Follandome a un gordo gay, la fantasía más rara de mi vida

Tarde de paseo

Aquí me encuentro en casa, recordando y escribiendo lo ocurrido ayer tarde. Cuando tras salir de trabajar, me acerque a los aparcamientos del Estadio Olímpico. Situándome en la explanada de albero que hay cerca de la Raya, explanada que se encuentra franqueada por uno de sus lados por dos dunas de arena, dunas que separan la valla de los raíles del tren con un camino.

Bueno comenzare, dejare de situaros tanto. Ayer tarde como os he mentado, fue una tarde más, nuevamente me acerque a ese lugar de perversión que cada día hay más gente, no hay día en que vaya y me maldiga el día que mencione donde se encuentra y como acceder a este, pues antes éramos lo justo para todos, ahora casi tenemos que pelear por lo poco que hay.

Ayer estaba como acostumbro, detenido dentro de mi coche aun lado de la carretera, detenido junto a una hilera de arbustos, cobijado del tremendo sol a pesar de ser solo las 18:00 horas. Los coches pasaban, me miraban y continuaban, no daba yo gesto o señal que deseaba algo, pues pocos o ninguno me interesaban. Hasta que paso un viejo amigo, viejo lo digo en los dos sentidos, tanto en la edad como en los años en que nos conocemos.

Tras detener su coche delante del mío, se bajó y camino hacia mí, momento en que yo me salí de mi coche, quedándome fuera a la espera. Nos saludamos como viejos amigos, una breve conversación de cómo estaba el panorama, siendo el, el comenzó. Poso su mano sobre mi pecho, buscando mis tetillas, duras por la excitación. Yo comencé a magrearlo sobre la tela de su pantalón, continuamos durante algunos minutos, hasta que el paso excesivo de vehículos cerca de nosotros, nos hizo desistir en nuestros deseos.

Acabando por marcharse mi amigo, quedándome a la espera de un nuevo amante, acabando por cambiarme de sitio, colocándome junto a la duna y unos arbustos, arbustos que en verdad es una zona para liarse, oculto gracias a los matorrales y a la maña de otros, dentro estratégicamente los huecos están sujetos con tela, ramas o cualquier material, dejando a la vista poca cosa. Llego un automóvil, deteniéndose a pocos metros por delante del mío, saliendo del interior del coche un hombre mayor, camino hacia la entrada de los matorrales. Hombre que rondaba los sesenta, piel arrugada por el tiempo, canoso y venía vestido… con vaqueros, camisa blanca de rallas azules y mocasines.

Nada más entrar, rápidamente se sacó su miembro fuera del pantalón, mostrándome el color de su piel, comenzando a masturbarse delante de mí… mmm. Yo, vacié mis bolsillos, tome toallitas, preservativo y vaselina, salí de mí vehículo y me dirigí hacía este, entre dentro de la maleza y sin palabra alguna, dirigí mi mano derecha hacía su polla… mmm.

Comencé a masturbársela con mi mano derecha mientras con la izquierda acariciaba su abultado cuerpo, prominente barriga que no le dejaría ver su polla a no sé qué estuviera erecta.

Este comenzó a acariciar mi cuerpo, desde el cuello hasta mis nalgas, no dejando de tocar mi pecho, subió mi suéter y beso primero mi pecho, continuando por lamer mis pezones y mordisqueármelos… aaahhh. Sus manos rápidamente en mis nalgas, dejaron de magrearlas sobre mis pantalones e intentaron bajo este, teniéndole que facilitar la tarea con soltar el cinturón, desabotonar el botón de mi vaquero y bajar la cremallera.

Dejándole ahora hacer, sintiendo sus manos secas y arrugadas, introducirse entre mi cintura y mi pantalón. Magrea mis glúteos, pellizcándomelos… mmm, tira de mi pantalón y calzoncillo hacia abajo, dejándomelos en los tobillos. Sintiendo nuevamente sus manos magrear mis nalgas… aaahhh, sintiendo como sus dedos se introducen entre mis glúteos, presionando mi orificio anal… aaahhh. Soltándome…

“Vaya con la putita”.
“Vienes preparada… mmm”.
“No tienes vello alguno. Menudo coñito se te ve, esta hambrienta verdad… mmm”.
Coloco una de sus manos en mi hombro, presionando hacia abajo, no hacía falta pensar mucho para adivinar que deseaba este. Me agache hasta quedarme en cuclillas, tome su tronco con mi mano derecha al tiempo que acercaba mi boca a su glande, lamí este un par de veces, saboreándolo… mmm. Separe mis labios al tiempo que abrí mi boca, introduciéndomela hasta la que la base de su tronco choco contra mis labios, dando este un sonido de satisfacción.

Saque su polla de mi boca, continuando por chupar su tronco desde su glande hasta sus genitales, lamiendo estos e introduciéndomelos dentro de mi boca… aaahhh.

Haciéndome levantar, intentando besarme, cosa que rehusé, continuando por besar mi cuello y hombro… mmm, chupando y mordisqueándome los pezones… aaahhh. Los vehículos se detenían, intentando mirar sus conductores hacia el fondo, saliendo algunos de estos y dirigirse hacia el interior, acabando por marcharse algunos y otros se quedaban mirando. Observaba por el rabillo del ojo, como estos se masturbaban mientras no perdían detalle, como mostraba sus erectas pollas a modo de anzuelo, cosa que nosotros íbamos a lo nuestro.

