Engañe a mi novio con su hermano mayor, es irresistible

Cuando tenía 24 años andaba con Ezequiel, quien era un hombre muy guapo de 28 años de edad. Llevabamos 3 meses de novios, nos llevábamos muy bien, era poco el tiempo de relación pero él ya me había comentado que en algún momento quería casarse conmigo. Yo no le decía nada, para mi era una idea muy rápida. El sexo era excelente, sabía sacarme varios orgasmos en una sola noche.

Un día me dijo que quería que su familia me conociera, y que quería aprovechar que sería el cumpleaños de su abuela, harían una comida familiar. Le dije que estaba bien. Me dio la fecha las cual sería 10 días después. Me dijo que quería ver la cara de sus primos al ver que andaba con una mujer como yo, que con la mayoría de ellos se llevaba mal. Le pregunté que como tenía que ir arreglada, me dijo que de lo más normal, que la fiesta sería en casa de la abuela. Lo único que me pidió es que llevará un pantalón de mezclilla lo más pegado que tuviera, que quería que todos supieran el culo que se andaba cogiendo.

El día de la fiesta llegó, me puse el pantalón de mezclilla mas ajustado que tenía, mi culo resaltaba muchísimo. Cuando Ezequiel llego por mi me dijo que le gustaba mucho como me arregle, me dio una buena agarrada de nalgas, yo le agarraba su verga.

Nos fuimos a la casa de su abuela, al llegar me fue presentando en su familia, todos los hombres estaban idiotizados con mis nalgas, sus tíos, primos y demás. Felicite a la abuela le di un pequeño regalo que compré. Después me presentó a su papá el señor tendría más de 70 años, un señor muy agradable. Después supe que Ezequiel fue un caso raro ya que su familia ya estaba bien formada pero su mamá se embarazó, su hermano más cercano tenía 11 años cuando nació, por lo cual ese hermano en esa fecha tendría 39 años. Después conocí a su mamá, la señora no me contestó ni el saludo, por lo visto le caí muy mal. Ezequiel se disculpó me dijo que su mamá jamás se portaba así, le pedí que no le diera importancia.

Al final conocí a sus hermanos eran 4 dos mujeres y dos hombres, el menor de ellos se llamaba Gustavo, me pareció muy guapo, dueño de una mirada seductora. No era muy fuerte pero se veía que hacía ejercicio. Los 4 estaban casados, después conocí sus parejas. Todas de lo más normal, menos la esposa de Gustavo era una señora muy gordita, fea y odiosa. Tenían un hijo.

La fiesta era un poco aburrida, y se sentía la mala vibra, nadie se llevaba bien con nadie. En algún momento empezaron a bailar. Ezequiel me sacó a bailar pusieron una cumbia yo movía de mas las nalgas, algunos me veía con disimulo, otros me veían con mucho descaro.

La fiesta seguía aburridísima, en algún momento que mi novio tuvo que ayudar a uno de sus tíos, me aleje. Empecé a mandarle mensajes a una amiga, estaba atrás de una columna y unas plantas, cerca de ahí se paro con una señora que era su hermana, quien le preguntó porque estaba tan enojada. La mamá de Ezequiel le dijo que a mi se me veía lo puta a kilómetros de distancia, y después que como podía ponerme a bailar como una puta en una fiesta donde apenas estaba conociendo a su familia, que de seguro engañaba a Ezequiel con el primero que pasará.

Ellas fueron con los demás y yo salí de ese pequeño escondite. Por lo visto la señora tenía buen ojo, pues inmediatamente se dio cuenta de lo puta que soy.

Ya en la tarde, y después de un aburrimiento extremo, nos fuimos. Me llevó a mi casa, me dijo que el próximo lunes su casa estaría vacía, el solo vivía con sus papás. El lunes era festivo, me dijo que podríamos darnos una buena cogida. Le dije que pasará temprano por mi para tener todo el día.

El lunes, como le había pedido paso temprano por mí. Pasamos por algo de desayunar y nos encontramos a un amigo de Ezequiel. Estuvimos platicando con el por varias horas, dieron las dos de la tarde. Llegamos a su casa, se suponía que estaríamos solos pero estaba de visita su hermano Gustavo.

Gustavo nos dijo que su esposa y su mamá habían ido a comprar unas cosas para su negocio, a él le dio flojera y prefirió quedarse. Él se metió a dormirse un rato en un cuarto, mi novio y yo nos resignamos a no tener sexo ese día.

El papá de Ezequiel le llamó y le dijo que tenía que ir a su negocio, pues les llevarían unos productos que estaban esperando. Ezequiel se enojo, me dijo que lo esperara que no se tardaba.

Paso como media hora, cuando me habló para decirme que las personas que irían al negocio tardarían más. Me dijo que mejor me fuera a mi casa. Colgué el celular cuando Gustavo se me apareció, me preguntó por su hermano, le dije lo que había pasado, que yo ya me iba.

G –Quedate un rato a hacerme compañía.

P –Esta bien pero solo un rato, porque tu hermano tardara muchísimo.

G –Pamela, te quiero decir algo, por favor no te enojes.

P –No me enojo, dime.

G –Que suerte tiene Ezequiel, eres una muy mejor demasiado hermosa, que no daría yo por tener una mujer así.

