Ese título me llamo la intención, tuve que leer ese relato. Fue lo mejor que me paso en la vida, por sin pude ser una sumisa

«Por fin sumisa – todo empezó por leer un relato». Este era el título del relato que cambió algo en mi vida.

Desde el momento en que leí el título me sentí intrigada. Una parte de mí entendía que ese título escondía una advertencia:
«si lees este relato, tú puedes acabar siendo su protagonista.»
No resistí la tentación y lo abrí. ¿Qué podía pasarme por leer un relato?
Empecé a leer el relato y enseguida me dí cuenta de qué se trataba. En él se relataba con pelos y señales mi experiencia futura como sumisa. Era una especie de contrato de sumisión: todo esto es lo que te va a pasar, si cumples con las indicaciones al final del relato estás firmando ese contrato, declarando «Sí, amo. Quiero que me hagas todo lo que he leído en el relato». Y así lo hice, así empezó todo. Cumplí con todas las indicaciones al final del relato.
En el momento en que le dí al botón de enviar sentí el mismo escalofrío que cuando empecé a leer el relato, el mismo que sentí durante mi trayecto hacia mi amo, el mismo que sentí en los minutos previos a la primera vez que estuve a su lado.
Eran las 08:55. Estaba en la Calle Mesa y López de Las Palmas de Gran Canaria, sentada en el banco que me había indicado mi amo mediante fotografías, con la ropa que él me había elegido. Mi amo me había indicado además que me permitía llevar bragas porque quería comprobar si estaban bien mojadas cuando nos viéramos por primera vez. Como me había ordenado había entrado a una cafetería cercana y me había masturbado durante exactamente 60 segundos, ni uno más ni uno menos. Fue suficiente para sentirme muy muy mojada mientras esperaba a mi amo.
Se me pasan por la cabeza todos esos momentos excitantes: cuando leí el relato por primera vez y pensé si quería dar el siguiente paso, cuando lo leí por segunda vez para asegurarme de que estaba preparada, cuando le envié el mail de presentación a mi amo, las horas de espera hasta recibir su respuesta, el breve pero intenso intercambio de mails que tuvimos, todos los preparativos… hasta hoy, el momento en el que por primera vez voy a estar a su servicio.
Esta mañana he estado especialmente observadora. Observo la vida de esta calle principal, miro todas las caras con detenimiento, cualquier hombre podría ser mi amo disfrutándome sin yo saber todavía quién es. A las 08:55 cumpliendo sus ordenes ya me siento en el banco con la mirada fija en el suelo. Las instrucciones son claras, no tengo permiso de mirar a mi amo a los ojos hasta que él me lo permita. Mi corazón late a mil por hora. Podría aparecer en cualquier momento. Pasan unos minutos que me parecen una eternidad y muchísima gente camina delante mía. Cualquiera podría ser mi amo. De repente noto como alguien se sienta en mi banco a mi lado, pero a medio metro de distancia. Empiezo a temblar de los nervios. Debe ser mi amo. También podría ser una persona anónima que se ha sentado ahí de casualidad. No puedo mirar por lo que no lo sé. Pasan los minutos sin que esa persona, esa presencia, me dirija la palabra. Empiezo a pensar que no es mi amo. ¿Estará esperando a que se levante esa persona para acercarse?
La persona se desliza en el banco hasta casi pegarse a mí. ¡Es mi amo!
– Sigue mirando al suelo. Hasta ahora has demostrado ser una perrita obediente. No me decepciones o te abandono aquí mismo. Me muero de ganas de mirarte a esos ojos en persona, pero todo a su tiempo. Todavía no te has ganado ese privilegio. Me voy a levantar y ponerme delante tuya. Tu no vas a dejar de mirarme los zapatos. Ni se te ocurra levantar la mirada. Voy a empezar a andar, seguirás con tu mirada mis zapatos. Cuando haya dado unos 10 pasos empezarás a andar tú detrás mía. Mirando mis zapatos. Mis zapatos son tu guía. Como te vea mirándome por encima de mis zapatos, como te acerques a más de 10 pasos o te pierdas te quedas sin lo que has venido buscando. No me falles que tengo muchas ganas de probarte, pero mis sumisas deben de cumplir en todo. No dudaré en irme sin ti si fallas esta primera prueba. Llegaremos a un coche. Lo sabrás porque verás que mis pies se paran junto al coche, daré la vuelta hacia ti, y te diré sube al coche. Andarás mirando al suelo, bordearás el coche hasta la puerta del copiloto y subirás al coche. La mirada al suelo en todo momento. No quiero que veas ni en que marca o tipo de coche estás. Ahora tus zapatos son tu referencia… ¡Vamos!
Estaba tan concentrada atendiendo a sus aclaraciones que ese «¡Vamos!» me coge por sorpresa. Se levanta como un resorte y yo detrás. De las prisas levanto ligeramente mi mirada hacia su cintura, me doy cuenta enseguida y vuelvo a los zapatos. Espero que el amo no se haya dado cuenta. Empieza a andar, cuento 1, 2, 3… 10. Echo a andar. Caminamos bastantes metros, mi amo se para. Veo el final de la acera y un paso de peatones delante de sus zapatos. Me paro a distancia siguiendo sus ordenes. El semáforo se debe poner en verde y mi amo avanza con paso rápido, le sigo. Miro solo a la carretera, ni si quieres puedo mirar para comprobar los coches o si el semáforo esta en verde. Yo paso igual. Es parte de ser sumisa, tener confianza ciega en mi amo. Esto es un perfecto ejemplo. Mi amo me ha dejado claro que un amo cuida de sus sumisas en la misma medida en que las usa, domina o humilla.
El proceso se repite, marcha, parada en semáforo…. Los zapatos de mi amo se paran junto a un coche y se dan la vuelta hacia mí. Solo tendría que levantar la mirada y verí la cara de mi amo, ¡qué tentación! Quiero conocerle ya.
– Sube al coche.
Aguanto la tentación. Después de todos los preparativos no voy a arriesgarme a que se vaya sin mí. Quiero probar a ser su sumisa. Para eso he venido. Por eso abrí aquel relato. Entro en el coche mirando al suelo. Mi mirada no se mueve de mis piernas. Mi amo se sienta en el asiento del piloto,siento como el coche se mueve al entrar él en el coche, mi cuerpo se estremece, lo siento como el primer contacto. Arranca el coche, yo sigo con mi mirada fija en mis piernas.
– Lo estás haciendo muy bien zorrita. Zorrita, furcia, puta, fulana, esclava… tú eres todo eso, hoy y siempre. Hoy especialmente porque estás aquí y sabes a los que has venido. Si en tu vida te dedicabas a decirte a ti misma que no eras una furcia, hoy ya no puedes ni mentirte a ti misma. Llevas una vida normal, con una imagen exterior, tus seres cercanos, tus vecinos no saben lo que llevas dentro; alguno seguro sospecha o intuye lo que llevas debajo de esa fachada de mujer normal. Eso se huele, y la gente como yo lo ve. Respeto esa vida, esa fachada, quién eres en tu día a día. Y si nos conociéramos en tu vida normal seguro que entablábamos una gran relación y pensaríamos mutuamente que somos unas bellas e interesantísimas personas. Pero hoy has venido a mí para experimentar tu lado salvaje, probar a ser mi sumisa. Hoy no verás la persona que soy y como me muestro al mundo ni yo la persona que tú eres en el día a día. No porque no me interese conocerte mejor, si no porque no has venido a eso. Tal vez algún día intimemos en otras dimensiones y tengamos una relación más especial. Hoy serás mi puta, mi esclava. Te voy a usar sexualmente, a jugar con tu mente y humillarte para ponerte en tu lugar, que es a mis pies sirviéndome. Ahora quiero que gires tu cabeza sobre tu hombro derecho y que mires a tu puerta, justo donde empieza la ventana del asiento del copiloto y abras las piernas.
