Continuación del sueño anterior con la madurita Piru, ahora íntegramente con su pareja en su departamento

No se imaginan lo que me excita Piru (les recomiendo ver sus fotos y relatospara que vean que no miento ni exagero). Les aseguro que me dejaría hacer de todo por ella y por supuesto le haría de todo yo también. La haría disfrutar muchísimo. Me calienta mucho y cada vez que la veo (en fotos por ahora) tengo que sacármela y tocarla con cariño y sensualidad y mucho morbo, como seguro me lo haría ella. Pensar que la puede tener en su boca me parece increíble, que la caliente en su apetecible boca y que reciba mi esperma caliente y blanco sería lo máximo que me podría suceder. Yo también la chuparía por todas partes, extrayendo su sabor y el olor y la lamería desde el dedo gordo del pie hasta el último pelo de su cabeza, pero quedándome mucho, mucho rato metiendo mi lengua en su vagina y acariciando su clítoris hasta que se corriera de placer.

Me encantan sus fotos de collage ¡qué partes más ricas! Dan ganas de saborearlas hasta gastarlas. Las fotos con transparencias son estupendas, muy eróticas y muchas veces me he masturbado con ellas. Me imagino que está cerca de mi con eso puesto y me pongo caliente de verdad. Pienso que se las quito con la lengua, suave y muy lentamente, sin prisas.

También me excito mucho con sus relatos, son muy reales y solo de pensar la suerte que han tenido esas personas de poder saborearla se me pone dura como una piedra. El capullo se me pone a reventar y siento una mezcla de dolor suave al estar hinchado de placer y placer mezclado con un cosquilleo, un cosquilleo que me indica que está deseosa de Piru.

Aquel profesor de natación vaya que tuvo suerte. Yo sí te hubiera enseñado a nadar y te hubiera sostenido las veces que hubiera hecho falta. Imagínate bajo el agua rozándote directamente la piel y ahuecado el bañador en busca de tu sexo, hacerlo lubricar hasta que no pueda más.

Es preciosa Piru y me atraen también sus pies. Los imagino acariciando mi glande, mi verga y me pongo a cien.

Bueno, basta de alabarla y paso a contarles la segunda parte de la historia que les conté del encuentro en el metro que continúo luego en su departamento con Euge, su pareja.

«Después de tan estupendo momento y mientras nos tomábamos algo decides darte una ducha. Nos quedamos Euge y yo solos y comentamos que debes volverte loca de placer.

Así que, nos dirigimos al baño y al llegar allí te contemplamos hermosa enjabonada en la ducha y te decimos que dejes hacer y que te vamos a limpiar nosotros.

Cojo el jabón y me unto las manos al igual que Euge. Comienzo a masajearte con suavidad el cuello y él la espalda.

Mientras rodeo con mis manos lubricadas de jabón el cuello noto cómo se me pone dura de nuevo. Nos cambiamos y Euge se pone delante de ti y yo detrás.

Voy bajando por la espalda pero muy suavemente y él hace lo mismo pero por los pechos. Comienzas a excitarte. Voy bajando y alcanzo tu precioso trasero que masajeo a base de bien y Euge pasa sus manos por las caderas sin tocarte la zona más sensible, todavía no.

No dejamos que nos toques, es un juego.

Bajo por tus piernas maravillosas, yo por detrás y Euge por delante a la misma altura. Ya te hemos limpiado bien y cortamos el grifo. Te depositamos en la cama y te tapamos los ojos para que no sepas quién hace qué y demás, aunque me imagino que sabrás distinguir porque todo el mundo es distinto pero el no saber en principio está bien.

Estás boca abajo, Euge te pasa la lengua por el cuello, sin prisas, y yo comienzo por los pies, que los beso con deseo.

Llego a tus tobillos y los chupo y Euge en el principio de tu espalda.

Voy subiendo sin separar mi lengua de tu cuerpo. El se desplaza a la altura de los homóplatos chupando con frenesí.

Estoy a la altura de tus gemelos y te chupo. Y subo hacia la parte de atrás de tus rodillas en donde te beso. Euge continúa su descenso, tú estás caliente.

Subo a la altura de tus pantorrillas pero por detrás, allí me detengo y chupo sin parar.

Euge está chupando por tu cintura y al mismo tiempo yo subo a la parte derecha de tu culo y él a la izquierda y lo besamos y chupamos.

Yo estoy tan hambriento de ti que me desplazo hacia el centro justo en la raya y te chupo y tú notas el calor que emana de mi boca y de la de Euge y estás excitada.

