chochito con la lengua y así lo hizo una noche después de cenar. Después de recoger la mesa tras la cena me dijo que me tumbara encima de la mesa y ella se sentó en la silla y empezó a besarme la barriguita y los muslos, empezó a pasar su lengua por mis ingles, primero la puntita de la lengua y luego toda la lengua entera, cada vez se acercaba mas a mi rajita y yo me estaba poniendo muy caliente; me dio un beso en el chochito y luego empezó a pasar la lengua de abajo hacia arriba, me separaba los labios con la puntita de su lengua y la metía un poquito en mi agujero, no paraba de decir lo rico que lo tenía y lo bien que me sabía el coñito, yo tenía 9 años y todavía no me había salido ningún pelito en el chochete y lo tenía suave como el de un bebé.

Me dijo que me pusiera mas al borde de la mesa y me cogió los piés para ponerlos en sus hombros y así mis rodillas qedaron mas flexionadas, empezó a pasar la lengua desde mi culo hacia arriba, yo estaba sintiendo un placer que antes no había experimentado, me daba mucho mas gustito que cuando yo me tocaba o lo hacía ella o mi madre. Con sus pulgares me abrió un poco la rajita y me lamió toda la raja como si fuera una perra, tenía toda la lengua fuera y me daba lametones en mi chochito semiabierto. De pronto me empezaron a temblar las piernas y sentía como me llegaba el orgasmo de una forma mas intensa de lo que nunca había sentido, empecé a gemir y acabé gritando cuando me corrí como una loca. Cuando dejé de temblar, mi tata me dio unos cuantos besitos en el coñito y me preguntó que si me había gustado, yo le dije que me había encantado y que había sentido algo muy especial; nos fuimos al sofá y me sentó encima de sus piernas y me abrazó con mucha ternura, me dio unos piquitos en la boca con mucho cariño como solía hacer y pude notar que sus labios sabían diferente, le pregunté y me dijo que era el sabor de mi coñito, le pasé la lengua por los labios y me gustó muchísimo el sabor. Empecé a jugar con sus pechos y le chupé los pezones que los tenía durísimos de la excitación, luego bajé con mi mano a su coño y empecé a tocarle los labios y a meter mis deditos dentro de su raja. Se tumbó en el sofá con las piernas abiertas y me dejó que hiciera lo que yo quisiera, le metí mas dedos hasta que toda mi mano entró en su chocho; sin sacar la mano acerqué mi cara y empecé a hacer lo que ella había hecho conmigo, le besé la barriga y los muslos acercándome cada vez mas a su chocho. Me dijo que cerrara la mano que tenía dentro de su coño y que la moviera como si fuera su consolador, así lo hice mientras le pasaba la lengua por sus labios, cogí su clítoris con la boca y lo chupé como si fuera un caramelo, lo mordisqueé suavemente con los dientes y lo lamí con mi pequeña lengua, estuve así un rato hasta que me dijo que se iba a correr; moví mi puñito mas rápido dentro de su coño y saqué toda la lengua para lamerle el clítoris y sentí como levantaba las caderas y como jadeaba hasta que con un grito se corrió en mi boca, movía las caderas arriba y abajo mientras se corría de una forma expectacular. Poco a poco ralentizó el movimiento de caderas hasta que se quedó completamente quieta con mi mano todavía dentro de su coño, yo podía sentir como le palpitaba todo por dentro y como mi mano estaba empapada, me quedé así un rato hasta que me dijo que sacara la mano muy despacio, así lo hice y cuando la saqué estaba mi mano mojada junto con parte del brazo que había estado dentro de su raja. El coño de mi tata se quedó todo abierto y podía verlo por dentro, brillaba de lo húmedo que estaba y los labios los tenía mas grandes de lo habitual.

Le pregunté si le había gustado y sonriendo me dijo que le había encantado, cogió mi mano y empezó a chuparla, a meter su lengua entre mis dedos haciéndome cosquillas. Me dijo que yo aprendía muy rápido, que mi vida sexual iba a ser muy gozosa y que juntas íbamos a hacer muchas cosas.