Mi respiración se acelera. Ese discurso ha vaciado mi mente y me ha relajado. Da igual quién soy, como me llamo, mi profesión. Hoy soy una hembra, un cuerpo de mujer listo para ser usado, un alma al servicio de su amo. Además sé que he abierto mis piernas para un primer contacto.
Pasan minutos y nada. De repente noto el gran momento. Noto una mano en mi rodilla. Me siento como una jovencita a la que tocan por primera vez. Con suavidad sube su mano hacia mi ropa anterior. Desliza sus dedos hacia mi vagina. Solo permanece ahí unos segundos.
– Vaya, vaya. Sabía que ibas a estar chorreando. Pero joooder, chorreando, así me gustan mis perritas. Me siento halagado.
Acto seguido me coge una mano. Un temblor recorre mi cuerpo. Me la coge y acaricia de una manera muy suave y dulce, impropia de un amo. La deposita en su miembro mientras conduce.
– Ahí tienes tu premio.
Noto un paquete enorme a punto de reventar. Lo masajeo ligeramente.
– Muy bien, ya puedes parar. Estamos llegando.
Para el coche.
– Bien, me voy a bajar y me voy a acercar a abrirte la puerta. Tu amo es un caballero. Mira a tus pies, cuando bajes del coche seguirás mirando a tus pies. Te guiaré hasta la habitación donde hoy vas a ser mía.
Entramos en un piso, sigo sin ver nada más que mis pies y el suelo.
– Bien, párate aquí. Ponte de rodillas. Ahora manos a tu espalda.Te voy a atar las manos a la espalda. Recuerda que puedes confiar en mí. No temas nada. Te voy a poner un antifaz.Ya, ya puedes mover tu cabeza hacia arriba. Quiero que mires al frente aunque no veas nada. Bien. Ahora voy a ponerte unos auriculares con música. Quiero aislarte auditivamente por unos minutos. Quiero que ni me veas, ni me esuches. Aprende a sentirme. Pronto serás mía.
Me siento totalmente aislada. Ya no solo no veo a mi amo, no lo oigo. No sé sonde está, observándome seguramente. Saboreando su momento antes de hacerme suya. A estas alturas deseo estar ya follando como locos. ¿Por qué no me empieza a usar ya? Me empiezo a impacientar, incluso a preocupar cuando pasan como mínimo 30 minutos. ¿Será una sensación o ha pasado tanto tiempo? Empiezo a repasar las canciones. Ya van 10 por lo menos. Sí, mi amo lleva por lo menos media hora ignorándome. ¿Para esto he venido? En el fondo sé por qué lo está haciendo. El encuentro, el trayecto en coche ha servido para desconectarme de mi vida real, de mujer decente. Traerme a el aquí y el ahora. Un cuerpo, una sumisa que ha seguido sus ordenes a rajatabla. Ahora quiere completar mi transformación mental en un objeto. Aquí estoy, tirada hasta que le venga en gana usarme. No soy más que tres agujeros a usar par satisfacer su miembro, un cuerpo a azotar para descargar su estrés, sus tensiones,sentirse mi dueño y superior a mí. Una piel ansiosa por recibir el calor de sus fluidos como si fueran un bien preciado. Lo acepto, lo interiorizo, pero me muero de ganas de que empiece la acción.
De repente mi cuerpo se estremece, siento un líquido entre mi mejilla y mi nariz. Me acaba de escupir en la cara. Siento un dedo en mis labios. Me abre la boca mientras su saliva se desliza por mis mejillas, mis labios. Siento un segundo escupitajo en mi boca. ¡Qué cabrón! Es lo primero que me viene a la cabeza.Me quita los auriculares.
– Ya estoy putita. Has esperado tan pacientemente que te merecías un premio. ¿Me escuchas?
Estaba todavía sobresaltada por la sensación de sentir su saliva en mi cara. Estaba tann aislada sensorialmente que ese suave contacto de solo un poco de saliva en mi mejilla hizo vibrar todo mi cuerpo. Aunque sabía que me iba a pasar porque había leído el relato me sobrecogió. Aunque sabía que era una de las cosas que tal vez no me gustara ahí estaba. Había aceptado mi rol protagonista en este relato en el momento en que contacté a mi amo. También sabía qué pensaba él sobre escupirme en la cara. Ya lo había leído y me moría de ganas de oírlo de su boca. Además me acaba de hacer una pregunta, al fin una invitación a romper mi silencio. A dar señales de que soy más que un objeto.
– Sí, mi amo. Le escucho.
– Bien, entonces has escuchado bien. Ese era tu primer premio. Algunas mujeres sumisas adoran que les escupan en la cara, otras lo aborrecen. Sinceramente me da absolutamente igual cual de las dos seas. Lo importante es que entiendas por qué lo hago y por qué lo debes aceptar como un premio. Escupir a alguien en la cara es en el mundo real de lo más fuerte que puedes hacer. Por eso casi nunca pasa. Es un acto asqueroso, que solo se hace como signo de repugna hacia alguien. Puedes llamar cabrón a alguien en una discusión de tráfico por nada, soltarle una bofetada a un baboso si te toca el culo, pero escupirle a alguien en la cara, eso solo se lo haces a alguien que en ese instante odias. Tu estás aquí porque quieres que te dominen, sentir como se siente ser un objeto sexual, estar  merced de tu amo, ser suya. Y no hay mejor forma de demostrarlo que recibiendo de buen agrado mi saliva. Me estás diciendo, sí amo, escúpeme si quieres. Y quiero, no solo te escupo por humillarte por dejar claro cuantos escalones de dignidad por debajo de mí estás ahora mismo. Me excita. Es extremadamente erótico ver mi saliva corriendo por tus hermosas mejillas. Casi o más que mi semen. El semen es especial, es caliente, es el profucto de un orgasmo es la finalización de tu voluntad total por satisfacerme, ponlo en mi cara, en mi boca mientras te miro a los ojos. Quiero seguir satisfaciendote hasta la última gota. Es la esencia de mi hombre y no debe acabar desperdiciada en un condón o en mis tetas. Sin embargo los escupitajos son inesperados,mientras me la comes, mientras te follo la garganta, mientras estamos en plena calle. Es extremadamente erótico y es la esencia de todo. Yo te domino, hago contigo lo que quiera, hasta escupirte, y tu estás agradecida de que así sea. ¿Lo entiendes?
– Sí, mi amo.
– Bien. Pasemos al siguiente nivel. Te voy a quitar el antifaz, pero quiero que pemanezcas con los ojos cerrados mirando al frente.
Me quita el antifaz y aún con los ojos cerrados me deslumbra un poco la luz. Recibo un segundo escupitajo en toda mi frente. Estoy tan nerviosa que me sorprende. Me excita después de su discurso.
– Qué preciosa estás. Poco a poco te vas ganando servirme sexualmente.Ahora quiero que mires hacia el suelo y abras los ojos. Nuevamente mis pies son tu referencia.
Agacho la cabeza y abro los ojos. Veo los pies de mi amo, esta vez descalzos. Son unos pies masculinos, morenos, grandes.
