Eva se acurrucó sobre el pecho de su hermano y este rodeó su cuerpo con su brazo. Karl no sabía lo que pasaría con sus vidas mas adelante

Durante el resto de la semana, Eva permaneció encerrada en la casa…casi no probaba alimentos y no le dirigía la palabra a su hermano para nada…sólo lloraba y lloraba encerrada en su habitación.

Karl se sentía incapaz de abordarla y tratar de hablar acerca de lo que había pasado entre ambos…a partir de esa noche, dormía en la sala, sobre una bolsa de dormir…y pasaba casi toda la noche en vela escuchando el llanto de su hermana. Sentía tantas emociones dentro suyo: remordimientos, culpabilidad, angustia….pero por sobre todo eso, sentía también que otra clase de sentimiento más allá del simplemente filial, estaba empezando a nacer…hacia su propia hermana.

Una noche, luego de finalizada la jornada de trabajo…se dirigió (junto con el ingeniero y el capataz que dirigían las obras de construcción) en dirección al club, estuvieron bebiendo hasta muy entrada la noche, y cuando inició el camino de regreso a casa, Karl iba mas que borracho perdido. Al ingresar a la casa se dio con la sorpresa de encontrar a su hermana de pié en medio de la sala, mirándolo con angustia…Dios, como había adelgazado en esos días, se veía tan pálida y demacrada y con los ojos enrojecidos e hinchados de tanto llorar…al verla de ese talante, mucho de los humos de su borrachera se disiparon…

– Donde has estado?…preguntó Eva.- Me asusté mucho cuando no apareciste a la hora acostumbrada…pensé que algo malo podía haberte ocurrido.

Karl quiso responder a Eva, pero no pudo…de pronto todo lo que había acontecido durante esos días se agolparon en su cabeza, el dolor de su hermana, su propia frustración al no poder encontrar una vía de acercamiento hacia ella, el verla sufrir de esa manera tan espantosa sin poder hacer nada por confortarla…sus sentimientos de culpa…su desesperación, todo estalló dentro suyo. Avanzó tambaleante hacia su hermana y aún quiso decir algo, pero esta vez tampoco pudo…y se derrumbó. Cayó de rodillas ante ella y estallando en sollozos tanto tiempo contenidos, tomó sus manos con las suyas y dijo:

– Por favor, perdóname…te lo suplico hermanita, por lo que más quieras…te he hecho un daño inmenso, lo sé…sólo quiero saber que me perdonas… Eva dio un paso atrás… perpleja ante la reacción de su hermano, abrió unos ojos inmensos y se quedó un momento contemplando como el cuerpo de Karl se estremecía por los sollozos…Aferró fuertemente las manos de su hermano que tenían cogidas las suyas y poco a poco se dejó caer, hasta quedar también de rodillas frente a él…rodeó con sus brazos el cuello de Karl, lo atrajo hacia su pecho y acarició su cabeza en un gesto maternal de protección.

– Recuerdas cuando te celaba con tus amigas y noviecitas?…dijo ella – Siempre fuiste para mi una especie de héroe. Siempre me protegiste y cuidaste, siempre estuviste para mí…sentía una rabia inmensa y unos celos terribles cuando te veía besando a alguna chica…pero siempre traté de meterme en la cabeza que eso era normal, que eran simples celos de hermana…ahora sé que no fue así, siempre me sentí atraída hacia ti de una manera diferente…no como hermana a hermano, si no como mujer a hombre…Cuando iniciaste tus caricias sobre mi cuerpo, yo las sentí desde la primera vez…me sentía tan confundida y asustada…pero a la vez tan orgullosa que alguien como tu hubiera reparado en mi como mujer, que deseara mi cuerpo y lo encontrara hermoso y digno de admirar…traté de meter en mi cabeza que solo eran caricias, que era algo así como un juego medio perverso, pero sin mayores consecuencias…que no permitiría nada mas allá que eso. Pero esa noche que bebimos tanto, no sé que me pasó…al principio, cuando noté tu sexo en contacto con el mío…quise apartarme, me pareció tan monstruoso en esos instantes, pero a la vez me sentía tan excitada, tan desinhibida por el alcohol ingerido…que me dejé ganar por mis sentidos…y te dejé hacer todo lo que quisiste hacerme…no es sólo tu culpa, yo permití que pasara y yo quise que pasara. Pero cuando reaccioné me sentí tan sucia, tan horrorizada por lo que habíamos cometido…éramos hermanos, y habíamo

