Fiesta en casa y me convierto en testigo de una escena bastante morbosa

Antes que nada aprovecho para desear felices fiestas a todos!

Mi marido tiene por costumbre hacer reuniones de manera eventual con sus compañeros de trabajo, se trata de hombres y mujeres, varios de ellos son más jóvenes y subordinados suyos.

Suelo acompañarlos de manera regular, me gusta pensar que soy una buena anfitriona y no tengo tema en socializar

La verdad es que las fiestas son bastante agradables, suelen durar hasta entrada la noche, corre el alcohol las risas y las bromas, a pesar de ello siempre hay un ambiente razonablemente sano, no hay gente que se ponga necia o que de repente les dé la tentación de ponerse pesado con alguna chica o faltarle al respeto.

Así que en mi mente nunca había pasado el hacer algo fuera de lo normal, el ambiente no se prestaba y el riesgo era mucho.

A pesar de ello, no soy tonta y en varias ocasiones he sorprendido a varios mirándome disimuladamente el trasero o las tetas y he de confesar que eso siempre es algo que me gusta bastante.

No tengo algún tipo de predilección por el tipo de persona que gusta de mirarme, disfruto de todo, desde los más grandes a los más chicos, con los grandes me imagino que no tienen una vieja en su casa como yo y con los chicos me seduce la idea de que a pesar de codearse con niñas jovencitas, mi cuerpo sigue irradiando deseo y en nada desmerece a mujeres varios años menores a mí.

Además como que siempre los jóvenes tienen esa fantasía de una mujer más grande, ya en sus treintas, conocedora del sexo, cachonda y sexualmente abierta y activa, el ser ese prototipo de mujer he de confesar que me gusta bastante.

A pesar de no tener problemas con el tipo de personas que gustan de mirarme, si he de confesar que lo que más me gusta es cuando la persona en cuestión se encuentra acompañada o tiene pareja, me agrada la idea de no poder aguantar el deseo de mirarme y desearme a pesar de correr el riesgo de que sea reprendido por su acompañante, eso es algo que pone mi ego a mil y que siempre me resulta placentero.

En ese entorno hay un joven todavía en sus veintes que había notado que me miraba demasiado y a veces en exceso, era muy evidente para mí que constantemente lo sorprendiera revisando mis atributos, sus miradas no eran tanto de morbo, creo que eran más admiración.

Creo también que su gusto por hacerlo era más fuerte que él, me parecía que sus miradas le eran muy naturales, inconscientes, no era la persona que se sintiera culpable cuando te dabas cuenta que no te quitaba los ojos de encima y al verse descubierto mirara a otro lado; pero al mismo tiempo tampoco era el tipo de persona que quería que te dieras cuneta que te observaba, del tipo de gente que quiera hacer contacto visual contigo que te mira hasta que tú lo haces, para luego sonreírte o hacerte algún gesto.

Él no era ninguno de esos, simplemente me miraba, cuando lo sorprendía no volteaba a otro lado y me coqueteaba, creo que simplemente me admiraba como se hace con una pintura o una escultura, al menos ese percepción tenía yo.

En sus actitudes era de lo más normal, su trato hacia mí no me generaría la mínima sospecha de no ser por mirada, me trataba con razonable respeto, pero sin intimidarse, platicaba conmigo sin ningún problema de temas muy normales, nunca se propasó ni se mostraba ajeno, era simpático, agradable y caballero.

Puedo decir que era de las personas con las que mejor relación tenia, podría decirse que éramos amigos en verdad, me sentí cómoda con él y podía pasar varios minutos conversando sin problema, a pesar de ello nuestra relación se limitaba a ese tipo de ocasiones, nunca convivimos más allá de estos eventos.

El tipo no era muy guapo, tenía buen cuerpo, joven, muy moreno, no era una persona por el que las chicas murieran a su paso; pero a pesar de ello tenía una personalidad fuerte y atractiva, era muy simpático, inteligente, líder y excelente conversador, era el tipo de personas que siempre quieres tener en tus reuniones y que extrañas cuando llega a faltar.

El muchacho aún es soltero, pero por su personalidad tiene muchas amigas y pues en este tiempo ya van algunas parejas que le he conocido, niñas guapas y simpáticas, por alguna extraña razón no he visto que dure mucho con las muchachas en cuestión.