– Normalmente someto a mis putitas a muchas pruebas y etapas antes de permitirles probar mi miembro. Pero tú ya has hecho bastante hasta ahora. Mis pies son lo único que te separan de entregarme tus labios, tu lengua, tu garganta como si fueran una vagina en lata. Bésame los pies con pasión, como me comerías la polla. Demuéstrame cuanto lo quieres. Y mi polla será tuya. Vamos.
Me encanta esa orden. ¡Por fin! Por fin voy a tocar a mi amo. A besarlo, a demostrarle de lo que soy capaz. Mientras muevo mi torso hacia el suelo despierto por una milésima de segundo de mi ensueño. ¿Qué estoy haciendo? Me estoy postrando a los pies de un tipo que ni conozco ni he visto aún. Yo, una mujer hecha y derecha, con una vida digna, yo que he tenido mil conversaciones feministas,aquí estoy. De rodillas ante un hombre que lo único que ha hecho es atraerme con un relato y unos cuantos mails. Y yo aquí a sus pies dispuesta a besarle los pies como si no tuviera dignidad alguna.
Por primera vez en horas mi yo normal, mi yo de mi día a día apareció en mi cabeza. Durante horas había reinado una perra en celo en mí. Pero igual que vino se fue. Tras esa milésima de segundo en que me di cuenta de lo que estaba haciendo, volvió la perra en celo. Incluso tomar conciencia de lo que estaba haciendo me puso más cachonda. Sí, estaba a punto de convertirme en una furcia lamepiés sin dignidad. ¡Al fin!
Ya con mi boca pegada a sus pies, que por cierto huelen muy bien, saco mi lengua y la paseo por su parte de arriba. Empiezo a darle besitos muy tierno.
– Bien, veo que vas calentando motores putita. Pero no dejes de convencerme que te saco a la calle y te quedas sin verme.
Creo que a estas alturas sus amenazas son faroles. Pero con todas las mujeres que le deben haber respondido al relato tampoco creo que le pasara nada por dejarme con las ganas. Seguro que el sí que tiene otra a quien llamar hoy. Me esmero. Me imagino que sus dedos son su polla y el resto del pie sus huevos. Me como el pie entero con mis labios, saco la lengua y la remuevo. Me estoy mojando lamiendo unos pies, nunca lo hubiera esperado. Me meto sus dedos uno a uno en la boca y los succiono. En el dedo gordo me quedo un rato, empiezo a metermelo simulando un deepthroat. El empieza a gemmir y sigo. Repito el ritual y cambio de pie. Estoy por lo menos 10 minutos así y lo oigo gemir de vez en cuando.
– ¡Qué riiiico perrita! Si comes igual de bien el resto de cosas vas a convertirte en una de mis favoritas. Para y vuelve de rodillas, ojos al suelo mirandome los pies que con tanta euforia has besado. Bien, así. Ahora va a pasar lo siguiente. Me voy a desnudar completamente. Cuando te indique vas a poder alzar la mirada hasta mi ombligo. Me encanta que me miren a los ojos sin parar cuando me hacen una mamada. Pero tu primera mamada va a ser a ciegas. Seguro que has comido muchas pollas en tu vida, pero dudo que hayas comido una sin haber mirado a los ojos a su dueño. Te advierto una cosa, de esta mamada depende todo. Si cumples ya no me separaré de ti en todo el día y se cumplirá tu relato; si no me convences se acabó. No serías la primera que se queda sin terminar el día. El relato es solo una garantía si superas esta prueba.
Tienes dos minutos para hacerlo a tu estilo, luego te follaré la boca sin piedad. Aquí la tienes, ya puedes admirarla.
Alzo la mirada. Voy subiendo lentamente la mirada. Veo unas piernas fornidas y con pelo, muy masculinas. Aparece ante mí un hermosa polla. Debe tener unos 16-18 cms, un buen tamaño, gordita, pero sobre todo es muy bonita. De esas apetecibles que te dan ganas de meterte en boca. Además le acompañan dos huevos enormes muy bonitos también. Subo mi mirada hasta su ombligo, que ganas de verle la cara. Veo que tiene algo de tripita. No es un gordo asqueroso, tiene la típica tripita de treiteañero casado. Por el relato sabía que no me iba a encontrar un modelo con tableta de chocolate. Simplemente un hombre apuesto con una gran capacidad para meterse en mi cabeza. Además cuando vuelvo mirar a esa polla no me importa el resto. Solo quiero que sea mía.
Siento un escupitajo caer en mi cara.
– Chupa puta, ¿a qué esperas?
Me avalanzo sobre ese miembro. Aunque justo antes de tocarlo paro y empiezo a cámara lenta. Me acerco muy lentamente hasta la punta. Le doy un besito. Otro, otro, abro los labios y me meto solo la cabeza en la boca. Sigo con las manos atadas por lo que desgraciadamente no puedo ayudarme con la mano, lo sé hacer muy bien. Cada vez la meto más adentro despacito y lento. Poco a poco, Cada vez más hasta que entra casi entera. Entera no lo consigo por poco. Me la saco y empiezo a lamerla. Paso mi lengua por los laterales, desde la base hasta la cabeza. Restriego mi cara contra ella. Oigo gemir a mi amo. Agacho la cabeza y la incrusto en sus pelotas. Lamo y beso con locura esos genitales rebosantes de semen. Lo oigo gemir más y más. Vuelvo a la polla y empiezo a metérmela en la boca, esta vez con un ritmo muy rápido. Estoy chorreando. Estoy loca. Pienso por segundos en la larga espera desde que leí el relato hasta que lo estoy cumpliendo, quiero mostrarle a mi amo lo loca que estoy por el y por su miembro. Empiezo a metérmela entera una y otra vez. Él sigue gimiendo.
Entonces noto sus manos apoyarse en mi cabeza. Supongo que el tiempo de la mamada ha acabado, ahora empieza la follada de boca. Me parece tan erótico estar aquí, de rodillas, totalmente entregada a las embestidas que mi amo está a punto de comenzar. Y ni le he visto la cara.
Ahí llega la primera embestida. Hasta la campanilla y más allá. Me da una arcada e instintivamente me muevo hacia detrás.
– Bueno, ese movimiento lo voy a perdonar porque es la primera embestida y porque me las has comido bien hasta ahora. Ni uno más. ¿Entendido?
– Sí, mi amo (digo medio asfixiada).
Me agarra bien por la cabeza, me mete solo la punta. Espera unos segundo y bam, movimiento de cadera hasta el fondo con dureza. Me quedo quieta con arcadas, ahora me tiene bien agarrada, así que aunque quisiera no me podría mover. Espero estar a la altura. Bam, bam, bam. Una embestida tras otra con varios segundos de separación. Me va a dar algo. Entonces empieza, a un ritmo brutal me empieza a follar la boca como nunca me la han follado. Su barriga está totalmente oprimida contra mi frente y nariz, solo su polla entra y sale al ritmo de sus caderas. Estoy tan ida, que siento que mi espiritú sale de mi cuerpo, estoy a merced de mi amo. Intento respirar como puedo por la nariz pero estoy pegada a sus inglés. Menos mal que seguí sus instrucciones y no desayuné. Estoy con arcadas sin fin. Entonces llega el momento. Mi amo grita como si estuviera poseído y noto sus chorros en mi garganta. Él sigue follándome la garganta mientras se corre. Hasta que al fin se aparta con la misma fuerza con que me la metió por primera vez. Estoy tan desorientada que caigo hacia delante al suelo. Estoy en una postura muy incomoda y humillante. Mi cara pegada a un suelo lleno de semen mientras sigo escupiendo más liquido caliente de mi boca. Mis rodillas en el suelo con mis pies colgando en el aire, mis manos a la espalda. No puedo hacer nada.
