Con mis dedos hago temblar las rodillas de la hija de mi compañero

La hija de mi compañero

Antes de nada, agradecer tantos a aquellos que me leéis como los que me ponéis un comentario, ya sea al portal de www.todorelatos.com como a mí email, pues por vosotros me dais animo a continuar, siguiendo a plasmar mis confidencias. Os debo decir que como norma general tras mi experiencia, suelo redactarlo en el bloc de notas de mí móvil o dejarlo grabado en un audio, para cuando tenga tiempo plasmarlo y enviarlo.

Vaya día de marrón, hoy sábado tres de Noviembre me ha tocado guardia, además el día no acompaña ya que se ha presentado lluvioso, no necesariamente se presentan malos las guardia, ya que apenas tenemos salidas y normalmente me lo paso en casa. Pero sobre las once menos diez de la mañana tuve un aviso, aviso que tras ver el número de móvil me es conocido, pues no es otro que de un compañero de trabajo, compañero el cual está de baja, no siendo esta baja que la espera para su pronta jubilación. Pues la empresa lo considera que está obsoleto, no considerando sus años de dedicación a la empresa, ni su aporte o experiencia.

Este compañero que como he comentado está en sus últimos meses de una jubilación, compañero que no deja de intentar demostrar su valía, compañero que hace ver tanto a uno como a otros su valer, ya que esta sin hacer nada le mata y nos hace ver que estos últimos meses puede ser a un valido. Motivo por el cual me ha llamado, pues ha encontrado un fallo en la instalación de telecomunicaciones del bloque, fallo que influye en su vivienda y deseaba que fuéramos testigos, teniendo la mala suerte de ser yo esa persona, pues da la mala suerte que estoy de guardia.

Bueno tras personarme en su bloque y llamar al porterillo, este me abrió y directamente me encamine hacia el cuarto de telecomunicaciones, donde no vi problema alguno. Donde minutos más tarde subí a su vivienda, tras abrirme se marchó hacia una habitación, habitación donde me indico que él tiene instalado todos sus registros de telecomunicaciones. Este me indico que me dirigiera al salón donde estaba la posible avería, comunicándome que revisara los posibles puntos y tomas. Mientras me hablaban desde la otra habitación, yo entre en el salón donde estaba la supuesta avería, donde nada más entrar me encontré con una chica joven, chica que supuse que sería su hija. La cual se encontraba realizando tareas sobre la mesa, digo sobre la mesa porque en vez de estar sentada, ella estaba de pie inclinada hacia esta. Estaba dibujando una instalación mediante escuadra y cartabón, ayudándose de un párale y un escalímetro, midiendo y tomando notas, notas que tras introducirla en su calculadora anotaba poco después en una table.

Bueno lo dicho, tras entrar en el salón la salude cortésmente, saludo que ella ni se dignó a levantar la cabeza y menos se inmuto. No os puedo decir que no la conozco, pues en verdad nos conocemos desde hace años pero poco más, ya que su padre la llevaba en más de una ocasión a la oficina. Pero pensé que estando atareada con su trabajo universitario, trabajo que la verdad es que ni llego a levantar la cabeza de aquellos planos. Como os he mentado antes, miré lo que estaba dibujando, acabando por acercarme un poco más, presencia que esta al notar levanto un poco la cabeza. Cabeza que al fijar su vista en mí extrañada, pude ver que llevaba puesto auriculares por el diminuto cable cabeza que se ocultaba entre sus cabellos. Auriculares que quizás fueran culpable por lo que no me oyó, baje un poco la vista y pude ver otra cosa que su cabeza ocultaba, pues no era otra cosa que su seno… mmm!!. Digo seno porque me di cuenta que a esta se le veía uno, creo que ella ni se dio cuenta ni lo percibió, quizás por aquella postura o quizás fuera que al estar sola ni cayo en eso. También es verdad que su vestimenta ayudo a esto, pero ese seno y digo en este caso uno, seno que fue el de la derecha, estaba a la vista, detalle que ni siquiera reparo, quizás fuera como he mentado antes… al estar sola.

