Fui la pareja sexual de un compañero de la escuela, fue mi primera vez con un hombre y la verdad es que me ha gustado mucho

Esto me ocurrió a mis 15 años, desde que había llegado a esa escuela como a los 11 años me había enamorado de una niña, que se llamaba Yenny. Yo y ella eramos los únicos rubios del curso, por lo que aparte de destacar entre los demás, teníamos bastantes enamorados y enamoradas cada uno.

 

Mis padres me obligaban a tomar el ramo de religión, a mi no me gustaba para nada ese ramo del curso, pero cursando ese ramo fue que me hice amigo del Rodrigo. El Rodrigo era alto y fornido, no era alguien gordo, si no mas bien grueso de cuerpo, era el típico niño al que le gustaban mucho los deportes. Contrariamente, yo era delgado y un poco mas bajo que él, pero estaba también en el grupo de los altos del curso.

 

Nos sentábamos juntos en la clase de religión. El tenia una voz ronca y varonil, incluso una de sus bromas favoritas era hablar en clases con voz de locutor de radio y decir alguna tontería. El Rodrigo era muy extrovertido, decía bromas y hacia reír a los demás. Yo era muy introvertido, no me atrevía a establecer mucho contacto con las niñas del curso de lo introvertido que era. Recuerdo con nitidez cuando me senté la primera vez con él y sentí el olor del perfume que utilizaba, era un olor que me agradaba mucho.

 

Él me hacia reír ysentir feliz, era como un descanso de mi vida apretada y llena de inseguridades. Comencéa cuestionarme cosas cuando se acercaban niñas a hablarnos y yo me sentía molesto y enojado cuando alguna de ellas se acercaba mucho al Rodrigo. Ademas, sentía esa sensación de querer estar mas cerca del Rodrigo, de mover mi asiento y estar lo mas cerca de él, de sentir su calor y su aroma. Sentía que se me paraban los pelos cuando se acercaba mucho a hablarme o que me ponía rojo cuando él me miraba a la cara.

 

Cuando ya no estábamos en religión, el Rodrigo se sentaba algo lejos de mi y yo lo miraba, a veces su mirada se encontraba con la mía y yo hacia cualquier estupidez para que él no pensara el porque lo miraba como, por ejemplo, arrugar un papel, hacerlo una bola y tirárselo.Otirárselo a otro compañero. Incluso un día hice eso mismo y el profesor me vio, me hizo salir de la sala e ir donde el inspector. Caí en cuenta, de que ya no pensaba en la Yenny, y en mis ratos de soledad pensaba en el Rodrigo.

 

Comencé a cuestionarme seriamente mi sexualidad, pero sentía que no me gustaban los hombres, me gustaban las mujeres. Sabia diferenciar una mujer linda de una fea, me calentaban los senos y los traseros de las mujeres, siempre intentaba mirar debajo de las faldas de nuestras compañeras cuando tenia la oportunidad. Con los hombres no sentía nada de eso, el problema era solo lo que sentía por el Rodrigo.

 

En ese tiempo comenzó a llegar el Internet a la vida de todos, solo algunos compañeros de curso afortunados lo tenían en sus casas. Mi primo también tenia Internet y un día, en esas interminables vacaciones de verano fuimos de visita a su casa.

 

Él me mostró y vi por primera vez videos pornográficos. Vi con asombro como a una mujer la penetraban por la vagina y por el ano, y mientras tanto le chupaba el pene a otro hombre. O mujeres siendo penetradas analmente por un negro con un pene descomunal mientras ellas ponían caras de gozo sublime y gemían con placer.

 

Ya en mi casa cuando me acosté, eyacule por primera vez. Me había intentado masturbar antes, pero nunca había llegado a eyacular, supongo que no sabia como hacerlo ya que solo rozaba la punta de mi pene con la palma de mi mano, esta vez lo hice jalándome todo. Moje todas las sabanas, y no sabia como arreglar el problema. Con una toalla intente secar lo mas que pude y luego la puse en el tarro de la ropa sucia. Sentí por primera vez el olor a semen, que para mi desesperaciónsentía que no se iba nunca. Ya por la mañana no se notaba el semen, pero si una mancha que igual costaba ver. Igual saque las sabanas y las puse también en la ropa sucia.