– Ohhhh, qué rico. Síiiii. Me has vuelto loco. Ya estás casi en el club. Ahora, cuando pares de toser como una principiante absorbe todo el semen que tengas alrededor de tu boca en el suelo y bébetelo.
Pone su pie en mi cabeza. No aprieta mucho pero ejerce suficiente presión para que sea denigrante. Esos pies que acabo de adorar me están humillando injustamente. Pero sabía a lo que venía y esta situación tan humillante es parte de demostrarle a mi amo que puedo ser una perra sin orgullo. Cuando me recupero de las arcadas empiezo a absorber con mi boca todo el semen que se me ha escapado.
– Bien, bien, sigue así. Me voy a sentir en una silla furcia. Bien, ya casi estás aceptada como mi sumisa por un día. Ahora la última prueba, vas a venir arrastrandote hasta mí. Reptando como una culebra. Como puedas. Tienes que llegar mí y besar mis pies. Con ese beso te aceptaré.
Empiezo a reptar como me ordena. Ahora mismo estoy tan exhausta de la follada y me siento tan humillada porque me pusiera el pie en la cabeza mientras me bebía su semen… Pero solo quiero cumplir mi objetivo. Que me acepte. Se me pasan mil pensamientos por la cabeza. ¿Por qué estoy haciendo esto? Sentirme usada, sumisa, sí, pero realmente no me doy cuenta de lo que estoy haciendo. Es tan excitante estarme arrastrando por el suelo…
– Bien perrita. Ahora estás luchando para llegar a besar a tu amo. Demostrarme tu devocion.Pero mientras te arrastras como un animal quiero que pienses en ti. Intenta pensaren toda la gente a la que has mirado por encima del hombro en tu vida. Gente que por forma de ser, educación, belleza, nivel económico, o por cualquier criterio, hayas pensado alguna vez que están por debajo de ti. Te voy a decir una cosa, de todos ellos, tu eres la única que te estás arrastrando por el suelo para agradecer con un beso en los pies a un desconocido que te acaba de perforar la garganta. Esa eres tú, una de las mayores putas de la tierra. Por debajo de los demás en cualquier escala social imaginable.
El muy hijo de puta se está pasando. Pero tiene razón. Sus palabras acompañan perfectamente a mis sensaciones fisicas. Me estoy arrastrando, manchandome la ropa con el semen que no haya conseguido absorber, con regusto en la boca a polla y semen. Y todo por demostrar sumision y pedir más. Soy en efecto un de las mayores putas de la tierra. No del x% más puta no, de las más putas de la tierra. ¿Top 1.000 tal vez? Me encanta esa sensación. Con ese pensamiento positivo llego a los pies de mi amo. Le doy un beso lleno de ternura.
– ¡Aceptada! Bienvenida a la academia zorrita. Me voy a dar una duchita putón verbenero. Luego te vengo a recoger.
El muy cabrón me deja ahí tirada. Como un clinex que ya ha dado todo de sí. Oigo la ducha. El se esta duchando mientras yo estoy aquí tirada. Esperaba mas emoción en la bienvenida a su club. Sale a los cinco minutos.
Oigo como se seca y se va vistiendo mientras sigo tirada en el suelo como una perra. Puedo oir como se echa colonia, se echa espuma en el pelo. Me pregunto como será su cara.
Tras unos minutos por fin oigo que se acerca a mí. Se agacha y noto como me libera las manos.
«Anda putita, levantate y vete al baño. Encontrarás una toalla, todo lo que necesitas en la ducha, la ropa y el perfume que te he elegido. Cuando estés completamente lista sal. Podrás mirarme entonces a la cara. Te espero».
Me levanto temblorosa de emoción. Me cuesta un poco porque se me han dormido los brazos y las piernas de estar tirada en la misma posición. Entro en el baño y me miro al espejo. Ahora sí que me siento muy muy puta. Tengo la cara después de la follada de boca de amo que parece un poema. Pero no me detengo en mi situación. Quiero ducharme y ponerme guapa para al fin conocer a mi amo. Me ducho rápido pero no puedo evitar gemir como una perra cuando me limpio mis partes, estoy como una ninfómana de cachonda. Salgo y me apresuro a secarme. La ropa que me ha elegido mi amo es extremadamente sensual pero decente, no me ha vestido como una puta barata. Me encanta la lencería. Su perfume me gusta también. Me miro al espejo una vez más, estoy lista. Salgo temblando del baño.
Ahí veo a mi amo sentado, sonriéndome. Su cara me sorprende pero me agrada. No es el modelo de 50 sombras de Grey, es un hombre normal del montón pero con una mirada y una energía especial.
«Estás preciosa. Ven, siéntate aquí».
Me dice esas palabras señalando a su regazo. Me acerco y poso mi culo sobre su paquete, quedando mis piernas por un lado de las suyas, mirándolo fijamente a los ojos. Mi corazón palpita a 100 por hora. Parece buena gente. Es un hombre del montón en el que tal vez me hubiera fijado en la vida real tal vez no. Veo simpatía en su mirada, pero también sé que es el hombre que con un relato y un par de mails me ha tenido a su merced. Me ha hecho seguirlo por la ciudad sin verle sin levantar la mirada del suelo, me ha dejado esperando de rodillas, me ha follado la boca sin piedad, me ha escupido, me ha dejado tirada.. y estoy ansiosa por que me bese. Se acerca y me da un rico beso. Primero muy suave,luego me muerde ligeramente el labio inferior. Luego para y me mira de manera penetrante a los ojos, vuelve a posar sus labios sobre los míos y esta vez me besa con mas pasión. Pronto empieza a besar mi cuello mientras sus manos se deslizan por mis piernas. Mete sus dedos dentro de mis preciosas braguitas. Juega brevemente con mi clítoris pero es otro movimiento el que me empieza a volver loquita. Con dos dedos empieza a dibujar círculos en mi vagina. Muy lentamente muy poco a poco, cada vez va metiendo un poco mas, milímetro a milímetro. Ya está totalmente dentro y empieza a bombear cada vez mas, mientras me besa y yo que estoy como loca lo beso con pasión. De repente para.
«Bueno vamos a comer putita, que tu placer es secundario. Ya veremos si te dejo correrte mas tarde. Voy a lavarme las manos que me has puesto perdido.»
Me deja a medias y me invita a levantarme. Se lava las manos me agarra por la cintura y me lleva hasta la puerta. Antes de salir me da un beso mas en la puerta. Me ha dejado a medias el cabrón, pero me gusta la sensación de mantenerme cachonda sin llegar al orgasmo. Me encanta ese beso antes de salir.
Andamos hasta el coche. En el coche empezamos a hablar como si estuviéramos en una cita, me hace sentir muy cómoda. Llegamos al restaurante y seguimos charlando sobre mil cosas. Me dice que coma bien, que me lo merezco después de una mañana movidita. Supongo que se refería a mi garganta. La verdad es que paso un rato genial. Por un momento se me pasa por la cabeza como sería mi vida con mi amo. Una relación de pareja normal de cara al mundo, una relación de total sumisión en la cama. Pero bueno, es un pensamiento, no estoy lista para ello. Ya me ha costado reunir el valor para un día de sumisión. Ya estamos en el postre y me pasa un móvil.
