Celia siempre me miro con otros ojos, no le importaba que fuera el hermano. Aprovechamos cuando papá no estaba y terminamos follando como si fuéramos pareja

y ahí me encontraba yo, frente a la puerta de mi habitación con el ano muy sensible y con más ira e impotencia que nunca, sabiendo que todo lo que había hecho con el fin de vengarme y ponerla en su lugar, solo había servido para: ser psicológicamente humillado y sometido y elevar mi posición de juguete al nivel sexual.

NO, eso no era todo también había conseguido molestarla hasta el punto de reclamar venganza, sentir su cuerpo alrededor del mío, tenerla dominada por un tiempo y conseguir una foto que ella no podría hacer desaparecer nunca sin duda el primer paso de una dura batalla.

Tras vestirme me quede pensativo, todo había pasado y era hora de pensar algo que de verdad me pusiera a mí por encima de ella…, no había manera, no se me ocurría nada, cansado de dar vueltas por la habitación me tumbe sobre la cama y un dulce olor llego hasta mí, era mi almohada seguía manchada de sus jugos y desprendía un dulce olor a hembra que me transporto a mis momentos con ella haciéndome recordar que todo era real y ya nadie me lo podía quitar.

-Fran la comida ya está, ¿bajas o hay que subir a buscarte?- me había quedado absorto en mis recuerdos y no escuche cuando llamaron, baje rápido.

-te has quedado dormido otra vez o has estado “pintando”- dijo Celia intentando hacerme saltar con sus comentarios, como siempre, pero me controle y permanecí callado,

durante la comida mi padre estaba un poco ausente repasando su presentación(estaba de vacaciones pero era una reunión importante y le forzaron a ir)

Celia me miraba risueña mientras yo buscaba la forma de ponerla en su sitio, por otro lado clara nos observaba intentando desvelar el porqué de aquella situación extraña, sin conseguir sacar nada en claro.

Tras acabar la cena, mientras subía las escaleras escuche a clara preguntarle a mi padre sobre su regreso, justo antes de llegar arriba veo pasar a Celia hacia el baño iba a darse una ducha y yo aprovecharía para investigar en su cuarto, tras un rato sin ver nada interesante encontré los consoladores que había usado conmigo esa misma mañana y me dispuse a irme dejándola sin sus juguetitos, pero fue entonces cuando oí los pasos de clara que subía, ya no podía salir:

-estas ya quiero usar el baño-

-sí, ya me estaba vistiendo- oh oh yo no podía salir de allí o me verían, intente meterme debajo de la cama pero estaba lleno de cajas, entonces sonó la puerta del baño. Ya viene pensé nervioso mientras me escondía desesperadamente en el armario sin darme tiempo a cerrar del todo la puerta y dejando una pequeña rendija por donde se veía media habitación.

Y allí me quede inmóvil viendo como mi hermanastra no paraba de enviar mensajitos por el wassap durante unos 15 minutos, hasta que comenzó a sacarse fotos, yo que no tenía otra cosa que hacer por lo que saque el móvil y comencé a gravar, ella no tardo en levantarse dirección a la puerta pero en lugar de salir se quedó frente a ella mirándose en el espejo que estaba colgado mientras seguí sacándose fotos en diversas poses cada vez más sugerentes, aquello no tardo en volverse una situación bastante excitante en la que mi hermanastra Celia con su cuerpo tulgente pero delgado no paraba de poner poses que remarcaban cada una de sus curvas, mientras ella parecía estar excitándose.

no tarde en darme cuenta de que se estaba mandando fotos eróticas con alguien pues cada vez se quedaba más tiempo mirando la pantalla, además de que empezaban a marcársele los pezones, aquella situación seguía subiendo de tono, poco a poco comenzó a quitarse la ropa y a acariciarse el cuerpo, fue entonces cuando me llego un mensaje, el silencio estaba puesto pero el cuarto estaba en silencio y las vibraciones aunque bajo sonaron causando que ella se detuviera por un momento y tras no prestarle demasiada atención siguió, claro que, los mensajes no suelen venir solo y este fue precedido otros 3 que la hicieron volverse hacia el armario en el que me encontraba y observar fijamente la puerta entreabierta.