 

La masturbación se convirtió en una tarea diaria, lo hacia cuando me duchaba y cuando me acostaba, eran los únicos momentos de soledad que tenia. Lo hacia pensando en mujeres y creí superado el problema del Rodrigo.

Fue así como se fue ese verano de vacaciones y volvió la época de la escuela, volví a ver al Rodrigo y volví a ir con él a religión. Casi no me daba cuenta cuando mi imaginación comenzaba a volar y me imaginaba con el Rodrigo, pero luego trataba de pensar en otra cosa.Comencé a inventar situaciones en mi mente, situaciones en las que el Rodrigo me penetraba, y mientras las inventaba me producían un conflicto interno, me sentía mal conmigo mismo. A veces sentía repulsión por pensar en tener sexo con un hombre y otras veces no.

 

Tenia nociones por cosas que escuchaba de como era el sexo anal. Sabia que dolía, pero el recuerdo de los videos pornográficos, donde a las mujeres parecía encantarles chocaba con eso. Termine rendido a mi imaginación, masturbándome mientras soñaba con el Rodrigo penetrándome.

 

Un día en la ducha, comencé a tocarme el ano como nunca lo había hecho, intente meter mi dedo del medio, pero no entraba mas que la punta, ya cuando me puse jabón para lavarme al ano e intente meterme el dedo este entro fácil. No puedo decir que la sensación fuera rica, mas bien era molesto, pero lo que en realidad me gusto fue sentir la forma de mi ano en mi dedo, sentir lo profundo y lo suave que era. Debía ser una locura meter tu pene ahí, se debía de sentir muy rico.

 

Un día nos encargaron hacer un trabajo de religión en grupos de a dos personas, y como nos sentábamos juntos quedamos con el Rodrigo de hacerlo entre los dos. Rodrigo me invito a ir a su casa para el miércoles. Desde el lunes en que me lo dijo, no podía parar de pensar en eso, me daban nervios, tantos nervios que me llegaba a doler el estomago.

 

Ya el miércoles, me bañe bien, me perfume y fui a casa del Rodrigo en bicicleta. Cuando llegue a su puerta y entre a su casa, sentí que los nervios y el dolor de estomago se esfumaban. Estuvimos intentando trabajar en nuestra tarea y avanzamos algo, peroal rato el Rodrigo dijo -¿Veamos porno?- con cara maliciosa -Tengo una película porno que me presto un primo-. Yo asentí, y sentí nuevamente ese dolor de estomago.

 

Fuimos a su pieza, mientras yo tiritaba y trataba de controlar mis movimientos que con los nervios sentía torpes e inseguros.Él tenia una TV que era de él y un equipo de video, eso me sorprendió porque yo no tenia una TV propia ni un equipo de video para mi solo.Puso la película y esta comenzó. Una rubia hermosa recibía la visita de un primo, luego de algunas escenas la rubia termino abierta de piernas mientras el primo la penetraba, luego se giro y se la puso por el ano, terminando en una eyaculación en la boca. Yo no podía mas con mi erección y sentía que me calentaba cada vez mas, estaba que perdía un poco la razón. Ahí estaba en la televisión, una rubia en cuatro patas mientras la penetraban analmente de forma intensa y yo pensando en como se sentirá eso.

 

Mientras transcurría la película, conversavamos y reíamos distendidamente, comentando cosas de la película, lo que me hizo entrar mas en confianza.

 

-¿Que sentirán por el ano?- dije.

 

-¡Acaso te gustaría probarlo! ¡jajaja!- se burlo el Rodrigo.

 

Seguimos hablando tonteras y riendo, y llego un momento que ya no daba mas, quería de verdad ponerme en cuatro patas como la mujer del video y que me penetraran como a ella.

 

Luego el Rodrigo dijo -¡Tengo tantas ganas de tener sexo!-

 

Y me paralizo, porque yo tenia unas palabras atragantadas en la boca que no podía dejar salir hace un rato y lo que dijo hizo que las ganas de decirlas fueran casi imposibles de evitar, lo que me paralizo un tiempo, por miedo.

 

-Yo te puedo dejar… que me lo hagas- dije luego, casi en un susurro.

 

-¿Que dijiste?- me respondió.