Os debo mentar que la chica estaba gracias a la calefacción centralizada en camiseta de tiranta y supuestamente en pantalón, prendas que en verdad no es la primera vez que la he visto vestir así. Pero de todas formas, aunque me devolvió finalmente una sonrisa, ella volvió a su tarea, volviendo a bajar la cabeza y centrarse en esos planos y los cálculos de estos, mientras yo continuaba absorto en ese seno, seno que me fije sobre todo en ese pezón endurecido y sonrojado… uuummm. Momento que la voz proveniente desde otro punto de la casa me preguntaba…

«Has dado ya con el problema».
Sorprendido por la voz y aún más por no haber mirado nada, respondo…

«No, aún no he visto nada».
Volviendo mi rostro hacia la chica, deseando ver ese seno, chica que ahora era ella la que me miraba, quizás sabiendo que he mentido a su padre. Bajando la vista hacia abajo, mirando en dirección hacia donde yo miraba, descubriendo esta que sus senos, estaban colgando fuera de su holgada camiseta, senos que en esta ocasión eran los dos y no como la vez anterior que solo era uno… mmm. Pensé lo más lógico en esa situación, no siendo otra cosa que está formaría la de Dios, insultándome e incluso con razón llamarme desde degenerado hasta pervertido, llegándome e incluso a imaginar a mí compañero echarme de su casa. Pero está más lejos de mis pensamientos, coge y sin dejar de mirarme sonriente, su primer gesto fue fruncirme las cejas y acto como si no pasara nada. Un nuevo grito me hizo volver, diciéndome…

«Mira las tomas Jode, que coño estás haciendo…!!».
Respondiéndole un poco distraído, ya sin saber que debo de hacer o buscar…

“¿Qué tomas?”.
Cosa que este me indica donde se encuentra…

“Estas se encuentran detrás del sofá, tendrás que apartarlo y tirarte al suelo a míralo”.
Dándome cuenta que el sofá se encontraba detrás de la chica, mirando primero las de la pared que estaban detrás de la chica, me arrodille y tras mover un sofá, mire las tomas, fijándome que estas estaban bien. Retrocedí y al levantarme para comunicar que de las tomas no eran, me quede mudo al ver el culito de esta, culito que descubrí que no llevaba pantalón deportivo como pensaba, pues esta llevaba puesta unas braguitas tipo brasileñas… uuummm!!. No siendo lo malo la prenda interior, sino la posición en la cual estaba, pues ignoro que si ella estaba a propósito así o fue algo fortuito. Ya que cuya posición estaba, dejaba su culito respingón… mmm. Nuevamente me quede absorto en esas nalgas, pudiendo deleitarme en esas braguitas tipo brasileña introducida entre sus glúteos, apreciándose esa falta de vello púbico…mmm. Está gira hacia atrás su cabecita, como si percibiera mis miradas, descubriéndome detrás de ella agachado. Idiota de mí justifico mi estado…

«Estoy revisando las tomas».
Esta vuelve a sonreír y pícaramente contesta…

«Ya veo».
Me da la sensación que sea ha dado cuenta de mis miradas, cambiando su posición, pues si antes estaba con las piernas juntas y hacia atrás, posición que como he dicho apreciaba su culito redondo y duro. Ahora coge y separa las piernas, quedando de la misma forma o sea de cintura hacia arriba igual, pero diferente abajo. Pues sus piernas separadas forma un ángulo de noventa grados, posición que hace que sus braguitas brasileñas se le introdujera entre sus glúteos aún más… uuummm!!. Llegando está en un momento dado, coge y echa su brazo hacia atrás, pellizcando la tela de sus braguitas y como si nada, coge y la saca del interior de sus glúteos, dejándome ver por unos instantes sus orificios y labios vaginales… uuuffff!!. Pensaba…

«Joder con la tía, no me lo puedo creer».
Fue cuando apareció mi compañero, comentándome…

«¿Qué haces ahí abajo?, deja de mirar las tomas, estoy seguro que el problema radica en otro sitio».
Acabando por acabar…

«Voy al cuarto de telecomunicaciones del bloque, quédate aquí atento al móvil, te iré llamando para ir comprobando».
Comentando a medida que se dirige a la puerta de su casa…