s cometido incesto…mi mente se volvió un caos de remordimientos, dolor, desesperación, angustia y pena…me sentía tan desdichada y tan culpable…pero en mi dolor me olvidé de ti, de lo que tu pudieras haber estado sintiendo a tu vez…no fui yo sola la que lo hice…fuimos los dos…y si los dos lo hicimos, pues los dos debimos enfrentarlo…por eso, perdóname tu a mi…por haber sido tan egoísta y pensar solo en mí misma y en lo que estaba sintiendo.

Ambos se estrecharon en un fortísimo abrazo, y permanecieron así durante mucho tiempo…hasta que Karl la levantó en sus brazos y la llevó al dormitorio, depositándola sobre la cama con una ternura inmensa…le acarició suavemente el rostro y dándole un beso en la frente le dijo:

– Buenas noches hermanita…trata de descansar…- e hizo intento de retirarse…

– No te vayas, no me dejes sola por favor…ven, acuéstate conmigo…- dijo Eva haciéndole lugar en la cama para que su hermano se acostara junto a ella.

Eva se acurrucó sobre el pecho de su hermano y este rodeó su cuerpo con su brazo…Karl no sabía lo que pasaría con sus vidas mas adelante, ni lo que el destino les depararía…en esos momentos solo le importaba que estaban juntos nuevamente, como siempre lo habían estado…para bien o para mal…pasara lo que pasara en adelante…siempre estaría junto a ella, protegiéndola y cuidándola….y pensando en esas y otras cosas, poco a poco se fue quedando dormido.

Eva volvió a retomar la rutina de supervisar el avance de las obras y ver todo lo concerniente a compras de material, contabilidad y demás. Aparentemente todo había vuelto a la normalidad, pero no podían evitar sentirse turbados ante la cercanía de sus cuerpos semidesnudos cuando llegaba la hora de descansar y ambos yacían sobre el lecho. Una noche (casi 2 semanas después de acontecidos los hechos), Eva se acercó a su hermano y se acurrucó en su pecho (como le gustaba hacerlo siempre, como buscando sentirse protegida); con una de sus piernas acomodada sobre el muslo de su hermano…Karl trató de mantenerse frío y racional…pero al sentir los senos de su hermana apretados contra su pecho, al sentir como el calor que emanaba del cuerpo de Eva se mezclaba con el de su propio cuerpo, el olor de su cabello recién lavado y la pierna desnuda de ella sobre la suya….no pudo evitarlo, y su sexo volvió a reaccionar ante la belleza de su hermana…provocándole una erección, que por mas que trató de evitar, se hizo sentir sobre la pierna de ella. Notó claramente como el cuerpo de Eva se tensaba y su respiración se suspendía…estuvieron así unos segundos, que le parecieron una eternidad…de pronto, Eva fue levantando muy despacio su cabeza, hasta fijar su vista en la suya…levantó una de sus manos y acarició el rostro de su hermano, a la vez que una tierna sonrisa se esbozaba en sus labios gordezuelos y perfectos…luego, mas suavemente aún…fue acercando su rostro al suyo, hasta que sus labios quedaron juntos. Ella entreabrió sus labios y su lengua asomó traviesa por entre sus dientes, forzando a su hermano a entreabrir los suyos a la vez. Esta vez no hubo violencia ni salvajismo, solo una dulzura inmensa y un derroche de ternura sin igual…todo fue ocurriendo de la forma mas natural posible…fueron recorriendo sus cuerpos con besos y caricias, reconociéndose y explorándose mutuamente. Cuando Karl entró en ella, Eva lo atrajo hacia sí y sus bocas se fundieron en un beso desesperado…y conforme su hermano aumentaba el ritmo de la penetración, los jadeos y gemidos de ella se iban intensificando, sus senos se mecían al ritmo de las embestidas de Karl, y sus piernas mantenían la máxima separación posible para facilitar la penetración. Eva se concentraba en sentir el roce del pene de su hermano dentro se su sexo…y las sensaciones que iba experimentando la volvían loca…sus labios entreabiertos dejaban escapar sus jadeos y pequeños grititos de placer. Eva fue sintiendo como algo iba creciendo desde su sexo, llenándola de un agradable calor y la envolvía poco a poco…hasta que soltando un fuerte sollozo, su cuerpo se arqueó buscando una penetración aún mas profunda…su sexo experimentó fuertes contracciones que atraparon el pene de su hermano, apurando a su vez la proximidad del orgasmo de él…un sonido gutural salió de lo mas profundo de la garganta de Eva cuando el orgasmo le llegó…a la vez que su hermano se derramaba dentro de ella, hundiendo hasta lo mas profundo de su vagina su sexo endurecido y palpitante…Eva por fin se desplomó sobre la cama y entre jadeos entrecortados…llenó de besos la boca y el rostro de su hermano.