P –Gracias, tu también eres guapísimo.

Nos quedamos viendo, me jalo y comenzó a besarme, el como me abrazaba, como juntaba sus labios con los míos me tenía muy caliente. Bajo sus manos a mi culo, lo apretaba fuertemente.

G –Que nalgas tienes Pamela.

P –Agarramelas, sientelas.

Yo le agarre el pene, era de un tamaño normal. Ya empezaba a ponerse duro. Me quito la blusa y el brassier, me chupo los senos, daba pequeños mordiscos a mis pezones.

P –Sí así Gustavo, que rica lengua.

G –Vamos al cuarto Pamela, ya te la quiero meter.

Fuimos a un cuarto, el se quito la ropa, yo hice lo mismo. Me hinque, tomé su verga y me la metí en la boca, le chupe cada parte de aquel pedazo de carne. Mi lengua jugó su la cabecita del pene, mis labios apretaban fuerte aquella verga, y moviéndolos sobre ella, lo masturbaba.

Él me la sacó, se sentó en la cama, me hizo meterme sus verga sentándome frente a él. Sentí como me llenaba, mi vagina ya estaba muy mojada, agarrándome de la cintura me hizo bajar y subir de su pene.

P –Así Gustavo, así dame verga.

G –Muevete así, sigue moviéndote.

P –Sí cógeme, que rico coges.

Estuvimos así un rato, yo me daba de sentones sobre su pito, el me abrazó y seguimos con esos brincos. Sentí mucha excitación y era inevitable la llegada de mi orgasmo.

P –Aaaahhhh me vengo, me vengo, eres un semental, cogete a tu puta, que rico cuñado me toco.

Le moje toda la verga con mis jugos. Él seguía moviéndose, me hacía brincar en su verga aún, lo cual prolongo el placer de mi orgasmo.

P –Sí cuñadito enseñame que eres un hombre, dame verga.

G –Ve como me tienes Pamela, con la verga bien parada, hace mucho que no tenía una puta como tú.

P –Pues aprovecha, sacate las ganas de coger a una puta.

G –Quiero dártela por ese enorme culo.

P –Damela, méteme la verga en el ano.

Me baje de él, me puse sobre la cama en la posición de perrito con las piernas bien abiertas. Él se puso atrás de mi, apunto su pene a mi ano, sin lubricarme me metió más de la mitad.

P –Aaaahhhh, me hubieras lubricado.

G –Ya no lo hice, ahí te va lo demás.

P –Aaaahhhh, ya me la metiste toda, ahora no te muevas, deja que mi ano se acostumbre.

Él esperaba impacientemente, no quería que me lastimara. Gustavo me acariciaba las nalgas, creo que a todos los hombres les fascina mi culo. Yo empecé a moverme, sacaba más la mitad de aquella verga de mi culo, después la metía otra vez. Él me dijo que se quería mover también, no aguanto más y empezó a cogerme muy rápido el culo. Yo sentía cierta incomodidad pues apenas me estaba acostumbrado, pero a él no le importo.

G –Que culo más rico.

P –Cogetelo.

Ya no me quedaba de otra más que tratar de acostumbrarme rápido y disfrutar. Él gemía, me tomaba de la cintura para llevar el ritmo de la cogida. Yo también gemía, la cama brincaba, la cabecera daba fuertes golpes contra la pared, todos los ruidos de esa sesión de sexo eran ensordecedores. Mientras más excitados estábamos se abrió la puerta del cuarto, eran mi suegra y la esposa de Gustavo. La señora grito que yo era un puta, la esposa le grito a Gustavo que le cortaría los huevos, yo me quede muy asombrada, me habían descubierto teniendo sexo con mi cuñado. La esposa de Gustavo salió corriendo, la señora salió tras ella, azotando fuertemente la puerta, escuchamos otra puerta por lo visto su esposa se fue a la calle, otra puerta se azotó, debía de ser mi suegra que fue a seguir a su nuera.

Nosotros seguíamos en la misma posición que nos encontraron, lo que paso después me dejo en shock, Gustavo comenzó a moverse, me seguía cogiendo.

G –Si ya nos descubrieron y voy a tener problemas por lo menos me voy a venir en tu ano.

Yo sabía que mi relación con Ezequiel se acabaría, que jamás su familia perdonaría esto, además yo no quería nada serio con él, así que le dije a Gustavo.

P –Vamos cabrón llename el ano de leche, dame verga mi macho, soy tu puta.

Los dos nos movíamos muy rápido la cama volvió a crujir y la cabecera a golpear contra la pared.

P –Aaaahhhh dame verga, dame más duro, rómpeme el culo.

Gustavo se vino dentro de mi ano, cuando acabo todavía me dio algunas metidas y sacadas. Se quito de mí y me dijo que nos vistiéramos rápido.

Él salió a buscar a su esposa, yo me fui a mi casa. Unos días después le hablé a Ezequiel, jamás quiso hablar conmigo, me daba igual tenía varios novios, y además tenía muchísimas vergas que sabía que en cuanto yo quisiera me cogerían como verdaderos machos. Hasta el día de hoy no lo he vuelto a ver,ni a mi cuñado, ni a su familia, que más da yo estoy casada, aunque tengo curiosidad por saber que paso entre Gustavo, su hermano y su esposa, habrá acabado mal o bien.