“Voy a demostrar que se equivocan al echarme, vera como yo tenía razón en todo”.
Cuando desapareció este por la puerta, sinceramente no sabía que buscar, primero porque la casa la desconocía y segundo porque el problema sabía que no radicaba en la vivienda sino en el bloque, pero como explicárselo al cabezota. La chica había vuelto a sus estudios, mientras yo con el móvil en mano, comienzo a recorrer su casa en busca de otras tomas. Acabando por volver al salón donde esa chiquilla continuaba en la misma postura, ignoraba si fingía estudiar o no, tanto como si escuchaba realmente o no a pesar de los auriculares. Cuando sonó el móvil, cuya voz del compañero me hacía saber que volviera a mirar las tomas de salón, refiriéndose en concreto a esas que supuestamente había mirado. Volví a dirigirme hacia el sofá, tumbándome en el suelo como podía, pues no deseaba molestar a la chica, menos aún que esta se apartara. Cuando recostado en el suelo y con mi brazo intentando llegar a la pared, cuyo esfuerzo me hace mirar hacia todos los lados, acabando por mirar esta chica dándome la espalda, no pudiendo evitar clavar mi vista en esas nalgas redondeadas. Observando como esta no dejaba de arrascarse primero, continuando por tirar de la tela de sus braguitas como si le molestara que esta estuviera entre sus glúteos, ignorando si lo hace adrede o no, pero vuelve a mostrarme su orificio anal… uuummm!!. Girando esta su cuello hacia un lado, mirándome y suelta…

¿Qué pasa, vas a estar ahí todo el día o qué?.
Respondiéndole…

«Por mi estaría toda la vida, creo que estoy viendo un ángel».
Ríe y contesta…

«¿Que pasa es que nunca has visto una chica o qué?».
Respondiéndole con descaro…

«Si chicas he visto a puñados, pero ninguna con un hermoso y perfecto culo como el tuyo».
Disculpándome al momento…

«Perdona mi osadía, no deseaba ofenderte».
Contestando ella…

«Tranquilo… no pasa nada, para nada me has ofendido, sino todo lo contrario, me siento halagada, me gusta que me diga cosas bonitas».
Siguiendo…

«¿Qué pasa que no has visto muchos culos o los que has visto, no merecen la pena?».
Respondiendo…

«¿Como el tuyo… pocos?. Tienes un culo perfecto, uno de esos de los que me llevaría horas, acariciándolo y comiéndomelo».
Ríe al tiempo que se quita los auriculares, soltándome…

«Pues por mí, no te cortes, yo no soy la que te lo va a impedir».
Eso me sonó como toda una invitación en toda regla. Cojo y me incorporo, acercándome a ella por detrás arrodillado, mi corazón me late a mil, pues no deseo que mí compañero y padre de la chica me sorprenda. Acabo por posar mis manos una en cada muslo, sintiendo su tersa piel e incluso noto como se le eriza los vellos, pues se le nota la piel de gallina… uuummm!!. Acerco mis labios a sus nalgas, comenzando a besarla con suavidad y muy lentamente e ir descendiendo hacia sus muslos… uuummm!!. Beso con pasión el pliegue que hace el final de sus nalgas con el comienzo de sus muslos, pero al mismo tiempo y la verdad es que desde que comencé, no dejo de deslizar mis manos por sus tersas piernas, descendiendo desde sus muslos hacia sus pantorrillas hacia sus pies desnudos, desnudos los tiene y gracias al parquet. Ella finge estudiar cosa que me es difícil creer, no dejando de escucharla su agitada respiración, eso sumado a algún que otro gemido que incontrolado se le escapa, sintiendo como se estremece y se mueve… uuummm!!.