Esta vez no hubo reclamos ni lágrimas, se mantuvieron unidos en un abrazo íntimo y así se quedaron dormidos. A partir de esa noche iniciaron su convivencia como pareja, no escatimaban momento para demostrarse su amor, como si supieran que lo suyo no tenía futuro…ni mucho menos un presente. Se amaban a veces con una desesperación inmensa…como si fuera la última vez…y aunque Eva jamás volvió a decir nada acerca de los sentimientos que la embargaban…Karl podía notar como algunas veces ella se quedaba callada y pensativa…como alejada de este mundo.

Pero no todo es color de rosa en esta vida…solo en los cuentos de hada…alguien notó actitudes sospechosas en el comportamiento de ambos, y las murmuraciones en el pueblo empezaron…la gente los miraba con sorna, algunas beatas rehuían su presencia y las pullas eran cada vez mas atrevidas…la construcción del hotel había finalizado por fin y ya estaba en completo funcionamiento…pero una nueva sombra se cernía sobre sus vidas…la maledicencia de la gente del pueblo.

Y cuando pensaron que ya nada podía ser peor en sus vidas, que nada ya podía sorprenderlos ni dañarlos…una nueva bomba explotó en sus vidas:

– Karl…no estoy aun segura…pero creo que estoy embarazada…- le dijo una tarde Eva a su hermano, con el rostro completamente desencajado y pálido.

Karl se desplomó completamente anonadado…

– No puede ser posible…si ambos nos hemos cuidado.

– Lo sé…respondió Eva…- pero parece que algo falló…la regla se me ha atrasado casi 3 semanas y estoy realmente asustada…que vamos a hacer si es que salgo embarazada?

– No sé…dijo Karl…- en estos momentos mi cabeza es un caos completo y no atino a pensar en nada…no nos queda mas que esperar y rezar porque todo sea una falsa alarma…maldita sea, y ni siquiera te puedo llevar a un doctor….todo esto estallaría sobre nuestras cabezas.

Karl cobijó entre sus brazos el cuerpo tembloroso de su hermana y depositando un tierno beso sobre su cabello le dijo:

– No te preocupes hermanita, esta vez no te dejaré sola, pase lo que pase nos mantendremos unidos…ya verás como encontraremos una solución a esta situación.

Lamentablemente el tiempo confirmó el embarazo de Eva, sus senos crecieron y se hicieron mas pesados, sus caderas se ensancharon y su vientre empezó a crecer…ella volvió a caer en un estado de desesperación extrema…ya no lloraba, pero se mantenía silenciosas y retraída…como ausente y muy lejos de este mundo. Las murmuraciones crecieron en intensidad y los desaires y desprecios que recibió Eva de parte de las viejas beatas durante las celebraciones dominicales en la iglesia, la decidieron a encerrarse a piedra y lodo en su habitación del hotel…volvió a dejar de comer y su organismo acusó las consecuencias…pero ella no quería saber nada con doctores o consejos…una gran desesperación la invadía y su alma no encontraba sosiego ni paz.

