Hace tiempo me volví madrastra, ya vivo con mi marido y sus hijos. Lo que no esperaba es que me convirtiera en una mujer infiel y con mi hijastro

Me voy saliendo de bañar y apenas me estoy secando, cuando mi hijastro, de pronto entra al cuarto, sabe bien que no me gusta que entre así y menos cuando estoy desnuda, así que le reclamo,

– Esteban, te he dicho que no me gusta que entres así, por que no tocaste,

– por que te ibas a vestir y yo te quiero ver así, completamente desnuda

Sabía bien lo que despertaba en mi hijastro, y yo tenía gran culpa de haber provocado ese sentimiento en el, así que ahora tenia que sobrellevarlo,

– ¿ y tu hermano?

– no lo se, en su cuarto tal vez,

– bueno y que deseas Esteban,

– ahorita, solo seguirte observando,

No lo puedo echar, así que solo continúo secando mi cuerpo, pero claro, no puedo negar que me gusta ser observada, así que procuro complacerlo, y comienzo a pasearme frente el, voy de un lado a otro del cuarto, en ocasiones me agacho, como alcanzando un cajón de la cómoda y claro, mis nalgas quedan prácticamente frente a su rostro, otras, me paro frente a el y paso la toalla por mi cuerpo, resaltando mis pechos y mis piernas, Esteban no me despega la mirada, esta completamente embobado con mi cuerpo, se que soy su fantasía, y eso no me incomoda, pero hay un pequeño obstáculo, su padre, con el cual llevo ya casi cinco años y en los cuales e cuidado de el y de sus dos hijos, Esteban y Alfredo, pero claro, ellos crecieron y las cosas pasan y ahora trato de que disfruten de su sexualidad conmigo,

– bueno Esteban, y me vas a seguir observando o vas a hacer algo,

se me queda viendo unos instantes y me responde,

– mas bien tu lo vas a hacer Gabriela,

– ¿que tienes en mente?

– nada fuera de lo normal, ya te imaginaras, la erección mañanera, y como ahorita no tengo novia, necesito desflemar..jajaja

se que es mejor dejar de vestirme y atenderlo así desnuda, así que solo tomo una almohada y me hinco frente a el, bajo su bóxer y de inmediato su verga completamente erecta salta frente a mi rostro, la miro unos instantes y después la sujeto con mi mano y comienzo a sacudirla un poco, es tan parecida a la de su padre, que a veces pienso que estoy con el, abro mi boca y acerco mi rostro a aquel pedazo de carne y comienzo a lamerlo, siento como Esteban tensa su pelvis, eso quiere decir que voy por buen camino, así que continuo recorriéndolo con mi lengua de arriba hacia abajo, poniendo especial atención a su glande,

– mmhhh…si Gabriela…así…continua

Durante algunos segundos mas, continuo lamiendo su verga, hasta que de un momento a otro, la trago por completo, ese calor que emana y su dureza comienzan a excitarme, me quedó quieta unos segundos y solo trato de acariciarla con la lengua, Esteban no para de gemir, su pelvis comienza a moverse lentamente, así que comienzo a mover mi cabeza de atrás hacia adelante, tratando de acompañar sus movimientos, pero Esteban es tan impetuoso, que en ocasiones empuja tan fuerte su pelvis, que hace que me atragante y haga horcadas, pero eso no me dificulta mucho las cosas, y continuo moviendo mi cabeza, siento como unos hilillos de mi saliva mezclada con sus fluidos, comienzan a escurrir por mi barbilla hasta llegar a mi pechos, y de pronto, me sujeta fuertemente por la nuca y me jala hacia el, al grado que mi nariz choca contra su pelvis, me mantiene asi durante algunos segundos y de pronto siento como mi boca se comienza a llenar de su caliente semen, me quedo quieta y trato de tragarlo lentamente, pero no lo logro, y algunos borbotones salen por la comisura de mis labios, su verga a crecido bastante y me impide respirar, pero después de unos segundos, aquel espeso liquido se desvanece en mi garganta y su verga comienza a perder dureza,

– mmhhhh…siiii…Gabriela….que rica boca tienes…

Repentinamente me suelta y su verga sale de mi boca, trato de recuperar la respiración y me levanto, intento decirle que si esta satisfecho, pero el semen que tengo en mi lengua me lo impide, así que solo me siento en la orilla de la cama, y lentamente recupero la respiración,

– ¿estas satisfecho Esteban?

– claro Gabriela..

– de verdad la traías atrasada..

– si bien que te gusta, ni te quejes..

sale de mi cuarto y yo me voy directo a la regadera y comienzo a enjuagarme, algo me dice que mas noche voy a tener que complacer a su hermano, pero, que mas da, despues de todo me gusta

continuara…