Yo continuo, dirigiendo mí rostro hacia la parte interna de sus muslos, besando, lamiendo y deslizando la yema de mi lengua en círculos, casi dibujando sobre su erizada piel… aaahhh!!, sabiendo que es un punto delicado. Beso y chupo con suavidad, dándole hasta pequeños muerdos… mmm!!. Separo sus glúteos y aparto la fina tela de sus braguitas brasileñas, deslizando mi lengua a todo lo largo de su culo, deteniéndome en su orificio anal… ooohhh!!. Cuya punta de lengua deslizó… dejando ella escapar un pequeño grito, finjo apartarme cosa que ella posando su mano sobre mi nuca me hace ver que continúe… uuummm!!. Continuo chupando y embadurnando su orificio de saliva, saliva que diluyo a lo largo de sus nalgas, acercándome poco a poco y con intención sus labios vaginales, llegando está a soltar en esta ocasión un gemido. Casi en susurros le pregunto, aun sabiendo perfectamente su respuesta…

“¿Te gusta?”.
Ella simplemente suelta otro gemido seguido de…

“Siiii… siii… uuummm!!, no pares… uuuffff!!, no pares”.
Su respuesta es más que obvia, no es mi intención detenerme, cosa que continúo aunque en realidad no me había parado. Separando un poco más sus muslos, introduzco mi rostro entre sus muslos, rostro que aprovecho para chupar sus labios vaginales, aullando en esta ocasión la chiquilla de placer, gemido que va acompañado por separar está un poco más sus piernas… uuummm!!. Continuando por lamer los pliegues de donde finaliza su entrepierna y nace sus muslos… uuummm!!, no dejando de acariciar sus piernas. Volviendo como el que no quiere la cosa hacia su orificio anal, chupando con delicadeza y suavidad, lamiendo en círculos alrededor de este con la yema de mi lengua… aaahhh!!. Comenzando a introducirle la punta de mi lengua ayudándome con uno de mis dedos… uuuffff!!, comenzando ella a moverse de delante hacia atrás.

Beso con suavidad y chupo con fuerza, separo sus labios vaginales, deslizo la lengua de arriba hacia abajo una vez tras otra, deslizando la punta de mi lengua por los pliegues de su orificio… aaahhh!!. La chica no deja de gemir y suspirar, aumentando el ritmo en el momento que alterno el chupar con penetrar mi lengua en su orificio… uuummm!!. Sintiendo su vulva muy dura y muy visible, cosa que no pierdo el tiempo y lo chupo, dando sobresalto la chica y gimiendo con intensidad, dando por hecho de su pronto orgasmo… ooohhh!!. No deja de estremecerse e incluso convulsionarse, dándome la razón a lo de su orgasmo, momento en que juntando mis labios hasta formar una O, tomo su clítoris con mi boca y continuo chupando suavemente… uuummm!!. Observando la cara de la chica, como esta tiene los ojos cerrados y se muerde el mentón inferior, como si no pudiera aguantar mucho más. Y acelero a lamer y chupar, chupo con fuerza al tiempo que la penetro con mi dedo corazón… uuuhhh!!, viendo como ella levanta la pelvis echando hacia atrás un poco más sus nalgas. Saboreando los primeros jugos de su orgasmo, momento que ella misma acelera su momento al acompañarme… mmm!!, haciéndose un dedo sin llegar a interferir con mi lengua… aaahhh!!. Soltándome…

“Si… si… aaahhh!!, no pares… no pares… ooohhh!!”.
Lógicamente no me detengo, sustituyendo mis labios por mis dedos, siendo dos en esta ocasión quien la penetra, entando y saliendo de su orificio, entrando al tiempo que presiona su parte superior, zona extremadamente sensible en una mujer, zona que para muchas es su punto G. Ella gime, suspira y se estremece, convulsionándose debido a su orgasmo, orgasmo que alargo mediante dos de mis dedos de mi mano izquierda… uuuffff!!. Momento que aprovecho para introducir otros dos dedos de mi mano derecha en su orificio anal, soltando ella algún que otro grito de placer, no dice nada simplemente disfruta… aaahhh!!. Deslizo mis dedos hacia adentro, continuando con ternura, despacio y con suavidad para después sacárselo rápidamente, acelerando a medida que vea, embistiéndola con mis dedos rítmicamente… ooohhh!!. Acelerando solo cuando vea que su dedazo lo hace, intentando llevar el mismo ritmo para que ella disfrute… uuummm!!. No dejo de escuchar su respiración, mientras lo estímulo y sus gemidos me hace saber de su segundo orgasmo… uuuffff!!… ooohhh!!. Volviéndome a decir…