Una tarde, Karl le subió la cena como era su costumbre…tocó la puerta pero nadie respondió, entró despacio pensando que podía estar dormida, pero no la halló por ningún lado…al tratar de entrar al baño, lo encontró con seguro por dentro…

– Eva…abre, soy yo…te traigo tu cena…tienes que tratar de alimentarte… Pero nadie respondía…Karl se asustó y de una fuerte patada, abrió de par en par la puerta del baño…la imagen que vio fue terrible…su hermana yacía sin sentido dentro de la tina, mientras hilos de sangre que manaban de sus muñecas cortadas iban tiñendo de rojo el agua en la que se encontraba sumida hasta el cuello…Dando un grito de angustia, Karl se abalanzó sobre su hermana y la alzó en brazos…la llevó al dormitorio y la depositó en la cama…le aplicó unos torniquetes en sus brazos y pudo pararle la hemorragia…llamó a uno de sus empleados y lo envió en busca del médico.

Cuando el médico se retiró, dejando a Eva sumida en un profundo sopor y ya fuera de peligro…Karl arrimó una silla a la cabecera de la cama donde yacía su hermana y se dispuso a pasar la noche velando el sueño de su hermana y amante…Cuando abrió los ojos al día siguiente, notó la mirada de su hermana ya despierta…por sus ojos corrían lágrimas silenciosas…

– Porqué me salvaste?…le recriminó ella…- me hubieras dejado morir y ya no estaría sufriendo todo esto que está pasando…y estalló en violentos sollozos.

Karl se arrodilló a la cabecera de la cama y tomando la mano de su hermana le dijo:

– Recuerdas que hicimos una promesa?…recuerdas que prometimos no abandonarnos uno al otro?…que pasara lo que pasara nos mantendríamos unidos y trataríamos d encontrar una solución o salida a esta situación?

-Sí….respondió ella…- lo recuerdo muy bien.

– Entonces porque trataste de abandonarme?…porque trataste de irte sin mi?…porque pretendiste dejarme solo?…que piensas que voy a hacer yo sin tu presencia?…como crees que podría vivir si tu te vas de mi lado para siempre? Los dos cayeron uno en brazos del otro, mientras los sollozos estremecían sus cuerpos…Luego mas calmada…Eva dijo:

– Es que ya no puedo más…ya no deseo vivir…a donde podremos ir sin que la gente nos señale con su dedo acusador?…este hotel era nuestro sueño…es nuestro esfuerzo…era nuestro futuro…y vamos a tener que huir dejando todo esto abandonado?…ya no tengo fuerzas ni ganas para tratar de empezar de nuevo…lo siento hermanito, pero si no fue esta vez…posiblemente lo logre una próxima.

Karl se quedó pensativo por unos minutos, luego levantó la vista hacia su hermana y le dijo:

– Te prometí que siempre estaría contigo…verdad?…te prometí que jamás te abandonaría…y que pasara lo que pasara nos mantendríamos unidos.

– Sí…respondió Eva con un hilo de voz.

– Pues bien…dijo Karl….- hicimos un pacto de amor para tratar de convivir como amantes y pareja además de hermanos…la vida no nos ha permitido lograrlo…y la maledicencia de la gente menos aún…pues esta vez te propongo un pacto de muerte…ya que no nos es permitido vivir juntos nuestro amor…pues trataremos de que la muerte logre lo que la vida no nos permitió… Todo el escenario ya estaba preparado, sobre la mesita de noche había un vaso de agua y un frasco de somníferos…Eva se mantenía recostada sobre la cama y su hermano se encontraba sentado junto a ella….Eva tomó entre sus manos el frasco de pastillas y una a una las fue ingiriendo hasta vaciarlo por completo…luego se recostó en el pecho de su hermano, mientras este la rodeaba con sus brazos, atrayéndola hacia si.

– Tengo miedo hermanito…dijo ella.

– No sientas miedo…que estoy contigo…- le respondió él mientras acariciaba su cabellera suelta.

– Siempre confié en ti, siempre me sentí segura a tu lado…protegida…y pienso que te amé desde que tuve uso de razón.

– Te he amado de tantas formas…respondió Karl…- te amé siempre como a mi hermanita pequeña…te quise como a mi compinche de juegos y travesuras…te quise como a una amiga…te quise como a una camarada…y aprendí a amarte como mujer…y aprendí a desearte como hembra…lo eres todo para mí: mi hermana, mi amiga, mi amante, mi cómplice.