«Anda, mira cual es el postre para hoy. Mira las páginas que tengo abiertas y dime que piensas.»
Me quedo congelada. Aunque sabia a lo que venia porque lo había leído en el relato un escalofrío de nervios me recorre el cuerpo. Veo un anuncio en un portal de anuncios de contactos. Se ve una foto mía, sin verse la cara obviamente. Nadie me recocerá nunca , ni sabrá que soy yo, pero ahí estoy expuesta en un anuncio. El anuncio pone «Perra en celo se ofrece para orgía gratuita. Hoy a las 16:00 de la tarde. Contactar sin rodeos. Se dará lugar de la orgía y los primeros que aparezcan se llevan el premio». Mi cuerpo se estremece pensando en lo que me espera. Abro el siguiente anuncio «Chica espectacular para complacerte en lo que deseas. Delicioso francés, cabálgame como quieras. Precio muy económico. 50€».
«Te lo vas a pasar bien. Sabías a lo que venias. Entiendo que estés nerviosa pero ya veras que vas a flipar. Esto te cambiara para siempre».
Mientras lo dice me acaricia la mano durante unos segundos. La realidad me recuerda que ese agradable hombre con el que he pasado un buen rato es mi amo, no mi novio.
Todo ese rato durante el almuerzo me había relajado completamente. Hasta ahora. El  nerviosismo vuelve a mi cuerpo y el corazón me vuelve a latir a mil por hora. Mi amo se levanta de la mesa. «Vamos». Le sigo obediente. En el camino a casa no abre la boca. Yo estoy muy nerviosa y no me atrevo a comenzar ninguna conversación. Aparcamos y él marca el paso, yo sigo.
Cuando llegamos a nuestro rinconcito me abre la puerta como un caballero. En cuanto entro me agarra de la mano y me da la vuelta lanzandome sobre el. Cierra la puerta y comienza a darme un apasionado beso. Empezamos a besarnos de una manera buf… me vuelve loca. Me empieza a desnudar hasta dejarme en ropa interior. Me de la vuelta se sienta en la cama y me sienta sobre el. Mi espalda pegada a su pecho, mi culo sobre su paquete. Comienza a besarme el cuello y a jugar con mi clitoris y mi vagina, gimo como una perra. Comienza un ritmo frenético, me esta volviendo demasiado loca. Pongo mi mano sobre la suya como señal de que baje el ritmo. Me aparta la mano con autoridad y vuelve a penetrarme con sus dedos violentamente. Me estremezco, nunca me habian dado a ese ritmo, porque siempre lo paraba pero ahora no puedo aunque me esté volviendo loca. Me empiezo a correr a chorros y entonces derepente para y me aparta, quitandome de encima suya poniendome en el otro lado de la cama.
«Bueno vamos a parar que te estas poniendo muy perra y no quiero que te olvides que estas aquí para darme placer a mí. Ademas no quiero sobreusarte que luego te espera una buena sesión de sexo y no quiero que empieces desgastada. Además tengo que entrenarte antes de que lleguen tus clientes. Ponte de rodillas, aquí a los pies de la cama. Muyy bien.»
Camina y se sienta en la otra punta de la habitacion. Se quita la ropa y levanta sus piernas como una cucaracha, dejando su ano al descubierto.
-Vamos a ver que tal vas de beso negro, una de las competencias esenciales como sumisa. Si no sabes comer un culo como una profesional cualquier amo te mandará a la mierda bastante pronto. ¿Por qué? Es simple. No es para tanto es besar una parte de la piel de mi cuerpo. Siempre voy limpio e impecable. De un placer enorme al que lo recibe y lo más importante de todo, es uno de los mayores tabús en nuestra sociedad. Mientras te follo la boca te sientes puta y sumisa pero piensas que es sexo, como el que tendrías con tu novio o tu marido. Poner tu cara, tu carta de presentación sobre el trasero de un hombre es la mayor expresión de sumisión; de demostrar que estas a los pies de un hombre. ¿Lo entiendes?
–  Sí, mi amo.
– Bien.
– Verás. Hoy quiero que entiendas una cosa. Hay muchas mujeres bien zorras en esta isla, en este país, en el mundo. Tu eres de las mujeres que seguramente se considere normalita, ninguna zorra del montón. Pero hoy, cumpliendo aquí tu fantasía conmigo… quiero que entiendas que pasas a ser el 1%, que digo el 1%, estás en el 0,00001% más zorra del mundo. Hay poquisimas mujeres menos putas que tu ahora mismo en el mundo. Unos miles, tal vez pocos cientos. ¿Te das cuenta de eso? Hay solo unos cientos de mujeres en TODO EL MUNDO que están a tu nivel, que son tan putas como tu. Y del otro lado millones y millones de mujeres más dignas que tu. Quiero que pienses en eso mientras vienes hacia mi. Vas a ir gateando muy lentamente hacia la puerta del baño, ahí giraras y seguirás gateando hacia mi. Muy lentamente mientras caminas hacia mi pensando en lo que te he dicho. Mientras quiero que repitas las palabras «Soy una de las mujeres mas putas del mundo y he nacido para comer los culos de hombres superiores». Una y otra vez. A ver, antes de empezar a andar dilo una vez para ver que te lo has aprendido bien.
Me siento super humillada. No es la primera vez que oigo esas palabras. Ya las leí en su relato aunque en ese momento no le di tanta importancia. Ahora si. Estoy aquí, no es una fantasía. No soy una de las chias que leyó el relato. Soy de las que escribió a mi amo y de las pocas que se convirtieron en protagonistas del relato. Quien sabe, si tal vez la única. Estoy aquí semidesnuda arrodillada ante ese hombre, un desconocido hasta esta mañana. Después de dejar que haga lo que quiera por la mañana y antes de dejar que me ofrezca a otros desconocidos, voy a comerle su culo. Sí, me lo imagino perfectamente. Estoy entre los cientos de mujeres mas putas del planeta ahora mismo. Un sentimiento de pérdida de dignidad se cruza con una excitación enorme. Pues sí, soy una de las mujeres mas putas del planeta, disfrutémoslo,
– Soy una de las mujeres mas putas del mundo y he nacido para comer los culos de hombres superiores…
– Queee bien putita. Venga. Ahora a gatear muy muy despacito y decirme mi frase favorita.
– Soy una de las mujeres mas putas del mundo y he nacido para comer los culos de hombres superiores… Soy una de las mujeres mas putas del mundo y he nacido para comer los culos de hombres superiores… Soy una de las mujeres mas putas del mundo y he nacido para comer los culos de hombres superiores… Soy una de las mujeres mas putas del mundo y he nacido para comer los culos de hombres superiores…
Llego a su altura y planto mi cara en sus nalgas. Saco la lengua y empiezo a juguetear con mi lengua por su ano. Noto que lo vuelvo loco con movimientos circulares. Me parece increíble que nunca me haya parecido nada agradable la idea de comerle el culo a un hombre y ahora lo este haciendo como si fuera algo tan guay como comer una polla. Empiezo a meter mi lengua tímidamente en su ano y sigo con mis movimientos.
– Para, para, para anda.
Me aparta de su trasero y se levanta de la silla poniéndose de pie a mi lado,
-Levántate. Mírame de frente. Abre los brazos en cruz. Separa las piernas. Mas un poco mas. Sabes por que te he hecho parar?
– No está contento con como lo estaba haciendo mi amo?