Este nuevamente me indicó que se la comiera, yo esta vez no me arrodille, sino que me incline hacia delante, introduciéndome nuevamente esa polla dentro de mí boca. Este apartaba mis manos de su tronco, no deseaba que las usara, no quedándome otra que sujetarme sus muslos, mientras este me sujetaba con ambas manos mi nuca, no deseando que me apartara… mmm. Pero muy a pesar para él, acabe por sujetársela, no como hubiera deseado, pero al menos coloque una de mis en la base de su miembro… mmm.

Pero como he dicho previamente, no son las veces en que me he encontrado comiéndole la polla a uno… cuando aparece otro, primero como tantas se quedan en un segundo plano, molestando más que se queden hay parado que intenten entrar. Ya que otros entran, no importándoles que si han dado permiso o no, dependiendo este gesto para dar pie a dejarles continuar.

Siento unas manos en mis nalgas… mmm, ignoro que si eran pertenecientes a alguno que miraba o es de un nuevo desconocido, apenas han pasado minutos, cuando esas caricias dejaron pasos a besos y muerdos… aaahhh. Ese personaje comenzó a comerme el culo… uuummm, sintiendo con gran placer como esa hábil lengua me hacía estremecer, mientras al mismo tiempo me pajeaba… ayudándose con una de sus manos… uuufff.

La polla de ese hombre canoso, parecía cada vez más grande y más dura… mmm, quizás se sentía excitado por ese otro, mientras yo estaba disfrutando, no solo por la comida de polla que me estaba dando, sino por disfrutar de esa comida que ese otro se estaba dando con mi coñito… uuummm. Llegando a darme un par de palmadas en mis nalgas, dejándomelas sonrojadas… aaahhh. Alternando los lametones con introducirme sus dedos… ooohhh, sintiendo como entraba sus dedos corazón hasta los nudillos… uuufff, una vez tras otra… aaahhh.

No recuerdo bien el tiempo que se llevó, pero si cuando dejo de hacerlo, pues estaba en la gloria, acabando por colocarse junto al canoso. Saco su polla del interior del pantalón, acercándola a mi rostro, pudiendo ver el tamaño de esta… mmm, muy buenas dimensiones, limpia, sin vello alguno. Gire mi cabeza a modo de ver a este, descubriendo a un señor que para nada lo encajaría en mis gustos, musculoso… de esos de gimnasio, cabellos grisáceos aunque escasos.

El viejo canoso dejo que este participara, sacando su polla de dentro de mi boca, introduciéndome esa otra, comenzando a chuparla una vez tras otra, no entrándome más de la mitad, mientras la tenía sujeta por la base. Entreteniéndose ahora el viejo canoso en follarme con sus dedos… ooohhh, sacándome esa polla para emitir sonidos de satisfacción…

“Aaahhh… uuufff…”.
“Aaahhh… uuummm…”.
Aquel dedo del viejo canoso, pronto fue sustituido por dos… mmm. Mientras continuaba comiéndome ese pedazo de rabo, sintiendo sus venas palpitar, sintiéndola cada vez más dura… aaahhh. Notando como el viejo canoso deja de penetrarme con sus dedos, apareciendo nuevamente junto a nosotros, pidiendo usar nuevamente mi boca. Sacándome ese pollón para volver a saborear el miembro del viejo canoso, sintiendo ahora el placer de su boca en mi coñito… uuummm, sintiendo esa lengua arrancarme aullidos de placer… aaahhh.

Pero más aullidos me hizo soltar, cuando note su glande deslizarse entre mis glúteos, deteniéndose en la entrada de mi orificio, notando como presionaba y poco a poco introducirse… aaahhh. Sintiéndola como desaparecía dentro de mi coñito… uuummm, disfrutando de dos pollas para mi sola… aaahhh. El viejo canoso, llego a levantar mi rostro a modo de ver como gozaba, soltándome…

“Que cara de viciosa, tienes”.
Mirándole sonriente como disfrutaba de su polla, sabiendo que poco le faltaba para correrse, ignorando donde acabaría… mmm. Sintiendo como el otro me partía en dos, sintiendo con gran placer las tremendas embestidas que me daba, sintiendo como sus genitales chocaba contra mis nalgas. Mientras sus manos se sujetaban a mis caderas… unas veces, pues o se encontraban acariciando mi espalda o pecho, o simplemente las tenía en mis hombros, sujetándome con fuerza contra el… uuufff. Dándome fuertes embestidas, sintiéndola muy profunda, sintiendo como su glande golpeaba mi próstata… aaahhh.

El viejo me avisa de su corrida… tarde, pues lanza su primer chorreón dentro de mi boca, recibiendo el resto en mi rostro al tiempo que la sacaba de mi boca. Anunciándome el otro que pronto se vendría, sacándola con fuerza de mí, lanzando varios chorros contra los arbustos, mientras me suelta…

“Menudo coñito tienes”.
“Estaría todo el día follándote, si tuviéramos una cama”.
El primero en marcharse, fue el viejo canoso, no dijo nada… simplemente se marchó, mientras nosotros nos limpiábamos y este otro, planeaba un segundo encuentro. Marchándonos ambos, este en dirección a la rotonda que da acceso a la Ronda Norte, salida que accedes a la rotonda que da a RTVE. Yo en cambio tire hacia el lado opuesto, buscando algo más de acción, pero marchándome al ver el panorama. Pues acabo por salirme hasta tres “chaperos”, todos magrebí y rumanos, siendo esto tomado por mí como una señal, señal que no es otra que la hora de marcharme.