“Aaahhh!!… aaahhh!!. Dios… si… si… ooohhh!!”.
La muy cabrona se lo está pasando en grande, ignoro si su chico o cualquier otro le ha llegado a poner de esta manera, pero la cara es todo un poema, sonrojada y con una sonrisa de oreja a oreja e incluso podría decir que casi llorando. Mi mirada recorría su cuerpo, deteniéndome en su pechos… mmm!!, cuyos pezones se marcaban en su camiseta y que me daban unas ganas tremendas de podérmelos comer… aaahhh!!. Continuaba temblando debido a la tensión, no dejaba de gemir y suspirar a pesar de haber tenido su segundo orgasmo… uuummm!!. Ahora era yo quien movía mis dedos con suavidad, pues ahora su orificio es una zona sumamente y extremadamente sensible, ella intentaba apartar mi mano pero no la deje… uuuffff!!. Pues deseaba que disfrutara como nunca, deseaba que disfrutara del sexo oral, cosa que a mí en especial me vuelve loco hacerlo, ella llego a morderse la muñeca a modo de ahogar sus gritos de placer… ooohhh!!. Sus rodillas flaqueaban, acabando por retirar mis dedos de sus orificios, satisfecho yo de haber logrado que ella obtuviera dos orgasmos y sin penetración alguna… uuummm!!. La chica me miraba maliciosa, mirada de esas que desean agradecérmelo, pero la inoportuna aparición de su padre en ese momento lo fastidió. Éste venia relatando, malhumorado protestando, no dejando de decir…

«Coño que no encuentro la avería».
Me mira y me pregunta…

«Y tú qué, has hecho algo. Has podido mirar o arreglar algo».
Mi contestación fue con doble sentido…

«Hombre… mirar, he mirado lo que he podido. Arreglar… creo que he arreglado lo que me han dejado la verdad».
La chica sonríe nuevamente perversamente, sabiendo que lo dicho por mí es verdad. Ella sonriente satisfecha, deseosa de realizar otras prácticas, prácticas que supuestamente otro se llevaría supuestamente. Tras finalizar el padre y compañero mío sus comentarios, me hizo entender que mis servicios allí en su casa habían finalizado, comenzando a despedirse al tiempo que yo comencé a recoger mis herramientas. Llegando a pedir en ese momento un vaso de agua, vaso que mi compañero me hizo saber siguiera a su hija a la cocina, pues ella me lo daría ya que no deseaba que me lo trajera, ya que podría mojar el suelo de parquet. Camine tras la chica en dirección a la cocina, camine detrás sin perder detalle de ese culito… uuuffff!!, camine molesto por el tremendo empalme que tenía… uuuffff!!. Ya en la cocina mientras la chica me dio el vaso de agua, mientras lo bebía ella sonriente me soltó al tiempo que poso su mano en mí entrepierna…

«Uuufff!!… menudo calentón tienes, pobrecito como te vas a marchar… uuummm!!”.
“Lo siento de corazón… uuummm!!, como me hubiera gustado haberte demostrado mi gratitud… mmm!!. No importándome ahora sacártela y chupártela… uuummm!!».
Importar no sé si realmente le importaba, pero si es cierto que me marche de la casa de mi compañero con un calentón de narices. Calentón que no me quedo más remedio de llamar a mi amiga Carmen, digo a esta en cuestión porque vive por la zona, amiga madura de cincuenta y cuatro años que se alegró por la visita. Amiga que tras hacerme saber que tardaría en bajar cinco minutos, tiempo que se pondría algo decente y dejaría a la niña al cuidado de su marido, niña que tiene sus veintiún año cumplido y cuando digo al cuidado, lo digo porque este según parece estaba dormido. Bueno resumiendo que no solo se llevó el calentón que tenía, sino que la puse a caldo llevándose sus orificios llenos de leche bien calentita, pues como mujer madura y ardiente, es otra que la sabe mamar como pocas para luego ponerse a cabalgar. Vale no me enrollo más, os dejo y espero que os haya gustado tanto como a mí, espero vuestros comentarios.