– Exacto, he visto que te estabas esmerando. Pero sabes que pasa cuando estas disfrutando de tu sumisión pero a la vez te retraes porque si no fuera tu amo no me comerías el culo ni loca. Lo entiendo, es parte de tu transformación en cerda. Pero se nota en la calidad de lo que haces. Cuando vuelvas a empezar quiero que me comas el culo como si fuera lo mas importante en tu vida. Nada,… escúchame bien, nada de todo lo que has hecho en tu vida ha sido tan importante como esto. Comerme bien el culo en los siguientes 15 minutos va a ser un gran logro en tu vida. Hazlo como si no hubiera un mañana. Un consejo, me gusta como juegas en circulo con tu lengua por fuera, cuando la metas dentro esmérate mas pero sobre todo me encantan los lametazos por fuera desde abajo hasta los huevos. Así.
Me dice mientras pasa su lengua desde mi barbilla hasta mis ojos a través de mi mejilla.
– Entendido?
– Si mi amo.
– Muy bien. Ahora no quiero tener que parar otra vez asi que quiero asegurarme que tienes toda la motivacion necesaria. Asi de pasos entrenamos tu capacidad de aguante de dolor. Vamos a darte unos buenos azotes por no haberlo dado todo.
Coge el cinto y se pone ante mi. Me da un azote en un pecho. Me duele, no es muy fuerte pero lo justo para que duela. Es solo durante un segundo.
– ¿Qué se dice?… Eres una principiante. Con cada azote quiero que digas, «Gracias mi amo».
ZAS en un pecho. «Gracias mi amo»
ZAS en un pecho. «Gracias mi amo»
ZAS en un muslo. «Gracias mi amo»
ZAS en un pecho. «Gracias mi amo»
Dioos me esta empezando a escocer. Se acerca y me da un beso cariñoso. Se pone dentras mia. Estoy a su merced.
ZAS en las nalgas. «Gracias mi amo» Diosss, en las nalgas no se corta y me da un azote fuerte.
ZAS. «Gracias mi amo»
ZAS. «Gracias mi amo»
ZAS. «Gracias…..  mi amo»
ZAS. «Gracias…..  mi amo»
ZAS. «Gracias…..
ZAS. «Gracias.mi amo»
– Que rico, ya empieza a tener el culo rojo. Te lo voy a dejar descansar un poco.
Estoy super excitada.Siempre me preguntaba como me iba  a sentir con los azotes. Y la verdad es que me encanta. El dolor dura solo una milésima de segundo y es aguantable. Aunque si me alegro que me dé una pausa en las nalgas aunque tiemblo de nervios. Se que no me puedo relajar porque se muy bien que viene ahora. Se que mi amo esta detrás mía, haciendo una pausa larga para jugar con mi cabeza. El y yo sabemos como sigue el relato. Ahora me toca un azote en mi vagina. Vendrá desde atrás, por la espalda y se que ese es el azote que mas me va a doler. Me tiemblan las piernas. Me pregunto si ese también me excitara o me dolerá demasiado… el muy cabrón alarga la espera.
ZAAAAS «Ahhhh» Joder, ese dolió.
-¿Como?
– Gracias mi amo.
– Muy buen. Te voy a azotar tu clitoris hasta que vea en tus ojos que ya estas dispuesta a comerme el culo como si fuera lo ultimo que haces.
ZAS. «Gracias…..  mi amo»
ZAS. «Gracias…..  mi amo»
ZAS. «Gracias…..  mi amo»
ZAS. «Gracias…..  mi amo»
ZAS. «Gracias…..  mi amo»
ZAS. «Gracias…..  mi amo»
ZAS. «Gracias…..  mi amo»
Creo que justo en este momento entiendo de verdad lo que es el sado y eso que éste es bastante light. Es un dolor intenso, en mi zona intima. Pero es perfectamente soportable. Si tuviera elección no querría ni un azote mas. Pero estar a la merced de mi amo con las patas abiertas, ofreciéndole mi clítoris. Solo el puede decidir cuando parar. Me encanta. Parece que mi amo lo lee en mis ojos.
– Suficiente. Ahora me voy a sentar aquí y me vas a demostrar tu devoción.
ZAS ZAS. «Gracias mi amo»
Se sienta y vuelvo a mi posicion, dispuesta a darlo todo. Comienzo con uno de los lenguetazos que mi amo me indica. Por su gemido entiendo que he dado en el clavo. Creo que deben pasar en efecto unos 15 minutos de intermable beso negro. Hasta que mi amo se corre como loco con mi legua metida en su culo mientas me empuja la cabeza.
– Que rico zorrita. Ahora vete a arreglarte que he citado a uno de los chicos del gangbang un poco antes para una cita individual. Ponte sexy para el.
Voy al baño y me miro nuevamente al espejo. Tengo cara de llevar 15 minutos comiendo un culo. Me arreglo mientras me miro al espejo y me digo a mi misma: «Soy una de las mujeres mas putas del mundo y he nacido para comer los culos de hombres superiores». Me relamo mientras me lo digo al espejo. Me encanta sentirme así.  No es la primera vez que lo pienso hoy, pero ahora lo pienso con total claridad: ¡Qué bien que he venido y me he convertido en la protagonista del relato!. Me encanta lo que estoy viviendo, me encanta. Y eso que el corazón me late a mil porque voy a tener mi primer gangbang, y voy a cobrar por sexo. Me asusta, pero sabiendo que esta mi amo conmigo tengo confianza, estoy ida. Salgo del baño y mi amo me tiene una bata de seda preparada, me la pone y me dice que mire lo sexy que estoy. En efecto lo estoy.
Mi amo me abraza por detrás, me da un beso y me dice con una voz muy dulce: «ya eres una putita. El chico esta casi aquí. Le recibirás en la puerta. Antes que nada, cogerás los 50€ que te te traiga. Tu primer sueldo. Luego le besaras, le chuparas la polla como si fuera tu novio y dejaras que te folle salvajemente. Sobra decir que no importa si te atrae o no, tu deber es hacerlo sentir como un rey. Hasta que llegue el resto de los chicos al gangbang te quedaras con el. He citado a 10, pero tranquila que al final la mayoría no viene, seguro que serán unos 3 o 5. Disfruta. Y tranquila que estoy aquí contigo. Hazme sentir orgulloso. Y sobre todo no olvides porque hago esto. Quiero completar tu primer día de adiestramiento tranformándote totalmente en un objeto con el único objetivo de dar placer.
Me pongo en la puerta a esperar mi primer cliente. Mi corazón vuelve a latir a mil.¿Que estoy haciendo? Voy a tener sexo con in desconocido a cambio de dinero. Sé que no es mi decisión,simplemente estoy obedeciendo a mi amo, pero ese hombre no lo sabe. Ese hombre simplemente pensara que soy una prostituta, una muy perra por cierto.
Mi amo se sienta a ver el espectáculo y me dice que no olvide mostrarme muy erótica en todo momento. Tocan a la puerta, mi corazón late a mil por hora. Aquí estoy en lencería y taconazos a punto de abrirle la puerta a un desconocido. Abro la puerta y aparece un chico.
– Hola, pasa cielo.
– Hola, gracias.
Le doy dos besos en las mejillas, mientras con mi mano acaricio su brazo. Sé que mi amo me esta mirando y quiere que me muestre sexy en todo momento.  El chico muy tímido saluda a mi amo y luego se queda mirándome.
-Bueno, me pagas y empezamos mi amor.
– Si claro, toma.
– Bien.