Te giramos y te ponemos boca arriba.

Euge acerca su verga a tu cara pero en la mejilla para que no la atrapes y yo en la otra y con las vergas duras y empapadas de placer te acariciamos, bajando, sin separarlas de tu piel y dejando en ésta un reguero de líquido producto de la excitación, hasta los pechos en donde rodeamos los pezones.

Estás que no puedes más. Tienes unas ganas enormes de cogerlas!!!

Dejamos las pollas y pasamos a chuparte y morderte con suavidad los pechos, uno cada uno mientras bajamos, al llegar a la altura de tu sexo, Euge se pone encima de ti como en postura de 69 pero tú no puedes hacer nada, hay que respetar el juego. Y yo me sitúo debajo de tu sexo.

Euge te chupa el clítoris masajeándolo en su boca, atrapándolo con sus labios y chupando en círculos y yo te chupo la vagina, te introduzco la lengua notando la suavidad extrema de tu piel en esa zona y su lubricación natural, chupo y atrapo con mis labios tus labios vaginales, introduzco un par de bolas chinas en el ano suavemente y las dejo allí y tú te estremeces y gimes desesperadamente. Introduzco y saco mi lengua, que consigue entrar mínimo cinco centímetros y tú la notas caliente y suave y allí dentro la muevo en círculos.

Te mueves mucho, fruto de lo caliente que estás, no puedes más y te chupamos cada vez con más frenesí, gimes y respiras entrecortadamente, sientes cómo se acerca el momento de correrse y nosotros también, un momento antes, acerco mi verga a tu vagina pero sin tocarte, esperando el momento justo y Euge te lame sin parar, justo en el momento preciso en el que comienza la primera convulsión al tener el orgasmo introduzco mi pene en tu vagina y saco lentamente las bolas del ano y Euge te muerde el clítoris, ese momento de orgasmo al introducirte el pene en ese mismo momento te hace correrte pero con un placer brutal y sollozas junto con convulsiones.

Joder, me estoy poniendo a cien sólo de imaginarlo. Te mueves desesperadamente de izquierda a derecha porque el orgasmo es de esos largos que te hacen saltar las lágrimas, es largo e impresionante.

Estupendo, no hay nada más excitante que ver correrse a una mujer de placer y sentirte en parte artífice de ello.

Espero unos minutos de descanso pero con mi verga dentro mientras te recuperas. Euge deja que le atrapes con tus labios su polla que está a reventar. Se la comienzas a chupar haciendo succión en su glande y comienza a gemir de placer mientras observa como me pongo tus piernas por encima de mis hombros e introduzco hasta el último milímetro mi verga dentro de ti, eso le pone aún más a cien al poder ver cómo disfrutas y emites un jadeo de placer, puro morbo.

Mueves tus músculos de la vagina y yo noto suaves apretones dentor y empujo con golpes circulares y rítmicos mientras noto como parte de tu trasero choca con mi piel y voy adquiriendo velocidad, gimes tú también y yo por supuesto. Chupas la polla de Euge, que debido a la excitación de antes no le queda mucho, al igual que a mi y como es normal a ti también porque según una mujer tiene orgasmos el tiempo entre estos se van recortando por lo menos bajo mi experiencia.

Cada vez empujo con más fuerza. Se oye el toque de tu piel en mi piel, chas, chas, chas y los gemidos de Euge son cada vez más incontrolados.

Comienzas a correrte y como te dan convulsiones te mueves a cada lado y yo de excitación te sigo y comienzo también a correrme, notas como mi leche sale caliente y te inunda tanto que se te sale por los lados. Empujo hasta el final porque quiero que toda mi polla sea tuya. Euge se corre y te inunda la boca de su esperma caliente. Los tres nos convulsionamos juntos y gemimos y jadeamos de placer al tener al mismo tiempo el orgasmo.

Al separarnos, te acercas a mi pene y te lo tragas, sientes una mezcla del sabor de mi polla, de mi semen, de tu vagina y del semen y polla de Euge y siento lo caliente que está tu boca y esperas mientras va bajando el tamaño dentro de tu boca aunque no por mucho tiempo.»

Y aquí finalizó ese hermoso sueño pero descuenten que pronto vendrán otros porque Piru es toda una belleza que me inspira placer y morbo, deseo y sexo y siempre estoy con ganas de follarla y chuparla y que me mame y que me folle. En fin, hacerle todo y que me haga todo lo que nos gusta con relación al sexo.