Era septiembre, empezábamos nuestro primer año de universidad, Noelia y yo habíamos decido ir a estudiar juntos a Burgos, a la misma universidad, y en la misma residencia.
Llevababamos saliendo 2 años y habíamos descubierto el sexo juntos, ella una chica morena de tez blanca, con un buen culo, pero con tetitas.
Yo, moreno, un poco fibroso, pero con una pollita que apenas llegaba a los 10 cm en erección.
Estábamos en la semana de novatadas, la cual transcurría sin problemas, como ya sabréis los novatos tenemos prohibido cualquier tipo de encuentro sexual.
Pues era Viernes por la tarde y nos invitaron a un fiesta en una casa, una vez allí mi sorpresa es que solo éramos 3 novatos: Claudia(una amiga de la infancia), Noelia y yo.
Nos separaron y nos mandaron desnudar, solo con la ropa interior, Claudia, que ella era la razón de nuestra invitación, estaba ya junto al anfitrión, en plan muy cariñoso, se subieron a la casa.
Mientras a Noelia y a mí, nos hacían ser sus sirvientes, humillandonos continuamente, hasta que uno de ellos empezó a tocar el culo de Noelia, lo que hizo que me excitase, todos se dieron cuenta.
Y yo rojo como un tomate solo pude decir:
-No es lo que parece, es que ella es mi novia.
Error todo se empezaron a reír, y los tocamientos.
Comenzaron a ser más constantes, mientras a Noelia no parecía importarla, ella les reía las gracias, y se dejaba tocar, incluso ella misma rozaba con sus tetitas a alguno de los presentes.
Cuando todos estaban lo suficientemente cachondos, ella empezó a decir que si yo no rendía, que duraba poco,…
Y fue cuando Javier uno de los veteranos, se levantó de la silla, y me bajo mis slips dejando ver mi pollita dura.
Hubo muchas risas y sobre todo cuando se acercó Noelia y mirándolos dijo:
-con está cosita llevo 2 años, seguro que lo podéis mejorar.
Ella misma se quitó el sujetador, y todos se acercaron a ella, mientras yo sólo aguantaba sin correrme.
La empezaron a tocar y ella a sus pillas pajeaba una tras otra, se puso de rodillas y empezó a mamar las 5 pollas de los asistentes.
Todos estaban muy cachondos, justo en ese momento apareció Claudia que bajaba de la mano de su amante solo con unas braguitas de color azul.
-Joder Noelia, ya te vale, y delante de Adrián, probé cornudillo.
Risas y más risas.
En ese momento Noelia se puso de pie, me miro, se acercó y dijo:
-creo que eso te queda mejor a ti, bajándose las braguitas y entregándome las en la mano.
Ella se puso sobre una hamaca a cuatro patas y me ordeno que me pusiera sus braguitas.
Sergio, que era el anfitrión, aprovecho ese momento para fotografiarme, y que mi humillación fuera aún más completa.
Continuará…