Me acerco a el y le empiezo a besar. Estoy fuera de mi. Me pone a mil la sensación de estar prostituyendome y quiero darle a ese chico el polvo de su vida. El parece sorprendido de tanto cariño por mi parte. Empieza a besarme como loco y a toquetearme entera. Me siento tan puta que hago algo que creo es típico de ellas, me arrodillo sin rodeos y empiezo a besarle la polla por encima del pantalón. El no tarda en desnudarse y ponerme su miembro en mi boca. Empiezo a mamársela a ese desconocido como si fuera el hombre de mi vida. Poso mis manos en sus nalgas y empiezo a metermela entera, me follo la boca yo misma. El chico pone sus manos en mi cabeza y empieza a hacer su parte. Me folla la boca y yo ya solo me dejo hacer. En un momento para.
– Buff, tengo que parar que me corro. Dame un condón que te voy a reventar.
Vaya con el tímido, se ha venido arriba. Le pongo el condón.
– Haz conmigo lo que quieras, mueveme y follame a tu antojo.
Me acerco a su oido y le susurro «Soy tuya».
Lo que siguen son 10 minutos de increíble follada. Por momentos me olvido de mi amo, de mi día de sumisión, simplemente disfruto la follada con un absoluto desconocido. Al cabo de un rato follándome como un salvaje en varias posturas se corre como un loco,  sus ultimas envestidas son bestiales. Yo también me corro como loca. Nos quedamos tendidos en la cama uno al lado del otro. Tras unos segundos de silencio oigo la voz de mi amo.
– Muy bien perra, ya eres todo una zorra. Ahora deja que el chico se vaya a lavar que enseguida toca segunda ronda. Tu ven aquí.
El chico se mete en el baño a lavarse. Yo me acerco a mi amo. Me hace una señal que entiendo que es una orden para arrodillarme ante el.
– Bésame los pies mientras me agradeces haber sacado la puta que llevas dentro. Quiero que suenes convincente.
Empiezo a besar los pies de mi amo mientras no paro de decir «Gracias mi amo por sacar la puta que llevo dentro». Alterno besos y lametazos por sus pies y dedos con esa frase. Oigo como el chico sale del baño, debe estar disfrutando de una estupenda vista. Yo incluso me muevo como una perra poniendo el culo en pompa hacia el baño. No paro de decir mi frase.
– Ven muchacho, mira coge ese cinto y dale 5 azotes en el culo como agradecimiento por sus servicios. Y tu perra no pares.
El chico me suelta 5 azotes bien dados, yo mientras sigo repitiendo mi frase como una perra.
– Bueno, tu ahora acuéstate a gustito en la cama. Ella te la va a chupar mientras yo preparo su culo para el gangbang.
Oigo como el chico se acuesta en la cama. Mi amo me coge del pelo suavemente y me vuelve a poner de rodillas. Me da un cariñoso beso en la frente.
– Muy bien putita. Tu metamorfosis casi está completa. Ahora relájate, veras como gozas como una perra. No vas a ver a tus folladores. Te voy a poner este antifaz. Vas a ponerte a 4 patas en la cama y vas a chuparle la polla con mucho cariño a ese chico que te ha follado tan rico. Yo voy a ir trabajando tu ano poco a poco, quiero que disfrutes este gangbang.  Los participantes van a ir entrando poco a poco. Hasta que lleguen todos se sentaran a verte chupar. Luego te follaran salvajemente y se irán y nunca les veras las caras. Venga… ahora a chupar como una campeona. No me decepciones, demuestra quien es mi putita.
Mi amo me pone el antifaz y queda todo oscuro, me da la mano y me acerca hasta la cama. Me pongo a 4 patas y a ciegas voy moviendo mi mano hasta palpar las piernas del chico. Me acerco y empiezo a besarle por la pierna hacia arriba. Empiezo a comer su polla suavemente con ternura, poco a poco. Esta flácida y me encanta besarla poco a poco. Noto como mi amo también empieza sus movimientos. Empieza metiéndome los dedos poco a poco en mi coño, luego noto un liquido cayendo en la puerta de mi amo en lo que intuyo es lubricante. Empieza metiendo un dedo que entra muy fácil y me da mucho gusto. Empieza a metermelo cada vez con mas velocidad. Luego para y empieza a meterme dos, cuesta solo  un poco, no duele. Me empieza a meter esos dos en el culo y varios en mi coño con la otra mano. Me empiezo a volver loca, la polla en mi boca está además ya durísima. Noto como mi amo empieza a intentar colar un tercer dedo, este duele un poco. Los saca y me inunda de lubricante. Vuelve a meterme 3, ya solo siento placer. Tras bombearme un rato  siento que ya empieza a meterme algo que debe ser un dildo. Me da que es de esos que se va haciendo mas grueso, porque entra fácil y luego mas difícil. No para de lubricar y bombearme, primero poco a poco, luego mas fuerte. Yo mientras lamo los huevos gimiendo como loca al chico, me ha parado de comerle la polla, supongo que para no correrse. Durante unos segundos me duele, pero prácticamente nada. Me vuelve loca jugado con mi amo y mi coño a la vez. Estoy fuera de mi. De repente mi cuerpo tiembla de nervios nuevamente. Tocan a la puerta. Mi amo deja lo que tiene metido en mi culo ahí dentro y va a abrir la puerta.
– Bienvenido.
– Gracias.
– Mírala, ahí tienes a la perra. ¿Te gusta?
– Joder, que vista. ¿Puedo empezar ya?
– No espera hasta que lleguen todos. Empezamos en unos minutos.
Me siento la mujer mas puta del planeta. Aquí estoy mamando, con el culo en pompa como carta de bienvenida a hombres desconocidos a los que ni les veo la cara. Oigo como entran varios y de vez en cuando hablan entre ellos.
– Mueve el culo putita para tu publico.
ZAS Mi amo combina esa frase denigrante con un fuerte azote. Empiezo a mover el culo como un perra, me siento e mayor zorron del planeta. Mi amo sigue azotandome mientras el chico me empieza a follar la boca como un salvaje. De repente mi amo me tira del pelo. y casi de golpe me pone de pie.
– De rodillas perra. ¿Sabes? Tienes varios hombres delante tuya observando lo perra que eres. No te voy a decir cuantos hombres son. No te mereces saberlo. Solo tienes 3 agujeros así que que sean 3,4,5  o mas no te importa. Si vieras la cara de perra asustada que tienes, jajaja. Bien chicos, normas: la cara, el coño y el culo se los pueden follar como quieran pero siempre con condón. Están permitidos los azotes con toda vuestra fuerza en el culo y bofetadas duras pero sin pasarse en la cara. La pueden mover a su antojo. Tambien le pueden dar azotes con las manos en los pechos. Insultarla y humillarla lo que quieran… Todo con condón, no quiero corridas en su boca, todo por su cuerpo. A menos que la muy zorra lo pida ella misma. Ahora a disfrutar chicos. A medida que vayan terminando y no quieran seguir se van duchando y yendo. Hasta que al ultimo le queden fuerzas aquí seguirá la puta resistiendo. A por ella
Mi cuerpo se estremece, ahí estoy de rodillas sin ver nada expuesta quien sabe…
ZAS
Ya me llevo el primer bofetón de algún espabilado. Acto seguido me coge del pelo y me mete la garganta de lleno en su polla, sin mas miramiento empieza a follarme la boca. Empiezo a notar muchísimas manos tocándome por todo el cuerpo, me llueven azotes en el culo. Alguno ya se apresura a meterme sus dedos por todos lados. El salvaje follabocas para y me coge por el pelo y me sube en la cama. Noto como se acuesta boca arriba sin parar de agarrarme el pelo eso si, y me pone encima suya. Me da un fuerte azote en el culo y me pide que lo cabalgue. Empiezo a cabalgar y pronto noto un rabo rozándome la boca, empiezo a chupar mientras cabalgo. En estas noto que me sacan lo que quiera que sea que tengo en el culo. No tarda en entrar algo nuevo. Unas manos paran mis nalgas me indican que pare de cabalgar y me recuestan sobre el chico que esta boca arriba. Me cogen mis manos y me las ponen una sobre otra a la espalda. Pronto noto una polla entrar en mi culo. Entra de golpe sin esfuerzo. Suelto u gemido de placer. No tardan los dos en empezar a bombearme con fiereza. Pronto siento unas manos en mi pelo. No es fácil en esa postura pero con el cuello volcado hacia un lado alguien consigue meterme una polla en la boca. Estoy loca de placer. Por enésima vez en el día pienso ha sido una buenísima decisión haberme atrevido a contactar con mi amo y a convertirme en protagonista y no solo en lectora de su relato. Recuerdo como en el relato además la parte de la orgía se resumía en un párrafo. Mi amo quería que todo lo que estaba viviendo en ese rato, que debieron ser por lo menos 2 horas lo viviera en primera persona por primera vez….
