Después de follar con mi tío, me masturbe con dos juguetes sexuales para ver si sentía algo de placer luego de mi situación horrible.

La verdad si echaba de menos a mi tio. Aunque no faltaba quien me invitara a salir, no era lo mismo salir con chavitos de mi escuela a salir con mi tio y sobre todo me cumplia mis caprichitos. Igual las cogidas que me habia dado me habian dejado con ganas de mas, y ahora al ignorar mis mensajes me hacia odiarlo. Bueno, no odiarlo pero si me caía mal jajaja.

Afortunadamente mi madre no habia sabido de ninguna de las cosas en las que me habia involucrado. Mis dias eran de ir a la escuela y de ahí directo a casa, sin hacer parada en ningun lado. Andaba tan tranquila que hasta raro se les hacía en mi familia.

Hablando de mi familia, como lo dije desde mi primer relato, estaba compuesta por mi madre y mi padre, de los que no diré sus nombres por ahora. Tambien estaba mi hermanito Luis (al que todos llamabamos de cariño Pepe) y mi hermana mayor, Karla.

Y bueno, cierta tarde al llegar a la casa y aprovechando que por los horarios soy la que llega primero de todos y eso me daba una hora a solas en casa, me fui a la recamara de mi hermana a tomar uno de los consoladores que sabia yo bien que tenia escondidos en su closet. No fui dificil encontrarme con ellos, y la verdad que me sorprendi de la cantidad de juguetes que tenia.

-‘Ahora veo en que gastas tu sueldo, hermanita’ -pensé mientras trataba de escoger un juguete.

Me decidi por uno de tamaño considerable con forma de pene y otro mas pequeño de forma lisa. Me vi tentada a tomar el dildo gigante que vi usar a mi hermana hace unos dias por accidente, pero la verdad era demasiado para mi. Me fui a mi cuarto lo mas rapido que pude para aprovechar al maximo el tiempo que tenia disponible.

Me desnudé totalmente y me tumbé en la cama, pasando el pene de plastico por mis labios, dandole de lambidas y besos para tratar de lubricarlo con mi saliva, pero sin meterlo totalmente a mi boca. Despues de todo, el sabor a plastico no me dejaba entregarme completamente a lo que estaba por hacer. Lo que yo queria y necesitaba era una verga de verdad, y para ser exacta, la verga de mi tio Carlos era la que anhelaba.

Segui lambiedolo y dandole de besos, mientras con mi mano libre me pinchaba los pezones y trataba de abarcar mis enormes tetas, sintiendo como mi vagina empezaba a humedecerse.

Pasaba el miembro plastico a enmedio de mis tetas, poniendolo en medio de ellas y dandome ligeros golpes en los pezones. Segui bajando el dildo lentamente, pasando por mi estomago hasta llegar a mi entrepierna. Coloqué la verga plastica en la entrada de mi peluda panocha, la que ya para entonces la tenia empapada de mis jugos. Empezé a empujar el juguete hacia dentro, presionando cada vez mas fuerte. Senti como la entrada de mi vagina empezaba a ceder, abriendose para dar cabida a el enorme miembro que cada vez ganaba mas terreno, empujando mis peludos labios vaginales y forzandolos a recibir la gruesa cabeza de plastico.

De un fuerte empujon, la redonda cabeza entró en mi empapada panocha arrancandome un grito de placer combinado con dolor, al sentir el enorme miembro reventando la entrada de mi hambrienta vagina!

-‘AHHHHHH! Ahhhhhhh, dioooos! Que grandeeee!!

Segui empujando con mas fuerza, queriendome meter mas el tremendo trozo de verga plastica. Empujaba mas y mas, queria sentirlo todo, tragarmelo completamente, llenarme, saciar mi hambre de verga que me mataba desde que dejara de verme con mi tio Carlos.

