Un cabron desconocido me termina haciendo un arrimón en el baño público, fue mi primera vez y debo confesar que, en cierta forma, me encanto

Ya haber tenido la experiencia de tener penetraciones bucal, anal y vaginal. Con Sergio tuve las primeras experiencias de vivir en una relación de noviazgo. Después de nuestra primera tarde sólo, al día siguiente, tan sólo estuvimos en el recreo, estando juntos besándonos. Y bueno, aprovechando que erámos novios, lo visitaba los sábados, ya que estando en mi casa, siempre me cargaba los quehaceres de la casa. Y me daba mis escapada con él.

Un día en clases, mi novio Sergio, sus amigos y mis amigas, acordamos ir un sábado a ver la función en el cine de la película del momento que llegaba desde España: «Devuélveme a mi chica». Yo amaba ese grupo, y la idea de irla a ver en el cine, me pareció genial. Así que, para dicho día me vestí lo más casual, pero también más «cool». Agarré mis viejo jeans ajustado deslavados y desgarrado por la parte delantera [gracias a ese jeans, me enteré después que me gané el apodo de ser la chica del culito respingón], un top primaveral de tirantes que me dejaba al descubierto mis hombros, unas botas tipo zapatillas que me llegaba a la rodilla, me hice el típico estilo de la cola de caballo agarrandome el cabello en parte más alta de la nuca, y por último una sudadera que lo llevé en la mano.

Cuando llegamos al cinema, la taquilla se formó una grandísima cola, de tal manera que tuvimos que perder la función que supuestamente planeado estar. Fuimos los primeros en llegar del grupo, nos tuvimos que formar en la fila, comenzaron a llegar nuestros amigos y los tuvimos que meterlos. Bueno, ya entrando a la función, ¡oh sorpresa! el lugar ya estaba lleno, así tuvimos que buscar lugar verla la película de pie, cómodamente. La película comenzó antes de ubicar el lugar deseado, así cuando nos instalamos para verlo mejor, ya todo estaba oscuro, y no supimos con quienes estaban a nuestro lado, y menos nos dimos cuenta quienes estaban atrás.

Al principio de estar viendo la película, no pasaba nada de lo normal, hasta que comencé que la amontinaba detrás de mí. O sea, que a una persona detrás, muy pegadito. Yo al saber como estaba la sala, pués pensé: «qué más da, es normal». Pero lo que no era normal, es que cada rato, comencé a sentirme que se me pegaba mucho, sobre todo en la altura de mis nalgas. Pués tampoco dije nada. Había momentos que por el cansancio de estar parada, tenía la necesidad de mover mis piernas y pies, de un lado a otro, sin embargo que estaba detrás de mí, casi nunca se quitaba de encima de mi culito. En eso, hice quizás un error, con tal de aliviar mi molestia de cansancio de estar parada en sólo lugar limitado, tuve que inclinarme posando mis manos en mis muslos, y como consecuencia parar más mi culito hacia atrás, a lo cual creo, por obviedad, que la persona que estaba justo detrás de mí, entendió como una invitación de estar dándome un arrimón.

Al hacer éso, los arrimones más insistente e incluso creo que a más. Porque de tanto arrimones, llegué a un momento a sentir que me ponía algo más explícito, sentí su pene detrás de mi culito, en la mera raya, si no fuera por mis jeans, quizás la tendría dentro de mi anito. Tanto tiempo, tuve un dilema en mi mente: «sí confrontar a la persona o ya de plano disfrutarlo». Pero como quería un pleito, sobre todo pensar que nos irnos mal, opté por lo segundo, y ya de plano contribuía en sus arrimones, es decir, me inclinaba de vez en cuando, para así solventar también mi cansacio. Ya casi por terminar, dicha persona dejó de hacerlo. Y me sentí aliviada de que se haya ido y ya al finalizar la película, le comenté a mi novio y a mis amigos, que tenía la necesidad de ir al baño, así que fuí, obvio acompañada de mis amigos.

Al entrar al baño, al compartimiento de los excusados, por alguna razón antes de bajarme el jeans, me toqué en la parte de atrás, y sentí lo mojado que estaba mi pantalón. Y al olerlo, me dí cuenta que era semén. Así que supuse, que sí el chaval desconocido se había sacado su pene, y me lo estaba restregando en mi culito. Decidí al salir del baño, llevar mi sudareda amarrada a la cintura y ocultando mi culito. Ya camino a casa, iendo sólo con mi novio, me preguntó porque no pusía la sudadera ya que estaba haciendo algo de frío, y le comenté que no podía quitarmelo de ahí, ya que se me había roto el jeans, creo que al ver que era tan ajustado, lo creyó, pero aún quería verlo. Obvio lo detuve, y quedó con esa versión.