El día siguiente no tenía cole porque era sábado y cuando mis padres se levantaron mi tata les contó lo que habíamos hecho la noche anterior, mis padres me preguntaron que tal había sido y yo les dije que fue extraordinario. Yo ahbía notado como mi padre se había empalmado mientras mi tata les contaba como había sido todo con pelos y señales. Yo estaba sentada en las piernas de mi padre y notaba en mi muslo su erección, cogí su polla con mi manita y empecé a meneársela como había hecho otras veces, mi madre me dijo que ya estaba hecha una mujercita y que ella quería también probar mi chochito a ver si estaba tan rico como decía Mercedes. Yo le dije que yo también tenía muchas ganas pero que en ese momento quería seguir tocándosela a mi padre; entonces mi tata dijo que lo podíamos hacer todo a la vez, nos fuimos a la habitación de mis padres y mi tata le dijo a mi padre que se sentara en la cama con la espalda apoyada en el cabecero, a mí me dijo que me pusiera de rodillas delante de él cogiéndole la polla, entonces mi madre se tumbó en la cama con la cabeza entre mis piernas y empezó a besarme el coñito mientras yo le meneaba la polla a mi padre. Mi madre tenía las piernas apoyadas en el suelo ya que su culo estaba justo al borde de la cama, Merche se puso de rodillas delante de ella y empezó a comerle el coño de una manera furiosa y rápida,esto hizo que mi madre acelerara los movimientos de su lengua en mi rajita por lo que yo me puse mas caliente aún. Sin pensarlo acerqué mi cara a la polla de mi padre y empecé a besársela como había querido hacer otras veces, la tenía muy grande y el capullo estaba hinchado y parecía una seta; después de darle unos besitos me la metí en la boca y casi no me cabía de gordo que estaba el capullo. Con la mano seguía meneándole la polla y esta empezaba a palpitar, mi padre me cogió la cabeza con las manos de una forma muy suave y empezó a moverla arriba y abajo… estaba haciéndose una paja con mi boca!

De pronto noté una lengua en mi culo y al volver la cabeza para mirar vi que mi tata se había subido encima de mi madre y le estaba frotando el coño con el suyo; como mi culito le quedaba a la altura de la cara empezó a lamérmelo, noté como la lengua de mi madre empezó a entrar en mi chochito… me estaba follando con su lengua!

Yo continué con lo que estaba haciendo y volví a meterme la polla de mi padre en la boca, noté como le crecía un poco mas y en mi mano sentía como le palpitaban las venas de la polla; la tenía durísima, mucho mas que otras veces que se la había meneado. Ahora podía cogérsela con las dos manos mientras se la chupaba, le estaba masturbando mas rápido mientras le daba chupetones con mi boca. Me saqué la polla de la boca para decirle a mi madre que me iba a correr, ella me cogió los cachetes del culo con las dos manos y metió un poco mas la lengua dentro de mi coñito, yo empecé a gritar de placer mientras me corría con la lengua de mi madre dentro de mi chocho mientras mi tata seguía dándome lametones en el culo.

Cuando terminé de correrme mi madre sacó la cabeza de debajo de mi raja y se tumbó junto a mi padre, mi tata volvió a subirse encima de ella y continuó follándosela, empezaron a comerse la boca y a lamerse con sus lenguas, mi tata le preguntó si le había gustado el sabor de mi chochito y mi madre le respondió que lo tenía delicioso. Mi padre se tumbó y me dijo que pusiera mi coñito en su boca, así lo hice y empezó a lamérmelo, yo me estaba poniendo otra vez muy caliente y me di la vuelta, le volví a poner el coñito en la boca a mi padre pero esta vez le podía coger la polla y chupársela de nuevo. Mi madre y mi tata también estaban cada vez mas calientes y empezaron a decirse cosas fuertes. Mi tata le decía que la boca le sabía a chochito de niña y mi madre le respondía que se la follara como una auténtica guarra. Mi madre levantó las piernas y las abrió un poco mas y decía que así se la habían follado la última noche sobre la mesa de billar, mi tata Mercedes le dijo que ya le había notado que tenía el coño algo irritado y que se había imaginado que se había follado unas cuantas pollas. Yo les había escuchado otras veces cuando hablaban así y sabía que eso les ponía mas calientes. Las dos me miraron y mi tata dijo: mira a la guarrita de tu hija como le come el pollón a su padre; mi madre respondió: cuéntame otra vez como te comió anoche a ti ese coño de guarra y trátame como a una puta y ponme caliente… zorra.