Como su posición jerárquica es inferior a la de mi marido, entiendo que me guarda mucho respeto, por ello sus miradas son más inquietantes, como digo creo que le salen muy normales, no parece que dimensione o se dé cuenta que en ocasiones no me quita los ojos de encima.

En el área social de nuestra casa tengo además colgadas varias fotografías que me hice por un fotógrafo profesional en la playa.

Dichas fotos la mandé imprimir en tamaño grande y las enmarqué, son un pequeño templo de mi vanidad, he de confesarlo con honestidad; como las fotos tienen de fondo el mar, pues evidentemente salgo en traje de baño, creo que no es muy común en la mayoría de las casa que la anfitriona tenga tan a la vista ese tipo de fotos, sin embargo a mi marido no le molesta y a mí me encanta, además las fotos están muy bien hechas y con el pretexto del paisaje, la playa, el mar, y la calidad de la foto pues yo aprovecho para exhibirme con poca ropa ante los invitados.

Pues bien también he notado que las miradas del chico en cuestión también se desvían hacia las fotografías, así que cuando no me observa en persona, lo hace en foto, no es que se pase todo el día mirando, simplemente lo hace muy seguido y yo me doy cuenta.

Como digo no es algo que me moleste, pero me ha llegado a inquietar un poco, no estoy segura si mi marido lo ha notado porque nunca me ha dicho nada, pero si me he percatado que alguna de sus acompañantes si lo ha hecho y no puedo decir que les haga muy felices a dichas mujeres.

Con todo ese antecedente, un viernes se realizó una nueva reunión en nuestra casa, he de confesar que esos días había estado cachonda, por diversas razones no había cogido en días y eso nunca es bueno, además luego de ese tipo de reuniones mi marido y yo terminamos cansados y desvelados que rara vez cogemos, solemos caer muertos al dormir; en ese contexto estaba resignada a que iba a tener otro día de abstinencia.

El morenazo en cuestión llegó acompañado de una chica nueva, muy guapa y de buen cuerpo, a diferencia de otras acompañantes que se veían muy monas, de belleza más clásica, medio recatadas; esta chica se veía mas sexosa, se vestía más sexy entallada y ajustada, tenía muy buen cuerpo, buenas nalgas y sobre todo grandes tetas, las cuales no dudaba en mostrar generosamente detrás del escote de su blusa.

Era el tipo de chica que bajo las circunstancias correctas no hubiera dudado yo misma en invitarla a mi cama, creo que las putas nos olemos a kilómetros y esta se veía que le gustaba la verga y las miradas descaradas tanto como a mí.

Al pasar la noche y con el paso de la copas el ambiente se relajó, había risas y tragos; en ese tiempo puede platicar un poco con la muchacha en cuestión y me cayó bastante bien, no era nada pesada o pretensiosa, se veía relajada y se acoplaba muy bien al entorno, no tuvo problemas en relacionarse.

Conversamos un poco y me contó que tenía poco saliendo con nuestro amigo que no era nada serio y que se divertían mucho juntos, no pasó de ahí el comentario.

Al pasar el tiempo más se relajó aún más el ambiente como consecuencia del alcohol, algunas personas se fueron pero seguíamos siendo un buen número, en ese entorno pude ver que la pareja en cuestión cada vez se mostraba más cariñosa, se besaban rico, y de repente sin ser muy evidentes se tocaban de manera un tanto sensual.

Aún en esa condiciones la miradas del chico seguían siendo constantes, su acompañante se dio cuenta en varias ocasiones, pero a diferencia de otras oportunidades parecía que a ella esto no le causaba problema o al menos lo disimulaba bastante bien, la verdad me gustó mucho esa seguridad de la chica, sabía que ella tenía muy bien puestos sus atributos y que no tenía por qué sentirse menos que yo, pero he de confesar que yo tampoco me sentía menos y que me encanta el hecho de que a pesar de estar acompañado de un vieja tan buena, mis encantos aún tenían un buen efecto sobre el tipo.

En un momento dado la niña y yo coincidimos a solas, la verdad me encantaba la chica, su manera de ser me parecía de lo mejor, era desinhibida y agradable, platicamos un rato, una cosa llevo a la otra y en unos minutos ya me contaba algunas intimidades.