 

Yo no sabia si continuar diciendo algo hacerme el tonto. Carraspee un poco, y tosí como para destrabarme la voz, pero esta no me salia. En ese momento toda la calentura y mi erección se esfumo y supe en ese instante que quizás había cometido un gran error.

 

-¿Eres gay?- me pregunto el Rodrigo.

 

Y esas palabras me aterrorizaron.

 

-No, no soy gay- le respondí, y comencé a ponerme rojo, lo sabia porque la cara la comencé a sentir caliente, ardiendo.

 

-Pero dijiste algo como que me podías dejar…-, el Rodrigo me miraba con los ojos bien abiertos.

 

-Me gustan las mujeres- afirme, para luego desesperarme -¿Me prometes que no le dices a nadie? ¿Me prometes?

– dije un tanto aterrorizado.

 

– Que no le diga a nadie ¿Que?- respondió él.

 

-¡Prometemelo!- dije, él me miro a los ojos y respondió

 

-Si, te lo prometo, te lo prometo-.

 

Titubee, pero luego pude articulas las palabras y las dije.

 

-Creo que soy un poco bisexual-

 

Mirándomecomenzó a interrogarme mas, me pregunto si era en serio, que porque le decía eso a él, mientras yo le suplicaba que no se lo contara a nadie. Luego salio el tema del «Yo te puedo dejar…». Tuve que decirle nomas, que lo que quería decir era que yo lo podía dejar tener sexo conmigo, pero que en realidad no quería, que había sido una tontera.

 

Y él me dijo que si, que a lo mejor él si podía.

 

Intente negarme diciendo que en realidad era broma, que no quería en realidad, pero me dio miedo de que él luego le contara a alguien lo que yo le había dicho. Si él me penetraba entonces íbamos a estar los dos en el «mismo bando» por así decirlo, no podría contar sin arriesgarse a que se supiera que había tenido sexo conmigo.

 

Ya no había vuelta atrás.

 

Cuando me decidí a dejarlo poseerme, sentí una liberación y una calentura intensa.

 

-¿Como quieres que me coloque?- le dije al Rodrigo. La idea era dejar solo que él me penetre y nada mas, pero yo estaba en un estado en que podía ya dejarlo hacerme cualquier cosa.

 

Al final quedamos en que me iba a arrodillar al lado de su cama y apoyar mi cuerpo sobre ella quedando en posición de «perrito». Me daba una vergüenza absoluta sacarme la ropa, pero me puse en posición y luego me baje un poco el pantalón dejando soloel culo destapado.

 

Me quede mirando la ropa de cama y esperando, sin mirar hacia ningún ladohasta que sentí sus manos agarrándome de los costados de mis glúteos, mire hacia atrás justo en el momento en que él me abría las nalgas con sus manos y apoyaba la punta de su pene en mi ano. Sentí la presión en mi ano de la punta de su pene. Empujaba, pero este entraba poco, casi la pura mitad del glande.

 

Sin poder meterlo mas profundo, comenzó a realizar el mete y saca solo con la punta de su pene. De pronto me pego un empujón fuerte, intentando llegar mas adentro con desesperación y me dolió.

 

-¡Ah! ¡Ah!- gemí, para luego exclamar -¡Ponele saliva!-. En la película porno el hombre utilizaba su propia saliva para lubricar. ¿Como él no lo sabia si la película era de él y la había visto antes?

 

-Espera- le dije -deja ponerle saliva-. Me gire, le agarre el pene y se lo chupe, embarrándolo con saliva todo lo que pude. El me agarro de la cabeza así que tuve que continuar chupando, y mientras se lo chupaba mas ganas de que me hiciera suyo me daban. Me afirmo fuerte del pelo y me tironeo, eso me dolió y me saque el pene de la boca, al hacerlo sonó una especie de ¡plop! ya que le chorreaba mucha saliva.

 

-¿Quieres intentar de nuevo?- le dije mirándolo hacia arriba.

 

Volví a ponerme en posición y esta vez si entro. Comenzó con el mete y saca, y cada vez aceleraba mas. Me di cuenta que el video porno aun seguíareproduciéndose, -¡Oh my god!, ¡fuck me! ¡fuck my ass!- se escuchaba.