Con los lengüetazos de mi padre yo ya estaba otra vez a punto de correrme de nuevo mientras le hacía una paja desenfrenada y no paraba de chuparle la polla. Mi madre y mi tata empezaron a gritar mientras se corrían diciéndose de todo, se llamaban puta, guarra, zorra, folladora y todo tipo de cosas parecidas. A mí me llegó el orgasmo sólo de oírlas gemir y gritar, me dejé caer encima de mi padre sin sacarme la polla de la boca; cuando mi padre notó que le iba a llegar el orgasmo sacó la polla de mi boca y se puso delante de mi madre y de mi tata que se habían sentado con la espalda recostada en el cabecero de la cama. Me dijo que las cogiera del pelo y les juntara las cabezas, así lo hice y el se empezó a pajear delante de sus caras, no tardó mucho en empezar a correrse encima de ellas y a llenarles las caras y las tetas con su leche. No paraba de salir chicates de leche de su rabo y las salpicaba por entero, no era de extrañar pues tenía unos huevos muy gordos que tenían que acumular muchísima leche. Cuando terminó de correrse les acercó la polla a las bocas para que se la chuparan, una por cada lado se la lamieron intentando comerse la boca con la polla en medio. Cuando terminaron, ellas siguieron lamiéndose las bocas, las tetas y todas las partes donde tenían la leche de mi padre.

Cuando habíamos descansado un poco mi padre se las folló a las dos mientras yo miraba y les habría el coño para que mi padre les metiera la polla. Ese día fue mi tata Mercedes la que acompañó a mi padre al club por la noche ya que mi madre tenía el coño bastante irritado de la noche anterior y de las folladas de ese día. Esta fue la primera vez que tuvimos sexo en grupo y fue algo que repetiríamos muchas veces.

Esa tarde mi tata se arregló para ir al club y se puso muy guapa y sexy, como mi madre y ella tenían la misma talla compartían la ropa; se puso un vestidito blanco muy corto y superescotado por la espalda cogido con una cinta al cuello, no se puso bragas porque era tan bajo por detrás que se le veía el principio de la raja del culo. Se calzó unas sandalias de tacón también de color blanco que hacía juego con el vestido, tampoco llevaba sujetador y se le marcaban los pezones ya que la tela del vestido era muy fina y algo transparente. SE recogió la melena en un moño para que quedara toda la espalda al aire y se pintó los labios de un rojo intenso. Antes de irse mi madre le metió la mano por debajo del vestido y le dijo que estaba tan sexy que no podía aguantar las ganas de follársela, mi tata se sentó en el borde de la mesa y levantándose el vestidito le dijo que se lo comiera un poco, mi madre se agachó delante de ella y empezó a comerle el coño ya que no podía comerle la boca para que no se le corriera la pintura del lápiz de labios. Cuando mi padre terminó de arreglarse se marcharon y yo me quedé con mi madre en casa

Esa noche mi madre me contó como follaban todos los días con varias parejas en el club, como lo hacían en la barra del bar, sobre la mesa de billar, en los reservados, en el jacuzi, en las habitaciones o en el cuarto de baño. Le pregunté que con cuantos hombres se había acostado en una noche y no supo responderme porque no los contaba pero seguro que alguna vez lo había hecho con mas de 15, era muy deseada por ser la dueña del club y por tener el cuerpo tan voluptuoso que tenía; después de esas noches tenía que ir mi tata al día siguiente porque ella tenía el coño demasiado irritado. Yo le pregunté que cuando me dejarían ir con ellos y ella me dijo que cuando creciera un poco mas les podría acompañar pero que de momento no podía hasta que dejara de ser virgen.