-cada día me sorprendes más hermanito, estas hecho todo un voyeur-

-cállate, no sé cuánto tardare pero me las vas a pagar todas- la dije yo dando un paso hacia delante para plantarla cara.

-jeje el mariquita que acaba de salir del armario con consoladores en la mano y la poya tiesa solo de pensar en jugar con ellos-

-jajá muy graciosa si no hubieses estado hay poniendo poses de puton mientras te hacías fotos para mandárselas a cualquier salido-

-te da envidia, ¿te molesta verdad?, no mientas se nota solo con verte seguro que no me has quitado los ojos de encima mientras intentabas no pensar en el hombre con el que estaba hablando-

-no, es solo que-

-ya estas otra vez, acéptalo, te gusto, desde que eras ese renacuajo que me dejaba ponerle vestiditos y maquillaje para después posar para mí, sino como es que nunca tuve que forzarte ni huiste, me bastaba con pedírtelo por favor –

-… … …-

-ya veo, bueno, no es que yo pueda decir lo mismo de ti, me lo pasaba bien contigo pero siempre fuiste mi juguetito, puedes negarlo si quieres pero es mejor que lo aceptes-

-todo eso es mentira yo te gusto si no porque ibas a asaltarme de madrugada-

-vamos no seas crio, me violaste y utilizaste para tus jueguecitos, me gusto y lo pase bien pero no esperarías que eso no tuviera consecuencias, bueno ahora que ya está todo claro-

-no sigas, no es necesario, me voy-

-espera yo no he dicho eso, si quieres a mí me apetece jugar un rato y los dos estamos preparados ¿no?-

Esas palabras me pararon en seco, ya no sabía qué hacer, ni siquiera lo que sentía por ella, ambos nos quedamos allí inmóviles por varios minutos, al ver que mi cabeza no era capaz de sacar nada en claro deje a mi cuerpo que actuara solo y me di media vuelta la cogí por la cintura y la arroje sobre la cama, me desvestí y me arroje sobre ella para comenzar a comerla el morro no había mucho que decir ambos estábamos listos, agarre mi poya y tras encaminar su rumbo me deje caer por completo sobre ella introduciéndola de golpe hasta lo más hondo de su ser, el cual dejo salir un gemido y me rodeo con sus brazos para apretarme con firmeza mientras colocaba sus piernas alrededor de las mías, ella ahora me ayudaba en cada una de las continuas embestidas que la estaba propinando estaba desbocado, sin control alguno, simplemente era guiado por los impulsos de mi cuerpo que solo podían centrarse en aquella hembra, aquella mujer que en esos momentos tenia entre mis brazos jadeando como loca, la satisfacción era mutua, las embestidas constantes y las respiraciones completamente incontroladas, vi como sus ojos se cerraban y yo no encontraba motivo para mantener los míos abiertos a si que la imite, los envites continuaron mientras nuestro deseo crecía y crecía esperando ser saciado.

Hasta el momento en el que empezó a gemir de forma abierta, dios¡ qué sensación, yo no sé si soy especial o qué, pero los gemidos de esa mujer se colaban en mi mente haciéndome perder el sentido, después de eso los recuerdos son un poco confusos, no sé si fueron 1, 2 o 200 embestidas las que le pegue solo sé que ella no paraba de gemir sin parar apretando y engulléndome el miembro con su coño hasta que por fin, en el último envite la deje allí clavada mientras mis fuerzas se desvanecían y yo reposaba sobre ella, la cual aún soltaba sus últimos gemidos, allí nos quedamos los dos tendidos sobre su cama como estatuas disfrutando lo máximo posible de aquel éxtasis animal, éxtasis que no pudimos disfrutar del todo pues…

Continuara:

Posd: a día de hoy todavía se me pone dura de pensar en aquel acto.