 

Al parecer al Rodrigo le comenzó a molestar su pantalón el cual lo tenia en las rodillas, así que hizo una pausa sacando el pene de mi interior y se intento quitar rápidamente el pantalón, pero con tanta desesperación que sus movimientos eran torpes y el pantalón se negaba a salir. Yo hice lo mismo y me saque por completo el pantalón, volviendo luego a ponerme en posición de perrito.

 

Cuando volvió a insertar su pene en mi ano lo metió fuerte, y me di cuenta con dolor que el efecto de la saliva se había ido. Le hice ver con gritos y unos espasmos que me dolía, pero él no paraba si no que la metía mas fuerte, sacudí el culo hacia los lados intentando quitármelo de encima y el reacciono afirmándome del pelo impidiendo que me saliera.

 

Lo que atine a hacer es a tirarme al suelo, lo que forzó a que él no pudiera seguir porque el pene se salio de dentro

-¡Me duele!- le dije mirándolo y me di cuenta que su pene me estaba disparando chorros de semen, justo terminamos el coito cuando él ya no aguantaba eyacular.

 

Me quede en el suelo, con los ojos llorosos y sintiéndome humillado mientras el terminaba de eyacular. Me levante y me puse nuevamente el pantalón.

 

-¿Estas bien?- me dijo, y yo asentí. -Si, estoy bien- dije, pero el ano me ardía mucho y sentía rabia. Él ya reincorporado detuvo la reproducción del video porno y el silencio hizo notar que nadie emitía palabra alguna. El ambiente se hizo incomodo y yo no sabia que decir.

 

Al rato, le dije que me quería ir. -¿Porque? ¿Pasa algo?- me decía el Rodrigo, pero la verdad era que me sentía mal, no por el dolor, si no porque tenia la sensación como de haber sido abusado, violado. No me gusto sentir dolor y que el Rodrigo en vez de parar acelerara la penetración.

 

Todo el día me sentí mal, tanto que al otro día no quise ir al colegio, le dije a mi mama que me dolía el estomago y tenia nauseas lo que era mentira, la verdad era que no quería tener que hablar con el Rodrigo.

 

Llego el día en que ya tuve que ir nomas al colegio, él me vio llegar, pero no se acerco. A mitad del día me hablo. Me dijo que no podía parar de pensar en lo que habíamos hecho, que le había gustado mucho y que cuando podíamos repetirlo, si podía ir a su casa hoy. Le dije que no, que me sentía mal.

 

Sentía pena atragantada en la garganta, pero no culpaba al Rodrigo por haberme penetrado tan brusco si no que sentía que todo había sido culpa miá.

 

Lo estuve dilatando, varias semanas. Cuando estaba en religión la presión del Rodrigo era bastante, me decía -Ya pues, anda a mi casa, anda solo un rato, no te cuesta nada- y cosas así.

 

Cedí a la presión, y fui, ya que aparte de terminar la tarea de religión ya me había olvidado un poco del mal rato y todas las palabras del Rodrigo me habían reconfortado un poco.

 

Fui con la condición de que al hacerlo lo hiciera despacio ylo que a él se le había ocurrido era usar aceite de cocinar para lubricar.

Cuando llegue a su casa fuimos directo a su pieza, me puse en la misma posición de antes con desgano y por cumplir solamente, él se puso aceite en el pene y comenzó a penetrarme, esta vez despacio. Mientras me lo hacia no pude evitar excitarme, lo que me gustaba era sentir como el Rodrigo la gozaba, a veces aceleraba, a veces lo metía mas lento y otras veces como que se ponía a contemplar como su pene entraba y luego como salia.

 

Me gustaba cuando me abría las nalgas con las manos y como que se calentaba mas, porque luego gemía con un -¡Oh!- y se ponía a meterla rápido y a estrujarme los cachetes, apretándolos con sus manos.

 

-Me canse- me dijo el Rodrigo -¿Podemos cambiar de posición?.

 

Yo no sabia que posición mas podíamos hacer a parte de la de perrito. Él me dijo que había visto videos y que podía ponerme yo arriba o ponerme yo de espalda en la cama y abrir las piernas, la típicaposición de misionero.

 

Al final, quedamos en que yo me iba a sentar sobre su pene. Me senté encima haciendo que entrara completo, pero me puse de espalda hacia él, yo veía sus piernas solamente. Tontamente me daba vergüenza mostrarle mi pene erecto.