Me confesó que en verdad tenía novio, muy formal, pero que con este cabrón se la pasaba tan bien que el pobre novio se estaba colgando unos cuernos de campeonato, me decía que esto era poco serio que era un gusto al cuerpo, pretendía casarse con el novio, pero antes de eso quería pasarla bien a pesar del riesgo que estaba corriendo, confieso que no podía estar más de acuerdo, quién era yo para juzgarla, al contrario pues si yo era igual o más puta, seguro bastante más puta, la diferencia es que era ella la que se confesaba yo sólo escuchaba.

En un momento me comentó que el novio era una excelente partido, buen muchacho pero que no era muy bueno en la cama, al parecer el moreno era diferente o al menos lo dio a entender muy claramente, decía que todo era muy distinto con él, pero que para nada quería algo serio.

Pasaron los minutos, a pesar de conversar muy a gusto pronto tuvimos que incorporarnos a la reunión, yo estuve con mi marido un rato y la pareja en cuestión también volvió a juntarse, al poco rato ya volvían a besarse cada vez con menos pudor.

Yo estaba muy entretenida con mi marido y por un momento no prestamos mucha atención a los invitados, en un momento dado tuve que bajar a la cocina por hielos.

Al bajar a la cocina volteé y puede ver que el baño tenía la puerta semiabierta y tenía la luz prendida.

Pensé que en algún momento se me había olvidado apagar la luz, suelo usar este baño cuando estoy en la cocina, y durante gran parte de la fiesta estuve preparando diversas cosas para la cena, así que muy probablemente había usado el baño y no había apagado la luz.

De manera muy natural me dirigí al baño a apagar la luz al llegar casi me desmayo con lo que puede observar.

Al acercarme al baño puede escuchar ruidos muy tenues, al llegar sospechaba que alguien estaba dentro, no sé porque me ganó la curiosidad de saber que estaba pasando, al estar la puerta entre abierta pude observar sin ser vista que pasaba dentro.

Adentro estaban mis dos amigos de los que he estado platicando, el compañero moreno de mi marido y su pareja; ella estaba hincada frente a él, con sus enormes tetas de fuera, le estaba dando una mamada digna de la mejor película porno. Fue evidente que con toda intención encontraron el rincón más alejado de la casa.

Pero mucho mas que esto, lo que más me impresionó fue el enorme miembro que se cargaba el chico, que bárbaro, era un trozo de carne hermoso, enorme, largo y sobre todo grueso, muy pero muy oscuro, era tan salvaje, tan morbosamente feo que era sencillamente hermoso, apetecible a mas no poder, el compañero ideal para una noche llena de sexo salvaje, para una sesión de sólo sexo, nada de cariño, solo placer y entre más extremo, rudo y morboso mejor.

Parecía que estaba diseñado para lo que me gusta, el sexo duro y simple, era una herramienta poderosa ideal para someter a putas como yo y como la otra puta que en ese momento se daba el gusto de su vida mamando y chupando.

Mientras la mamada estaba en camino, no pude dejar de pensar que quien más disfrutaba era ella, a mí me encanta mamar la verga, realmente me caliento mucho haciéndolo, así que creo saber quien comparte conmigo ese gusto, pues he de decir que el gusto de esta chica era evidente, mientras mamaba gemía, cerraba los ojos y se concentraba en su trabajo como toda una profesional.

Luego sacó sus enormes tetas y colocó esa hermosa verga entre ellas, entonces comenzó a subir y bajar mientras presionaba sus senos con ambas manos, mientras hacía todo esto miraba a su amante con cara de morbo y deseo, con voz bajita apenas susurrando le alcanzó a decir:

– Dame tu lechita papi

Luego tomó el enorme pedazo de carne negra y comenzó a jalársela con frenesí, no pasó mucho tiempo para cuando el tipo ya vertía chorros de semen sobre sus bellísimas tetas

Sus senos eran hermosos, grandes, duros, el panorama era de lo mejor un verga y unas tetas de concurso, cada uno jugando un su rol en ese juego de morbo y perversidad, justo enfrente de mí se erguían listos para ser devorados con que gusto me hubiera comido cualquiera de ellos, ya sea la verga o las tetas o incluso el semen que escurría por ambos cuerpos, estaba ardiendo, quería ser parte de la escena, pero no me atreví o me parecía igual de perverso y satisfactorio mi rol de observadora, no lo sé, creo que ambas cosas me generaba mucha calentura.