Eva esbozó una débil sonrisa y acarició con su mano el rostro tan querido de su hermano y amante…pero de pronto un escalofrío sacudió su cuerpo y su cuerpo se desmadejó en los brazos de Karl.

– Siento mucho frío hermanito…y siento mucho sueño también…

– No te preocupes amor mío… respondió él….- duerme, que yo velaré tu sueño…no sientas temor, porque tu hermano siempre te protegerá para que absolutamente nadie en este mundo sea capaz de hacerte daño.

Eva cerró sus ojos, y poco a poco se fue abandonando a su sueño sin despertar…hasta que dejando caer su cabeza sobre el pecho de su hermano, dejó escapar un último suspiro y su cuerpo quedó inerte…Karl contempló ese rostro tan hermoso y adorado; depositó con un amor inmenso el cuerpo ya sin vida de su hermana sobre el lecho, acomodó su cabellera y depositó un suave beso en su frente.

Esta vez le tocaba el turno a él, tomó una cuerda con lazo que ya tenía preparada pero escondida a la vista de su hermana y la pasó por una de las vigas del techo…acomodó una silla justo debajo del lazo y se subió sobre ella. Colocó el lazo alrededor de su cuello y ajustó el nudo corredizo…y dando una última mirada al cuerpo inanimado de su hermana…pateó la silla sobre la que estaba encaramado… Sus cuerpos fueron encontrados al día siguiente, y el escándalo consiguiente dio material a las viejas chismosas del pueblo para hablar durante un buen tiempo.

Cuando nuestro interlocutor terminó su narración, todos nos quedamos en silencio…sin saber que decir…su voz nos volvió a la realidad:

Durante algún tiempo nuestro pueblo se volvió famoso…el hotel no se daba abasto en su capacidad ante la afluencia de turistas…pero a nadie le interesaban las bondades de nuestro pueblo…lo único que los atraía era la curiosidad morbosa de pernoctar si se podía en el mismo cuarto donde los hermanos habían dado rienda suelta a su amor y pasión…eran una bestias asquerosas, ensuciando con su podredumbre algo tan maravilloso y sublime como lo fue el amor entre esos dos pobres hermanos…Pero no les duró mucho el gusto…a poco los huéspedes abandonaban el hotel despavoridos…según manifestaban, a eso de la medianoche se escuchaban lamentos y sollozos de mujer…que recorrían las instalaciones del hotel, llamando entre lamentos desgarradores al que fue además de hermano…su amante…Y es que la gente no se apiadó de ellos ni después de muertos, pues fueron enterrados en terrenos distintos…muy lejos uno del otro…y en terrenos no sacros….pues la iglesia no quiso saber nada del asunto…Como a los 2 meses aparecieron unos extranjeros por el pueblo, que se identificaron como parientes de los hermanos…hicieron algunos trámites, exhumaron los cuerpos, y se los llevaron de regreso a su país.

Decidimos pernoctar en el hotel de todas maneras, no podíamos permitir que creyeran que 4 hombres hechos y derechos se dejaban asustar por leyendas locales…pero por si acaso, dormimos en habitaciones dobles…dos en cada una lógicamente…pero no pasó nada…es más…dormimos plácidamente y nada perturbó nuestro sueño…Al día siguiente nos despedimos de nuestros anfitriones y continuamos viaje.

Aún ahora pienso algunas veces en ellos, y en su historia de amor, pasión y dolor…sólo espero que esta vez la gente haya sido mas piadosa con ellos y les hayan permitido permanecer uno al lado del otro aunque sea después de muertos. Mucha gente ve una relación incestuosa como algo sucio, asqueroso y monstruoso…se le vilipendia, se le señala y se le persigue…ojalá pudieran comprender todo el caudal de amor que puede nacer de una relación de esa naturaleza…sin las bajezas ni las malas pasiones que adornan muchas veces una relación “normal”…Deseo con toda mi alma que esos pobres hermanos hayan podido por fin encontrar la paz para sus almas atormentadas…y que el amor que no se les permitió vivir en este mundo, puedan desarrollarlo juntos (como siempre lo estuvieron) por el resto de la eternidad. Mis respetos para ellos y al amor que lograron engendrar en sus corazones, por encima de todos los inconvenientes y trabas de esta sociedad hipócrita…Descansen en paz.