 

Comencé a saltar encima, y llego el momento que casi no sentía su pene en mi ano, creo que lo tenia muy dilatado y el aceite ayudaba mucho, así que comencé a apretar el esfinter para sentir el pene. Eso al Rodrigo le encanto, me dijo que lo hiciera mas, así que le apretaba y le soltaba el pene de forma periódica, mientras seguía saltando encima.

 

No aguante y me agarre el pene, comencé a masturbarme mientras con mi culo me comía el pene del Rodrigo. Esta vez eyaculo en mi interior y yo eyacule en la cama, entre sus piernas abiertas. Cuando sentí que me iba, apunte mi pene hacia el cobertor de la cama y lo moje.

 

Al rato lo hicimos de nuevo en posición de cucharita, yo de lado y el detrás mio, los dos completamente desnudos. El Rodrigo empezó a jugar con su pene en mi interior, lo movia en círculos, o lo sacaba y después lo metía de un empujón hasta el fondo, y luego lo sacaba despacio.

 

Quedamos todos sudados y aceitosos, yo tenia el culo lleno de aceite, la cama toda manchada, el desastre. Tuve que ir a su ducha, nos duchamos juntos y en la ducha le hice mucho sexo oral.

 

Comenzamos a tener sexo todas las semanas, todas las semanas yo me arrancaba algúndía a su casa. Podría decirse que teníamos una relación, porque eramos como pareja, estuvimos así como por 1 año. Cuando estábamos en publico eramos solo amigos un tanto alejados uno del otro, solo nos juntábamos mas en religión, pero en la intimidad teníamos sexo como conejos.

 

Nunca lo penetre yo, nunca me hizo sexo oral, él me usaba solamente como si yo fuera una mujer. Así, una mujer me hice con él ya que comencé a vestirme de mujer cuando teníamos sexo. Me ponía minifaldas de mi hermana, calzón y sostenes, y me ponía perfumes o me colocaba crema en todo el cuerpo para estar suavecito. Al Rodrigo le encantaba follarme conmigo vestido de colegiala, él me ponía en cuatro me levantaba la falda de colegio y me penetraba.

 

Lo bueno de vestirme de colegiala es que el comenzó a lamerme la cola, me levantaba la falda y me lamia o mordía las nalgas antes de penetrarme, y eso me volvía loco.

 

Me decía que le gustaba mas porque sentía que en realidad estaba con una mujer. El desastre vino cuando el Rodrigo encontró una pareja mujer, al otro año llego una compañera nueva y se hicieron pareja.

 

Me dijo que ya no podíamos hacerlo, porque ahora tenia novia y eso me dolió mucho. Paso mas o menos un mes y el Rodrigo se me acerco, me dijo que esta chica que era ahora su novia casi nunca lo dejaba tocarla, que nunca habían tenido sexo y estaba que se moría.

 

Yo me reí y me dio gusto la situación, intente hacerme el difícil también y no dejarlo penetrarme tan rápido, pero me traicione yo mismo y le dije que lo hiciéramos, pero ahora había un gran problema, el Rodrigo ya no estaba solo en casa, sino que ahora su hermano mas chico estaba en las tardes.

 

Fui a su casa, pero solo pude hacerle sexo oral. Andábamos arrancando de su hermano por la casa, el Rodrigo se bajaba el cierre y sacaba su pene y yo se lo chupaba.

 

Esa fue la ultima vez.

 

Luego de eso, la relación con su novia comenzó a ser mas en serio. Yo intente dar vuelta la pagina y mi interés por las mujeres comenzó a volver. Al final, me puse de novio con una amiga que era simpática conmigo, la Yoselin, que era un poco gordita, pero no fea.

 

Con ella tenia sexo muy seguido, pero siempre tenia el deseo de ser yo una mujer, por lo que cuando me quedaba solo en casa siempre me vestía de una, colocándome la ropa de mi hermana o de mi mama.

 

El tiempo paso.

 

Nunca mas tuve sexo con un hombre, aunque de vez en cuando me vestía de mujer, y usaba lo que tenia a la mano como consolador. No tuve nunca mas sexo con un hombre porque nunca mas sentí por uno la confianza que tenia con el Rodrigo y no podría hacerlo con alguien sin esa confianza.