-‘AAAGHHHHHH! SIIII, Siiiiiii…….mas, quiero maaass! Tio Carlos, necesito su vergaaaa…..venga y cocheme, lo necesito conmigoooo’ -en mi mente empezo a formarse la imagen de que era mi tio quien me estaba culeando y no un pedazo de plastico.

-‘Ahhhh….!! Siiii…!!! Asi papi, asiii!!! Ohhhhh…!!! Que ricooo!! Mmmmm….’Metame mas su verga, tioooo!! Assiii, assi, la quiero toda adentro….sii, asssi» Asi mi amor, asiiiii…..rompeme, cogeme rico………llename de leche papiii !!! Metamela todo lo que quieraaaa…!!! Mas adentrooooo…!! Mas adentro, papiiiii!!! Metamela mas fuerte por favoooor!’

Empeze el mete y saca cada vez mas fuerte y con mas violencia, tratando de penetrarme lo mas profundo que fuera posible. Queria atravezarme con el miembro de plastico, meterlo tan adentro que me saliera por la boca. La dieta de verga que me habia impuesto mi tio me estaba afectando y en este momento mi mente solo pensaba en darme placer. Fuera de si como me encontraba, tomé el consolador mas pequeño y me lo introduje en la boca, de manera tan violenta que me producia arcadas, produciendo gran cantidad de saliva que empezo a escurrir por mi boca llegando hasta mis senos.

-‘Dame verga, papi, dame vergaaa!! Asi tio, assiiiii, soy su puta tio, soy su hembraa!’

Totalmente fuera de si, y a pesar de la promesa que me hiciera de no volver a intentar el sexo anal, me saqué el pequeño dildo de la boca y sin miramientos, lo meti de golpe en mi ano, que gracias a lo ensalivado que estaba, no tuvo ningun esfuerzo en irse hasta el fondo de mi recto, arrancandome un grito de dolor mezclado con placer.

-‘AAAAHHHHHHGGG!! SIII, siiiiii, asii papi …..asiiiii!! Rompeme el culo, mi amor! DAME VERGA, PAPI, DAME VERGAAA!

Sentir por primera vez mis dos agujeros invadidos por un rico par de vergas, fue demasiado para mi. Redoblé mis esfuerzos enterrandome los penes de plastico cada vez con mas violencia, tratando de alcanzar el mayor placer posible sin importar el posible daño que me hiciera a mis taladrados agujeros. Esta vez la penetracion anal no fue tan dolorosa a causa de que el juguete sexual era de menos tamaño comparado a la verga de mi tio, pero si fue igual de placentera. Sentir como dentro de mi los dos penes de plastico chocaban uno con el otro, solo separados por una pequeña capa de piel, me mando directo al cielo del placer. Mis gritos se volvieron una declaracion de frases cada una mas sucia y morbosa que la anterior.

-‘AGGGGHHHHHH….SIIII!! ASI TIO, ASIIIII!!…DEME VERGA, DEME VERGA…!!

-‘No la saque tio, no la saque…..deme mas, deme mas mi amor…..!

-‘Rompame cabron, metamela mas fuerte hijo de su puta madreee! Chingueme, rompame el culo!

-‘Saqueme la mierda a vergazos, pero no deje de cogerme hijo de su reputa madreeee !!!!’

Estaba totalmente fuera de si, ensartandome ambas vergas cada vez mas adentro. Una llegando hasta las puertas de mi utero y la otra alcanzando las partes mas sucias del fondo de mi recto. La brutalidad con la que practicamente me estaba violando yo sola con el par de vergas de plastico, y las ganas de sexo retenidas fueron demasiado para mi, y no pudiendo resistir mas, llegué a un violento orgasmo que me hizo gritar y orinarme a chorros en la cama como era usual en mi cada vez que me masturbaba.

-‘AAAAGHHHHHHHHH !! SII SIII ! DIOOOOSSSSS!’ -grité sintiendo que la vida se me iba en los liquidos que ahora escapaban de mi panocha y escurrian por mis piernas.