– Mmm que rico papi, voy a salir así, llena de tu lechita en mis tetas

Me apuré a salir antes de que lo hicieran ellos, no sé si realmente pasé desapercibida, aún con todas la ganas que me dieron de participar en tan rico evento me contuve, aunque quedé con una calentura de aquellas, más que por lo morboso del acto, por la belleza de sus protagonistas: la verga del morenazo y las tetas de la putona.

Así que el resto de la velada estuve mojadita y caliente, deseando que la velada terminara y poder saciar mis ganas con mi marido, evidentemente mi percepción del chico moreno había cambiado drásticamente, pasó de ser un muchacho un tanto feo aunque agradable a un semental poseedor de una herramienta por demás apetecible.

Pasó de ser un chico tímido que me miraba consistentemente, a un hombre atractivo que me hacía sentir halagada con su potencial deseo hacía mi a pesar de tener a sus disposición varias viejas igual de buenas que yo, todas listas para gozar de esa poderosa verga que se cargaba por debajo de su pantalón.

Ahora sus defectos se desvanecían y se potencializaban sus virtudes, ahora era un tipo varonil, joven, de muy buen cuerpo, líder, simpático, seguro de sí mismo, pero sobre todo vergón.

Evidentemente mi actitud hacía él sufrió un cambio aún sin proponérmelo, busqué constantemente su mirada y le regalé varias sonrisas en el proceso, en una ocasión lo vi solo mientras admiraba una de mis fotos en traje de baño colgada sobre la pared; me acerqué a él y con mi voz más coqueta le dije:

– Te gusta lo que ves?

Lo tomé por sorpresa, muy apenado apenas contestó

– Perdón, no sé qué decir, no era mi intención, por favor no vayas a pensar que yo..

– No pienso nada, para eso está la foto ahí, para que le vean, porque me gusta mucho

– Gracias, perdón nuevamente

– No hay nada que perdonarte, pero no me contestaste

– Cuál era la pregunta?

– Qué si te gusta lo que ves?

– Si la foto está muy bien hecha

– Y la modelo?

– No entiendo

– Que si la modelo también está muy bien hecha

Solo sonrió, mi coqueteo no podía ser más evidente

– La modelo está aún mejor hecha que la foto

– Gracias, que bueno que te gusta, entonces si te gusta lo que ves

– Si he dicho que me gustaba mucho la foto

– Pregunté si te gustaba lo que ves, no si te gustaba la foto y no me has contestado

Nuevamente su sonrisa, me estaba divirtiendo, a pesar de ello el tipo no se intimidaba, yo le coqueteaba y él sabía manejar la situación

– Ahh perdón, no había entendido la pregunta, me gusta mucho, mucho lo que veo

– Y que es lo que más te gusta?

Y entonces se acercó a la foto, y con dedo índice comenzó a señalar

– Lo que más me gusta son los relieves de la foto

Y en eso empezó a tocar mi cuerpo sobre la foto, lo recorría de arriba abajo, yo sentía descargas en mi cuerpo imaginando que realmente lo estaba acariciando

– Además el paisaje es muy bonito, el mar armoniza muy bien con las curvas de la modelo

Y entonces mientras seguía acariciando la foto, detuvo su dedo en mis senos y ahí se estuvo un rato acariciándolos de manera imaginaria, yo cerré los ojos, fantaseé con el hecho y mordí mis labios

– Mmm tienes razón es bastante estimulante ver como aprecias la foto en ese contexto

– Si creo que estimulante es la palabra correcta, es un cuerpo muy tentador

– Hombre gracias, que te tomas?

– Que TE TOMAS tú¡¡ (en clara alusión a mi tetas)

– Grosero, eres un pícaro

– Ganas tengo de picar algo

– Pues se ve que en eso no tienes problemas, no te espera tu chica?