Pasan por lo menos dos horas y sí que reconozco que estoy en unas frases del relato. Poco a poco mis folladores se han ido bajando del carro, hace un rato que siento ya menos pollas y oigo la ducha un par de veces. Lo que parece el último moicano se corre como loco. Oigo como se levanta y me deja ahí tirada en la cama. Joder, estoy exhausta, ahí tirada como un clinex reusado mil veces. Me relamo en la cama yo sola reviviendo todas las sensaciones que he vivido. Nadie habla conmigo, solo oigo gente duchándose y vistiéndose. Oigo lo que creo es la puerta cerrarse por ultima vez.
Mi amo se acerca y me recoge de la cama. Me lleva al baño. Nos metemos juntos en la ducha y el me lava con mucho cariño. Me enjabona y me vuelve a lavar. Me besa apasionadamente; mis manos se van enseguida a su polla. Me arodillo y le hago lo que intento sea la mejor mamada de su vida. Su maravillosa polla con el agua corriendo mmmm, no pare de pensar en too lo que me ha hecho sentir y doy todo de mi en esa mamada. Al rato se corre en mis pechos. Me vuelve a lavar. Para el agua, coge una toalla y me abraza con ella, me seca mientras me besa y acaricia. Me lleva a la cama y me acuerat, el se acuesta a mi lado.
– ¿Qué tal estás putita? Cuéntame lo que quieras. Hoy no te voy a dominar mas. Te puedes relajar.
Empiezo a contarle como siento, todas mis sensaciones. El me hace muchas preguntas, ¿como te sentiste cuando probaste esto y esto? De vez en cuando paramos de hablar y nos besamos. Me trata con cariño.
– Me encantas, eres una mujer excelente y una gran sumisa. Te aseguro que pienso cada una de las cosas que te he dicho hoy. Estoy convencido de que estas entre los cientos de mujeres mas putas del planeta. Si hubiera un Miss Universo Puta tendrias posibilidades. Eres mi sumisa. Yo estoy aqui para someterte y para cuidarte. Para despertar la zorra que hay en ti y que tu mente nunca olvide que soy un ser superior;  y que servirme y darme placer debería ser suficiente para sentirte feliz. Ahora vistete que ya te tengo muy vista hoy. Ya veremos si te dejo seguir siendo mi sumisa.
Me suelta un beso tras esa ultima frase. Ojala pueda repetir esta expeiencia. Me visto y nos vamos al coche. Vamos conduciendo. Esta vez a diferencia de esta mañana pudo mirarlo a el, mirar la calle. Reconozco la calle Mesa y Lopez. La calle donde esta mañana empezo todo. Donde le deje humillarme haciendo caminar detras de el sin ni siquiera mirarle a los ojos. Para el coche a la altura del banco donde no encontramos y me entrega tres sobres en los que pone:
2º relato – 3 días de sumisión;
2º relato una semana de sumisión;
2º relato – 1 mes de sumisión.
Entiendo que es la invitación de mi amo  pasar al siguiente nivel.
– Cuando recuperes fuerzas abre el que eligas y ahi encontraras instrucciones. No se si te volvere a ver.Ya vere si me apetece. En cualquier caso nunca olvides este dia en que descrubriste quien eras, en que estuviste a mis pies. Ahora vete zorra.
Tal cual me dijo eso me dio un beso para a continuacion mirarme dulcemente y escupirme. Debio ser su manera de decir, ante todo no olvides que soy tu amo. Salgo del coche en plena calle centrica con su saliva en mi cara que me apresuro a limpiar en cuant salgo del coche. Miro los tres sobres.
Ahora estoy exhausta, ahora no puedo tomar esa decision. Lo unico en lo que pienso es en todo lo maravilloso que he vivido hoy. Me late el corazcon como me latia cuando llegue al final del relato y se especificaban las instrucciones de como convertirlo en realidad, de como convertirse en la protagonista real de ese relato. Las instrucciones eran simples:
«Las lectora sumisas que quieran optar a ser las sumisas del amo del relato deberán escribir un email al corrreo: [email protected]
 En el deberán especificar obligatoriamente lo siguiente:
1) Descripción de la persona. Nombre, edad, que hace en su vida, estado civil… Una descripción demasiado escasa puede hacer que el amo ignore la candidatura.
2) Descripcion breve de experiencia previa como sumisa
3) Descripción clara y concisa de que necesitaria para organizar el encuentro real. Si necesita una excusa para el novio o marido, si necesitase un dia libre en el trabajo.Vivimos en el siglo XXI y con planificacion y voluntad estar en la calle Mesa y Lopez de Las Palmas de Gran Canaria esperando a su amo está al alcance de cualquier mujer del planeta. La candidata se esforzará el máximo posible en su descripción. Su amo no desea tener que intercambiar demasiados mails para ultimar la preparación de su encuentro.  Una descripción demasiado escasa puede hacer que el amo ignore la candidatura.
4) Adjuntar 3 fotos: en dos de ellas se debe ver la cara claramente. Que sean fotos actuales. En la tercera foto se debe ver el cuerpo entero. No es necesario que sean fotos desnudas, aunque el amo las valorara positivamente,. Candidaturas sin foto seran simplemente ignoradas. Frase como «en el proximo mail adjunto fotos…» seran simplemente razon de exclusion del proceso de seleccion de sumisas.
5) En el caso de tratarse de una scort que lo haga por dinero, debe especificar la cifra que quiere ganar. El amo prefiere claramente sumisas de verdad, sin dinero de por medio, pero acepta candidaturas de sumisas que lo hagan por dinero. No hay nada como el reto de coger a una sumisa que lo hace por dinero y dominarla tan bien que acabe haciéndolo gratis un día.»
Aun recuerdo lo que senti al leer esas instrucciones. ¿Lo hago?¿Me atrevo? ¿Mejor leo el relato de nuevo y me lo pienso?. Pero en el fondo sabia que iba a acabar escribiendo a mi amo. Ya lo había decidido. Quería convertirme en la protagonista del relato. El antifaz, besar los pies, ser el centro de placer de una orgía… Lo quiero todo. Y mientras menos lo piense y antes escriba ese mail, antes gozaré siendo POR FIN SUMISA.