Cai de boca en la cama, sin oponer ninguna resistencia ni meter las manos. Quedé quieta por un momento que me parecio una eternidad, sin fuerzas para levantarme, tumbada sobre las sabanas bañadas en sudor, orines, y desechos. Seguramente si alguien me hubiera visto se impactaria del espectaculo de verme en semejantes condiciones. Y definitivamente ni en mi familia, mi escuela y mi circulo de amistades podrian imaginarse a la pequeña Amy estregandose a el placer de forma tan desbocada.

Poco a poco fui recuperando el aliento, al tiempo que el dildo posterior salio expulsado de mi ano haciendo un leve sonido de plop! Lentamente empezé a sacar el miembro de plastico de mi vagina, que al ser mas grande y por lo lastimada que me habia dejado, fue un poco mas doloroso el proceso de retirarlo de mi cuerpo.

No bien acababa de sacarme el consolador cuando escuché la puerta del garage abrirse, lo cual indicaba que mi hermana llegaba a casa. Rapidamente me puse una blusa y pantalones de mi pijama que encontré a la mano y corriendo fui a la recamara de mi hermana a dejar el par de juguetes sexuales en su lugar. De la misma manera regresé a mi recamara y removi las sabanas de la cama y medio la arreglé para que todo pareciera normal. Estaba limpiandome el sudor de la cara cuando mi hermana toca a mi puerta y tal como es su costumbre, entra a mi recamara sin esperar a mi respuesta.

-‘Hey, que haces?’ -me dijo Karla al entrar a mi recamara.

-‘Acabando la tarea. Quiero estar libre para mas al rato que empieze mi serie’ -le contesté tratando de parecer lo mas casual posible e intentando recuperar el aliento.

-‘Oye, el viernes vamos ir Gil y yo a un antro, quieres ir?’ – Gil, o Gilberto, era el novio de mi hermana.

-‘Ya sabes que a mi no me dejan entrar todavia. Si no, pos si iba. Y aparte que le decimos a mami?’

-‘Ay no te apures, Gil es amigo del dueño, claro que te dejan entrar. Y por mamá no te apures, le contamos un cuento chino, que vamos al cine o algo asi. Ya sabes que siendo conmigo si te deja salir. Nada mas no me vayas a descubrir para que no se de cuenta de nada. Que dices? Vamos?’ -me dijo Karla en tono de complicidad.

-‘Pues si es asi, si voy. Y ya sabes que no digo nada, ni que fuera la primera vez que te encubro pendeja. Ademas, pues siempre he querido conocer un antro’ -le contesté.

-‘Sale pues pendeja, el viernes salimos. Pero te portas bien o no te llevo Jajaja!’ – me dijo riendo. Pendeja era nuestro insulto favorito que acostumbrabamos decirnos.

Karla se retiro a su cuarto, lo que paroveché para tratar de poner en orden mi cama y esconder las sucias sabanas en el closet. Bajé al baño a hacer mis necesidades y limpiarme mis adoloridas partes. Pensé en meterme a bañar, pero podria parecer sospechoso asi que solo me limpié lo mejor que pude con agua, lo mismo mi cara para quitarme el sudor y el olor a sexo.

Regresé a mi recamara, acostandome en la cama, olvidandome de la tarea y disponiendome a dormir. Necesitaba un descanso con urgencia. Habia quedado exhausta y no queria saber de nada ni nadie por el momento. Me estaba quedando dormida cuando suena mi celular avisandome de un mensaje. Era mi hermana Karla. Lo abri, y para mi sorpresa era una foto de el pequeño consolador que hace unos minutos estaba dentro de mi recto y lucia totalmente sucio de mis desechos.

-‘Si vas a usar mis juguetes por lo menos limpialos cuando termines, pendeja’ -decia el mensaje, acompañado de una carita sonriente y haciendo un guiño con el ojo.

Definitivamente Karla me habia descubierto, pero la carita sonriente me informaba que podia confiar en ella.

Ahora solo era cosa de esperar que llegara el viernes para ir por primera vez a un antro.