– No creo que tenga problema, y aunque lo tuviera, eras demasiada tentación

– Bueno pues esta tentación tiene que irse, un gusto platicar contigo

Y me di la vuelta asegurándome que a mi paso no perdiera detalle de mi enorme trasero, al alejarme movía mis nalgas de la manera mas coqueta posible, quería que supiera que me moría de ganas de que esas nalgas que tan alegremente le movía a su vez se morían de ganas por tener esa vergota que acababa de ver en acción en el baño unos minutos antes.

Así transcurrió el resto de la noche, al despedirse de mi este par de cachondos invitados me aseguré de arrimarle mis senos descaradamente al moreno y su novia mientras nos despedíamos, a ambos les di un abrazo cachondo y perverso que no pudo pasar desapercibido por ninguno de los dos.

Más tarde yo montaba la verga de mi marido de la manera más salvaje; mientras mi tetas rebotaban alegremente, yo cerraba los ojos y pensaba en el enorme miembro que acaba de ver en el baño, al momento de sentir que mi esposo estaba por terminar me aseguré de regalarle una mamada previa y que su semen se esparciera por todas mis tetas justo como lo había visto minutos antes.

Caí profundamente dormida para solo soñar puterias durante mis sueños, me soñé siendo yo la protagonista de la escena que tanto me había calentado, repitiendo justo cada uno de los acontecimientos, la mamada, la rusa en medio de mis tetas y el semen, ese delicioso semen cubriendo mis enormes senos.

Luego me soñaba irrumpiendo en el baño para acompañar a tan cachondo dúo y formando un trío, en mis sueños, compartía verga con mi nueva amiga, luego ambas éramos alimentados con lechita, para terminar compartiéndola en un delicioso beso

Así estuve toda la noche así que naturalmente amanecí de lo más caliente después de tanto deseo e imágenes en mi mente.

Por la mañana mi marido se levantó temprano porque se iba a jugar béisbol, yo me quedé un rato en cama, el juego era a las 10 de mañana, mi marido salió de la casa como a las 9 am, para las 9:30 sonó mi celular, era el moreno vergón con el que había soñado toda la noche, creo que me mojé de inmediato o no sé si ya lo estaba con los sueños que tuve.

Resulta que este muchacho jugaba en el mismo equipo que mi marido, al contestar me dijo que mi esposo había olvidado su equipo y le había pedido el favor de pasar a la casa a recogerlo, no sería el único favor que le haría a mi esposo ese día y no sería la única recogida que haría esa mañana.

Ambos sabíamos que era mentira, fingí demencia e ignorancia y les seguí el juego, había visto salir a mi marido maleta en mano, además en todos los años que tengo con él nunca se le ha olvidado equipo alguno cuando va a jugar.

Luego me enteré que el chico había ido al juego y al ver que mi marido llegaba y justo al comenzar el partido, con cualquier pretexto se ausentó y me llamó para ir a visitarme, sabiendo que tenía por delante al menos tres horas y que yo estaba solita en casa.

En cuanto supe que venía rápidamente me metí a bañar, me alisté en minutos, me maquillé, peiné y perfumé; luego me vestí para la ocasión, un shorts blanco de tela delgada, deportivo, blanco y súper corto, era imposible usar ropa interior sin que se marcara, era demasiado apretado y transparente.

Para la parte de arriba escogí un top muy corto, escotado y de tirantes, era una blusa que yo mismo había cortado para ocasiones en la que quería verme muy puta; era de color blanco también, no usé ninguna prenda debajo para que fueran evidentes mis pezones.

Para rematar me puse mis tacones más altos y de color negro para que contrastara con todo mi atuendo blanco, como accesorio escogí un arete para mi ombligo con la palabra sexy, creo que más que sexy me veía muy pero muy puta.

No pasó mucho tiempo cuando el tipo en cuestión ya estaba tocando a mi puerta, desde dentro le pedí que pasara que la puerta estaba abierta, al poco rato aparecí, su cara era un poema, creo que ambos sabíamos lo iba a pasar pero creo que no se esperaba esta reacción mia

– Hola

– Hola vengo por el equipo

– Ahh si pasa, acompáñame a arriba por favor, no sé bien de qué equipo hablas y creo que me puedes ayudar a identificarlo

– Claro con gusto

Entonces me aseguré de caminar por delante de él mientras subía las escaleras, en el proceso subí los escalones lentamente un contoneando lo más posible mi enorme trasero, el panorama debe haber sido de lo mejor.

– Pasa por aquí vamos al vestidor que está en el cuarto

– Ok

– Déjame reviso en la parte de arriba del closet ahí hay una maleta, me acercas un banco?

– Si claro

Me subí al banco para alcanzar la parte de arriba, todo era un pretexto burdo para ponerle mis enormes nalgas en su cara.

– No la encuentro

– Tal vez un poco mas adentro (decía esto mientras tomaba mis muslos)

– No ya revisé y no se ve nada, a ver déjame busco en otro lado, me ayudas a bajarme por favor?

Entonces me bajé del banco, en el movimiento busqué quedar de frente, mientras bajaba le arrimé las tetas descaradamente.

– Mmm dejáme busco por aquí abajo

– Ok

Entonces me volteé y dejando mi cuerpo sumamente pegado al suyo sentí su enorme miembro en mi culo, procedí luego a agacharme un poco, así empinadita restregaba descaradamente su paquete contra mis nalgas, para entonces sin reparo ya tocaba mi trasero, y yo lo movía alegremente para sentir más plenamente esa vergota que estaba a punto de comerme

– Sigo sin encontrarla; y que pasa si no la encontramos

– No me puedo ir de aquí sin ella

– Mmm pues a lo mejor tendrás que quedarte un largo rato

– No me molestaría para nada, y a ti?

– Ahhh no tengo problema tampoco

Para entonces ya el movimiento era descarado y mi calentura enorme, no podía mas y comenzaba a gemir como la gran puta que soy.

– Tal ves si te agachas un poquito la encuentres

– Ok déjame reviso mas abajo

– Debe ser una maleta con bates de béisbol

– Mmm y como son?? Ahhh

– Son largos, grandes y duros, como un tronco grueso

– Uyyy, si es así creo que ya encontré uno muy grande y grueso ahhh

– A si y que tal?

– No sé, parece que es el que he estado buscando, ohhh¡¡, pero no estoy segura, no lo veo

– Quieres verlo?

– Siiii¡¡ me encantaría

Y entonces me jaló hacia él y bruscamente me puso de rodillas, me encantaba el juego y la forma en que comenzaba a tratarme, entonces se sacó su enorme verga que ya estaba dura apuntando al cielo.

– Que te parece?

– Se ve muy bien, me dejas tocarlo para ver si es lo que busco?

– Claro

Entonces procedí a acariciarla, primero despacio y luego con in poco de mas ritmo

– Y bien?

– Está ahora muy bien, me dejas verla mas de cerca?

– Claro con confianza

Y entonces prácticamente la pegué a mi rostro, con ella justo a milímetros de mi boca, seguí el juego lo mas que pude

– Crees que pueda llevármela a la boca?

– Lo crees necesario?

– Si lo necesito para saber si es lo que busco

– Bueno si es necesario adelante

Y entonces por fin devoré ese enorme pedazo de carne que tanto deseo me generaba, en verdad hice me mejor esfuerzo, quería demostrarle que era buena haciéndolo, quería demostrarle que era aún mejor que la puta que se lo había hecho apenas unas horas antes, quería hacerle saber con toda claridad que pocas putas tan putas como yo.

Así estuve un buen rato, mientras mamaba ambos emitíamos pequeños gemidos en señal de mutua satisfacción

– Mmmm que bien lo haces

– Te gusta papi??

– Si en verdad eres una experta

– Y apenas estamos comenzando rey, no sabes las ganas que te tengo papi

Estaba en el cielo, su verga sabía deliciosa, a hombre, a macho, no podía de dejar de mamarla y besarla, simplemente me encantaba

Entonces lo llevo a mi cama, en el camino nos despojamos ambos de nuestras ropas, lo tomo de la mano y le digo

– Quiero que me cojas aquí en la cama donde cojo con mi esposo

Solo sonríe al seguir confirmando el tipo de puta que tiene enfrente, entonces me lleva a la cama y comienza a cogerme, se sube arriba de mi y mientras me coge me mama las tetas, que rico¡¡, después lo volteo y me pongo yo encima, me encanta esta posición, lo cabalgo un buen rato, me agacho y le pido que me siga mamando las tetas, estoy en el cielo, el cabrón está buenísimo y tiene una verga deliciosa

– Mas, mas, mas, que delicia¡¡ que rica verga tienes carbronnnn¡

– De quien este culo?

– Es tuyo mi rey¡

– Y estas tetas??

– Todas tuyas papacito¡¡ hay que rico me cogesssss¡¡

Nuevamente el mete y saca, me pone de espaldas, yo sigo arriba pero ahora quiere tener un panorama de mis nalgotas, a mi me encanta

– Estás mas buena que mi vieja

– A si? Y por qué?

– Tienes un culo más rico

– Y que mas?? ( le digo moviendo el culo)

– Se ve que te encanta más el sexo

– A si?? Y por que lo dices?, ahhhhhh

– Porque pones una cara de actriz porno que no puedes con ella cuando coges, se ve que te encanta¡¡

– Graciassssss, ay ¡¡¡ ay¡¡¡¡ delicioso¡¡¡, y quien coge mejor?

– Tu, puta

– A si¡¡ pues aprovecha cabron porque pocas putas como esta

Me calienta el comentario, y realmente me siento mejor que cualquiera en la cama, ya lo he visto y me he dado cuenta que pocas viejas como yo

Sé que le encanta que sea tan puta, que me desea, lo nuestro es puro sexo, es lo que a él le gusta y a mi también, regreso a ponerme de frente a él y así bien montada en su verga al poco tiempo le digo

– Cogeme ¡¡¡ Cogeme¡¡

Le grito y se lo pido, luego algo me incita a pegarle un par de cachetadas y lo hago, a él le gusta y me toma las manos y me estruja,

– Te gusta rudo puta??

– Si¡¡¡¡

– Pues vas a saber lo que es un hombre

– Cógeme como lo merezco, o qué no puedes cabrón?

Me voltea en cuatro patas y me empieza a dar, lo hace duro y fuerte, mientras me nalguea como nunca lo han hecho, siento mis nalgas en carne viva, no les tiene piedad

– Que rico, eres un chingón¡¡¡ que bien me coges; dame, dame¡¡

– Eso querías?

– Si¡¡¡¡¡¡

– Así te cogen en tu casa

– No¡¡

– No que?

– Así no me cogen en mi casa¡¡¡¡

– Pues ahora si te cogen así en tu casa, puta

– Gracias rey¡¡¡ no sabes cuantas ganas te tenía papi

– Y yo a ti puta

Sigo en cuatro patas, y, me levanto un poco, trato de sacar el culo lo mas posible para facilitarle la tarea, me embiste y siento su verga, grito de placer.

– Ayy que rico¡¡¡¡ mas¡¡¡ mas¡¡¡¡ así¡¡¡ así¡¡¡

– Te gusta?

– Me encanta¡¡¡ que rica la tienes¡¡¡¡ te gusta mi culo cabrón???¡¡

– Si

– Y mis tetas????

– Si

– A mi me encantan¡ puedes usarlas a tu antojo mi rey¡ Así me querías tener papi?

– Si puta, así bien empinada, que buenas nalgas tienes cabrona¡¡

– Nalguéame por favor¡¡

Lo hace

– Mas fuerte¡ mi rey¡¡

Un nuevo golpe más fuerte que el primero

– Mas¡¡ mas¡

Un tercero y último, junto con el golpe un nuevo orgasmo de mi parte, casi al mismo tiempo presiento que él está por terminar, me abalanzo entonces sobre su verga y la mamo con desesperación, al sentir su evidente corrida lo masturbo fuertemente y pongo su verga junto a mis tetas, trato entonces de recrear la escena que tanto me calentó horas antes

– Dame tu leche papi

Y entonces chorros de semen espeso corren sobre mis tetas, luego me los llevo a la boca, mientras todo esto pasa me masturbo con frenesí y alcanzo nuevamente a terminar víctima del morbo y del deseo, estoy caliente y pretendo exprimir a este muchacho los mas posible durante las horas que tenemos disponibles, luego me enteré que al día siguiente volvía a jugar el equipo de mi marido pero esa será otra historia….